- ¡Observa esto Kenshin!

El famoso pelirrojo vagabundo volteo su rostro al llamado de la chica.

- Vengan ustedes dos también, ¡miren lo que encontré!

Yahiko y Sanosuke voltearon el rostro y se acercaron rápidamente hacia Kaoru, Kenshin les siguió el paso. Todos pusieron sus curiosas miradas en la de los ojos zafiros. Ella parecía muy contenta.

- Mi bisabuelo que vivió en la era Sengoku dibujo esto, aun no sé qué hay dentro pero seguro a de costar una fortuna

Kenshin con una mala disimulación acerco su cuerpo un poco para admirar el viejo pergamino en las delicadas manos de Kaoru. Yahiko por su parte protesto.

- ¡Bah! Qué tontería, seguro que la tinta esta corrida y ya no servirá… Desde el Sengoku-jidai han pasado como 300 años, ¿acaso esperas que se haiga salvado?

- Concuerdo con el enano

- ¡A quien le dices enano, Sanosuke!

- Hablas tonterías, Yahiko, ¡Mi bisabuelo era un gran pintor y es seguro que este dibujo se salvó! ¿No es así, Kenshin?

Kenshin se vio en un severo aprieto, todas las miradas estaban en él, esperando su opinión al respecto, solo que tenía dos opciones, Kaoru y sus sueños o el realismo de la verdad de Yahiko. Y él era buen defensor de la verdad aunque… algunas veces había mentido para salvar a alguien (o así mismo) pero esto ameritaba un…

- No lo sé, habría que comprobar…

Y como última palabra en la conversación, Kaoru desanudo las cuerdas alrededor del pergamino y lo estiro… Todos contuvieron la respiración. Que rayos?

-¿Que rayos es eso? – el primero en hablar fue Sanosuke

- ¿Es alguna especie de retrato fantástico?

- ¡Esperen! – dijo Kenshin – ¡Miren con atención al centro! ¡Y las esquinas!

Todos pusieron ojos críticos y efectivamente ahí estaba, entre todo el pergamino había monstruos de todo tipo, con un ojo, ogros y seres fantásticos incluso uno que otro duende. Pero en el centro se dibujaba algo espectacular, contra todos esos monstruos dos figuras trataban de derrotarlos. Un joven de larga cabellera y ojos fieros, utilizaba una espada pero no era la común espada que fue la sorpresa para todos ellos, Kaoru y Kenshin no podían dejar de mirar la espada, era enorme! En vez de ser delgada parecía ser del mismo grosor del zanbato de Sanosuke pero tenían muy claro que era una espada por el mango y su forma curvada. El joven vestía un haori y un hamaka del mismo color, pero no se lo podía identificar ya que todo estaba a blanco y negro. Sus facciones eran toscas y Kaoru tuvo la impetuosa curiosidad de saber de qué color eran sus ojos.

Por otro lado su acompañante quien le daba la espalda y atacaba detrás a los monstruos era una chica de cabello pelinegro, azabache tal cual la tinta era. Simplemente hermosa y letal. Su arma estaba firmemente en sus manos, un arco y flechas, la flecha parecía tener resplandor propio. Sus vestimentas era algo fuera de lo común, una falda muy corta, un kimono muy extraño, y unas sandalias cerradas con unas medias largas hasta debajo de la rodilla.

En una de las esquinas se divisaba un monstruo de lo más extraño, un gato, del tamaño de un tigre dientes de sable, incluso más grande con los mismo colmillos y atacaba a otro ser de un ojo, iba montada por una mujer de coleta alta como la de Kaoru, solo que su cabello tenía un flequillo parejo, vestía ropas negras pegadas al cuerpo y resaltaban su figura femenina, traía un boomerang en su espalda y una mirada asesina.

En la esquina inferior, lado contrario de la chica montada en el gato-tigre. Un muchacho sosteniendo un báculo golpeaba a todos los seres fantásticos que se le venían encima, su mano opuesta a la que dirigía el báculo, tenía un rosario apretado con fuerza. Su cabello era azabache y sus ojos se mostraban concentrados y relajados. Tenía una pequeña coleta que no pasaba de su hombro y vestía como un monje de la época. Parecía el traje una toga, bastante amplia y llevaba puestas unas sandalias.

En uno de los hombros del joven que asocio Kenshin con un monje de la era Sengoku, estaba otra criatura de semblante preocupado, un niño, no parecía ser de la edad de Yahiko, ni mucho menos de Ayame. Parecía ser de la edad de Suzume pero más pequeño. Sus pies no eran humanos parecían de zorro. Tenía una coleta como la de Kenshin, y vestía piel de un animal encima de un haori con estampado de hojas blancas. Y un hakama muy pequeño.

En sí, la pintura se veía real, como si los personajes fueran a salir de ellos en cualquier momento, cuando a Kaoru se le prendió el foquito.

- ¡Recuerdo esta pintura! ¡Mi bisabuelo le conto la historia de esta pintura a mi abuelo, y mi abuelo a mi papa! ¡Y por consiguiente el me la conto! La recuerdo…

Todos la miraron expectantes.

- Mi bisabuelo vivía en una aldea que era atacada por monstruos, más específicamente era atacada por un gran monstruo mono…

- ¿Mono? – Replico Yahiko – ¿Existían monstruos monos? ¡¿ Pero qué tontería hablas?!

- ¡Cállate y déjame continuar! – Grito con furia la peli azul – Veras, mi bisabuelo era uno de los de la aldea cuando dice que de pronto ¡un sujeto de cabellos blancos y orejas de perro apareció! ¡Era la gran deidad canina!

- ¿Gran deidad canina? – Kenshin, Sano y Yahiko observaron con curiosidad como Kaoru levantaba los brazos para hacer un efecto más dramático.

- ¡Exacto! ¡Es el! – y señalo al joven de la gran espada.

- Es verdad… Tiene orejas de perro… - susurro Kenshin.

- Cuando la gran deidad paso por la aldea con los cultivos destruidos, no paso ni medio segundo que corrieron a él y lo alabaron diciendo "Oh! Dios bestia" y arrodillándose todos le pidieron que exorcizara a ese monstruo mono, tengo entendido de que la gran deidad después de cumplir su objetivo se marchó de la aldea junto a otras personas… Sus compañeros supongo.

- Seguro son ellos – recalco Sanosuke levantando un dedo en un signo de "súper inteligente" para después señalar a los otros seres que parecían ser humanos.

- ¿Qué es esto? – pregunto Yahiko mientras miraba atentamente una de las esquinas de la hoja. Parecía un pequeño papelito sobrepuesto en una de las esquinas del dibujo, Kaoru renegó.

- ¿Que rayos? ¡Así no se podrá vender! – y de un tirón saco el papelito dejando descubierto un signo, parecía una luna menguante color azul y junto a ella… ¿un hueso?

- Una luna menguante y un… ¿es eso un hueso?

- Al parecer si… Uno de esos huesos que los perros muerden… De la pierna de pollo

De pronto el signo empezó a brillar y ellos emitieron un grito… Los personajes de todo el dibujo cobraban tamaño poco a poco y de un disparo se dispersaban por todo Tokio, monstruos de todo tipo escapaban con extrema rapidez de la casa de Kaoru e iban a parar por las calles. Cuando el resplandor cegador se diluyo…

Cinco figuras empezaron a relucir, eran los mismos personajes del dibujo pero en tamaño real y podían moverse, ¿qué clase de brujería era esa? Kaoru dejo caer el pergamino, que a simple vista se notaba vacío excepto por el signo de la luna y el hueso.

Los tres varones no cabían en su asombro y sus quijadas llegaban hasta el suelo, sino fuera que Kenshin reacciono una mosca hubiera entrado por su garganta y le hubiera provocado un ataque de tos.

- ¿Que esto? ¿Dónde estamos? ¡Eh! ¡Kagome! ¿Estás bien?

- Si… No te preocupas Inuyasha… Monje Miroku, Sango ¿Cómo están ustedes?

Shippo salió desde el hombro de Miroku con una gran sonrisa.

- ¡Intactos! – grito Shippo a su madre adoptiva.

Kagome respiro con tranquilidad, lo importante ahora era saber dónde estaban… Parecía su propia época pero un poco más atrás ya que las casas estaban hechas de madera y los grandes edificios igual… Parecía que recién descubrían las nuevas formas de construcción. Era una época más avanzada que la del Sengoku pero más atrasada que la de ella.

Volteo la mirada y lo primero en su camino fue Kenshin que la miraba con expresión atolondrada. Bajo su mirada, recorriéndolo y ver "eso" la espanto. Recordaba perfectamente la época ahora gracias a Kenshin, tuvo un examen sobre eso la semana pasada. La espada de Kenshin lo delato.

- No puede ser…

- Que pasa Kagome?

- Estamos en la era Tokugawa!

CONTINUARA…

Fue una idea que vino a mi cuando leia el manga de rurouni kenshin, mencionaba nuestro héroe Kenshin a un tal "Kenshin Ioasdaf" - no recuerdo el apellido pero la cosa es q se llamaba kenshin, decidi averiguar… y encontré que ese tal kenshin era un daimyo de la era sengoku. Despues de la era sengoku viene la era "akushi-momoya" - creo q asi era. Y después la era tokugawa y después la revolución meiji en la q viven Kaoru yahiko sano y kenshin actualmente en el anime y manga. Hice que Kagome asociara la era tokugawa con las espadas ya que ahi existía el feudalismo y los samuráis abundaban, en cambio se supone q la era meiji era tranquila, llena de igualdad. Por ellos kagome piensa q es la era tokugawa por la espada de kenshin cuando en realidad es la restauración meiji…. ¡! Ya-nee! Díganme si les gusto y quieren continuación, vere q hago xD