The White Queen and the Black Knight
No me pertenece Naruto ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes presentes.
Capitulo 1
(Beep, Beep)
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-Ya estoy despierto, estúpido reloj- exclamo un rubio golpeando dicho aparato haciendo que finalmente hiciera silencio.
Y allí estaba sin pena, ni gloria, Naruto Uzumaki. Segundo hijo de Minato Namikaze y Kushina Uzumaki, siendo por lo tanto hermano menor de Ken Uzumaki, el hermano mayor de Mina Uzumaki y familiar de un montón de otros Namikaze y Uzumaki.
Si bien muchos hubieran apreciado nacer en un esquema familiar como ese, este estaba lejos de ser un buen escenario en el que vivir. Naruto, quien ya tenía más de 17 años de vida, ya se sentía en el pleno derecho de describir a tal escenario como una autentica pesadilla.
Como miembro de un clan de alto linaje, eran altos los estándares que se le habían exigido a Naruto. Notas perfectas, modales perfectos, dominio perfecto de las técnicas familiares. El rubio debía demostrar que el estaba muy por encima de los demás jóvenes de su generación.
Lastimosamente, Naruto jamás había podido cumplir con dichos estándares por diferentes factores.
Para empezar, Naruto no nació con ninguno de los Kekkei Genkai que sus hermanos si lograron heredar de sus padres. En condiciones normales uno esperaría que el resultado de la unión de dos usuarios de tales habilidades adquiriera al menos una de ellas, pero Naruto tuvo la mala suerte de no conseguir ninguna.
Ni siquiera heredero la cantidad Chakra que distinguía a su familia materna. El nivel de poder del joven si rebasaba el promedio, pero estaba lejos de ser algo completamente destacable. A lo mucho tenía 2 veces la cantidad estándar. Si se le comparaba con un Uzumaki, que distinguía por tener un Chakra al menos 10 veces más grande que una persona común, quedaba inevitablemente relegado.
Por esta razón también rechazado por la guardiana Kitsune, Kurama, quien no le vio merecedor de su entrenamiento por ser una persona demasiado común.
Bajo tales condiciones, sus padres a veces no le reconocían como su hijo.
Claro que aquello era un hecho imposible de refutar, pues el joven era prácticamente un calco de ellos. Con su cabello picudo rubio como su padre y los rasgos fáciles de su madre, era difícil no darse cuenta que Naruto era hijo de tal pareja. Sin embargo, como el interés de Minato y Kushina era que sus hijos fueran tan fuertes como ellos, ellos optaban por dejar a su segundo retoño a un lado.
Naturalmente esta conducta había tenido muchas consecuencias en el desarrollo del chico en cuestión. Naruto creció siendo un chico conflictivo que se la pasaba haciendo bromas para ganar la atención de los demás. Dado su círculo, fue poco lo que consiguió. En todo caso, la estima de los demás hacia el decreció por juzgarle como un fracaso total.
Hoy en día su habitación desordenada exponía justo lo que se había convertido. Un adolescente rebelde, que estaba fastidiado y molesto con muchos aspectos de su vida. Tal resentimiento usualmente se convertía en altanería y enojo, que Naruto se encargaba de manifestar solo contra quienes en verdad lo merecieran.
Él entraba en el estereotipo "delincuente" japonés, mas no se metía en ningún tipo de asunto ilegal…O al menos no en aquellos que eran completamente aberrantes y cuestionables. Naruto solo metía en algunas peleas callejeras.
Sus padres estaban más o menos al tanto de estas conductas, pero hoy en día ellos ya consideraban a su hijo como un caso perdido. El ya no estaba presente para sus futuros planes.
Ciertamente todavía faltaban dos años para que Naruto se graduara de la academia de batalla a la que asistía, pero ni Minato ni Kushina esperaban que su hijo mostrara algún tipo de talento oculto que le hiciera digno de orgullo.
Naruto lo sabía y por ello tenía presente que ya debía hacer planes para cuando lo desheredan al cumplir la mayoría de edad, cosa que pasaría en unos escasos meses.
Era un escenario infortunado, pero este no desanimaba del todo al rubio, que siempre buscaba verle un lado positivo a las cosas que le pasaban. El esperaba conseguir eventualmente una forma de hacer ver a sus padres que él era más lo que ellos pensaban y así poder callar sus pretenciosos picos.
Ahora retomando nuestra atención sobre los quehaceres actuales del protagonista, podía notarse que ya Naruto había terminado de espabilarse y cumplir su rutina de aseo diario. El rubio en ese entonces estaba procediendo a ponerse lo que conformaba su atuendo diario. Unos jeans color negro, una camisa blanca, una chaqueta naranja con bordes negros junto a unos tenis del mismo color.
Por supuesto el no podía olvidarse de incluir a su indumentaria sus amadas cadenas, las cuales eran envueltas alrededor de sus brazos. El accesorio metálico consistía en una hileras eslabones de no más de 1cm de largo unidos entre sí. Básicamente eran las cadenas que llevaría un llavero común y corriente, pero con una extensión mucho mayor. Llevar otro tipo de cadenas seria pesado y engorroso.
Aquellas cadenas eran las armas que usaba Naruto, donde lejos de ser algo que empleara porque le gustaran, era un medio de burla y reto hacia su familia, ya que él no podía usar las Cadenas de Chakra que eran características de su parte Uzumaki.
Frente a estas Naruto sabia no tenía la más mínima oportunidad, mas su decente manejo sobre el Busoshoku Haki le hacía un fiero oponente en las peleas callejeras en las que participaba.
Claro que el porte de esta seudo-arma no le exoneraba de problemas. La presidenta estudiantil de su academia le regañaba constantemente por pórtalas en las aulas y pasillos. Naruto no quería ser irrespetuoso con las reglas, pero como no podía sellarlas como haría alguien de su clan, el tenía que llevarlas como una persona común. Bien podía pedirle el favor a alguien de que le hiciera un sello personalizado, pero su orgullo evitaba que hiciera tal cosa.
Una vez listo, el joven procedió a salir del cuarto que ocupaba en el complejo Uzumaki. Era un lugar que estaba algo apartado de la mansión principal, donde habitaban los jefes del clan, ósea sus padres. Dado que ellos le desconocían como hijo, no vivía con ellos y sus hermanos, pero al menos si tenía un lugar propio en el complejo como lo tenían todos los habitantes del mismo.
Dada su condición, una vez más evito ir al comedor del clan y fue directo a la cocina para tomar algo para su desayuno, lugar donde además consiguió a una de sus pocas amigas.
El duro trato que recibía Naruto no era por parte de todos los Uzumaki. Algunos cuantos pensaban que eran ridiculeces todo ese asunto de ser el clan más fuerte. Ese era el caso de Tayuya Uzumaki, que al igual que su familiar, mantenía una actitud rebelde hacia los suyos. Sus vestimentas de estilo rockero evidenciaban bastante ese detalle.
Ambos jóvenes tomaron algunas frutas y procedieron a irse tan pronto pudieron del lugar para evitar conseguirse con la señorita Palo en el Culo-chan que como era que llamaban a Erza Uzumaki, una de las miembros prominentes del clan, quien se la pasaba fastidiándoles.
Luego de escaparse, Naruto y Tayuya emprendieron su viaje hacia la academia, en donde al rato se les unió Ryuko Matoi, otras de las integrantes del grupo que Naruto inconscientemente había formado.
A raíz que eran nulas las veces que el chico era invitado a club, grupo de estudio, o cualquier tipo de agrupación social, era mucho el tiempo que el terminaba vagueando por la academia o la misma ciudad. Lo mismo sucedía con Ryuko, cuyo padre apenas le dedicaba atención debido a que siempre estaba ocupado con su trabajo. Una vez se toparon uno con el otro, fue inevitable que Naruto y Ryuko se hicieran amigos.
Tenían muchas cosas en común, tales como gustos y disgustos, siendo el principal de estos su desprecio hacia personas extremadamente estiradas por el estatus social que portaban.
Naruto tenía que reconocer que Ryuko estaba en una situación peor que la suya, pues entre otras cosas, ella era la hermana menor de la presidenta de Consejo Estudiantil de la academia. Tener a la señorita disciplina como familia, siendo alguien carente de tal concepto, era demasiada mala suerte. Los regaños de Satsuki hacia Ryuko eran innumerables y nunca se hacían esperar.
Antes de que llegaran a su destino que estaba a las afueras de la ciudad, se les unieron Oga Tatsumi y Kotaro Inugami. El primero era un joven alto de cabello castaño oscuro, de aspecto duro y con cara de pocos amigos. El segundo era un joven de cabello negro, cuyo rasgo más notable era que era un extraespecies de tipo Hanyo, es decir, poseía orejas y una cola como los caninos. Ambos usaban los que fueron sus uniformes de preparatoria, los cuales ya mostraban signos de deterioro por las continuas peleas en las que se metían.
La mala actitud Oga no tenía ninguna justificación. El simplemente era del tipo que resolvía todo con los golpes. Kotaro era parecido, pero sus mayor motivación era que en verdad disfrutaba de la peleas. En circunstancias normales ninguno de los dos se llevarían bien, pero como ambos se habían enfrentado a Naruto y este se había hecho merecedor de su respeto, ellos accedieron a pertenecer al mismo grupo en el que él estaba.
La mayoría de los jóvenes que pertenecían a una escuela de guerreros tenían la costumbre de ponerle un nombre a su círculo de amigos y el de Naruto no era la excepción. Unchained Black era su nombre, el cual partía básicamente del hecho de que el líder no tenía cadenas. En principio podía malinterpretarse, pero a la larga era un nombre estaba dentro del gusto de Naruto.
Con toda la banda reunida, Naruto y sus amigos entonces se apresuraron en llegar rápido a su centro de estudios. Ciertamente uno esperaría que unos jóvenes como ellos no se preocuparan en lo más minino por su educación. Sin embargo, tal prejuicio solo se aplicaba para cuando se iba a una escuela ordinaria. Cosa completamente opuesta a lo que era la academia Sword, el sitio donde literalmente todos querían estar. Además ese era el primer día de clases del nuevo periodo, por lo que llegar tarde a clase no era una opción.
Si bien el instituto era en esencia militar y se especializaba en el combate, los campos que allí se impartían cubrían múltiples ramas academias. La razón era simple. Una de las principales consignas de la academia era que un guerrero debía desarrollar tanto el cielo como la tierra para conquistar el mundo, es decir, debía entrenar tanto su cuerpo como su mente si quería volverse fuerte.
Aun sin haber una guerra vigente, el presente mundo y todos los que le rodeaban eran inseguros e impredecibles. Por lo tanto, cualquiera que quisiera ser alguien en la vida debía armarse tanto de conocimientos como de fuerza. Un medico debía estar en la posibilidad de proteger a los heridos que atendía y un arqueólogo debía ser capaz de detener cualquier maldición que por accidente liberara.
Por aquella insólita premisa era que la academia Sword destacaba entre todas las demás. No solo había sido el fundador de la idea, sino que también era la academia que ofrecías más opciones y oportunidades para sus estudiantes. Era por ello que el grupo Unchained Black caminaba por los pasillos de la academia bajo los murmullos de unos cuantos, quienes consideraban que la presencia de esos jóvenes era solo era un lastima.
La cosa es que los integrantes Unchained Black no tenían las calificaciones requeridas para ser admitidos en la academia por los medios regulares. Naruto y Ryuko tenían algo así como un pase especial de admisión por ser hijos de personajes destacados, pero no podían hacer uso de ellos debido al desconocimiento de sus padres.
En condiciones normales, ellos hubieran sufrido horrores para poder conseguir una plaza en la academia, pues no cumplían con los requisitos mínimos para ser estudiantes dignos de la academia Sword.
Su oportunidad de asistir a la academia solo se presento por el cambio de mentalidad que sufrió el director de la academia debido a sus años de experiencia en el puesto. Si bien era importante tanto el poder como la inteligencia, Sengoku Matoi llego a la conclusión que lo eran más las agallas necesaria para involucrarse en un mundo como el que experimentaban los guerreros graduados de una academia como Sword.
Viendo que jóvenes como Naruto y sus amigos eran del tipo que podría superar cualquier problema a pesar de no destacar en un área en particular, decidió inaugurar un programa en el que se aceptara a estudiantes cuyas calificaciones eran regulare.
Muchos alegaron que aquello fue solo una pantalla para cubrir la inscripción de Ryuko, quien era su nieta por parte de su hijo. Sin embargo, los integrantes de Unchained Black pusieron lo mejor de sí mismos en su primer año de estudios en la academia e hicieron valida su estancia en el lugar. Su motivación para tal meta fue demostrar a sus estirados oponentes que ellos estaban al mismo nivel y que incluso eran mejores. En algunos casos lograron cumplir lo primero, pero lo segundo no paso en lo absoluto.
Ninguno de los miembros de Unchained Black figuraba entre los más fuertes de la academia. Ni siquiera entre los escaños medios. Aun cuando se mataban entrenando, no podían lidiar con aquellos cuyos linajes y poderes naturales podían hacerlos morder el polvo en instantes.
Era un hecho un poco desalentador, pero todavía quedaban dos años de estudio para lograr alcanzar su objetivo. Por ellos ninguno de los jóvenes inicio su primer día de clases con una mala cara.
Naruto y sus amigos se separaron al sonar la campana, la cual les indicaba que era tiempo para que cada uno fuera a sus respectivos salones. La academia era estricta con su sistema y los que estuvieran en años superiores al primero comenzaban inmediatamente con sus asignaturas en el primer día. En el caso de Naruto y Tayuya, ellos debían apurarse en ir a las clases de sigilo que impartiría el profesor Koga Doku en el edificio F de la facultad.
La academia Sword dejaba en ridículo a muchas universidades por sus grandes dimensiones. Ya tenía muchas sedes alrededor del mundo, pero la ubicada en Moonshine, Japón era la más grande de todas. No solo por ser la primera, sino porque era la principal.
El campus estaba compuesto por un total de diez edificios. Todos independientes entre sí. Tenía instalaciones deportivas de todas las dimensiones y clases. Incluso poseía su propio estadio, pero ese era un asunto para después.
El tamaño de Sword se debía principalmente a la gran cantidad de asignaturas que se impartían en el instituto. Cada asignatura duraba únicamente un semestre y sus estudiantes debían hacer todo lo posible por dominarla en dicho tiempo. No solo porque tendrían que esperar al siguiente año para verla de nuevo, sino porque algunos profesores solo daban una determinada asignatura cuando estaban disponibles o estaban de buen humor.
Si bien había profesores regulares, también habían algunos que solo aparecían por determinados periodos de tiempo debido a lo ocupado de sus agendas. Si un estudiante quería destacar debía hacer lo imposible para estar en una de las clases de esos profesores, pues su desempeño como guerreros aumentaría enormemente con los conocimientos que adquiriría en ellas.
Los estudiantes de Sword tenían derecho de participar en cualquier clase de la academia, pero para su graduación ellos debían escoger una especialización en particular y tomar las asignaturas involucradas. Estas especializaciones recibían el nombre de "ramas" en la academia y cubrían todo tipo de campos. Por ejemplo estaba la clase Paladin, que combinaba el arte de la lucha con habilidades relacionadas con la curación. La clase Explorer se encargaba de fortalecer la agilidad de sus estudiantes, así como su habilidad para descifrar acertijos y comprender lenguas muertas.
Naruto, a pesar de tener un estilo que entraba dentro de la rama Fighter, opto por seguir la rama Shinobi. Su decisión no estaba relacionada con el hecho de que el estilo de su padre era de esa misma rama. Desde niño, Naruto había tenido predilección por el Ninjutsu. Le encantaba usar esas técnicas para sorprender a la personas, aun cuando fuera con simples bromas. Por eso aun cuando no poseía ningún Kekkei Genkai que le hiciera brillar en el área, el decidió tomar dicho camino.
Sus compañeros le decían que debía cambiarse a Fighter u otra rama ofensiva como Knight, que le permitiera desarrollar más poder, pero el rubio sabía que tendría problemas si tomaba alguno de esas ramas. A su parecer la Shinobi era donde tenía más oportunidades.
Para Naruto la clase de la mañana siguió su curso sin ningún tipo problema, pues ninguno de sus compañeros demostró tener algún contra con él por su presencia. Aunque siendo que un ninja no debía mostrar sus intenciones a sus oponentes, la verdad era que él no tenía forma de darse cuenta de que si había alguien que quería perjudicarle.
Era un hecho preocupante, pero al menos el tenía la tranquilidad de que él no era el único nervioso. El profesor Koga era amigo de hacer ataques sorpresa a sus estudiantes con dardos envenados. Si no se tenían los cinco sentidos bien activos, pasarías el resto del día en la enfermería.
Tal hecho contribuía en el que muchos estudiantes de la rama Shinobi se convirtieran en unos paranoicos, debido a la desagradable expectativa de que podrían ser atacados en cualquier momento.
Afortunadamente para todos, el profesor Koga no disparo ningún dardo ese día. El simplemente dejo caer una bomba de gas somnífero al finalizar la clase para asegurarse de que todos abandonaran el salón con toda la celeridad posible.
Luego esquivar una prematura reunión con los brazos de Morfeo, Naruto se dispuso a caminar hacia la cafetería para reencontrarse con sus amigos. Por desgracia, su viaje se vio interrumpido por el comentario de un necio.
-¿Aun apestando el lugar con tu presencia, perdedor?- escucho el rubio a sus espaldas.
-Y aquí esta florista-chan-contesto Naruto volteando con fastidio, a ver a un joven de cabello verde rodeado de un grupo de chicas. -¿No tienes algún cactus que podar con las manos desnudas, Drew?
-¡Cuida tu lengua sabandija!-dijo una de las féminas presentes.
-No le hables a Drew-kun de ese modo-dijo la otra acompañante del peliverde, también molesta por la actitud del rubio.
-Tranquilas mis amores. No deben gastar saliva con semejante alimaña-dijo el peliverde.
-¿Y a que debo el honor de que el abono Senju venga a hablarme? –dijo Naruto en tono sarcástico.
-Solo hago mi acto de caridad diario, al recordarte a ti y tu calaña que aun están a tiempo de renunciar y abandonar a la academia.
-Ya pasamos todo el año pasado en el mismo drama. ¿No te cansas de ser tan fastidioso?
-Tuvieron suerte para pasar el año anterior, pero sabes bien que esta se les acabo. Sin un Despertar decente no tienen oportunidad para continuar en la academia.
-No es verdad. Hay quienes han llegado a lo alto sin la necesidad de un estado Despertar en especial.
-Hablas como si tú fueras un maestro de artes marciales o tuvieras poderes fuera de la imaginación- se burlo Drew.
-Ven aquí y te demuestro que tan fuerte soy-dijo Naruto tronando sus nudillos.
-No me hagas reír. Puedo hacerte llorar en un…- el chico entonces quedo callado a la vez que su mandíbula se desencajaba y sus ojos hacían como si fueran a salirse. La razón yacía en un pie que estaba aplastando sus joyas familiares
-¡Drew-kun!- exclamaron las que le acompañaban, mientras el joven caía y deja ver a la dueña de las botas militares que estaba a sus espaldas
-Hinata. Te he dicho más de una vez que no puedes ir pateando todo aquel que se te dé la gana-dijo Naruto a la chica de largo cabello, ojos perlados, labios pintados y sugerentes ropas de color lila.
Aun cuando Drew no estuviera en su gracia, como hombre Naruto experimentaba parte del dolor que estaba sufriendo el Senju.
-No seas aburrido-dijo Hinata burlonamente. -Además no es como si en verdad allí hubiera algo que golpear-dijo la chica para pasar sobre el humillado y empezar a caminar con el rubio hacia la cafetería de la academia.
-No cuestionare con eso-dijo Naruto, dejando a un Drew que estaba jurando venganza. –Entonces dime. ¿Has descubierto algo de los nuevos?
-¿Tenemos varias semanas que no nos vemos y lo primero que vienes a preguntarme es eso?
-Y aquí vamos de nuevo-pensó Naruto mientras que la Hyuga empezaba a quejarse sobre la poca consideración de su persona.
La relación entre el par podía definirse como complicada. Ambos se conocían desde niños. Dado que el clan Hyuga eran otra familia tan estirada como los Uzumaki, fue cuestión de tiempo para que ellos dos se conocieran.
Sin embargo, había una diferencia significativa entre ellos dos. A diferencia de Naruto, Hinata había sido privilegiada con un poder y talento extraordinario desde niña. Ella poseía uno de los mejores Byakugan del clan, proveyéndole de un estatus que el rubio no tenia. Ella era una estudiante ejemplar, con una inteligencia y estilo de lucha de admirar. El único problema con la peliazul era que tenía una personalidad dejaba mucho que desear.
Había quienes decían que fue Naruto el que contamino a Hinata, pero el chico sabía que su amiga era una rebelde sin causa desde el momento en que la conoció. Ella no dudaba a ningún momento en volver cómplice de los problemas en los que el rubio terminaba metiéndose.
Si bien su padre Hiashi no aprobaba en lo absoluto el que su primogénita andará con malas juntas como él consideraba que era Unchained Black, al final ella hacia lo que viniera en gana e ignoraba todas sus quejas. Sin embargo Naruto prefirió que su amiga no fuera un miembro oficial de su grupo, para hacer énfasis en el hecho de que estaba formado por miembros del programa creado por Sengoku.
Hinata solo lo acepto, porque Naruto le enmendó una tarea especial para su persona. Siendo que ella no era tan mal vista como pasaba con ellos, ella asumiría el papel de ser los ojos del rubio en la academia. Solo de esa forma el chico pudo enterarse de muchas maquinaciones que planearon sus "compañeros" para expulsarlo a él y sus amigos.
No obstante, el resto de Unchained Black sabía la verdadera razón de la decisión de Naruto. La Hyuga tenía un evidente flechazo por su líder, pero este no correspondía aquel sentimiento del todo. Naruto veía a Hinata más como una hermana que como una novia.
Siendo que la peliazul era bastante obsesiva y posesiva, el grupo era un respiro para el joven y no quería que su presencia arruinara dicha paz.
No era miedo lo que evitaba que Naruto le dijera a Hinata que no estaba interesado en una relación amorosa, era un sano sentimiento de auto conservación que actuaba cada vez que el reunia algo de valor para plantearle dicho tema. Naruto sabía que la Hyuga haría uso de su Byakugan para asegurarse de cada uno de sus huesos estuvieran aplastados si él decía algo que no le gustara.
Por eso para bien o para mal, Naruto siempre terminaba andando con Hinata. Aun cuando no fueran del mismo equipo.
Al llegar a la cafetería, el dúo encontró los de Unchained Balck, en donde Oga estaba en proceso de ganarle a Kotaro en un duelo de vencidas. Dado que el primero tenía cierta ascendencia demoniaca, el podía darle pelea al chico Hanyo. En términos de poder ambos superaban a Naruto, pero este, con lo creativo que era, podía arreglárselas para vencerlos.
Luego de que el reto terminara, los presentes empezaron a discutir entre ellos.
-¿En serio creen que podamos lidiar con la prueba preliminar dentro de unas semanas?- pregunto Tayuya a sus compañeros una vez que todo Unchained Black estuvo reunido.
-Ustedes no tienen por qué preocuparse por eso. Estoy muy seguro que podrán aprobarlo- le contesto Naruto con un tono algo desanimado.
-Sabes que lo digo por ti- dijo Tayuya por un tono igual.
-Eso no importa. Cada uno tiene que centrarse en sí mismo.
-No digas eso, Naruto. Tienes que hacerte respetar -dijo Hinata severa.
-Vamos, hombre. Me vas a decir que no se te ocurre una buena idea para pasar la estúpida prueba-dijo Kotaro.
-Ideas tengo de sobra. Que sean eficaces es otra cosa. Un Despertar mediocre no será suficiente para satisfacer a Garp-sensei -dijo el rubio para que sus amigos se atragantaran y escupieran su comida
-¿¡Que!?-exclamaron todos algo de terror en sus rostros.
-¿Acaso no lo sabían?
-¡No!-exclamo Tayuya.
-Bien. En ese caso deben estar al corriente. El examinador de la preliminar será Garp Monkey y creo ya saben lo que dicen de él. Si no considera una técnica "cool", literalmente manda a volar al reprobado.
-Rayos. Esto me complicara bastante dijo un preocupado Oga. –Con esto no sé si podre con el trabajo que tengo.
-¿Conseguiste un trabajo?-dijo el rubio algo extrañado.
-Podría llamarlo así. Mi madre quiere que cuide al hijo de su hermana y me compensara por ello.
-¿Tu de niñera? No me lo creo- se burlo Tayuya.
-Piensa lo que quieras.
-Me parece que un buen momento para que planifiquemos un viaje a las montañas para entrenar-comento Kotaro.
-Estoy de acuerdo- dijo Naruto apoyando esa idea.
-No vas a ninguna parte, perdedor- se escucho entonces a las espadas del chico.
-Lo que me faltaba-comento el rubio mientras se volteaba y se encuentra con la mirada de Erza cuyo cabello roja estaba atada con un elegante nudo, que contrastaba con el revelador y algo salvaje atuendo que usaba.
-Sabes que tienes compromisos con el clan.
-¿Y esos serian?
-Asistir al cumpleaños de tu hermana.
-¿¡Otra vez!? Creo mejor voy el año que viene, tal vez cuando me importe.
-Escúchame, sinvergüenza. Puede que pronto seas excomulgado, pero aun le debes respeto al clan y sus miembros más importantes.
-Serás una p***, al hablarle a mi Naruto de esa forma- exclamo Hinata no aguantando a la pelirroja.
-Por favor, Hinata. Este es mi problema.
-No te preocupes. Se que necesitas que te defiendan- se burlo Erza.
-Ya me estas cansado, entrometida-dijo Naruto dedicándole una furiosa mirada. –No es mejor que termines tu descanso y vayas a besarle el culo a tu amado clan.
-Cuida tus palabras- respondió furiosamente la Uzumaki que empezaba a despedir un amenazante aura roja a su alrededor.
-Oblígame-dijo el rubio poniéndose al nivel de la chica.
-¡Ustedes dos! ¡Ya basta!- exclamo una imponente voz que hizo que ambos Uzumaki se separaran.
Antes ellos ahora estaban una joven pelinegra de aspecto imponente cuya blanca vestimenta tenía un aire militar.
-Y cejotas-chan se une a la fiesta-pensó Naruto con fastidio al ver que Satsuki Kiryuin aproximarse a su mesa.
-Lo siento, presidenta. Solo estábamos…-trato de explicar Erza.
-Sabes muy bien las reglas, Uzumaki. Si tienes un problema, pueden resolverlo en el lugar predispuesto para ello- y sin decir otra cosa, la chica se retiro no sin antes darle una mirada a su hermana, que le ignoro.
La pelirroja maldijo entre dientes por haber sido regañada y volvió su mirada al rubio.
-Al salir de clases. En el campo #5. Sin falta-dijo Erza a su primo.
-Cuenta con ello- le respondió Naruto.
Con esto la chica se retiro, mientras los amigos de Naruto rápidamente le rodeaban.
-¿¡Estas demente!? –fue lo primero que le dijo Tayuya al chico.
-No-respondió Naruto
-Pues a mi parece. Te van a patear el trasero. De nuevo-dijo la pelirroja haciendo énfasis en esa última parte.
Naruto se limito a no contestar y prefirió seguir con su almuerzo, tal como planeaba desde el principio.
Una vez que el receso termino todos los estudiantes volvieron a sus asuntos, en donde a algunos les costó concentrarse en clase a razón de que los rumores Naruto y Erza iban a tener una pelea.
Las reglas de la academia Sword diferían mucho de las que tenían otras escuelas. Dado que se le daba mucha importancia al trabajo individual y a la competencia, la academia que los estudiantes pelearan entre sí. Las únicas reglas para tales encuentros era que las peleas debían ser por acuerdo mutuo, estas debían ser antes o después del horario de clase y debían darse en los campos de entrenamiento asignados para tal propósito.
Ya para el atardecer, el campo #5 estaba atestado de curiosos por el enfrentamiento de los Uzumaki. Ese era uno de los campo de entrenamiento favoritos del estudiantado, pues era un terreno plano cuyo único elemento eran unas cuantas rocas que servían de cobertura a los combatientes. Si bien parecía aburrido, daba espacio a que las peleas fueran directas y sin muchos rodeos.
El resultado de la batalla de ese día era muy claro. Erza ganaría abrumadoramente. Sin embargo siempre se apreciaba la oportunidad de ver a la pelirroja Uzumaki en accion.
-Ya sé que es inútil decírtelo, pero debes detener esta tontería- advirtió Hinata a Naruto.
-Nunca rechazo un reto-dijo un serio Naruto. -Ese mi lema.
-Estas entrenando para ser un shinobi. No es un lema ideal para esa especialidad- señalo la peliazul.
El rubio no dijo nada y entro al campo #5, pasando a través de la barrera que servía para proteger a los espectadores.
-Con que el clásico y encantador Knightwalker vs "perdedor rubio"-dijo una joven de cabello alborotado azul y atuendo gotic lolita, quien veía a los mencionados desde el otro lado de la barrera. –Esto será divertido.
-Las primeras veces me divirtió. Ahora solo me da lástima- comento un joven de cabello morado, de lentes, cuyo traje blanco no ocultaba su prominente musculatura.
-Que aburrido, Ryuto-comento la chica.
-Odinson sino te molesta, Road.
-Oh, cierto. Olvidaba qué prefieres ser llamado así-comento fastidiada la chica que giro los ojos a la batalla que ya había comenzado.
Los Uzumaki no tenían que decirse nada al comenzar la pelea, no era su primera vez en esas condiciones. La pelirroja empezó la pelea desellando su lanza mágica Ten Commands y cambiándola a su forma Silfarion, con lo que la chica elevo su velocidad y se lanzo sobre su oponente.
Naruto también cargo contra su rival, en donde con un ágil movimiento pudo detener el filo su arma enredándola con sus cadenas.
-Idiota-dijo Erza a la vez que un símbolo brillaba con un color amarillo sobre su lanza haciendo que Naruto se percatara que era un sello eléctrico.
Antes de que pudiera soltar la lanza el chico recibió un fuerte choque eléctrico. La Knightwalker entonces azoto al rubio contra las rocas del lugar, en donde el chico busco la forma de recuperarse y volver contra su oponente, esta vez formando tres Kagebushin para atacar. Con las copias generadas por su movimiento a gran velocidad, el rubio entones asalto a la chica con golpes multidireccionales.
-Inútil- dijo la chica para maniobrar su arma y dar varias estocadas con las que deshizo las copias y ataco al chico derribándolo nuevamente.
-No he terminado- exclamo Naruto levantarse y hacer unos sellos de manos. –Futon: Gran Presión-dijo él para lanzar una bala de aire a presión.
Erza entonces uso su lanza para dividir aquel ataque en dos, luego mostro una mirada confiada a la vez que unas rocas a sus espaldas eran destruidas por el fallido ataque de Naruto. El arma de la chica entonces brillo cuando ella la apunto con el rubio. – Cambio: Mel Force-tan pronto el arma cambio a una nueva forma desato una onda de vacio contra su oponente.
La batalla siguió un rato bajo las condiciones, en donde a pesar de los esfuerzos del rubio para imponerse sobre la Uzumaki pelirroja, esta siempre se las arreglaba para desbaratar sus ataques. Tal como había sucedido en múltiples ocasiones anteriores, ella solo se puso jugar con su oponente.
Con el sol poniéndose por completo, la Knightwalker decidió que ya batalla había durado lo suficiente. Por ello sin consultarle a su oponente, quien apenas si permanecía de pie, dejo el campo de entrenamiento a pesar de que la pelea no había terminado.
Si bien otros contarían eso como una victoria por abandono, para Naruto y los demás presentes que quedaba implícito que el primero era el que había perdido. El único mal con el salió Erza fue algo de sudor sobre sus ropas, Naruto en cambio estaba cubierto de rasguños y moretones.
Para muchos era motivo de burla el que el rubio fuera tan tonto como para enfrentar a un oponente que no podía vencer. Por el contrario, los Unchained Black pensaban que su líder demostraba un gran espíritu y resistencia al perseverar tanto en las peleas en las que se metía.
Sin embargo, ese día Naruto ya no pensaba tan positivamente de sí mismo y por ello no acepto la compañía de sus amigos para regresar a su hogar. Con su orgullo golpeado y magullado, el emprendió su salida de la academia.
-¡Maldita sea!-exclamo el rubio mientras pateaba un contenedor de basura. -¿¡Qué diablos debo hacer para volverme fuerte!? Dicen que todo es trabajo duro, pero son solo puras patrañas-pensó.
El rubio sentía que sus opciones se acababan conforme los días pasaban. El no era como sus compañeros que tenían familiares y conocidos con que los contar. Ciertamente ellos le habían ofrecido una mano para cuando llegara su no tan esperado cumpleaños, pero no quería aceptarla. Después de todo, eso solo prolongaría el suplicio que estaba resultando su vida.
El solo camino por un buen rato por las calles de Moonshine mientras meditaba que debía hacer. Tenía conocimientos sobre muchas cosas, pero no lo suficiente como para destacar en un ámbito en específico. Sinceramente no quería abandonar la academia, pero como iban las cosas, eso parecía un hecho inevitable.
Perdido en sus pensamientos, chico el no pudo reaccionar cuando de repente fue jalado a callejón oscuro.
-Sea quien seas. Escogiste al oponente equivocado- dijo Naruto pensando que se trataba de un asalto, mas pronto se dio de cuenta que no había nadie a su alrededor. –Qué extraño- pensó para darse la vuelta y salir de ese sitio.
-No tan rápido-escucho el rubio que entonces sintió como algo empezó a subir por su costado izquierdo.
El chico lucho para zafarse lo que parecía ser una baba cuya fuerza era ridícula. Era verdad que estaba cansado y agotado, pero sentía que al menos a eso podía darle lucha. Naruto perdió la visión de su ojo izquierdo a la vez que sentía como todo su cuerpo fue completamente paralizado.
-¿Quién iba a decir que de todas las personas en el mundo me iba a conseguir justo contigo? –escucho Naruto de su captor.
-¡Suéltame de una vez, maldito!
-De eso nada. Tienes que "colaborar" conmigo -dijo el ser para controlar el cuerpo de Naruto y adentrarse en el interior del callejón.
-¿Para qué rayos me quieres?
-¡Silencio! Tampoco es como si quisiera tener una conversación contigo-dijo el ser para entonces recoger lo que parecía un gran bulto de tela que envolvía algo.
-Genial. He sido secuestrado y ahora seré involucrado en un homicidio-pensó el rubio con gran pesar.
-¡Rápido! Di un lugar en donde podamos ir y ocultarnos.
-….
-Responde.
-Primero me dijiste que guardara silencio- respondió el rubio burlonamente.
-Sabes que este estado puedo llegar hasta donde el sol no llega.
-No serias capaz- respondió Naruto sudando frio.
-Soy un hijo que haría todo por su madre. Estoy bastante dispuesto. Ahora responde a mi pregunta.
-Ok, baba. Supongo que podemos usar unos de los edificios abandonados del clan. Nadie los usa y ni siquiera tienen vigilancia.
-Perfecto. Indícame donde están.
-De acuerdo. Solo mantente alejadode mi trasero-dijo el chico temiendo por su seguridad.
En Japón no era nada raro que los clanes importantes adquirieran bienes fuera de sus complejos. Ese era el caso de los Uzumaki, quienes hace unos cuantos meses adquirieron varias edificaciones en la zona industrial de la ciudad para expandir sus negocios. Naruto sabía que la demolición de esos edificios estaba retrasada, por lo que ir ese lugar sonaba como una buena idea.
Aunque por otra mano, esos edificios se sentían como el peor sitio a donde podría ir. La situación en la que estaba se ponía peor con cada instante que pasaba. Mientras era obligado a saltar al otro lado de la ciudad, Naruto no pudo evitar concentrar en el paquete que llevaba. Para su tranquilidad, este no era un cadáver, pues podía sentía algo medio moviéndose dentro de este. Pensar que estaba involucrado en un secuestro le aterrorizaba, mas siendo que el mismo era víctima de uno, esperaba que la situación no se pusiera completamente en su contra.
Al llegar a los edificios en cuestión, Naruto se dispuso a entrar en el primero de ellos. No había ningún tipo de mobiliario en el sitio, solo algunos letreros indicaban que el sitio había albergado unas oficinas. A parte de montones de polvo y telarañas, no había más nada que destacar en el lugar.
-Patético. Hasta esto hemos llegado-dijo el ser atado Naruto con un tono de derrota.
-Muy bien. Ya hice lo que querías. Ahora déjame libre-demando el rubio.
-Primero debo asegurarme que ella esté bien.
-¿Ella?
Naruto entonces fue manipulado para desenvolver lo que había en el bulto de tela. Quedo impresionado al descubrir que esto último era en realidad un kimono que le quedaba extremadamente grande a la niña en su interior, que por su tamaño debía oscilar entre los 10 o 12 años.
Parecía que ella era un Demonio o un ser afín, pues dos cuernos blancos con forma de luna creciente salían de su cabeza y tenia piel extremadamente pálida. Aunque esta conclusión se contradecía por la delicada apariencia que denotaba su rostro. Su largo cabello blanco también era de notar, pero un importante detalle que hizo que el rubio se pusiera completamente rojo y evitara detallar mejor el cuerpo de la femina.
Dado que el kimono eran al parecer sus ropas originales, la niña desconocida estaba completamente….
-¡Hey! ¡Nada de miradas pervertidas!-dijo la baba pegada a Naruto tapándole el ojo que le quedaba libre al chico.
Nueva historia. Sé que ya tengo otras en emisión, pero esta era otra que quería que viera luz por varias razones. En primer lugar quería hacer este AU, luego quería hacer a un Naruto fuera de las naciones shinobi y que además tuviera la oportunidad de hacer un harem con chicas de diferentes series, ya que otros fic que me gustan por ese detalle están abandonados. Por último está la invitada al AU, que como ya notaron la lleve de un extremo al otro. Creo que seré un pervertido pues la idea me llego a la mente una noche y no pude dormir hasta luego de que empezara a plasmar la historia.
Al ser un crossover masivo pueden esperar las modificaciones en las historias de los personajes más absurdas que puedan imaginar, pero tomando aun en cuenta sus personalidades bases, a menos claro que quiera invertirla. Soy todo oídos por si piensan en que X personaje queda bien con X clan. Como guía les indico que me baso en la series Mahou Sensei Negima y Uq Holder para imaginarme el universo, por si quieren darse una idea de porque las cosas puede funcionar juntas. Les dejo a ustedes adivinar de qué serie salen los personajes.
Sin más que decir, me despido.
