LA VIDA DESPUÉS DEL SHOW

Capítulo 1

"El Rechazo"

Trixie ha dejado el poblado de Ponyville sintiéndose una pony nueva y busca éxito en otras ciudades, su segundo encuentro con Twilight le hizo darse cuenta de lo mal que estaba actuando y al ser perdonada por la ahora princesa de la amistad sintió una fuerza dentro de sí para poder comenzar otra vez.

Ahora la "gran y poderosa" Trixie se dirige a un pequeño pueblo a las cercanías de Ponyville para mostrar su nueva actitud y sus trucos de magia para ganar unas cuantas monedas y pode sobrevivir sin embargo al llegar a ese lugar…

-Acérquense- Gritó Trixie mientras transforma el vagón en el que vive en un escenario de espectáculos –Acérquense para que puedan ver el más grande acto de magia que jamás se haya visto en Equestria- Agregó en tono serio una voz entre el humo saliente del escenario.

Los habitantes de este pueblo se acercaron movidos por la curiosidad querían ver el show y algunos se emocionaron mucho al oír que será un espectáculo de magia lo cual comenzó a atraer a más ponys al lugar para ver el espectáculo que estaba a punto de comenzar y vaya que sería un espectáculo.

De una gran pantalla de humo y después de varios fuegos artificiales apareció Trixie con su sombrero y capa distintivos de la unicornio celeste quien comenzó a hacer algunos trucos de magia para los espectadores que se acercaron, algunos de estos habitantes, sobre todo los pequeños estaban muy entretenidos con el espectáculo en eso Trixie comenzó a hablar y es ahí donde todo se vino abajo para ella.

-Acérquense y vean lo maravillosa que es la magia de la gran y poderosa Trixie- Gritó ella con gran entusiasmo pero al decir su nombre todos los ponys dejaron de aplaudir y comenzaron a murmurar entre ellos lo cual dejó un poco confundida a Trixie quien extrañada miró hacia la multitud murmurante.

-¿Está todo bien?- Preguntó Trixie un poco nerviosa, pensado que su acto no había sido del agrado total del público, pero ese era el menor de sus problemas.

-¡Es Trixie!- Gritó un pony del público.

-¡Sí yo también la oí claramente!, ¡dijo que su nombre es Trixie!- Comentó en voz alta una unicornio entre el público.

-Sí, soy yo, la gran y poderosa Trixie, la unicornio con la magia más poderosa de toda Eques…- Trixie no terminó de hablar ya que fue golpeada por un tomate en el rostro que la tumbó al suelo de su escenario.

-¡No eres más que un fraude, Fuera!- Gritó molesto un pegaso volando.

-Sí lárgate de nuestro pueblo ¡Buh!- Dijo otro pony entre el público y toda la multitud comenzó a abuchearla.

-¡Aquí no queremos fracasadas!- Volvió a escuchar gritar, ahora por parte de una unicornio que le arrojó una fruta podrida y los demás comenzaron a hacer lo mismo.

-Pero yo, quiero decir la gran y poderosa Trixie…- Dijo ella al estar recibiendo una lluvia de vegetales ya pasados.

-¡Tú no eres ni grande ni poderosa largo de aquí!- Siguió gritando la multitud mientras la bombardean con diferentes cosas, Trixie se bajó rápidamente del escenario el cual volvió a ser un vagón y como pedo salió de ese pueblo mientras algunos de los pobladores seguían arrojándole cosas hasta el límite del lugar donde por fin dejaron de perseguirla.

-¡Jamás vuelvas a poner un pie en este lugar!- Le gritaron como advertencia los ponys mientras ella se alejaba con miedo y estando molesta por lo ocurrido.

-Escuchamos lo que hiciste en Ponyville y eso no nos va a pasar a nosotros- Se escucharon aún los gritos de los habitantes de ese pueblo mientras Trixie se retiraba a toda velocidad.

-¡¿Qué le ocurre a esos ponys?!- Pensaba ella mientras descansaba un poco después de haber salido de ese lugar llevando su hogar consigo –Es obvio que no saben apreciar el talento que Trixie tiene- Se dijo a si misma mientras se detenía y quitaba los pedazos de vegetales y fruta que le arrojaron en ese pueblo.

-Quizá en otro lugar sepan apreciar el talento que la gran y poderosa Trixie tiene- Dijo ella mientras hacía una mueca de rechazo a ese pueblo y siguió su camino hasta llegar al siguiente pueblo.

Trixie hizo lo mismo que en el pueblo anterior se presentó con todo el espectáculo que ella hace, pero, al momento que dijo al público cuál era su nombre recibió la misma respuesta por parte de los habitantes, ellos también habían oído acerca de lo que ella hizo en Ponyville y la trataron de la misma forma que los habitantes del pueblo anterior en el que se presentó.

-No puede ser que esto le pase dos veces a la gran y poderosa Trixie- Se dijo a si misma Trixie mientras abandonaba ese pueblo al igual que el anterior, corriendo por su vida.

-¡Largo de aquí y no vuelvas nunca!- Le gritaron los habitantes del lugar y al igual que en el pueblo anterior, le arrojaron comida podrida y la persiguieron hasta el límite del pueblo, dándole a entender que no era para nada bienvenida.

Trixie trató de presentarse de nuevo en distintos poblados pero el resultado siempre era el mismo, al instante de decir su nombre ella era correspondida con rechazo y tenía que salir huyendo del lugar para evitar que la lastimaran, ella salió huyendo de un pueblo en el cual fueron mucho más crueles, ni siquiera dijo su nombre pero aun así un pony la reconoció y dio aviso a los demás habitantes quienes llegaron al punto de lanzarle rocas que la lastimaron un poco, además, los muy miserables quemaron su escenario que también era su hogar también le quitaron su sombrero y su capa que eran lo único que le quedaba después de tantos eventos desafortunados para Trixie, al ver como quemaron sus cosas y su casa móvil ella no pudo evitar llorar con toda la tristeza sin embargo nada pudo hacer más que huir para evitar que la siguieran lastimando todavía más.

Trixie vagó por semanas, aceptaba trabajos que nadie más aceptaría por un par de monedas, todo para poder tener algo de alimento y agua, pero si alguien la reconocía recibía el mismo trato y era echada del lugar al instante, nadie tenía compasión por la pobre Trixie quien después de mucho tiempo decidió que no volvería a usar su magia en el mundo del espectáculo, ya que la culpaba a esta de ser la causa de sus problemas, incluso renegó de su propia CM culpándola de todos sus problemas mientras comenzaba a vagar por las montañas sin rumbo fijo, sola, con una capa vieja y rota que encontró y sin nada más que comer si no unos cuantos frutos que ya casi estaban podridos, tenían mal sabor pero eran mejor que no tener nada, y lo que podía encontrar mientras caminaba entre las veredas de las montañas y los bosques.

Después de varios días lo inevitable ocurrió, a Trixie se le terminó la comida y el agua por lo que empezó a buscar con desesperación algo que le pudiera calmar un poco el hambre que sentía y apagar su sed que ya era demasiada, logró encontrar una cueva ,algo helada, donde había unos picos de hielo en el techo y usando su magia, lo cual le costó algo de trabajo por no haberla usado en un tiempo, logró que este se empezara a derretir un poco y lleno una cantimplora que improvisó para poder refrescarse.

-Por lo menos pude conseguir un poco de agua- Dijo Trixie con mucha desilusión mientras toma unas gotas que seguían cayendo del pico de hielo y las usaba para limpiarse un poco su cara y sus heridas que eran mayoritariamente rasguños -¿Cómo es que la gran y poderosa Trixie cayó hasta esto?- se preguntó ella mientras observaba su cuerpo un poco rasguñado por la maleza y varios golpes que se había dado a lo largo de su viaje producto de caídas y tropezones.

Trixie se paró frente al pequeño charco que formó el agua que cayó del pico de hielo y miró su reflejo, observando los rasguños que tenía en el rostro y también su crin toda desarreglada y sucia, al verse así Trixie recordó aquellos días en los que hacía sus Shows de magia en los pueblos, en su mente pasó como en algunos le iba bien y hasta era todo un espectáculo, no podía creer que esos días hubieran quedado atrás, ya los veía muy lejanos de la realidad.

-¿A dónde se fue toda la popularidad que Trixie tenía?- Pensó ella mientras derramaba una lágrima que limpió con su casco sucio, ella se recostó en el suelo de aquella cueva helada para descansar un poco cubriéndose con esa vieja manta que encontró la cual usaba también como capa.

Trixie comenzó a temblar ya que esa vieja capa no le daba suficiente calor y al estar rota dejaba que todo el aire tocara su pelaje, ella abrió un momento los ojos y pudo observar su CM renegó una vez más y le volvió a echar la culpa de todo a su talento especial, aún con el frío que sintió dentro de la cueva es mejor que estar afuera ya que había comenzado a soplar una fuerte ventisca en esa zona.

Trixie se despertó al sentir que la luz de la cueva había disminuido mucho, miró hacia la entrada del lugar y se llevó una sorpresa al ver que la entrada de la cueva se encontraba completamente bloqueada por la nieve que había caído por causa de la ventisca ante esto ella se exaltó y levantó rápidamente mientras comenzaba a tratar de quitar la nieve con sus cascos pero cada vez que lograba abrir un pequeño espacio más nieve caía y bloqueaba la entrada de la cueva una vez más, ella usó su magia para disparar un rayo de calor que lograba derretir parte de la nieve sin embargo parecía que esta no terminaría nunca y una vez más culpó a su magia por no ser fuerte.

-Esta magia es inútil- Dijo Trixie frustrada porque su rayo de calor que no lograba terminar con la nieve en la entrada sin embargo al poco tiempo… -¿A quién cree Trixie que engaña?- Comentó ella para sí misma mientras hacía desaparecer su rayo y se sentaba como dándose por vencida con eso.

-La magia no es lo débil, lo débil aquí es Trixie- Pensó ella con algo de tristeza y comenzó a caminar hacia el interior de la cueva para poder buscar otra posible salida del lugar, ella usó su magia para iluminar el camino mientras avanzaba más al interior de la cueva –Esto es todo lo que Trixie puede hacer- Se decía a si misma mientras menosprecia una vez más su magia ya que solo pudo hacer una tenue luz que parece parpadear a cada instante.

Trixie caminó por un buen rato buscando una salida del lugar pero no parecía haberla y comenzó a pensar que se quedaría ahí de no ser porque en cierto momento sintió una pequeña brisa de un lado y desesperadamente corrió hacia el lugar de donde vino esa brisa y al llegar logró ver una salida de esa cueva, ella agradeció su suerte por primera vez y corrió emocionada hasta la salida, pero se detuvo de súbito ya que se dio cuenta de que está salida era prácticamente un acantilado muy alto.

-Por poco y Trixie cae- Pensó ella mientras respiraba de manera agitada al ver la altura a la que se encontraba, Trixie regresó al interior de la cueva no muy lejos de esa salida que acaba de encontrar.

Ella se asomó de nueva cuenta al acantilado y vio que unas rocas se acomodaban de tal manera que formaban una especie de escalera, algo irregular, pero que se pueden usar para bajar aun así uno debería ir prácticamente saltando de escalón por escalón lo cual podía resultar peligroso para cualquiera que no fuera un pegaso o supiera algún hechizo de levitación para bajarse a sí mismo por esa escalera tan irregular, Trixie si conocía ese hechizo pero no era lo suficientemente fuerte para cargarse a sí misma y menos por el tiempo que requería la bajada.

-Tal parece que Trixie no tiene otra opción- Dijo ella para luego dar un suspiro y saltar hacia el primer escalón hacia la derecha –lo logré- pensó Trixie mientras lograba tener un poco de confianza en sí misma y así siguió saltando hacia los demás escalones que iban hacia abajo por la pared de este acantilado.

-Solo falta un poco más- Se dijo a sí misma Trixie mientras se prepara para dar otro salto lo cual lograba hacer con éxito –Sí- Pensó de nuevo ella con ánimo pero en eso escuchó un ruido que no le daba nada de confianza.

Para su mala fortuna la roca que acababa de pisar no estaba muy firme y se pudo oír como esta se encontraba a punto de separarse de la pared de roca, Trixie se alarmó por el sonido y por un momento quedó sin moverse por el miedo, logró reaccionar a tiempo y al desprenderse la piedra ella dio un gran salto hacia otra cercana, parecía muy segura de su salto, pero para su mala fortuna este no llevaba el suficiente impulso y Trixie se quedó solo a escasos centímetros del borde de esta roca.

-NOOOOOOOO- Gritó ella mientras caía al vació y se golpeaba en algunos de los otros escalones de roca que estaban ahí, intentó sujetarse de ellos pero resbalaba y el poco tiempo entre cada impacto no le permitía concentrarse para usar su magia Trixie se golpeó una vez más en la cabeza y estaba en caída libre hacia el suelo ahora.

Trixie vio con horror y desesperación el suelo mientras se acercaba más a su inevitable impacto y por la altura de la que cayó y las heridas que le provocaron los golpes anteriores era muy seguro que moriría al impactarse, por unos momentos parecía ir perdiendo la conciencia al ir cayendo pero en el momento cuando parece que ya no se podía hacer nada, en el último, en ese instante ella abrió sus ojos de súbito los cuales se iluminaron de color dorado y blanco, su cuerno se rodeó de su aura rosa pero de un color más fuerte y también de un brillo enflaquecido, al final logró realizar un hechizo de tele-transportación que la salvó de estrellarse a penas a centímetros del suelo.

Trixie reapareció sobre un árbol pero continuó cayendo lo que provocó que se siguiera golpeando un poco más en las ramas, al levantarse, con la poca fuerza y conciencia que le quedaba, además de tener un casco roto, ella logró caminar un poco, cojeando, hasta salir de unos arbustos en la maleza y llegar a un misterioso camino empedrado rodeado por árboles que forman un sendero, ella intentó seguir caminando pero ya no tenía la suficiente fuerza para continuar y cayó al suelo inconsciente después de oír un sonido como "KRACK" en su cuerpo, ella se desmayó con sus ojos en blanco mientras la sangre recorría por su frente y su cabeza además de salir por su boca y nariz.

Ahí estuvo en el suelo por unas cuantas horas, en la orilla de ese camino, por si esto no fuera suficiente una lluvia empezó a precipitarse, empezó con ligera gotas pero pronto los rayos y truenos anunciaron la llegada de una gran tormenta, sería el fin de Trixie pero de milagro por el lugar pasó un encapuchado jalando una carreta, se veía que iba caminando algo rápido para mojarse lo menos posible, se podía apreciar que este encapuchado era un unicornio por el cuerno que sobresalía de su capucha en medio de la lluvia.

-Vaya suerte la mía, justo cuando termino de hacer mis deberes tenía que empezar a llover, esto ya es costumbre- Dijo el unicornio mientras se movía más rápido para llegar al lugar de su destino y así poder cubrirse de la lluvia que ya era un poco pesada –Creo que esto me lo hacen apropósito, no puede ser coincidencia, siempre que me mandan para recolectar las manzanas de la cosecha coincidentemente ese es el día que llueve, esto ya es ridículo es como la tercera vez que me ocurre lao mismo- Seguía quejándose el unicornio mientras avanzaba entre el fango que se había formado por la tormenta.

-Para la próxima le pediré a Gina que cambie su lugar conmigo, después de todo me debe una- Comentó algo molesto este unicornio, en ese momento que una de las ruedas de la carreta que estaba jalando se atoró en un charco de lodo lo que provocó que la rueda se rompiera y algunas de las manzanas cayeran al suelo mojándose y enlodándose –¡Oh genial!, ¡justo lo que me faltaba!- Se quejó de nuevo el unicornio mientras usaba su magia para remplazar la rueda y recoger las manzanas que se cayeron acomodando todas las que se enlodaron en una canasta aparte para limpiarlas bien después.

El unicornio colocó una última manzana en una de las cubetas sin embargo un trueno lo distrajo e hizo que con su magia arrojara dicha manzana hacia adelante, molesto va a buscarla arrastrando la carreta otra vez en medio de la tormenta.

-¡Oye vuelve aquí ahora mismo!, como odio los truenos- Comentó el unicornio mientras avanzaba y llegaba hasta donde cayó la manzana –Aquí estas ya te… ¿Eh?- El unicornio no terminó de hablar ya que junto a la manzana vio la figura de una unicornio tirada en el camino esto cual lo dejó muy sorprendido y casi en Shock, corrió de inmediato quitándose la carreta para ayudar a la unicornio que no era otra que Trixie, ahora toda empapada y con la piel ya algo pálida.

-¿De dónde salió ella?- Se preguntó el unicornio al llegar junto a Trixie y al verla pudo notar las heridas que ella tenía en su cuerpo –Oh no, demonios, creo que está muerta, esto es horrible- Pensaba el unicornio con algo de miedo pero después de revisar los signos vitales de Trixie se da cuenta de que seguía con viva, apenas, pero seguía viva.

-Vaya que suerte, sigue viva- Dijo él unicornio algo aliviado –Descuide no se preocupe yo la ayudaré enseguida- Agregó mientras usaba su magia para poner a Trixie en su espalda y la llevó hasta su carreta donde movió las cestas de manzana a las orillas, no importando que algunas de ellas cayeran de la carreta, para hacer espacio y colocar a Trixie ahí con mucho cuidado –Resista por favor- Comentó el unicornio mientras se quitaba su capucha y la ponía sobre Trixie para cubrirla de la lluvia.

Este unicornio resultó tener el pelaje de color gris plateado, su crin y cola de color café oscuro casi llegando al negro y sus ojos son de color dorado, su CM era una especie de flama color azul, con una especie de barrera de energía alrededor.

-No sé cómo se encuentra pero no se ve para nada bien, debo darme prisa y llegar a la aldea lo más rápido que pueda- Dijo el unicornio preocupado y comenzó a correr tratando de llevar la carreta lo más rápido posible pero evitando que Trixie se lastimara por el movimiento.

A no mucha distancia de donde el unicornio encontró a Trixie se encuentra una pequeña aldea con casas rudimentarias y simples, todas son de forma de semicírculo y color blanco o al menos lo más cercano algunas ya grises por el paso del tiempo (similares a las casa de los habitantes del planeta Nameku), las ventanas y las puertas están hechas de madera, cuentan con chimeneas y las condiciones básicas para poder habitar en ellas, en ese pequeño pueblo hay al menos unas 30 casas y en la parte más alejada del pueblo se encuentra una casa del mismo diseño pero mucho más grande que las otras, también se pueden hallar algunos edificios que parecen ser para otro tipo de usos como escuela y posiblemente un hospital.

Dentro de una de las casas más cercanas a la entrada del pueblo, resguardándose de la lluvia, se encuentra una unicornio de color blanco con la crin y cola café con un mechón amarillo, ojos azules y una CM de una estrella amarilla que despide un brillo tenue con dos estrellas más a sus lados pero algo transparentes, la unicornio parece estar muy preocupada por algo.

-Ya está lloviendo más fuerte y Silver Spell aún no regresa- Mencionó ella mirando por una de las ventanas de su casa como la tormenta arreciaba cada vez más -¿Dónde estás hermano?- Piensa ella mientras observa la lluvia caer, el nombre de esta pequeña es Rain Star.

-Ya casi estamos ahí, aguante un poco más- Penaba el unicornio plateado que resulta ser el llamado Silver Spell quien se apresuraba para llevar a Trixie hasta el pueblo, al verla de reojo notaba que el estado de Trixie empeoraba a cada momento.

Finalmente logró divisar la entrada del pueblo y dio una sonrisa de alivio al ver que por fin ha llegado a la villa –Genial ya estamos cerca, tendría que avisarle a mi hermanita Rain Star, pero primero debo llevar a esta unicornio con el doctor del pueblo- Pensaba el unicornio mientras seguía corriendo a toda velocidad al pueblo y se dirigió directo hacia el hospital que ahí tenían.

-¡Doctor, doctor, pronto necesito ayuda!- Gritó desesperado el unicornio plateado pidiendo ayuda mientras entra todo empapado al modesto hospital del pueblo cargando a Trixie inconsciente en su lomo.

-¿Qué pasa aquí? ¿Por qué tanto escándalo?- Dijo el doctor mientras bajaba de la planta alta del lugar, el doctor es también un unicornio de color azul oscuro con una crin y cola negra, ojos cafés y una CM de un bote de pastillas abierto.

-Doctor por favor ella necesita ayuda- Comentó Silver Spell con algo de desesperación mientras mostraba a Trixie en su lomo.

-¿Qué fue lo que le ocurrió y de dónde salió esta unicornio?- Preguntó el doctor mientras comenzaba a revisar los signos vitales de Trixie.

-La encontré en el camino mientras regresaba de hacer mis labores, no sé lo que le haya pasado, así estaba cuando la encontré- Respondió el unicornio algo agitado por la carrera que había echado para llegar hasta ahí.

-Tranquilo Silver Spell yo me encargo- Le respondió el doctor y pidió a su ayudante, una unicornio rosa de crin y cola celeste pálido, ojos verdes y una CM de unas gasas envueltas, que trajera una pequeña camilla de no tan buena calidad pero que funcionaba bien y entraron a otra habitación para poder atender a Trixie.

-Por favor ayúdela doctor- Comentó el unicornio plateado mientras tomaba asiento y empezó a temblar un poco por el frío que sentía al estar todo empapado por la tormenta la cual poco a poco se iba calmando, al verlo así la ayudante del doctor le puso encima a Silver Spell una manta y le dio una taza con algo de té caliente para que pudiera secarse y entrar un poco en calor.

-Gracias por el té Fía- Dijo Silver mientras da un sorbo a la taza, un poco caliente pero era lo que necesitaba.

-No es nada Silver, se ve que lo necesitabas- Comentó la ayudante del doctor para luego regresar a su puesto donde escribía algo en unos papeles.

Unos momentos después por la puerta entró la unicornio blanca de nombre Rain Star muy preocupada y buscando con desesperación al unicornio.

-Silver- Casi gritó ella al ver al otro unicornio y corriendo se arrojó sobre él dándole un fuerte abrazo –Hermano eres un gran tonto- Agregó ella mientras le daba una cachetada con su casco a Silver Spell.

-Au, ¿Y eso porqué fue Rain Star?- Preguntó el unicornio algo adolorido y confundido a la vez por la reacción de su hermana.

-Me dijeron que estabas en el hospital y vine de inmediato, pensé que estabas herido o que algo malo te había pasado- Respondió Rain Star algo enojada y con lágrimas en su rostro.

-Yo estoy bien no te preocupes hermanita- Contestó el unicornio mientras se sobaba la mejilla por el golpe que recibió –Te has vuelto muy fuerte de verdad Rain Star- Comentó el unicornio esbozando una sonrisa.

-Un poco sí- Respondió la unicornio que no debe tener más de 10 años a diferencia de su hermano mayor que tiene 19 -Por cierto si tú no estás lastimado ¿Qué haces en el hospital?- Preguntó algo intrigada la unicornio blanca.

-Bueno lo que pasa es que mientras regresaba de recolectar las manzanas…- Explicó Silver Spell toda la historia a su hermana quien se quedó algo preocupada también por el estado de la unicornio de la que Silver Spell le hablaba.

-Oh cielos ¿Y está bien?- Preguntó preocupada la unicornio de pelaje blanco.

-No lo sé, el doctor os dirá cuando salga- Respondió el unicornio plateado con algo de duda en su voz y en ese momento ve al doctor salir del cuarto donde atendían a Trixie.

-Ahí está el doctor, vamos a preguntarle- Dijo Rain Star al ver al médico.

-Sí vamos- Comentó Silver Spell al notar de igual manera al doctor y ambos unicornios fueron con el doctor.

-Vaya, sí que tuvo suerte- Se dijo a sí mismo el doctor mientras se quitaba un cubre boca y limpiaba el sudor de su frente.

-Doctor- Habló con voz alta Silver Spell para llamar la atención del médico -¿Cómo se encuentra ella doctor?- Preguntó con algo de preocupación el unicornio plateado.

-No te preocupes Silver ella se va a recuperar- Respondió el doctor con una sonrisa lo que calmó a ambos unicornios al escucharlo.

-Qué alivio- Comentó Rain Star dando un suspiro de relajación.

-Sí, no se preocupen ella se pondrá bien, aunque puede que tome un poco de tiempo, tiene algunas heridas superficiales, varias costillas rotas y un casco fracturado además de una pequeña contusión- Explicó el doctor a ambos unicornios -¿Saben su nombre?- Les preguntó el médico.

-No, como le dije antes la encontré así en el camino cuando regresaba de cosechar las manzanas- Contestó Silver Spell.

-Bien, creo que se quedara aquí en el hospital hasta que despierte, después de eso veremos qué más podemos hacer por ella- Mencionó el médico mirando una tabla con apuntes y con su magia anotaba solo el número de la habitación de Trixie para tener referencia de ella.

-Oye Silver ¿Por qué no se queda con nosotros entonces?- Preguntó Rain Star a su hermano mayor.

-Mmm…, bueno no es mala la idea- Respondió el unicornio plateado considerando esa opción.

-Si ustedes así lo quieren yo creo está bien, pero saben que deben hablar con el patriarca sobre esto- Les comentó el doctor y ambos unicornios se exaltaron de repente como si hubieran olvidado algo por completo, lo cual hicieron.

-Es cierto, aún no le hemos dicho al patriarca de esto- Comentó Silver Spell recordando eso.

-A mi también se me había olvidado- Dijo Rain Star y ambos rascaron su cabeza con sus cascos algo apenados.

-Les recomiendo que lo hagan lo más pronto posible- Les comentó el médico –En fin, debo regresar a atender a los otros pacientes, cualquier cosa que ocurra yo les daré aviso y en cuanto ella despierte se los haré saber de inmediato- Agregó el doctor para luego darse la vuelta y comenzar a atender a otros pacientes de lugar.

-¿Qué dices, vamos ahora?- Se dirigió Silver Spell a Rain Star.

-¿Y si despierta mientras no estamos?- Preguntó la unicornio de pelaje blanco.

-Es cierto Mmm…- Contestó el unicornio plateado y se puso a pensar con su casco en su barbilla.

-Oye Silver- Habló la unicornio de pelaje blanco a su hermano mayor -¿Por qué no vas tú a explicarle al patriarca?, Después de todo tú fuiste quien la encontró y la trajo aquí, yo me quedare por si ella despierta mientras no está- Propuso Rain Star con una gran sonrisa en su rostro.

-¿Estás segura de que no te aburrirás cómo siempre hermanita?- Preguntó Silver Spell arqueando la ceja.

-Te prometo que esta vez no lo haré, por mi casco en mi frente- Respondió la unicornio blanco y con su casco se tocó su frente mientras cerraba los ojos y daba una sonrisa sacando su lengua, (algo como la Pinkie Promise).

-De acuerdo volveré después Rain Star- Comentó Silver Spell mientras se volvía a colocar su capa que traía y salió de nueva cuenta a la lluvia, esta vez en dirección a aquel edificio en el la parte remota del poblado ya que ese es el lugar donde reside el llamado patriarca.

El unicornio llegó a la puerta del lugar y tocó con su casco tres veces, la puerta se abrió y se pudo ver la figura de un unicornio que usa una especie de túnica azul, el unicornio que abrió la puerta tenía el pelaje de color rojo con una crin y cola negra además de una línea verde que la atravesaba y ojos de color morado.

-¿Quién toca a estas horas?- Preguntó el unicornio rojo mientras abría la puerta. Al hacerlo notó a Silver Spell parado ahí, ya empapado por la lluvia –Oh, Silver Spell, ¿Qué haces aquí a estas horas?, ya casi anochece deberías regresar a casa- Le dijo el unicornio rojo a Silver Spell.

-Consejero, por favor, necesito hablar con el patriarca- Respondió Silver Spell pidiendo poder ver al líder del pueblo.

-¿El patriarca?- Se dijo el llamado consejero algo intrigado –Mmmm… no sé si él te pueda atender en estos momentos Silver ¿Para qué necesitas hablar con él?- Preguntó el consejero al unicornio plateado.

-Bueno verá lo que sucede es que…- Silver Spell le explicó al consejero todo lo ocurrido el consejero lo dejó pasar para que no estuviera en la lluvia mojándose aún más de lo que ya estaba.

-¡¿QUÉ TÚ HICISTE QUE?!- Gritó exaltado el consejero pero al recordar al patriarca moduló su tono de voz -¿Trajiste una extrajera al pueblo?- Le preguntó algo molesto el consejero pero en voz más baja.

-¿Bueno, qué se supone que debía hacer?, ¿Dejarla ahí para qué muriera?- Respondió el unicornio plateado algo enojado por la forma en que le habló el consejero.

-No me importa, solo no la hubieras traído aquí- Contestó el consejero.

-Bueno perdóneme por tener algo de misericordia- respondió Silver Spell con un tono más desafiante, ante esta reacción el consejero se indignó de ser tratado así.

-¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? a mí que soy el consejero del patriarca- Respondió ofendido el consejero, era demasiado engreído por su posición al servicio del patriarca del pueblo –Si por mi fuera te desterraría de este lugar por tus acciones y tu atrevimiento- Agregó el consejero y ambos unicornios se miraron de manera molesta uno al otro casi parecía que iban a empezar una pelea.

-¿Qué está ocurriendo aquí?- Se escuchó una voz anciana detrás de ambos unicornios y al voltear se quedan sorprendidos y algo nerviosos.

-Gran patriarca- Comentó Silver Spell haciendo reverencia ante el patriarca que salía de su habitación personal.

-Mi señor- Dijo el consejero quien también hizo reverencia pero se levantó de inmediato y caminó hacia donde se encontraba el patriarca para ayudarle.

El patriarca del pueblo es un gran unicornio, ya anciano, su pelaje es de color café muy pálido, casi de-colorido, su crin es color plateado por las canas que reflejan su avanzada edad, sus ojos aunque ya casi están siempre cerrados se puede notar que están emblanquecidos ya que este gran unicornio ha quedado ciego por la acción del tiempo, su CM son tres ojos ubicados como triángulo los dos de la parte inferior están abiertos y el otro encima de ellos está cerrado.

-¿Qué pasa?, ¿Qué sucede aquí?- Preguntó una vez más el patriarca pero momentos después tosió un poco, se podía notar que su salud no era la mejor en ese momento.

-Mi señor tranquilo, no debería salir de su santuario, recuerde su salud gran patriarca- Comentó el consejero mientras se acerca al patriarca y lo persuadía de regresar a su santuario.

-Quizá tengas razón Julius- Dijo el patriarca mientras tosía un poco más.

-Patriarca por favor espere- Se escuchó la voz de Silver Spell.

-Insolente, ¿no puedes ver que el patriarca no puede recibirte ahora?, vete ya y no molestes a nuestro líder- Respondió más molesto el consejero Julius hacia Silver Spell.

-La voz es de Silver Spell, rara vez viene a mi presencia- Pensó el patriarca –Espera Julius, deja que hable- Dijo el patriarca deteniendo su andar.

-Pero, mi señor, su salud- Expresó algo en desacuerdo el unicornio rojo y preocupado por el anciano patriarca.

-No te preocupes Julius estaré bien- Contestó el unicornio anciano mientras daba una ligera sonrisa y su consejero se aleja preocupado y en desacuerdo con esto –Quiero oír lo que tienes que decir Silver, adelante no tengas miedo y habla- Se dirigió el patriarca hacia Silver Spell, algo nervioso se acercó al unicornio anciano y con mucho respeto le dirigió palabra al patriarca.

-Gran Patriarca por favor necesito pedirle algo- Comentó Silver Spell lo cual dejó al patriarca algo intrigado, en ocasiones anteriores él mismo le había ofrecido ayuda al unicornio plateado pero este la ha rechazado, argumentando que no se sentiría cómodo recibiendo esa ayuda a cambio de nada, pero ahora estaba ahí pidiendo algo lo cual despertaba la patriarca.

-Oh, para que tú vengas a pedirlo debe ser algo muy importante, habla Silver y no encubras nada- Habló el patriarca y escuchó cada palabra que le contó el unicornio acerca de Trixie.

-Y por eso es que se lo vengo a pedir gran patriarca, por favor gran señor- Terminó Silver Spell de contar la historia de cómo encontró a Trixie, aunque por el momento no sabía su nombre.

-Ya lo veo, bueno la verdad es que Julius tiene razón en algo, los extranjeros pueden ser peligrosos en ocasiones- Comentó el patriarca y decidió ponerse a meditar por unos momentos.

-Es lo que Yo le dije, señor, pero este insolente no me hizo caso, es algo ya común en él al parecer- Mencionó Julius creyendo que el patriarca estaría de acuerdo con él y con sus pensamientos.

-Sí lo sé, pero ¿qué más podía hacer?, No podía dejarla sola para que muriera por sus heridas o que una bestia la devorada, no habría sido lo correcto- Defendió Silver Spell sus acciones mientras miraba molesto al consejero Julius.

Unos momentos pasaron y el patriarca seguía meditando sobre el asunto hasta que por fin bajó su casco de su barbilla al suelo y habló nuevamente hacia ambos.

-Bien, esto es lo que se hará- Habló el patriarca –Una vez que la unicornio se haya recuperado que sea presentada ante mí, juzgaré si representa un peligro para nosotros o no y luego daré mi decisión, hasta entonces Silver Spell tú eres responsable por ella, ¿quedo claro?- Comentó el patriarca con voz firme.

-Sí gran patriarca, muchas gracias- Respondió el unicornio y se retiró alegre del lugar.

-Mi señor, ¿Está seguro de esto?- Cuestionó el consejero al patriarca y la decisión que había tomado.

-Tómalo con calma Julius- Le dijo el patriarca a su consejero –Ya he dicho lo que haré, además puede que el tiempo ya haya llegado- Mencionó el patriarca mientras cambiaba a una seria expresión.

-¿El tiempo de qué señor?- Preguntó algo confundido el unicornio rojo.

-Ven conmigo, necesito que seas mis ojos- Comentó el unicornio anciano –Y también que abras bien los tuyos Julius- Agregó el patriarca lo cual dejó un poco más confundido a su consejero que pensaba mucho las cosas.

-¿Abrir mis ojos?- Se preguntó en su mente Julius.

-Julius, date prisa que necesito que guíes mi andar que estos viejos y cansados ojos ya no ven más- Gritó leve el patriarca mientras tosía una vez más por el esfuerzo en su garganta.

-Voy enseguida gran patriarca- Respondió el unicornio rojo y siguió al patriarca -¿A dónde vamos mi señor?- Preguntó intrigado el consejero y algo expectante por recibir una clara respuesta por parte del patriarca.

-Dentro de muy poco lo verás Julius- Respondió el patriarca mientras la puerta de su santuario se cerraba al entrar ambos unicornios en ella.

Continuara en el próximo capítulo... 2 "El nuevo lugar"