Hola, hola como me encanta el Hitsugaya x Matsumoto he escrito esta historia que me soñé el otro día y que originalmente iba a ser un oneshot pero se pasó de las cuatro mil palabras así que lo dividí en dos así que ahora he aquí el primer capítulo espero que les guste :D.

Disclaimer: Bleach le pertenece a Tite Kubo. Si fuera mío ya hubiera dejado por sentado una hermosa relación amorosa entre un pequeño capitán y su teniente jijijiji.

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Hace algún tiempo en una ciudad que prefiero no mencionar, una niña rubia, de lindos ojos risueños de color azul, llamada Rangiku Matsumoto perdió a sus padres en un accidente, tenía solo siete años cuando sucedió y se encontraba en segundo año del nivel inicial, sus notas no eran malas pero tampoco eran las mejores, ella era una niña normal, que en un día normal se quedó sola, y para los niños sin familia solo había un lugar: el orfanato.

Era un día soleado cuando ella había entrado por unas puertas de madera gastada al lugar en donde pasaría la mayoría de su tiempo o al menos hasta que alguien se ofreciera para cuidar de la muchacha, por orden de un juez se había acordado que Matsumoto seguiría asistiendo a la escuela en la que sus padres la habían inscrito, y aunque ella odiara estudiar sentía un gran alivio de poder seguir con su, por así decirlo; calendario habitual.

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Cuando la niña de ojos azules tenía siete años con seis meses supo lo cruel y doloroso que podía ser vivir sin tener a alguien que la protegiera. Ella espera que los moretones desaparezcan pronto.

Fue en un día de nieve fue cuando lo vio por primera vez, solo era un niño de tres o cuatro años que se había perdido y no sabía cómo llegar a casa, tenía un cabello blanco tan sedoso que ella no se puedo aguantar acariciar, ganándose de parte del niño una mueca de molestia, fue entonces cuando Matsumoto miro los grandes ojos color jade del pequeño y le prometió que ella cuidaría de él. Cuando tomo su pequeña mano se dio cuenta de que estaba muy fría, ¿Cuánto tiempo había pasado el pobre bajo la nieve? ¿Por qué nadie lo había ayudado antes?, los adultos eran demasiado malos.

Después de caminar por varias calles, y después a ver leído la mayoría de los carteles con los nombres de estas, finalmente llegaron a la casa del niño, allí una amable anciana que cuidaba de él lloro de alegría al verlo a salvo, la mujer en verdad lo quería mucho y la niña de cabellos rubios por primera vez sintió envidia de alguien.

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Cuando Rangiku cumplió ocho años había adelgazado alrededor de diez kilos, no porque ella quisiera si no porque desde que había puesto un pie en el lugar, en que supuestamente cuidarían de ella, la comida se había vuelto un lujo que se daba escasamente una o dos veces al día, su cuerpo se sentía pesado al no recibir los nutrientes necesarios y su estado con cada día se acercaba más a la desnutrición.

Fue en su primer día cuando al ver lo que le servían que se había quejado de la comida…desde ese momento, a golpes, ella había aprendido que jamás debería volver a hacerlo. Sus días favoritos se habían convertido los días de la escuela, cuando iba a veces podía comer algunas sobras de las comidas de sus compañeros, es por eso que odiaba los fines de semana y los feriados.

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Cuando la niña rubia, de ojos azules que ya no eran risueños, cumplió nueve años recibió el castigo más grande que jamás había recibido en su cuerpo antes, ese mismo día nublado ella se había escapado con su mochila de escuela y una fresada, camino con dificultad por las calles y cuando sus fuerzas se agotaron se dejó caer en medio del camino, fue entonces cuando un muchacho mucho mayor que ella la encontró, su cabello era de un blanco casi azulado y su piel muy pálida, él le sonrió mientras le hacía una pregunta que no entendió, pero a la que ella le respondió diciéndole que tenía hambre. El muchacho entonces saco de su mochila de trabajo una bolsita de caquis secos y le acerco uno de ellos a la boca, que tuviera hambre era un buen indicio.

En ese día nublado Rangiku había consiguió ser salvada y acogida en un hogar de verdad.

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Cuando Rangiku cumplió diez años se sintió culpable de que Gin Ichimaru tuviera que abandonar su sueño de unirse a la milicia para poder cuidar de ella, el muchacho se esforzaba día a día en su trabajo para que no le faltara nada nunca, la niña de rubia de ojos azules ahora tenía a alguien que cuidaría de que su sonrisa se mantuviera siempre en su rostro.

Fue en un día de tormentoso, que le hacía tener pesadillas, que Gin le había prometido que él siempre estaría para cuidar de ella y que jamás, pero jamás permitiría que algo le sucediera.

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Cuando la linda niña sonriente y soñadora cumplió once años deseaba poder crecer con más rapidez para para poder trabajar y ayudar con los gastos del departamento en la que vivía con su protector Gin, ella ya no quería que él pasara todo el día trabajando, ya no quería verlo llegar de noche agotado… Matsumoto quería que el muchacho de tez pálida fuera feliz y que no sonriera falsamente para calmarla, ella quería que el sonriera de verdad.

En un día justo cuando un arco iris asomo él le regala un precioso pañuelo rosado.

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Cuando cumplió doce años sintió por primera vez las maripositas en su estómago, ella se había enamorado de un muchacho diez años mayor que ella… Gin Ichimaru.

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Cuando la niña que poco a poco se estaba convirtiendo en mujer cumplió trece años, se encontraba cursando el primer año del nivel segundario… sus pechos habían crecido considerablemente y a causa de eso varios rumores desagradables la rodeaban, pero a ella no le importaban, la única opinión que le importaba era la del hombre de cabellos blancos y sonrisa rara con el que vivía. Matsumoto contaba los días para cumplir su sueño; ella algún día sería la novia de Gin Ichimaru y ese día será uno de los mejores de su vida...

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Cuando Rangiku Matsumoto tenía catorce años y se encontraba de vuelta en el departamento después de un aburrido día de escuela; encontró parado frente a una de las fotos del comedor a su adorado protector, se veía tan nostálgico y cansado, él había prometido que se uniría a las fuerzas militares al cumplir la mayoría de edad y él no había podido cumplir aquello por ella…Matsumoto nuevamente se sentía culpable por imponerle a él su presencia.

Fue un día soleado cuando él se marchó camino a la capital para unirse a los militares, la muchacha de ojos azules le sonríe mientras agita su mano en señal de despedida, él le había prometido que volvería.

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Cuando cumplió quince años recibió uno de los mejores regalos de su vida, Gin había pedido sus vacaciones adelantadas para volver a casa y estar con ella. Él Le había obsequiado una bella medalla dorada que la hermosa muchacha había prometido no quitarse nunca.

Era un día nublado cuando ella por primera vez dice que lo ama.

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Cuando se encontraba al inicio de su cuarto año de nivel segundario es cuando Rangiku Matsumoto vio por segunda vez al niño de ojos jades que había encontrado en medio de la nieve, él no había cambiado mucho, ¡si apenas media un metro cuarenta y cinco!... estaba unos treinta centímetros más debajo de ella, pero eso no le importaba en realidad, a ella él en verdad le pareció lindo. El niño es presentado por el profesor como el nuevo compañero de clases; Hitsugaya Toshiro.

Matsumoto descubrió rápidamente que él era un genio y según lo que había logrado sacar de él (después de una larga insistencia de su parte) era que se había saltado tres años de estudios y… ¡y si hubiera querido hubiera podido terminar la segundaria hace mucho!.Matsumoto sospecha que la abuela de él tiene algo que ver con el asunto de que el muchacho no se haya atrevido de saltar más años en la escuela.

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En un día muy caluroso la muchacha de ojos azules es elegida como ayudante del consejo estudiantil y Hitsugaya Toshiro como Kaichou*

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Cuando Rangiku tenía dieciséis años y siete meses Gin Ichimaru le dio su primer beso…

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Cuando La hermosa mujer de pechos grandes y sonrisa deslumbrante se encontraba en la mitad de su cuarto año supo que Hitsugaya Toshiro iba a ser a partir de ese momento una persona fundamental en su vida.

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Cuando se encontraba a finales de cuarto año Matsumoto arrastro a su amigo a dar un paseo por primea vez, ella lo obliga a pagar la comida.

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Fue en un día templado, en el que se encontraban sentados bajo un gran árbol de una plaza cercana, que Hitsugaya le conto que tenía un mal de amores por causa de una niña llamada Momo Hinamori, al parecer él jamás iba a ser correspondido y Matsumoto no pudo evitar darle un abrazo consolador mientras acariciaba sus blancos cabellos, la niña Hinamori era una tonta por no querer al muchacho de hermosos ojos jades.

Matsumoto siempre estaría para consolarlo, ese día Hitsugaya lo supo.

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Cuando Rangiku cumplió diecisiete años Gin no pudo llegar para su cumpleaños a causa de que lo habían trasladado de cuartel, en su lugar ella recibió una carta de parte de él con una foto de en donde se encontraba y la mujer de cabellos rubios sin tardar demasiado le escribió en respuesta y aunque no iba a pasar ese día con él ella sonrió por que Gin Ichimaru se encontraba bien y jamás se olvidaba de ella.

Ese día había visitado a su pequeño Kaichou y lo había obligado a que le hiciera una torta de chocolate, él a regañadientes había aceptado aunque en realidad no sabía cómo se hacía, así que termino pidiéndole ayuda a su abuela para hornear el mejor pastel de cumpleaños que Matsumoto había tenido el honor de probar.

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Cuando la mujer de ojos azules tenia diecisiete años con seis meses tuvo la desagradable experiencia de tener como profesor a un hombre llamado Aizen y que era tan falso como las zapatillas nuevas que se había comprado en la calle para ahorrar dinero, después de todo con un par de accesorios ella era capaz de mejorar las prendas inmejorables, su gran talento y pasión era la moda, ella de seguro en el futuro era la mejor diseñadora.

Ese mismo día Matsumoto se enteró que aquel hombre era del que estaba enamorada momo Hinamori, pobre criatura…en verdad que tenía mal gusto.

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Cuando Rangiku Matsumoto estaba cursando la mitad del quinto año del nivel segundario fue citada a la sala de maestros para hablar con la serpiente con anteojos (así era como amablemente se refería al profesor Aizen). Estaba segura que nada bueno saldría de ello y Hitsugaya Toshiro estaba de acuerdo con ella por lo cual se ofreció a acompañarla, después de todo ambos eran grandes amigos y a pesar de que Matsumoto se la pasaba holgazaneando en vez de ayudarlo con los asuntos del consejo estudiantil, él sabía que ella siempre que la necesitara en verdad estaría ahí para él.

Ese día el pequeño muchacho de ojos jade de un golpe le rompió los lentes y la nariz al profesor pervertido de Aizen que había intentado pasarse de listo con su rubia amiga. Hitsugaya jamás se lo perdonaría.

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Fue un día frio cuando Gin Ichimaru fue citado a la escuela para ser informado del acoso que había recibido su protegida, dos días después el hombre de tez pálida y de una gran altura llego directamente a la escuela y luego de escuchar lo que debía inicio la denuncia formal de los acontecimientos junto a una cabizbaja rubia de ojos azules. Ese mismo día Gin partió de nuevo a la milicia no sin antes dejar entre las manos de la muchacha un teléfono móvil para que lo llamara al cuartel y hacer que le prometiera avisarle si le sucedía cualquier cosa.

Rangiku Matsumoto recibió su segundo beso y un abrazo protector, aunque él se encontrara lejos siempre iba a estar disponible para ella…. Ella lo había sabido desde hace mucho antes.

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Gracias por leer ¿Qué les pareció? ….. Es un poco raro como lo escribí pero me lo imagine de esta forma y simplemente no pude cambiar de idea,de todos modos espero que les guste aunque la primera parte trataba más sobre el amorío entre Gin y Matsumoto.