ACLARACIONES:

1. Los personajes usados en esta historia no me pertenecen, son creaciones de la gran mente de la señorita Naoko Takeuchi.

2. Esta historia no es escrita por mi los méritos son para la señorita CLOUD VAN DYK, la cual me dio su autorización para traducirla y subirla, yo solo la traduje ya que no hay tantas historias como quisiera de la pareja Haruka y Michiru.

Titulo original: "Destiny will be the death of me"

Autora: CLOUD VAN DYK


Aquí esta otra historia, que también me leí espero les guste :)


"El destino será mi muerte"

Capitulo 1

"¿Me llamarás?".

la niña, cuyo nombre Haruka ni siquiera recordaba ya, preguntó, batiendo sus pestañas hacia ella, sonriendo encantadoramente, la alta rubia asintió con la cabeza, conteniendo las ganas de dejar que su risa se convierta en una carcajada cuando la chica le sonrió felizmente.

"Hasta pronto entonces", dijo la chica, ganando otro guiño de la rubia, su sonrisa se ensanchó aún más, entonces por fin se giro y se dirigió escaleras abajo, mientras Haruka cerraba la puerta del apartamento, la sonrisa desapareció de su cara en el momento en que cerro la puerta.

Sacudiendo la cabeza para sí misma por lo ilusa que había sido la chica, hizo su camino desde la pequeña antesala a la cocina y puso en marcha la máquina de café, apoyada contra el impecable mostrador mientras observaba el oscuro líquido, los ruidos que la máquina estaba haciendo la molestaban, recordándose que debía comprar una maquina nueva, sonrió para sí misma mientras miraba alrededor de la cocina y pensó que ella podría fácilmente comprar otra.

Después de todo, su carrera iba muy bien, los patrocinadores prácticamente hacían cola para que hiciera sus anuncios con su coche y su traje de carreras, incluso después de que había sido revelado por un competidor celoso que ella no era un hombre como todos ellos habían creído, sino una mujer. Para el pesar del competidor, esto sólo le había dado más popularidad, y ahora estaba segura de que pronto, estaría entre los mejores corredores que conducían en la F1.

El hecho que la revelación de su verdadero género no había dañado su popularidad no la había realmente sorprendido, no en una época en que las mujeres fuertes se admiraban y fueron vistas como modelos a seguir para las niñas más jóvenes.

Lo que si la sorprendió fue que cuando esto fue dicho la niñas (No tan niñas, después de todo), la seguían persiguiendo como lo habían hecho cuando pensaban que era un chico, y ahora que no había peligro de histeria en el dormitorio, después que había sido corregido ese error, de muy buena gana las llevaba a su casa, la pasaba muy bien con ellas durante una noche y luego nunca los volvía a ver.

Eso era lo que había estado haciendo durante más de un mes, de vez en cuando, se preguntaba si comportarse de esta manera podría dañar su reputación, por otro lado, sin embargo, sabía que lo más importante era que ella siguiera ganando, y sin duda no era el único corredor que utiliza su fama de esta manera, ninguna de las otras personas que se comportaban de esta forma hasta el momento no habían sufrido por ello de algún modo.

Se sacudió esas preocupaciones cuando el café quedó terminado, Haruka decidió que seguiría adelante, siempre que le fue posible, sin ninguna repercusión. Después de todo ella no quería ningún tipo de compromiso en su vida, la prefería como estaba ahora, con aventuras sin sentido que nunca tuviera que verlas de nuevo, ella tenía sus necesidades y las satisfacía con sus mujeres así funcionada muy bien.

Tarareando suavemente para sí, con sus necesidades, por lo menos ahora saciadas, la rubia se sirvió una taza de café, añadió la leche y una cantidad bastante generosa de azúcar, mientras agitaba el líquido oscuro, Haruka se dirigió a la pequeña habitación que utiliza como su oficina para revisar su agenda para el día que comenzaba, la chica que había dejado hace ni una hora ya la había olvidado.


Oscuridad, tan completa que era absoluta, ni el más pequeño reflejo de luz la rompería. Sonidos de demolición, destrucción, muerte y desesperación. Y luego una voz horriblemente familiar, gritando, gritando de dolor, suplicando que la ayudara, pero no puede hacer nada, todo lo que puede hacer es quedarse en la oscuridad y tratar de ver algo y la voz grita y grita y grita...

Con un ruido ahogado que debería haber sido un grito, pero sólo terminó como un silbido agudo, Haruka abrió los ojos, por un momento, le entró el pánico cuando se encontró en la oscuridad, todavía atrapada en su sueño, entonces sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y pudo distinguir las siluetas vagas de los muebles en su habitación, su corazón acelerado regreso lentamente a la normalidad cuando se dio cuenta de que había soñado otra vez, que ella estaba sana y salva en su apartamento y en su cama, sin oscuridad absoluta que la rodeara y sin gritos.

Dejando escapar un suspiro, Haruka se dio la vuelta y salió de la cama, frotándose los ojos soñolientos, hizo su camino hacia el cuarto de baño, llenó el vaso que normalmente utilizaba para beber agua, mientras se cepilla los dientes con agua fría, luego se lo bebió en unos tragos apresurados, apoyó su frente contra la fría superficie del espejo del baño, cerrando los ojos de nuevo mientras respiraba con dificultad, incapaz de conseguir sacar la pesadilla, de su mente.

Si hubiera sido sólo un sueño común, no se habría molestado tanto, se dijo mientras miraba su reflejo en el espejo, tenia serias dudas de que se tratara de un sueño común, considerando el hecho inquietante de que había tenido el mismo sueño todas las noches desde hace dos semanas.

Por último, obligó al sueño desagradable a salir de su mente, salpicando un poco de agua fría en su cara para ayudar a despejar su mente, luego, se dirigió de nuevo a la cama, maldiciendo en voz baja cuando ella golpeó su punta del pie con uno de los muebles, trato de relajarse dijo una breve oración suplicando que el sueño no la atormentara de nuevo antes de quedarse dormida profundamente hasta la mañana siguiente.