Esto es lo que consigue el profesor de lengua en sus clases aburridas donde escribir es mi única salida. Yaoi, pareja Kirino x Kariya. Espero que os guste.

CAPITULO 1: La vida de Kariya

Era definitivo, estaba solo. A sus once años ya había perdido dos veces a las personas que más quería. Sus padres biológicos fueron asesinados en el lugar donde vivían durante una tranquila noche de invierno. Recordaba perfectamente como se refugiaba en los brazos de su difunta madre, ante la mirada muerta de su padre mientras observaba el charco de sangre formado por las heridas mortales de bala que le habían robado a sus padres. Al poco rato llegaron al domicilio unos señores que le llevaron con sus tíos quienes le cuidarían. Y ahora sus tíos o como decía el sus padres adoptivos le dejaban en un orfanato porque estaban todas sus empresas en bancarrota. Desde ese momento se prometió que nunca volvería a querer a nadie para no pasar por ese sufrimiento nunca más.

Ya habían pasado dos años y una pareja le había aceptado para que viviese con ellos en la ciudad Inazuma, donde estudiaría en el instituto Raimon donde el fútbol era muy prestigioso, a pesar de la pequeña revolución que estaban produciendo. Pero todos estos datos eran desconocidos para Kariya que se encontraba ya vestido con el uniforme desayunando junto a sus padres.

-Mi querido Masaki por fin va a ir al instituto. ¡Qué rápido pasa el tiempo!- decía Midorikawa mientras rememoraba los buenos tiempos de su juventud.

-Tienes pensado algún club al que inscribirte- comentó Hiroto dejando a parte a su pareja mientras recordaba.

-Puede que me inscriba al club de fútbol- dijo Masaki sin darle mucha importancia. Dicho esto Kariya se dirigió a la puerta para marcharse.

-Adiós cariño- se despidió Midorikawa de Kariya mientras este cerraba la puerta para dar comienzo su marcha. Había tenido la suerte que solo tenía que andar durante diez minutos para llegar a su destino así que podría ir lento para pensar. Nada más llegar a la puerta del centro se quedo parado admirando el gran rayo que se encontraba en la fachada del centro educativo. En ese instante pudo advertir que dos personas le miraban fijamente. Se trataba de una chica de pelo azul con lo que parecía ser el uniforme femenino del instituto y a un chico de pelo castaño con una espiral a cada lado del pelo, característica peculiar que hacían al chico muy cómico. Les miro, les dedico una sonrisa y entró al recinto escolar. Estuvo dando una vuelta por los clubes hasta que se detuvo en el de fútbol. Pudo apreciar como el chico de antes era miembro de este club. Siguió observando hasta que tocó el timbre y se adentro al edificio. Fue hasta administración donde le indicaron cual era su clase. Tomó rumbo hacia allí y en la puerta se encontró al profesor de matemáticas quien se encargo de presentarle al resto de los alumnos. El profesor le indicó un sitio vacío al lado del chico de remolinos en el pelo quien se presentó como Matsukaze Tenma. Al terminar la clase este le ofreció apuntarse a un club cuya elección ya tenía clara que era el club de fútbol. Durante el recreo observaba como sus dos nuevos amigos entrenaban solos mientras que este comía un trozo de pastel de fresa que lo volvía loco cuando un balón le dio en las manos tirando su preciado tesoro al suelo desperdiciando aquella delicia por la suciedad. Kariya enfadado pateó el balón lejos y vió al culpable de todo esto. Una chico de pelo rosa recogido por dos coletas había pateado el balón y por accidente se había topado con su pastel. Kariya se fijó que llevaba el uniforme del equipo de fútbol. Ahora estaba claro que entraría al club de fútbol para fastidiar a ese ser que le había estropeado su pastel tan apreciado.