Disclamer: Los personajes que van a aparecer a continuación no son de mi invención, son de J.
Aviso: Este Fic participa en el reto "Feliz cumpleaños Gred y Feorge" del foro "Las cuatro casas"
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Harry y yo entramos en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras con el profesor Moody ya que, en esta ocasión, practicaríamos un hechizo nuevo: Fluctus. Harry se puso de pareja conmigo y estuvimos practicándolo; al parecer él tenía más habilidad para realizarlo correctamente y pronunció el conjuro correctamente, provocando una gran onda que me lanzó hacia atrás. En cambio a mí me costó más realizarlo, Hermione no paraba de decir que mi postura no era correcta. Al terminar la clase me quedé atrás para poder practicar un par de veces más el hechizo, pero tras repetidas veces, me rendí y salí del aula.
Ya en el pasillo me asomé por una ventana, tres pisos, bastante altura; en ese momento me pareció oír un ruido, me giré y observé como Errol se acercaba a mi como podía, cada vez estaba más cerca y… Me golpeó. Llevaba una carta en la pata, la cogí y una gran explosión de color me abrumó seguido de un gran chillido:
—¡RONALD BILIUS WEASLEY!—retumbó en mis oídos una voz muy familiar.
— ¿Tía abuela Tessi? —dije como pude—. ¿Por qué me mandas un howler?
—¡MALDITO INSOLENTE! ¡¿ES QUE TUS PADRES NO TE HAN DADO EDUCACIÓN?! ¡AY SI TU POBRE TIA MURIEL PUDIERA OIR TUS SUCIAS PALABRAS! ¡ YA VERÁS LA PROXIMA VEZ QUE TE VEA RONALD, ME LAS VAS A PAGAR TODAS JUNTAS! ¡TE VAS A QUEDAR SIN OREJAS!
Y, acto seguido, la carta de color rojo vivo se empezó a devorar a si misma hasta dejar pequeños trozos ilegibles que fueron quemándose poco a poco hasta reducirse en cenizas. Yo me quedé apoyado en el suelo, sin saber muy bien que hacer. Miré hacia los lados, algunos estudiantes que pasaban por ahí se habían quedado petrificados observando la escena. Lo oídos me pitaban, las piernas me temblaban y se me había quedado un mal cuerpo…
De repente vi dos sombras rojas, ahora todo tenía sentido.
—¡Fred, George, me la vais a pagar! ¡Ya estoy harto de vuestras bromitas!
—Querido hermano…
—Deberías conocernos ya…
-¡Esta La Guardia!
—Bueno, eso solo si te acuerdas —dijo burlonamente Fred.
—¿Qué?
Aún tenía el cuerpo agarrotado del susto, pero me las iban a pagar, por lo menos esta vez sí. Cogí mi varita y lancé un Jaulío, pero llegó a un pájaro que atravesó el pasillo. Mis queridos hermanos desaparecieron bajo el resonar de un Obliviate y…
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No sabía qué hacía en el suelo del pasillo, me dolía la cabeza, lo último que recordaba era salir de clase y… nada mas. Me levanté cogí mis libros, me pareció oír unas risas en la lejanía, no le di importancia y me dirigí a la sala común de Gryffindor.
