~The Maidens of the Bloody Moon~
Prólogo
Durante la antigüedad, en la tierra del sol naciente, los humanos y los youkais, vivían enfrentados por simples y tontas cuestiones; como las claras diferencias físicas entre ellos, los territorios que los humanos querían de los youkais, el hecho de que había youkais que devoraban humanos, entre otras más.
Aquella situación preocupaba al Gran Tigre Blanco Byakko, una de las 4 bestias sagradas, que desde los cielos del Oeste, ansiaba que ambas especies se llevarán bien y en armonía. Sin embargo, el salvajismo y odio de los youkais, ante el miedo y codicia de los humanos, estaban haciendo que su anhelo comenzará a desaparecer.
Pero la bella diosa de la fertilidad y la danza, Ame no Uzume, un día vio aquél sentimiento noble, que guardaba el Rey de las Bestias, así que está decidió mantener aquella esperanza. Usando su sagrado poder, Ame no Uzume consiguió hacer que una Youkai Kitsune de nombre Kuzunoha, se enamorará de un humano onmyouji llamado Abe no Yasuna, dando como fruto de su amor, al primer hanyou en el mundo, conocido como Abe no Seimei.
Aquél niño mitad-bestia y mitad-humano, llamó la atención de Byakko, haciéndole ver que su más grande anhelo podía hacerse realidad, que humanos y youkais podían vivir en armonía; Abe no Seimei fue aquél rayo de esperanza, para Byakko.
Con el pasó de los años, más youkais comenzaron a mezclarse con humanos, dando como tal a niños hanyou y todos estos pequeños, eran frutos del amor que se tenían sus padres; pero para la tristeza de Byakko, aquellos seres puros y pequeños, eran maltratados y rechazados por los de su misma ascendencia. Los humanos los consideraban aberraciones, por tener características de bestias y los youkais los veían como pestes, por tener sangre humana que manchaba y ensuciaba, su muy superior sangre youkai.
La paz entre Humanos y Youkais, seguía estando lejos, y más aún, con el incidente que causó la ira de Byakko.
Una región del país era asediada por youkais malvados, que mataban y devoraban humanos sin compasión alguna, pero quien defendía a todos esos humanos de los youkais, era la gran y bella sacerdotisa Midoriko.
Ella eliminaba a todos los youkais malvados que mataban a su gente, pero a aquellos que no hacían daño a los humanos, ella no los lastimaba, los dejaba vivir en paz. Pero un día, un hombre de apariencia misteriosa y ojos fieros, se postró ante ella, diciendo que se había enamorado de ella y que deseaba hacerla su esposa, pero para desgracia del hombre, el corazón de Midoriko ya tenía dueño y por si fuera poco, existía un bebé fruto de aquél amor.
Al hombre misterioso no le importó eso, y le pidió que dejará todo atrás, que él le daría un mejor futuro y más hijos, pero Midoriko indignada por su indecorosa propuesta, le exige que la dejé en paz y que no vuelva a aparecer en su vida.
Ante el rechazo de la sacerdotisa, el hombre misterioso mostró su verdadera forma; un youkai deforme y asqueroso de color rojizo de nombre Daidarabotchi, que había devorado a un humano para obtener su apariencia y así, poder pasar desapercibido entre la gente para conseguir a Midoriko.
La sacerdotisa al ver la verdadera apariencia del hombre, se puso en guardia y comenzó la batalla. A pesar de que Midoriko era muy poderosa, aquél youkai le estaba dando muchos problemas y más cuando su batalla, era en medio de la aldea donde ella vivía, junto a su marido y su bebé.
La batalla duró una semana completa, haciendo que mermaran las fuerzas de Midoriko, y tratando de darle el golpe de gracia, vió como su esposo, rescataba a un grupo de niñas que estaban atrapadas en el fuego que consumía las chozas. Aquél momento Daidarabotchi lo aprovechó, para matarlo pero no contaba con que Midoriko, se interpondría en el ataque recibiendo ella todo el daño.
Estando convaleciente Midoriko le dio el golpe de gracia a Daidarabotchi, causando su muerte y destrucción; el esposo de Midoriko corrió hacía ella para tratar de salvarla, pero la bella sacerdotisa sabía que ya era momento, de dejar la tierra. Con una sonrisa en los labios, sólo pidió a su esposo que cuidara bien al hijo de ambos y con un último beso, pronunció las palabras más peligrosas y hermosas del mundo.
"Te amo"
La bella Midoriko, murió con una sonrisa en sus labios entre los brazos de su amado.
Todo aquello fue visto por Byakko, que lleno de furia, bajó a la tierra purificandola con las lluvias de sus tormentas y destruyendo a todo ente maligno, con sus rayos y truenos. Los youkais con forma de bestia, huyeron ante la ira de su rey, que con un potente rugido preguntó, el porqué nadie impidió aquella batalla.
Los youkais más rebeldes y egoístas, fueron los que respondieron diciendo que no era de su incumbencia aquella batalla. Solo por el hecho de que fue una humana la que murió, y porque a Daidarabotchi, muchos ya lo querían muerto por haber matado a muchos miembros de sus clanes, pero al ser él tan poderoso ninguno quiso hacerle frente y por ello, dejaron que Midoriko hiciera el trabajo sucio. Ella iba a ser un sacrificio.
Ante aquella respuesta, Byakko iba a desatar toda su bestial furia contra ellos, iba a matarlos a todos; pero en aquél momento, la bella diosa Ame no Uzume, apareció para calmar la ira del tigre. Ella con su suave voz, y su compasivo encanto, logró calmar a Byakko y sugerirle un tipo de "castigo" diferente a la muerte.
Byakko prestó atención a la diosa, y tras haber escuchado su idea, decidió ponerla en marcha; con un fuerte rugido, hizo matar a todas las hembras youkais sin pareja de la tierra, dejando vivos solo a los machos. Los cuerpos de las hembras muertas, fueron elevados a los cielos y convertidos en estrellas.
Todos los youkais reclamaron a su rey, pero Byakko dijo que aquello era su castigo, y que no iba cambiar de opinión con respecto a haberlas matado. Y justo ahí, Ame no Uzume toma toda la sangre derramada de Midoriko y la lanza al cielo, manchando a la luna llena tornándose está de color rojo.
Con aquello, Ame no Uzume habló a todos los Youkais.
"Byakko-sama quería matarlos a todos ustedes, pero gracias a mí él ha decidido perdonarles la vida... Sin embargo, para hacer que todos ustedes se lleven bien con los mortales, y logren formar un verdadero vínculo de amistad y paz, hemos decidido Byakko-sama y yo quitarles las mujeres. Pero no se asusten, no van a extinguirse, porque el futuro de su legado está en las mujeres humanas... Si ustedes quieren una mujer e hijos, deberán entonces tomar a una hembra humana como compañera, pero solamente podrán tocar y preñar a una humana, que nazca bajo la noche de esta luna sangrienta..."
Los youkais estaban sorprendidos ante la decisión de Byakko y Ame no Uzume, de obligarlos a copular con humanas para su supervivencia. Todos se negaron ante aquél tonto castigo, diciendo que preferían mil veces la extinción que tener hijos hanyou.
Aquello solo causó la risa de Ame no Uzume, que con una voz coqueta respondió.
"Eso dicen ahora, pero ya veremos cuánto pueden ustedes resistirse, al aroma de una Doncella de la Luna Sangrienta"
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Hola a todos bueno aquí les traigo el prólogo este fic uwu
Ésta historia de InuYasha tendrá inspiración del cuento de caperucita roja y tendrá referencias con respecto a la película que está basada en el cuento
Ojalá y sea de su agrado está historia uwu
