A paso apresurado trataba de cruzar la gran avenida, con su gran mascada y lentes tipo ojo de mosca –LITERALMENTE- se dirigía a su cita, ese día sus dudas serían resueltas, y por fin desde que tenía esos extraños sueños, volvería a dormir como bebé a pierna tendida. Realmente no sabía para que quería pasar sin que nadie le notara. Nunca fue alguien llamativa –si claro- con sus cabellos rosa chillón y su manera tan… ¿hipster? De vestir, y no porque fuera la moda, claro que no, siempre fue una nerd come libros a la que sus amigos –extrañamente populares- obligaban a ir de fiesta cada vez que se les hinchaba el gusto. Solo dos cuadras más y habría llegado a su destino.
-vamos nena, vamos… nada está mal- murmuraba entre dientes causando que su lengua mordiera los labios resecos que n había dejado de humedecer desde que todo había comenzado, exactamente dos semanas atrás.
Dio un suspiro al enfrentarse a la puerta de su salvación –o perdición- tratando de acomodar su cabello cubierto por la tela de colores opacos, suspiró de nuevo y entro. No hizo falta buscar con la mirada a su objetivo, habían quedado por teléfono que se verían en una de las salas privadas del tan lujoso café. Se escuchaba el chillar de sus converse a causa de los charcos que la lluvia había dejado hacia unas horas en la ciudad y sin trastabillar más de lo necesario entro al espacio al que en otras circunstancias se hubiese tomado la molestia de analizar –viborear- pero no estaba ahí, de pie frente a su mejor amigo de toda la vida para charlar sobre decoración de interiores y tomar una taza de café como lo hacían cuando estudiaban hasta noche para sobrellevar el cansancio.
-Bien Uchiha habla si no quieres que te castre ahora mismo- ordeno sentándose frente al chico arrojando su bolso de segunda mano hacia algún rincón del lugar, aunque hubiese preferido lanzarla a la cabeza del azabache que le miraba burlón desde el otro extremo de la mesa.
-Vaya que si tienes apuro mujer- sorbió de su taza sin despegarle la mirada.
-Si estuvieses en mi situación entenderías- respondía bebiendo del expresso que su sarcástico amigo había pedido antes de su llegada al local- pero habla ya…
-Lo haré… pero- interrumpió al ver que su paranoica amiga estaba por ganarle el habla- promete que no saldrás gritando y/o haciendo una estupidez.
La chica lo vio dudosa mordiéndose el labio, sabía que cando su amigo le hablaba de esa manera era algo extremadamente serio, y es que de un tiempo atrás su Maximus Troll dejo de ser una amargada cascara de toronja para convertirse en una extraña… ¿piña?, vah… eso no importaba.
-Lo prometo…-
-Bien Sakura Haruno eso es lo que pasó esa noche, y que conste que prometiste no hacer una rabieta de estas que haces cuando te encierras en tu cuarto y…
-sí, si entendí, y habla ya-
Y por un momento se arrepintió, pues al ver la sonrisa de Sasuke Uchiha ampliarse y no de manera normal y agradable, en el fondo, muy en el fondo quiso volver a creer en Dios y prometerle que ya no asistiría a los bares de perdición con sus manipuladores amigo, y pudo recitar más plegarias de no ser porque sus ganas de saberlo todo lo de esa noche eran más grandes que todo el universo, por eso guardo silencio y trato de no llorar del miedo.
24 junio 2013
Se quejaba continuamente gracias a los tirones que su adorable y muy delicada –Léase el sarcasmo- daba en su cabello. La adorable tía llevaba horas luchando titánicamente con el cepillo y las hebras rozas, sin dejar de mascullar que era mejor cortarle el cabello a seguir dando esa lucha que, sabia nunca vencería. Y rendida por la desesperación y el abuso de su tía, le obedeció y dejo que le rebajara el largo hasta poco más debajo del mentón, y agradeció al sagrado maquillaje y sus eternos milagros a su aparición, porque de no ser por él en ese momento parecería un niño transexual con mayor tendencia masculina –su pecho casi plano lo aprobaba- para después obtener reclamos de sus extrañas amigas, por suerte la limosina que las llevaría al recinto de su graduación había llegado y con ellos los neandertales que tenía como amigos.
Intentaba con toda su voluntad –la cual no era mucha- sonreír y tratar de esquivar la extraña mirada que Shino, el mejor ''estorbante'' del laboratorio universitario había tenido jamás, y si ese chico extraño con complejos de autista –aunque tal comparación ofendería a los autistas-, sumándole el molesto ruido de sus camaradas decidió seguir su transecto con ayuda de sus headphones y su IPod, nada que Super Junior no lograra solucionar. Si ella era toda una ELF desde que tenía memoria, pero eso no era relevante.
Media hora de camino al hotel donde se llevaría a cabo la gran fiesta, ahí estaba ella siendo arrastrada por su tierno y fabuloso amigo, que sonreía ante las cámaras. No todos los días se gradúa un Uchiha con honores, aunque los tres que lo habían hecho en esa universidad lo habían logrado, cosa que tampoco importaba.
La recepción estaba llena de chicos que presumían sus trajes pavoneándose cual mosca en busca de pareja. Un bufido sonoro inundo los oídos de su acompañante cuando este le condujo hasta el lugar de las fotografías. En cual ella había sido víctima de Uchiha.
-vamos Sakura y dices que yo soy el amargado- animaba el pelinegro gritándole al oído, cosa que la música a su máximo esplendor ameritaba.
-Déjate de cosas zángano, no sé cómo lograste convencerme de venir- reprochaba tirando de su mejilla.
-No lo hice, fue tu tía que cayó rendida a mis encantos- la chica solo rodo los ojos y prefirió seguirle el paso y comenzar a moverse para evitar que alguna trepadora quisiera quitarle a su amigo.
-¿No podrías ir simplemente al grano pedazo de nada?- preguntaba exasperada, cosa que Uchiha dejo pasar solo porque la peli-rosa tenia sobre si cinco tazas de café ye este comenzaba a hacer efecto.
-Lo haría de no ser porque me gusta recordar cómo me mirabas lindura-
-Deja de blasfemar en mi presencia y sigue- se rindió fácil y es que esa parte la recordaba con claridad.
10:30 PM
La fiesta estaba a reventar y había comenzado a pensar que no era tan mala -muy en su interior quería gritar que era la mejor fiesta de siglo- por lo que de un momento a otro, no supo en que instante había comenzado a bailar con el extraño Shino mientras bebían y bebían y bebían como vagabundos en tiempos decembrinas.
-ya, ya no puedo…- jadeaba del cansancio- Uchiha ve a traer algo de beber.
Vio que su amigo murmuró algo que por la música no escucho y sin avisar se dirigió a las mesas que se les habían asignado y que para esa hora nadie respetaba. Tomo no de las fotos de la mesa no para verlas, claro que no, al fin ya sabía que no hacía falta ver un pedazo de papel impreso para que hasta el más idiota se diera cuenta que Hinata estaba muerta de amor por el imbécil de su amigo rubio con nombre de comida japonesa, dígase Naruto. Por eso lo utilizo para echarse un poco de aire para secar el sudo, porque por primera vez en su vida parecía una chica normal no dejaría que el sudor arruinara su maquillaje y la dejara ver como un marimacho.
-Estúpida…- se giró a ver a su Sancho panza –como también llamaba a Sasuke- y tomo el vaso rojo que este le tendió.
-Cretino...- contesto antes de beber lo que parecía una margarita. Casi escupe el líquido al ver la graciosa cara de póquer de su amigo que solo hacia cuando algo le desagradaba. Así que sin preguntar volvió su mirada hasta lo que se suponía había traumatizado a su amigo.
Y minutos después ambos tenían un aura abstracta. ¿La razón? Simple en la pista de baile casi llegando a la tarima donde estaba el DJ, Shino a quien Sakura creía un acosador estaba devorando casi por completo a nada más y nada menos que a Kiba el hijo de la Decana del campus de veterinaria. Cosa que pudo haber pasado desapercibida si no lo hubiesen hecho frente a todo público, pero como decía Ten-Ten la cuñada de Hinata ''Cada quien su religión''.
Lo anterior les costó cerca de tres bebidas más y un sentido de mente abierta en su cúspide. Y sin detenerse más tiempo volvieron a la pista.
-¿entonces eso no fue una ilusión?- preguntaba aun sin creerlo.
-Por Dios mujer, ¿por qué crees que no quería ir al afterparty en su casa?- le cuestionaba con obviedad.
-Bueno al menos no soy la única que aun no lo cree…- suspiró cansada.
-y aun no te he dicho lo que paso con Ino y Sai- Sin duda alguna Sasuke parecía vieja chismosa del mercado cuando se lo proponía.
12:35 AM
Luego de varios intentos para escapar de Uchiha y sus inesperados ataques de celos llegó hasta la azotea del lugar, y gracias al viento su nivel de mareo subió un 100000000%, y agradeció que Sasuke fuese astuto y le tomara de la cintura para evitarle dar un porrazo contra el piso. Pero la cosa no acabo ahí.
-Ino te juro que solo siento esto por ti y que…- el sonido de una bofetada al chico de piel pálida enmudeció a los metiches que se escondieron tras un muro para enterarse del chisme mejor, o eso era lo que quería Sasuke, pues Sakura parecía que quedaría consiente en cualquier momento.
-¿Por eso la invitaste a ella apenas y terminamos verdad? – grito furiosa y con lagrimas que caían de manera libre.
-piensa lo que quieras Ino, pero eso no quita que te amo...-
-¿y lo dices hasta ahora? Por favor Sai tuviste tres años para decirlo y no dices ahora que ya no quiero estar a tu lado-
Sasuke abría los ojos impresionado, ese sería algo que a su hermano le gustaría escuchar, no por nada llevaba desde la pubertad cortejando a la rubia recibiendo solo ''Itachi-kun deja de bromear'' a cambio.
Luego de un largo silencio estando casi por salir a decirles que siguieran con su dramática historia algo lo detuvo.
-Mmm… Sai-Kun… ahhh- y con solo eso le basto para salir huyendo de la azotea con su moribunda amiga a cuestas.
Pero Señor destino quiso cobrarle su chisme dejando la puerta atrancada tras varios intentos nulos se dio por vencido y oro porque su amigo no fuera uno de esos extraños casos como el en cuanto a la prolongada duración en ''eso''.
-Por tu puta terquedad Sakura- comenzaba a hurgar en el bolso de su amiga para sacar los headphones que siempre llevaba.
-Veamos porque tanto aclamas a esos coreanitos- dijo antes de poner play en el IPod y recostarse con Sakura en el piso. De no haber estado inconsciente luego de unos minutos hubiese presenciado que su mejor amigo estuviese tarareando Super-Girl de Super Junior-M y pasando la canción a su celular, pero de eso ella nunca se enteraría.
-¡no me jodas!- la impresión de la peli rosa era extrema.
-te jodería de no ser porque pareces marsupial- burlo su amigo llevándose un bocado de tarta de canela a la boca.
-idiota…- murmuro entre dientes- vayamos a otro lugar me siento estúpida
-Estúpida ya eres…- dijo poniéndose en pie y tendiéndole la mano para salir juntos del lugar. No hubo porque detenerse a pagar, después de todo el negocio era del tío de Naruto, el abuelo Jiraya pretendiente de la tía Tsunade, y si quería quedar bien, sus esfuerzo debía hacer.
Pero antes de dar un paso fea des establecimiento de un tirón le quito los espantosos lentes y la mascada revolviéndole el cabello.
-Así te ves mejor…-
2:15 AM
Gracias a la majestuosa idea de que los brabucones del equipo de americano de armar un escándalo en el salón, sacaron a todos y los mandaron hasta las Américas –por no decir a la mierda- por lo que Kiba y tuvo una mejor y termino dando un gran afterparty para celebrar sabrá dios qué, si la graduación o su revolcón con Shino.
Sasuke hubiese huido de no ser que si llegaba con Sakura inconsciente a su casa la señora
Tsunade lo terminaría por dejar en el monte Fuji desnudo y en invierno y que Buda se apiadase de él, por eso llamo a su casa avisando que su amiga estaba de lo más divertida y no quería interrumpir su alegría –si claro- a lo que la mujer más que encantada acepto con la condición que le llevara por la mañana, lo haría claro, de no ser porque había perdido a su amiga después de pedirle a Naruto y a Hinata que cuidaran de ella para ir a liberar todo el alcohol que había ingerido, pero ¿qué se encuentra? Bueno primero que nada, que la fila para el baño era tan larga como la muralla china, segundo que al abrir el baño del cuarto de Shino encuentra a Hinata y a Naruto en una situación poco saludable, tercero preguntándose ¿cómo era que Hinata fuera tan flexible? Y cuarto y más importante ¿Dónde mierda estaba Sakura? Sin duda esa noche le haría de Sherlock si no la encontraba en diez minutos o llamaría a su agente especial para que le ayudara.
Pero su desgracia y sus esperanzas se fueron al caño cuando luego de la tercera vez que recorría la gran Mansión no se encontró a la chica con mata rosa.
''Hermanito, necesito de tu ayuda, te tengo INFORMACION sobre
Cierta Rubia *cofcofcofINOcofcofcof, así que aparécete en la
Casa del chico perro en diez
Minutos o le diré a mamá que
No irás a casa del abuelo sino a las Vegas*
Apenas si había metido su celular en la bolsa cuando vibró.
''Porque la agresión hermano, no es necesario
Estoy en la fiesta así que te veo en la
Piscina''
Sonrió victorioso, su hermano podía ser un reverendo idiota pero cuando e trataba de Ino se convertía en un idiota más grande de lo que la naturaleza se podía. Incluso llegaba a pensar que si la NASA le descubriera lo tendría como un espécimen o algo así.
Pero dejando de lado la idiotez de su hermano –que era similar a la suya- llego al lugar y se encontró a su hermano besuqueando a una chica que nunca había visto. Cosa que no se le hacía raro.
Luego de mucho arrumacos la mujer se fue y dejo solos a lo hermanos.
-dime hermano para que soy bueno- pregunto sonriente sabiendo su recompensa.
-realmente para nada pero quiero que me ayudes a encontrar a Sakura-
