CAPITULO UNO (LA LLEGADA DE LOS JINETES)
Se escuchó un rugir que provenía desde el cielo, fue un estruendo demasiado grande. Mire hacia el cielo y visualice las nubes de color carmesí y gris, algo había en el viento como si supiera lo que se aproximaba. Fue cuando baje mi mirada hacia el mar y puede divisar cuando este se convertía en llamas y lava, se podía escuchar los lamentos de los castigados pero, ¿dónde estaba?
Fue allí cuando mire que desde el centro de aquellas llamas se aproximaban cuatro jinetes y los 4 cogían togas que les cubría su cuerpo y cara completamente, los lamentos de aquellas personas que estaban en el fuego se hacían más fuertes.
Vi al primero salir, se hacía llamar Lucien vestía una toga blanca la cual cubría su cuerpo completamente pero no su cara, con adornos de trenza alrededor de su cabeza y sus muñecas, su actitud era relajada como si nada estuviera ocurriendo, su pelo era castaño, un poco ondulado, esbelto, sus ojos eran de color verde botella los cuales se volvían plateados cuando tenía sed, y su palidez que es la representación de todo vampiro, Lo vi montado en un caballo color blanco, adornado con cascos de oro y amarres de plata y tenía un cinta en su cabeza que decía "Enfermedad".
Levante la cabeza y mire al segundo salir, "Geranova" escuche que decía una grave voz a lo lejos, pude asimilar que se trataba de una mujer, y por lo que se miraba era la única entre ellos, su traje consistía en una toga color carmesí, que terminaba en pliegues perfectamente elaborados por debajo de sus rodillas, sus mangas terminaban antes del hombro y tenía una cinta alrededor de la cintura la cual tenía escrita en ella "Hambre".
Me pellizque el hombro derecho para verificar si era un sueño, pero sentí el dolor punzante en mi brazo, mierda si dolía demasiado.
A lo largo del mar convertido en lava y llamas salían los últimos dos jinetes, uno de ellos se hacía llamar Ralev vestía una toga caoba con pliegues al final de sus pies, usaba guantes de hierro y traía una espada en su espalda, delgado sin llegar a ser huesudo, su pelo ondulado, largo y rubio. Sus ojos de color morado y otro negro como la noche y su piel blanca perfectamente suave y su caballo, era hermoso, con armadura en sus patas y una cadena de fuego que rodeaba la cabeza de este mismo, él era llamado el jinete de la Guerra.
Por último, venía un hombre detrás de Ralev, montado en un caballo negro azabache y el cabello de este animal era como el humo al apagar una vela, este último jinete vestía una toga larga que empezaba cubriéndole mitad de su cara y terminaba hasta cubrir sus pies completamente, era color negro y tenía hierro puesto en sus hombros, este tenía guantes en sus manos las cuales tenia agarradas dos cadenas de fuego que iban directas a la boca del caballo, sus rasgos faciales no se podían ver, solo se podía apreciar una figura alta, esbelta, que tenía cadenas alrededor de su cuerpo y un grande aire de muerte, su nombre era Ros, y su seudónimo Pereza.
