Disclaimer: El universo y los personajes incluidos en esta historia son propiedad intelectual de The CW (Porque Jason no se los merece, honestamente) y Kass Morgan. Han sido tomados sin animo de lucro, únicamente con el objetivo de traer justicia y paz a un fandom que antes era feliz.
Advertencia: Puede o no incluir spoilers del 3x16. Omisiones de la trama entre 3x08 hasta 3x16 por supuesto. Incluso pueden localizar Personajes un poco fuera de si mismos, he intentado dejarlos lo más canon posible pero por la historia que quiero contar, podrían encontrar ciertos cambios (Si su creador lo hizo, no veo porque yo no)
Narrativa en segunda persona.
"Buen viaje, Wanheda", te ofrecieron un caballo al alba.
Miraste una última vez la punta de la torre, con el fuego ardiendo de forma imparable. Sentiste una pequeña llama encenderse en tu pecho que se abrió paso hasta tu garganta y extenderse hasta tus ojos, el río que surgió entre tus mejillas era demasiado débil para mermar el ardor, pero ayudaba.
"No soy Wanheda, olviden si quiera que existió" exclamaste con la voz descompuesta. Tomaste la rienda del animal y subiste a él con gracia. Titus dispuso dos guardias que velaran por tu seguridad hasta Arkadia, te negaste rotundamente hasta que dijo que es lo que ella había dispuesto. El silencio que atrajo saber cuán preocupada estaba por ti fue una afirmación para él.
La última vez que realizaste este viaje fue a su lado. Fue llevando paz y esperanza. Como una heroína que retorna con justicia para su pueblo.
Ahora regresas sin ninguna. Vuelves sola. Sin honor, sin justicia, sin ella.
Murphy te miraba desde su caballo, tras las heridas en su rostro, aun eras capaz de encontrar una mezcla entre recelo y preocupación en sus ojos. No dijo nada, tan sólo te miraba segundos y seguía marchando tras los guardias. Le agradeciste que no hablara, que no intentara consolarte aun en las solitarias horas que estuvieron confinados en tu habitación. Aun cuando no dejaste de llorar desde que tomaron su frágil cuerpo y lo alejaron de ti.
Una parte de ti necesitaba pensar en el ritual que Titus había practicado tras su muerte, pero otra, posiblemente tu corazón, no podía dejar de sentir rabia y dolor porque él te había arrebatado algo que no sabías que habías encontrado, estabas molesta, con ella. Con Lexa. No le perdonabas que aceptara su muerte con tal facilidad cuanto a ti te costaba tanto.
"La muerte no es el final" la escuchaste decir varias veces. Nunca le creíste, nunca lo viste necesario. Era la comandante de la sangre, la viste luchar contra Roan y salir victoriosa. Era absurdo aceptar que moriría después de verla luchar. Después de descubrir su parte guerrera…
Una nueva lágrima empezó a brotar y la atajaste violentamente en tu mejilla, enjugándola con la misma mano que te había privado de seguir viendo sus ojos.
Los escoltas los dejaron a exactamente ocho kilómetros de Arkadia y se unieron al ejercito de contención esperando las nuevas órdenes del líder grounder. Porque para ti, escuchar la palabra Heda inmediatamente te llevaba a los brazos de Lexa, a su piel, a sus ojos… a sus labios. No te detuviste en pensar en el sucesor, en tu prometido protector, si era Aden o algún otro, no te detuviste en que ese día morirían varios niños para encontrar al más digno, ni que el espíritu de la primera comandante sería implantado al que tuviera éxito.
No te importaba. Quizá tu prioridad era tu gente, llegar y advertirles, hacerlos entrar en razón y corregir los errores que habían estado cometiendo.
Quizá tu misión era no pensar en ella.
"¡Abran las puertas!" gritaron desde el interior.
"Alguien llame a Pike" fue la segunda orden que pudiste escuchar antes de que dos de los guardias te tomaran por ambos brazos y te introdujeran a Arkadia. Sin ninguna clase de resistencia por tu parte. Incluso Murphy te lanzo una mirada de sorpresa al observar cómo te dejabas arrastrar por tu gente.
No elevaste el rostro en ningún momento. Sabías a donde te llevaban, sabías que te harían y, aun así, no sentiste fuerza para exigir o siquiera pedir que te escucharan. No les advertiste del ejercito a quince kilómetros, la orden de ejecución. Por un segundo te permitiste creer que nada te importaba.
El amor es una debilidad.
Sonreíste irónicamente.
"¡Clarke!" la voz de tu madre se interpuso en el amargo vacío de tus pensamientos. Por primera vez sentiste algo que no fuera la llama en tu pecho, por primera vez el espasmo del dolor domino tu cuerpo. Abby se acercó a ti corriendo, su rostro no era otra cosa que preocupación. "¿Estás bien? ¿Qué te han hecho?"
"Lexa está muerta," susurraste en un tono tan bajo que no pudo escucharte. No mientras revisaba cada centímetro de tu cuerpo buscando heridas.
"¿Qué has dicho?" volvió a preguntar.
"Lexa ha muerto," elevaste la voz. Sorprendida de tus propias palabras, la llama te envolvió de nuevo, tirando de tus brazos para que te dejaran libre. "Lexa ha muerto y ahora todo el ejército grounder está rodeando Arkadia… Ya no hay tregua" le dijiste con rabia a Abby.
Sabías que quería preguntarte muchas cosas, lo viste en sus ojos, la preocupación ya no solo era por tu bienestar físico. Sino por el de tu corazón, pero no dejaste que eso te impidiera usar este momento de decisión.
"Ahórrenle el camino hasta la celda, llévenme con Pike" exigiste.
"Clarke, no creo que sea buena idea." Comento Abby, "Habla con Kane, estoy segura de que hay algo que podamos hacer."
"En este momento están decidiendo quien va a reemplazar a Lex… a la comandante, cuando eso suceda su primer llamado será de guerra. Si alguien cruza la línea trazada, va a morir. No hay tiempo, mamá, ya no." Le espetaste. Te miro de una forma en la que casi hace que tu dureza flaqueara, te vio con comprensión.
Había entendido el trasfondo de tus palabras.
"Llévenla con Pike," indico Abby. Siguiéndote desde ahí con la mirada, pero ordenando que llamaran a Kane para que pudiera mediar entre tú y el canciller.
La última vez que te marchaste a Arkadia te preguntaste todo el camino si podrías sentirlo como tu hogar, si los cambios y la gente no transformarían esa percepción y entre más pasos dabas, no podías evitar sentir que tu hogar estaba tan lejos de ahí. Que tu corazón reposaba en el fuego de aquella torre en la capital.
Llamaron la puerta en el cuartel del canciller. Kane no tardo nada en asegurarse de estar a tu lado, sus ojos expresaban empatía por tu causa, pero también melancolía, lo notaste al ver su mandíbula tensa, como si quisiera reprimir algo. La llama volvió a abrazarte desde dentro. Quisiste odiarlo porque no tenía derecho, porque él debió ganar las elecciones, porque con él en el mando el décimo tercer clan seguiría vigente y jamás le habrían dado motivos a Polis para desconfiar de ella. Pero sus ojos, sus ojos no te permitían ofuscarte en esa clase de emociones.
"¿Clarke?" Bellamy abrió la puerta. Parecía sorprendido de encontrarte precisamente a ti, voluntariamente frente a la puerta de Pike, no después de haberlo dejado inconsciente la última vez que estuviste ahí. "¿Dónde está Octavia?"
Lo observaste tres segundos precisos. Descargaste suficiente odio en tu mirada como para hacerlo retroceder y dejarte pasar. "¿Canciller Pike?"
"¿Señorita Griffin? Mi mejor alumna ahora tiene la cortesía de venir a verme, ¿Es que los salvajes se cansaron de tu compañía?"
"La burla no es el producto de una mente fuerte." Respondiste en lugar de saltar encima de él en ese preciso momento y descargar tu ira. "Mi presencia aquí no es coincidencia ni tampoco grata para mí"
"Hable por favor, señorita Griffin. Explique porque una traidora como usted ha vuelto a la cuna de su nacimiento." Contesto Pike, asombrado por tu tono.
"Clarke, ¿Dónde está Octavia?" volvió a preguntar Bellamy, tomándote del brazo.
Tiraste tan violentamente de él, tanto que te hiciste daño. Ni siquiera pudiste mirarlo, no sin querer abofetearlo como muchas veces antes desde que aterrizaron en la Tierra. "Por favor canciller Pike," pediste.
"Blake, retírate hasta que te llame" ordeno Pike. Bellamy aun asombrado por tu actitud, salió de la habitación. Aún quedaban otros integrantes, pero ellos realmente no te molestaban, incluso Monty estaba entre ellos, a la expectativa de tus palabras.
"La comandante ha muerto" declaraste tan rápido como te fue posible, no podrías seguir repitiendo esas palabras mucho más.
"¿Te quitaron la estancia privilegiada?" alguien se burló entre los presentes. Kane tuvo la decencia de defender tu postura al limpiarse la garganta ruidosamente.
"Creo que deberían recordar que no hemos sido atacados gracias a la buena voluntad de la comandante," exclamo.
"Lo dices como si le debiéramos algo a esos salvajes" mascullo Pike.
"No han acabado con nosotros sólo porque ella así lo dispuso, así que si, le debemos algo" rugió Marcus Kane.
"Eso no importa más" suspiraste, no querías ser testigo de su batalla por poder. Estabas exhausta. "Los ejércitos de los 12 clanes están armando un perímetro de contención sobre Arkadia, todo aquel que traspase el limite será asesinado sin contemplación alguna"
"Justo ahora están eligiendo un nuevo comandante, la frágil tregua que nos mantenía a salvo murió con Lexa" Lo miraste con los ojos ardiéndote por las lágrimas que se acumularon en tus ojos.
"Hay una solución…" anunciaste. Tragándote tus emociones para poder continuar, se lo debías.
Pike y el resto se removieron un poco en su sitio. En ningún rostro parecía existir preocupación, sino arrogancia, simple petulancia en cada uno de ellos. Parecía que querían llegar a la parte donde la guerra estallaba para dejar de reprimir la sed de venganza que se albergaba en todos y cada uno de ellos.
"Comparta con nosotros, señorita Griffin" te apremió Pike.
"El último mandato de la comandante fue que, si el décimo tercer clan respetaba la alianza, nos darían la bienvenida nuevamente en Polis" aquella orden le había costado un atentado contra su vida y aun así siguió abogando por toda esta gente. Aquella orden fue su sentencia de muerte.
"Como canciller electo, lamento decirle que mi respuesta es no. Esta tierra es nuestra y vamos a luchar por ella" sus palabras fueron recibidas con vitoreo de todos, salvo de Kane y Monty. Quienes no cabían en su sorpresa.
"La comandante se esforzó mucho para que su pueblo no buscara venganza. Mando un ejército para protegernos de la nación de hielo, ejercito que USTEDES asesinaron bajo el manto de la noche y la cobardía." Gritaste ofuscada. "Murió buscando paz entre los clanes"
Pike dio un par de pasos hasta ti. Quedando demasiado cerca. "Mi más sentido pésame por su perdida, señorita Griffin, pero mi respuesta sigue siendo no"
Le escupiste en la cara sin pensarlo dos veces. Kane te tomo del brazo justo en el momento en que lanzabas un golpe con todas tus fuerzas.
"No, Clarke. No le des lo que quiere," Te sujeto con ambos brazos, controlándote de la mejor manera que pudo mientras te intentabas deshacer de su contención. Las lágrimas empezaron a brotar en algún momento de tu forcejeo.
"Llévensela de aquí" ordeno Pike limpiándose la cara. Monty fue el único que se acercó a ti, "Nosotros tenemos un ataque que planear"
Kane te dejo libre. Por un breve segundo pensaste que lo golpearía, pero sólo se quedó ahí, mirándolo con furia, "No hagas algo que nos cueste a todos la vida" dijo tras unos segundos.
"Mi misión Marcus, es mantenernos con ella" espeto Pike.
Un guardia intento ponerte la mano encima, pero Kane lo atajo en su transcurso. "No te atrevas," y obligo a quitarla de tu camino. Después te acogió entre sus manos y te guio fuera de los cuarteles. Nadie se interpuso en su camino, no eras prioridad ahora que una guerra se asomaba.
"Lo siento mucho, Clarke" te susurro cuando estuvieron lo suficientemente lejos. "Lexa era… ella era única, demasiado visionaria para su propio bien" Asentiste, tras unos ojos nublados por el dolor. "Lo vamos a solucionar Clarke, ellos no van a arrebatarnos su legado"
"¿Qué ha pasado?" pregunto Abby cuando Kane te ayudo a sentar en una de las camillas. Murphy estaba recostado en otra, Jackson parecía estar encargándose de él.
"Pike ha decidido que vayamos a la guerra" contesto Kane abatido. Después la alejo un poco de ti para hablar en voz baja pero no logró evitar que lo escucharas. "No creo que Clarke pueda sernos de ayuda por ahora, sólo basta mirarla"
"Ella ya ha hecho su parte Marcus," dijo Abby volviéndose a ti.
"Lo sé," te echo una mirada preocupada. "Pero alguien debe empezar a informarle a la gente, alguien debe detenerlo antes de que sea demasiado tarde"
Abby asintió y puso su mano sobre su hombro. "Contamos todos contigo," Marcus salió tras escucharla. Tu madre deposito toda su atención sobre ti, "Deberías descansar" acarició tu cabello y seco tus rebeldes lágrimas con sus pulgares. Obligándote a sostenerle la mirada. Intentaste sonreír, pero el amago te dolió en la garganta. "¿Quieres hablar de ello?" pregunto.
¿Querías hablar de ello? ¿Podrías contarle?
Podrías contarle cómo fue que minutos antes de todo le demostraste tu amor en un momento de máxima vulnerabilidad o deberías iniciar por el beso antes de que los dejo en Mount Wheather a morir. Podrías decirle que desapareciste tres meses porque necesitabas exorcizar los demonios que ella dejo tras su partida, que deseaste morir el día que te pusieron de rodillas frente a ella en Polis o pasar a la parte en la que ella no hizo otra cosa más que demostrarte su lealtad. Su amor. Como puso su honor en riesgo por serle fiel a tu gente también, como perdiste la capacidad de respirar cuando Roan casi la alcanzó con la lanza. Contarle como creció su sonrisa en tu corazón la noche que fue a agradecerte por haber ido a respaldarla en su lucha o como te viste cautivada por su decisión de no exigir venganza sobre tu gente cuando asesinaron a su ejército. Ni siquiera podías hallar la fuerza suficiente para dejar de recordar sus últimas palabras, el sabor de su vida correr a través de sus labios.
Nunca le contaste a nadie, era su secreto. Sería siempre tu secreto que la comandante de los 12 clanes, la comandante de la sangre estuvo profundamente enamorada de ti. La comandante de la muerte.
"Su consejero le disparo," lograste articular entre sollozos. Abby ya tenía su brazo rodeándote, decidiste omitir que el disparo iba dirigido a ti, porque no podrías lidiar con el dolor y la culpa juntas, "Porque él creía que el amor la volvía débil, porque quería que llamara al ejercito por venganza"
Murphy resoplo desde su camilla. Él sabía, él las había visto.
"No pude hacer nada por ella, la bala causo demasiado daño" los espasmos entre tus sollozos eran dolorosos, pero necesitabas decirlo, necesitabas que alguien te entendiera.
"Estoy segura de que hiciste lo mejor que pudiste," la miraste a los ojos, ella sólo pudo limpiar tus lágrimas de nuevo. "Sé que lo hiciste"
"Te olvidas decirle que era poseedora de un dispositivo de Inteligencia Artificial, si quieres terminar de contar las cosas…" agrego Murphy.
Lo habías olvidado. El único momento en que te importo fue cuando Titus descubrió su cuello y corto su piel para dejar ver un pequeño artilugio implantado sobre su columna vertebral.
"Titus, el asesino," Murphy se incorporó, harto de mantener una postura pasiva. "Me llevo a una especie de sitio de adoración después de que me capturaron en el bosque," parecía que él también tenía la necesidad de contar lo pasado, "tenía parte de la estación Polaris bajo la ciudad, una capsula de escape y paracaídas, era una especie de altar."
"¿Qué hacías ahí?"
"Durante mi captura tuve la mala suerte de llevar sobre mí una capsula para entrar en la ciudad de la luz. Una especie de píldora que te hace ver a la mujer de rojo" quiso especificar porque sabía que no sabías nada de aquello. Pero ni tú ni Abby le entendían. Un poco más allá Jackson dejo de anotar los signos vitales de otro paciente. "Un pedazo de silicón con un logo empresarial," Abby entrecerró los ojos, creyendo reconocer sobre que hablaba.
"¿Quién te dio eso? "quiso saber.
"Jaha," respondió con enfado.
"¿Algo como esto?" Abby le enseño las llaves que guardaba cuidadosamente bajo su chaqueta. Murphy no necesito detenerse a verlos para decir que sí.
"Háblame de la mujer de rojo," pidió Abby pero no le permitiste a Murphy continuar.
"¿Qué era lo que Titus quería saber?" inquiriste.
"Sobre ti, sobre el arca y, sobre todo, saber de dónde demonios había sacado la capsula" se encogió de hombros. "Entiendo porque quería saber de ti," quiso bromear, "pero no entendí porque quería saber de la píldora. No hasta que vi un mural… hablaba de la destrucción de la tierra y como una mujer- la primera comandante- estaba rodeada de los primeros nightbloods. Si me preguntas, creo que fue la única sobreviviente de la estación 13 que nuestros ancestros destruyeron para mantener el Arca en órbita"
Te habías negado el pensar en aquello, pero lo que decía Murphy era tan absurdo que de no haber visto el dispositivo en el cuello de Lexa, lo habrías ignorado por completo.
"Mi espíritu elegirá al siguiente comandante." Recordaste la vez que ella lo dijo y como Titus protegió el dispositivo tras arrancarlo de ella, negando que se tratase de Inteligencia Artificial y afirmando que era el espíritu de los comandantes.
"La muerte no es el final" Otra oleada de dolor te invadió, pero la reprimiste usando todas tus fuerzas.
"Definitivamente la gente del cielo y los grounders tenemos cosas en común, quién lo diría" añadió Murphy recostándose de nuevo. Habiendo cumplido su misión de no dejarte olvidar de Lexa por ahora.
"¿Te dijo algo más?" preguntaste.
"No, la mayor parte del tiempo fui golpeado, apenas nos dio tiempo para conocernos" respondió con sarcasmo, "pero sé de alguien que puede contestarte algunas preguntas"
"¿Quién?"
"La mujer de rojo, ALIE… pero primero tendrás que hablar con Jaha"
Nota de autor:
Hace unos días fueron lanzados unos spoilers por parte del fandom, estos no han sido confirmados pero me ayudaron a pensar en una teoría (Envienme mensaje, con gusto se las compartiré o busquenme en twitter HedaYES). Escribí este fic por un poco de paz mental y como un paliativo al dolor en mi pecho. Si bien no es regresar a Lexa a la vida, les aseguro que intentaré hacerle justicia a través de mis palabras.
Este capítulo es una pequeña introducción a, lo que para mi, debería ser la última aparición "canon" de Lexa.
Empezamos viendo a Clarke siendo atormentada por los hechos del 3x07 lo que la llevara a conectar con la ciudad de la luz en los siguientes capítulos. Este comportamiento errático del personaje no durara mucho, Clarke es un personaje muy humano y merece tener tiempo para romperse por sus sentimientos pero la veremos resurgir y tomar todo el problema en sus manos. Para aquellos que sientan OoC por ahora.
También veremos venganza sobre personajes que nos han decepcionado en esta temporada.
Si les gusta, por favor dejarmelo saber con un review. Lo continuaré porque el epilogo es lo que más me ilusiona que lean pero unas palabras de apoyo jamás sobran.
