2D's POV

Últimamente, las cosas a mi alrededor han cambiado demasiado sin que yo pueda hacer nada para evitarlo. Los estudios Kong fue remplazados por Plastic Beach, a Noodle la remplazó un clon/androide de sí misma, y creo que Murdoc también fue remplazado por una versión aún peor de sí mismo.

En fin…las cosas han cambiado bastante, luego de estar encerrado por un largo tiempo por fin he podido salir de mi "nueva" habitación, sólo para encontrar a un viejo amigo, del tamaño de…no sé…algo muy grande y además… ¡Sí, es ella! ¡Noodle!

Pero al mismo tiempo, no es ella.

Creo que he podido acostumbrarme a la mayoría de los cambios, sin embargo hay un par de cosas que me han tenido bastante ocupado, las cuales se centran exclusivamente en Noodle. La expresión de inocencia en sus ojos parece haber desaparecido pero supongo que es normal, considerando que ya es mayor de edad y todo eso, pero a decir verdad he tenido muy pocas oportunidades de verle el rostro ya que se niega a quitarse la mascara que siempre lleva. Todos se lo hemos pedido pero ella simplemente se queda callada y nos ignora.

He tratado muchas veces de reestablecer la relación de amistad que teníamos hace tiempo, pero nada parece funcionar. Se ha vuelto muy callada, podría decir que no reconozco su voz pues a penas la he escuchado un par de veces, cando le pregunto algo sólo asiente o niega moviendo la cabeza, si no es suficiente usa monosílabos y si sigue sin ser suficiente y sigo preguntando, simplemente se va y no dice nada más. Lo único que me tranquiliza un poco es que no sólo se limita a mí, si no que hace lo mismo con los demás, llegando a causar muchas veces la ira de Murdoc.

Noodle pasa la mayor parte del tiempo en su habitación, a penas sale a comer y no habla con nadie. La única vez que la escuché decir más de dos frases largas en el mismo día fue cuando le dijo a Murdoc que no quería ver a Cyborg cerca o la reduciría a menos que chatarra, desde entonces permanece en el sótano y muy rara vez Murdoc la llama.

Todo a ocurrido en sólo un par de semanas, poco más de un mes y siento que el tiempo ha pasado increíblemente despacio, haciéndome insoportable todo su silencio, así que he decidido juntar valor para hablar con ella y preguntar de una vez qué está pasando.

Tomé el elevador hasta el piso indicado. Su habitación esta al fondo del pasillo, caminé decididamente y justo antes de llamar a la puerta, la determinación me falló. Me quedé ahí parado sin moverme mientras miraba a la puerta fijamente. Trataba de pensar en qué sería lo primero que debería decir pero nada se me ocurría, hasta que escuché una especie de quejido detrás de la puerta y entonces, un poco asustado, llamé a punto de entrar corriendo a la habitación.

-¡Noodle! ¿Estás bien? ¿Puedo pasar?- No tuve respuesta, no hubo ni un ruido durante unos segundos. Luego escuché pasos acercándose.

-¿Qué pasa?- escuché su voz al fin mientras habría sólo un poco la puerta, con intención de no dejarme mirar adentro, hasta ese momento, era para todos un misterio cómo era aquél lugar, Noodle no dejaba que nadie se asomara ahí ni por accidente.

-Ah… hola…-Esperaba encontrarla sin la mascara pero al parecer, los segundos que había tardado en responder los había usado para ponérsela.- pensé que… bueno yo esperaba… lo que pasa… yo…-no sé por qué estaba tan nervioso, se supone que iba con mucha determinación- qu-quería…hablar contigo… ¿se puede?

-¿Es muy urgente? ¿Tiene que ser justo ahora?

-Bu-bueno…no-no es urgente…pe-pero…yo preferiría…que sí…

-No me siento bien ahora, 2D. Tendrá que ser luego, ¿te parece?

Me era muy difícil saber si de verdad se sentía mal o si me estaba mintiendo, no podía ver la expresión en su rostro y con trabajos distinguía el tono de su voz. Hizo que me molestara el pensar en que sólo trataba de evadirme, esperando que lo olvidara después, así que decidí hacer lo que jamás pensé que le haría a alguien, mucho menos a ella, a Noodle.

-No, tiene que ser ahora.- le dije enérgico, tomándola por sorpresa al empujar la puerta y meterme en la habitación sin dejar que me detuviera.

Aquél lugar no era muy diferente a lo que solía ser su habitación en los estudios Kong, la decoración y los muebles eran de hecho bastante parecidas y no entiendo a qué se debe tanto misterio de no dejar que nadie entre.

La escuché suspirar pero no supe si de molestia o de frustración o de resignación o de qué. Ahí estaba yo, de pie a mitad de la habitación sin saber exactamente para qué había ido allí en primer lugar.

-Entonces… ¿qué es tan importante?- habló Noodle al ver que yo seguía sin decir nada.

-Pues…quería saber…bueno… ¿a qué se debe que no salgas de aquí?

-No te entiendo.

-Si…bueno…es que desde que regresaste…desde que llegaste a Plastic Beach…no sales de aquí y no quieres hablar con nadie, ¿qué fue lo que te pasó Noodle? Y esta vez no aceptaré que simplemente te vayas y no respondas nada.

-No tengo mucho que decir 2D, una temporada en el infierno hace cambiar a cualquiera.

-Sí, me imagino…-susurré simplemente.

-Aunque nadie lo note, he tratado de que las cosas sigan tal y como eran antes pero cada vez que lo intento, me doy cuenta de que eso no puede ser. Dejé de ser una niña demasiado rápido y muy lejos de todo lo que quería. Las cosas tienen que cambiar…

Hasta ese momento, ella se había quedado de pie frente a mí, casi sin moverse mientras hablaba. Su voz se escuchaba demasiado lejana, pero aún desde lejos, pude notar un pequeño temblor en su tono. Por un momento temí que estuviera llorando, así que traté de acercarme pero al mismo tiempo ella retrocedió. Ese pequeño gesto me hizo sentir mal, al traer de regreso los recuerdos de cuando era la pequeña niña de doce años a la que podía abrazar en cualquier momento.

-Está bien entonces…creo…-encogí los hombros sin saber hacia donde mirar.- Supongo que entonces…tal vez sea sólo cuestión de tiempo, ¿no?

-Sí, tal vez.

-Bien…sólo quería decirte eso…-sonreí un poco y caminé hacia la puerta, ella se alejó hacia un lado esperando a que yo me fuera sin decir nada más.

Es claro que nunca he sido muy inteligente, mucho menos muy hábil y el consumo constante de mis pastillas para la migraña, empeoran un poco mi coordinación, así que es simplemente inevitable que de vez en cuando tenga algunos tropezones y caídas. Eso fue lo que pasó después: antes de llegar a la puerta mis pies se enredaron con ellos mismos y fui a caer al suelo, no sin antes golpearme la cara con un mueble colocado junto a la puerta; mientras seguía en el suelo sin recuperarme todavía del golpe, algo más golpeó mi cabeza, algo que cayó del mueble con el que había chocado.

Escuché una leve exclamación de Noodle y mis ojos se fijaron en ella cuando me recuperaba a penas del dolor. Tenía las manos sobre la cara…bueno, sobre la máscara y parecía estar respirando agitada pero no se movía de su lugar. Traté de levantarme, para recoger lo que fuera que me había caído encima y…oh, sorpresa…