Los personajes de Naruto pertenecen a su creador el genio Masashi Kishimoto :).

Pairing: Naru/Hina, Sasu/Hina.

PRIMER CAPÍTULO: CONFESIÓN

-¡HAKKE KUUSHOU!- Velozmente varias ráfagas de viento comenzaron a formarse por medio de la concentración de chakra emitida por las palmas de Neji, estás aumentaban su tamaño y fuerza conforme se iban acercando a su oponente.

-¡SHUGOHAKKE ROKUJUYON SHO!- Una red de protección se formó cubriendo el cuerpo de Hinata como defensa, la cual le permitía al mismo tiempo acercarse a Neji. Una vez alcanzado su objetivo comenzó a utilizar el Juuken por medio de varios ataques del puño suave contra su primo, conforme aumentaban los ataques la peliazul agilizó sus movimientos, pero Neji pudo esquivar y contrarrestar cada uno de ellos a tiempo, causando daño en el cuerpo de la ojiluna.

Inmediatamente Hinata empezó a emanar una mayor cantidad de chakra y combinado con su Juuken, su chakra y el de Neji comenzaron a sincronizarse, la peliazul aprovecho la oportunidad para ejecutar su Hakke Soushouha, generando un desequilibrio en el chakra de Neji.

Hinata lanzó un golpe final utilizando un ninjutsu de varias patadas hacia el ojiblanco, este retrocedió y debido al desajuste en su chakra recibió de lleno algunas de ellas, Hinata aumentó la fuerza y velocidad de cada uno de sus combos, alternando las patadas con golpes.

-No tengo otra alternativa- Se dijo a si mismo Neji, al mismo tiempo que dio un gran salto hacia atrás y empezó a liberar chakra de su cuerpo pero esta vez en una mayor cantidad, comenzó a girar creando una barrera sobre su cuerpo bloqueando los ataques de Hinata, una vez culminado el punto máximo de su ataque, contraatacó a Hinata con la misma fuerza que esta imprimía en su técnica, haciéndola caer.

Hinata intentó levantarse pero sus piernas se tensaron y comenzaron a fallarle, con más voluntad que fuerza irguió su cuerpo y con un movimiento firme colocó sus brazos en forma de ataque- ¡JUHO SOSIK…-

-Es suficiente- Hiashi gruño con autoridad y dirigió una mirada de aprobación al ojiblanco. – Bien hecho Neji- Lentamente el líder del clan Hyuga se levantó de su asiento y salió del cuarto de entrenamiento.

Hinata cayó de rodillas y apretó con fuerza sus puños contra el suelo.

-Hinata-sama, usted lo ha hecho muy bien, se ha esforzado mucho- Neji tendió su mano hacia su prima para ayudarla a levantarse y la miró dulcemente.

-Arigatou Neji nee-san- La peliazul correspondió el gesto de Neji tomando su mano-. Yo m-me he e-esforzado demasiado y a-al final él ni- ni siquiera m-me ha m-mirado…-

-Estoy seguro que la próxima vez no será así, sus habilidades se han incrementado considerablemente y se ha convertido en uno de los miembros más fuertes del clan- Comentó el ojiblanco con seguridad y determinación-. Será mejor que vaya a descansar Hinata-sama-.

- Me q-quedaré entrenando m-más ti-tiempo nee-san, tú p-puedes a-adelantarte- .Contestó la peliazul.

Neji solo sonrío y desapareció tras la puerta de dojo. Hinata suspiró profundo y comenzó a entrenar nuevamente, relajó sus músculos y con su cuerpo formó varias posiciones de ataque y defensa, mientras su mente empezaba a divagar.

-Hace tanto tiempo que no le veo, bueno…realmente solo han sido algunos días, pero realmente extraño a Naruto-kun, aunque solo sea de lejos…me gusta sentir que está cerca de mí. La peliazul aumentó la fuerza de sus movimientos mientras continuaba su monólogo mental.- Desde que Konoha se encuentra en paz, a los habitantes se les nota más alegres, con más entusiasmo y fuerza que antes, al igual que Naruto-Kun….desde que regresó Sasuke-kun, Naruto-kun esta radiante, él y Sakura-san se la pasan junto a Sasuke-kun, como en los viejos tiempos. Todos juntos con nuestros compañeros, ayudamos a reconstruir nuestra aldea….demo…-Hinata se detuvo en seco- .Demo.. yo no logro sentirme así, no puedo….es decir, me alegra que todos sean felices y que la aldea y las personas que amo se encuentre bien, pero no puedo evitar sentirme así….- .

Una lágrima traicionera se coló por las mejillas de la ojiluna-. Tal vez solo sea que no me he vuelto tan fuerte como me lo he propuesto, tal vez sea que Naruto-kun no me ha vuelto a dirigir la palabra desde aquello, tal vez sea que mi padre no ha logrado aceptarme completamente…a veces siento que por más que me empeño en mejorar las cosas no cambian ni cambiarán. A pesar de lo que dice Neji nee-san de que me he vuelto más fuerte, para mí no es suficiente…aunque intenté cambiarme a mí misma, n n.. n-no puedo…demo….no puedo ni debo rendirme, a pesar de lo que piense mi padre, a pesar de que yo no signifique nada especial para Naruto-kun, llegará el momento en que los dos me aceptarán, por eso debo ser más fuerte- .Reflexionó para sus adentros la ojiperla.

Hinata activó su Byakugan y aumentó su chakra junto con la fuerza de sus ataques, peleando con un contrincante invisible, su otro yo, el débil y sumiso, el mayor rivalal que deseaba vencery así continuó entrenando durante varias horas más. Una vez agotadas todas sus fuerzas, su cuerpo cayó al suelo y su mente la llevo a un sueño profundo.


Era una típica tarde calurosa en la ya muy conocida aldea de la hoja; el entrenamiento del antiguo y renovado equipo 7 había finalizado, los tres miembros del equipo se localizaban en uno de los habituales lugares en donde solían practicar sus técnicas.

-Oye Teme, contéstame lo que te he preguntado-. Dijo con algo de bochorno y desesperación el Uzumaki, al no encontrar la atención deseada del Uchiha.-

-¡TEMEEE!- Gritó el rubio, acompañado por un sonido muy fuerte proveniente de su estómago.

-Déjame en paz Dobe, ya te he dicho que no me importa si vamos a comer ramen o lo que sea, no me importa- Sasuke bufó con molestia al rubio.

-¡MUY BIEN!-Exclamó con fuerza el ojiazul-. ¡A COMER RAMEN SE HA DICHO!

-Oye BAKA-Una voz femenina se escuchó de tras de él.

-¿Qué pasa Sakura-chan?- Respondió con voz melosa el rubio mientras volteaba a ver a su compañera.

-¿PORQUÉ DIABLOS NO ME PREGUNTAS A MI?, ¿QUÉ SOY INVISIBLE O QUÉ?- Se quejó la peli rosa mientras dirigía un golpe certero a la cabeza del Uzumaki.

-Lo lamento Sakura-chan, pensé que el ramen también sería tu primera opción- Se disculpó Naruto mientras se sobaba un enorme chichón que yacía en su cabeza-.

-Pues ya que, pero después de comer vamos a refrescarnos un poco al río- La ojijade dejó salir un suspiro de resignación mientras caminaba en dirección hacia Ichiraku, seguida de Naruto y un cabizbajo Sasuke. -Estos días si que han sido pesados; para empezar el entrenamiento matutino, después tuvimos que ayudar a los aldeanos a reconstruir la aldea y para el colmo participar en la realización del festival de Konoha, ¡Qué lío!, eso sí, sin contar el calor insoportable que hace- Una enorme gota de sudor se dibujaba en la frente de la peli rosa-. Es increíble como Tsunade -sama nos puede asignar tareas como esas, ¡A unos ninjas de nuestras categorías!-.

-Dattebayo Sakura-chan, la vieja sí que se ha extralimitado con nosotros, pero sabes que los aldeanos no pueden solos con la reconstrucción de la aldea, simplemente les tomaría mucho tiempo y en cuanto a lo del festival eso suena bastante emocionante-. El rubio esbozó una gran sonrisa zorruna a su compañera.-Además sabes que el Teme tiene por obligación participar en las labores comunitarias de la aldea, ya sabes….por todo lo ocurrido-.

-Hmp- Fue la única respuesta del Uchiha-.

-Vaya Naruto, tus respuestas cada vez son más maduras y coherentes-. Aseveró sarcásticamente un chico de aspecto despreocupado que apareció rápidamente detrás del Uzumaki.

-Oyee Shikamaru idiota, ¿Desde cuándo se te ha hecho manía venir siguiéndonos?- Rugió el rubio en un tono entre molesto y bromista-.

-Desde que se me da la gana. Eso del festival sí que suena prometedor ¿no creen?, será bastante interesante-. Reiteró Shikamaru al observar un poste con una pancarta promocional que contenía algunas imágenes dibujadas por el mismo Sai, en donde aparecía una caricaturesca Tsunade con sus atributos bastantes exagerados, una botella de sake en la mano derecha y una manta con el logotipo de la aldea de la hoja en la mano izquierda, acompañada de una Shizune que se encontraba a su lado, esbozando una sonrisa medio torcida y otra manta de "bienvenidos"-. Qué diablos estaba pensando Sai cuando dibujo aquello, en serio que nunca entenderé a los artistas – Pensó Shikamaru, mientras caminaba junto al equipo 7 hacia a Ichiraku.

-Vaya vaya, lo dices porque los Sabaku no estarán de visita ¿no es así Shikamaru?, en especial Temari- Interrumpió sus pensamientos con tono burlón la ojijade-.

-Cállate Sakura- .Gruño Nara con un ligero sonrojo.- Por cierto ¿No debería estar Sai con ustedes?-.

-En estos momentos Sai se encuentra en una misión, seguramente estará de regreso antes que comience el festival...…no intentes cambiar el tema Shikamaru-. Puntualizó el Uzumaki, a lo que Shikamaru respondió con sonrojo más notable.

Naruto, Sakura estallaron en carcajadas, mientras Shikamaru solo se dedicó a desviar la vista hacia otro lugar, hasta que sus ojos se encontraron con los del Uchiha, se miraron fijamente por unos segundos y una incómoda tensión comenzó a formarse entre los dos.- Después de todo, era inevitable no retomar confianza tan rápidamente a un desertor de la hoja ¿no?-. Pensó finalmente Nara.


-Oneesan, despierta….oneesan-

-Ha..Hanabi-chan, ¿Qué pasa?- .Contestó con un gran bostezo una Hinata bastante somnolienta, abrió lentamente los ojos y hecho un vistazo rápido a su alrededor, cayendo en cuenta de que se encontraba en su habitación, en su cama específicamente.

-Te has quedado dormida en el dojo y Neji te ha llevado hasta tu cuarto hermana- La más pequeña de la familia Hyuga se dirigió hacia la salida de la habitación.- Si no te apresuras no llegarás a tiempo con tu equipo-. Añadió finalmente la castaña y desapareció del cuarto de la peliazul.

Instintivamente, Hinata miró su enorme y redondo reloj de pared, el cuál contenía en el centro un gato negro sonriente y regordete con un collar morado y un cascabel en el mismo, indicando con sus patas la hora como si fueran las manecillas del reloj; un hermoso obsequio que le hizo su madre a los seis años, justo un año antes de que ella muriera. Afortunadamente, su padre nunca entraba a la habitación de la ojiluna, si no hubiera intentado convencerla de tirarlo a la basura, argumentando que era un objeto demasiado infantil para alguien de su edad.

-¡Las 2:00 p.m. no puede ser!- Exclamó Hinata y de un salto se levantó y salió corriendo a su baño, tomó una ducha rápida de agua helada a causa de que aún se sentía adormilada, se retiró del baño, tomo una toalla y se secó lo más rápido que pudo, corrió a su closet y tomó su atuendo habitual de ninja, desenredo su cabello como pudo y aunque seguía húmedo no tenía tiempo de buscar la secadora y hacer lo suyo.- No hay tiempo- .Se repitió a si misma al mismo tiempo que salió velozmente por su ventana, en dirección al centro de Konoha.

La ojiluna comenzó a saltar de tejado en tejado a máxima velocidad, el viento cálido se estampaba contra su rostro y generaba movimientos ondulantes con su cabello, ocasionándole un escalofrío que le recorrió la espalda; a pesar de que pasaba del medio día el sol parecía estar en su apogeo. Después de varios minutos, pudo divisar el lugar asignado al equipo ocho como zona en reconstrucción, su trabajo consistía en apoyar a los aldeanos de ese lugar para la limpieza de algunos escombros.

-Hey, Hinata-. Saludó amablemente Kiba a la peliazul.- Pensé que no llegarías, de todas formas Shino y yo ya nos encargamos de terminar el trabajo de hoy, si nos apresuramos en dos días habremos terminado por completo.- Expresó el castaño acompañado por un ladrido de su inseparable Akamaru.

-Ki-kiba, Shi..shino Hai- Respondió el saludo entrecortadamente la ojiluna debido a la agitación de su estrepitoso viaje.- Discúlpenme por la tardanza, et-etto yo, no volverá a pasar-.

-No te preocupes Hinata-. Intervino Shino, su apreciado y callado amigo.

-Si no te preocupes Hime, pero para la próxima como recompensa tendrás que hacernos el almuerzo ¿vale?-. Añadió coquetamente el Inuzuka.- Como ya hemos terminado por hoy, ¿Qué les parece si vamos un rato al río?, Akamaru está muy sediento y yo estoy que me muero del calor-.

-Muy buena idea Kiba-kun, vamos- Hinata se adelantó con Akamaru siguiéndola animadamente, los siguieron Kiba y Shino, los cuatro se dirigieron al río más cercano del lugar. Con la caminata la peliazul comenzó a sentirse muy acalorada, sus mejillas estaban ligeramente ruborizadas y a pesar de que ya debía estar acostumbrada causa de sus constantes sonrojos, eso solo le sucedía cuando Naruto estaba cerca o bien cuando se encontraba en una situación incómoda ( Como la entrevista que le hizo Gai –sensei por ejemplo).

Akamaru se apresuró al notar el chasquido del agua contra las piedras cada vez más cerca, el perro corrió y se perdió entre los árboles, un sonriente Kiba lo siguió y Hinata apretó el paso, Shino caminaba pausadamente. A la peliazul seguía impresionándole la capacidad de Aburame para soportar las altas temperaturas con su enorme abrigo. Sus dos compañeros eran realmente sorprendentes y se sentía muy afortunada de tenerlos a su lado, a pesar de sus extraños gustos y costumbres, ellos tenían un gran corazón. Después de la batalla contra Madara y una vez terminada la guerra ninja, sus amigos habían adquirido nuevas destrezas y habilidades en el combate.

También físicamente habían tenido algunos cambios, Kiba estaba más musculoso y bronceado y había crecido algunos centímetros más, mientras que Shino estaba mucho más alto, pero la ojiperla no podía notar muchos cambios en Aburame debido a su ropaje, solo que sus gafas eran más gruesas, mientras que Kiba cambió su atuendo por uno más liviano y fresco.

Repentinamente algo interrumpió los pensamientos de la ojiluna.

-Esa voz…..-

- ¡KIBA, HINATA, AKAMARU, SHINO! ¡Qué agradable sorpresa!- Gritó a los cuatro vientos un ojiazul muy animado, mientras chapoteaba en el agua divertidamente-.

- Oi, Naruto que escándalo, ya sé que te morías por verme, pero no es para tanto- Insinuó burlonamente Inuzuka mientras se acercaba al río y se quitaba la playera, en cuestión de segundos ya se encontraba dentro del río. De lejos se podía vislumbrar a Akamaru, este último bebía desesperadamente el agua dulce y fresca al borde del río.

-Ya quisieras Inuzuka-. Objetó desafiante el rubio.-

- Parece que a todos se les ha ocurrido venir hoy al río-. Manifestó con un tono seco Aburame, mientras se acercaba a la sombra del árbol más cercano-.

-¡Vaya si que ya necesitaba esto!- Kiba metió su cabeza al río, acto seguido la sacó y agitó salvajemente como lo hacían los caninos, salpicando intencionalmente a Naruto-. ¿Y a esos que les pasa?-. Inuzuka condujo su mirada hacía Shikamaru, que yacía dormido debajo de un árbol, casi a lado derecho de donde estaba Aburame, mientras que a la izquierda se encontraba Sasuke Uchiha, sentado bajó la sombra de otro árbol, con su mirada perdida e indiferente de siempre.

-Jajaja, ya sabes que son los raritos de los equipos, no sé qué te sorprende pulgoso-. Naruto esbozó una de sus sonrisas zorrunas a su compañero.- Oye Hinata, ¿Porqué no te nos unes?-.

-Ha..hai!-. Hinata se había quedado estática desde que vio a Naruto, no le había quitado la mirada de encima.- Él realmente se ve bien…-. Pensó la ojiluna, al notar el cabello húmedo de Naruto pegado a su rostro y su torso al descubierto. Al percibir esas imágenes no pudo evitar ruborizarse escandalosamente, su corazón estaba muy acelerado; a pesar de los años, las reacciones que tenía ella con la presencia del rubio eran las mismas, incluso algunas más fuertes que antes.

-Vamos Hinata, siéntate junto a mi- La peli rosada hizo una cordial invitación a su compañera, esta se encontraba sentada a la orilla del río, agitando juguetonamente sus pies dentro del agua.

En dos zancadas Hinata se quito sus zapatos, se acomodó a un costado de Sakura y le dirigió una suave sonrisa como saludo. Metió lentamente sus pies al agua y pudo sentir una sensación refrescante recorrer su cuerpo, al instante agacho la cabeza debido a que no quería que la peli rosa notará su gran sonrojo.

Mientras tanto, Naruto comenzó a manipular su chakra para hacer movimientos muy graciosos con las corrientes de agua, haciendo que esta le rodease en distintas formas, de pronto se detuvo y se puso serio, bastante serio para ser Naruto Uzumaki.

-Acabo de recordar algo….- El rubio colocó su mano sobre su mentón en forma pensativa.

Kiba, Sakura, Hinata y hasta Akamaru guardaron silencio, esperando que el rubio continuara con su historia.

-Hace algunos años, cuando estaba en una misión…. ¡VI A UNA HADA!- Los ojos del rubio se ensancharon de tal manera que parecían dos estrellas brillantes.

Kiba se cayó dentro del agua muy al estilo anime, Akamaru lanzó un ladrido, Hinata sólo soltó una inocente sonrisita y Sakura alzó su puño peligrosamente.

-No puedo creerlo BAKA, ¿Ya vas a empezar otra vez con esa historia?- Chilló una exasperada peli rosa.

-Ya deja que la cuente Sakura, hoy tengo ganas de reírme más-. Terminó la frase un Inuzuka bastante entretenido.

-Si Sakura-chan, ¡Te juró que lo que vi es cierto!- Argumentó muy seguro de sí mismo el Uzumaki.- Bien, pues una noche después de una misión tenía un poco de insomnio, así que me dirigí hacia un lago que estaba muy cerca, cuando la vi.- Naruto respiró profundo.- Ella estaba danzando sobre el agua, ¡si que bailaba bien!, y aunque no pude ver su rostro, su silueta era muy hermosa, pareciese como si el agua y esa hada danzaran juntos, demo…. cuando intenté acercarme más, desapareció.- Finalizó su relato el rubio con cierto dejo de tristeza.- Y eso fue todo.-

.-JAJAJJAJA.- Kiba no podía contener la risa.- Seguro fue uno de tus sueños pervertidos, eso o tantos golpes en las batallas sí que te han dejado secuelas en la cabeza.-

-Te dije que no era buena idea contar ese tipo de historias Naruto, así jamás nadie te tomará en serio y no podrás convertirte en Hokage.- Aseveró muy seria la peli rosa.

- ¡LES DIGO QUE ES VERDAD!, ¿Tú si me crees verdad Hinata?- El Uzumaki dirigió su mirada hacia la ojiluna, la cual estaba roja a más no poder.

Hinata se encontraba en estado de shock, por supuesto que ella sabía que lo que decía el rubio era cierto. Ese día su equipo salió de misión junto a Naruto. Por la noche, cuando creyó que ya todos estaban durmiendo, decidió ir a tomar un baño, pero no contaba con que el Uzumaki seguía despierto y lo peor es que estuvo a punto de descubrirla, por eso decidió esconderse y huir.

-Lo vez Naruto, ni si quiera Hime puede creer todas tus tonterías.- Inuzuka desafío una vez más al rubio.

- Ya verás pulgoso.- Naruto utilizó su chakra para formar grandes olas en el río y con un movimiento de brazos envío la corriente de agua hacía Kiba, este solo pudo intentar escapar, pero ya era demasiado tarde, las olas habían tomado un tamaño descomunal.

Sakura ni si quiera tuvo tiempo para reaccionar, todo estaba sucediendo muy rápidamente. Las olas volcaron por completo al Inuzuka, pero con lo que no contaba Naruto, es que también alcanzarían a la ojiluna y la peli rosa, las cuales quedaron completamente empapadas.

Unas gotas de rocío alcanzaron el rostro de Nara, haciéndolo despertar.- ¡Awww!- .Emitió este un gran bostezo, mientras unas lagrimillas se asomaban por las comisuras de sus ojos.- ¡Que escándalo!, es imposible dormir tranquilamente en esta aldea.- Shikamaru se cubrió el rostro con sus brazos y continuó su siesta.

-¡MENUDO BAKA!- .Rugió Sakura bastante molesta y saltó disparada en dirección al Uzumaki.- AHORA SI ME VAS A CONOCER-. Y emprendió una persecución contra el ojiazul, mientras este solo nadaba de un lado a otro, para así poder librarse de la paliza que le propinaría su compañera de equipo.

Por su parte, Hinata se levantó de su lugar, sus ropas estaban mojadas a más no poder, intentó quitarse la chaqueta pero recordó sus "pequeños-grandes asuntos" y desistió. Su cuerpo no paraba de temblar y sus labios se había tornado de un color grisáceo.

-Etto…¿Kiba-kun t -te en-encuen-en-tras bien-en?-. La peliazul se acercó a su amigo al notar que solo sacaba chorros y chorros de agua por la boca-.

- Si Hime, gracias, ¿pero qué hay de ti?, ¡Estás hecha una sopa!-. Corroboró el Inizuka al observar a su amiga, además se dio cuenta que el tartamudeo de su compañera era más notorio debido al frió que estaba experimentando.

- Y-yo t-tengo m-mu-cho frío, será m-mejor q-que m-me va-vaya a casa, m me despides d-de to-todos por-por favor-. La ojiluna se abrazó a sí misma, giró su cuerpo en dirección a Aburame y desde lejos alzó su mano en forma de despedida, sus ojos siguieron los árboles hasta Nara, el cuál seguía completamente dormido, y después hacia el Uchiha, este último ya no se encontraba ahí.

- Nos vemos mañana Hinata- Inuzuka se dejó caer pesadamente al piso, mientras su amigo Akamaru le lamía la mano cariñosamente.

La ojiluna emprendió su viaje, comenzó a caminar hacia las afueras del bosque para después volver a saltar sobre los tejados rumbo a los territorios de su clan; cuando una manó se posó sobre sus hombros, deteniéndola.

-¿Pensabas irte sin despedirte de mí, Hinata-chan?-. El Uzumaki volteó el cuerpo de Hinata y así los dos quedaron de frente.

-Etto…yo-. La ojiluna se quedó sin palabras nuevamente, con trabajo podía mantenerse consiente considerando la corta distancia existente entre ella y el ojiazul.

-Hinata….desde hace algún tiempo he querido hablar contigo, demo, sinceramente no me había animado, yo tenía muchas cosas que hacer y pensar, la guerra ninja y la pelea contra Madara, simplemente no pude-. Se justificó el rubio, mientras se rascaba la cabeza.-

-N -no t-te p-preocupes Na-naruto-kun, y-yo sé q-que tú tenías co-cosas más importantes q-que ha-hacer-. Murmulló y tartamudeó melancólicamente la ojiluna, mientras su cuerpo seguía temblando de frío; instintivamente esquivo la mirada del Uzumaki.

- Espera aquí Hinata-. Y antes de que la peliazul pudiera reaccionar, Naruto ya estaba de vuelta con su sudadera en la mano. Previamente a la llegada del equipo ocho, el rubio mantuvo su sudadera lejos del río para que no se mojara, ya que en otros descuidos suyos su ropa había terminado muy húmeda y él tenía que resignarse a pasar fríos.

Suavemente Naruto colocó su suéter sobre los hombros de la ojiluna.- Gomenasai Hinata-chan-. El rubio dedico una sonrisa zorruna a su compañera.-Te invito a cenar hoy a Ichiraku, nos vemos a las siete ahí mismo, comeremos un delicioso ramen y después platicaremos con más calma, ¡dattebayo Hinata-chan!-. El Uzumaki se marchó a gran velocidad.

La vista de Hinata comenzó a nublarse, a paso cansado prosiguió con su viaje a casa, por su mente no dejaban de resonar las últimas palabras que le había dedicado el rubio, todo estaba sucediendo muy rápido, distintos sentimientos afloraban en su pecho: confusión, amor, tristeza, soledad, melancolía y todos ellos tenían un mismo nombre: Naruto Uzumaki.

Entró tambaleante a la mansión principal se su clan, evitando contacto alguno con miembros de su familia. Sin mirar a nadie se apresuró, llegando en un santiamén a su habitación. Su rostro estaba enrojecido, un sudor frío recorría su nuca, al mismo tiempo su respiración estaba cada vez más agitada, con sus últimas fuerzas ajustó el reloj a las seis en punto, se dejó caer en su cama y nuevamente se perdió en un sueño profundo.


-Lo de hoy ha estado muy bueno, ¿no crees Sakura-chan?, no recuerdo cuando fue la última vez que nos divertimos así con los demás chicos- . Sentenció Naruto mientras caminaba junto a la peli rosa rumbo a casa.

-No puedo creer que Sasuke se haya marchado sin despedirse-. Musitó con tristeza la peli rosa, ignorando el comentario del rubio.

- Ya conoces al Teme, con mucho esfuerzo y dedicación conseguimos que volviera a la aldea-. Explicó el Uzumaki mientras apretaba los puños. -Me prometí a mí mismo y a él que cuando me convirtiera en Hokage cambiaría las leyes de los clanes, para redimir la memoria de los Uchiha; creí que sólo así podría sanar el corazón del teme, demo….aún está bastante serio, siempre anda solo y casi no habla-. Reconoció Naruto. –Demo, supongo que solo es cuestión de tiempo ¿no?, ¡Kakashi-sensei, tú y yo lograremos que se sienta en casa de nuevo!-. La voz del rubio tomó fuerza al pronunciar estas últimas palabras.

- Tienes razón Naruto-. Comentó la peli rosa.-Sólo espero que Sasuke mejore, eso es todo lo que deseo-.

-Aún amas al Teme…. ¿cierto?-. Pronunció el rubio en un susurro.

-¿Qué cosa?-. La ojijade no alcanzó a escuchar las últimas palabras de su compañero debido a que este utilizó un timbre de voz muy bajo.- ¿Qué te parece si salimos esta noche los tres juntos?-.

-Lo siento Sakura-chan, ya tengo un compromiso, bien, creo que aquí es donde nos separamos ¿no?, ¡nos vemos mañana Sakura-chan!- Exclamó el rubio mientras se alejaba hacia su hogar.

Desde que Sasuke había vuelto, la relación del equipo siete había vuelto a ser más o menos la misma que la de antes, a excepción de que el Uchiha casi no se comunicaba con nadie que no fuera Naruto y a veces Sakura o Kakashi-sensei, además de la Hokage que le llamaba de vez en cuando para asignarle misiones, la vida del último miembro del clan Uchiha era un misterio para el Uzumaki.

Naruto tomó las llaves que se encontraban en su bolsillo y abrió su departamento, un olor fétido se coló por la puerta.- ¡Vaya que debo limpiar más seguido!-. Se dijo a sí mismo el rubio, mientras recogía varias cajas vacías de leche de hacía ya varios días regadas en el piso y en su mesita de centro, aparte de algunas envolturas de diversos tipos de ramen y galletas. Las colocó todas dentro de una bolsa negra de basura y las sacó al bote que estaba fuera de su casa. A continuación tomó la ropa sucia que estaba tirada por todo su cuarto: calcetines, calzoncillos, pantalones y algunas camisetas con el logotipo de la hoja y acomodó las prendas en el cesto de ropa sucia.

Sacudió la colcha de su futón y acomodó las almohadas.- Bien esto es todo por hoy, será mejor que me apresure, Hinata-chan se impacientará si no llego a tiempo-. Especuló el rubio mientras entraba a la ducha. Abrió el agua caliente y la fría al mismo tiempo hasta que alcanzaron un punto medio, se revolvió el cabello con algo de shampoo.

Sin proponérselo empezó a pensar en la ojiluna. Los acontecimientos de la pelea contra Pain destellaban en su mente de forma aleatoria; no podía recordar precisamente lo que había sucedido; desde que perdió el control al creer que Pain había matado a Hinata convirtiéndose así en el Kyubi, todo en él se volvió un caos, lo ocurrido antes de aquello le resultaba bastante confuso.

Te amo Naruto-kun

Eran las únicas palabras de las que el Uzumaki podía hacer memoria.

Abandonó el cuarto de baño, se secó minuciosamente con la toalla y la aventó por ahí, después se tomaría la molestia de recogerla. Abrió su closet y en seguida se puso unos bóxers azul oscuro, un pantalón de pana negro y una cómoda playera de algodón anaranjada con el logotipo del kyubi.

- 6:30 p.m.- Era una hora perfecta. Se marchó de su departamento, tenía tiempo de sobra, así que lentamente caminó por las calles de Konoha en dirección a Ichiraku.

- ¡Hasta que te bañas!- Exclamó un joven adolescente desde la calle contigua a la de donde se encontraba el Uzumaki, este saltó en dirección hacia su amigo y se incorporó a su lado.

- Konohamaru Baka-. Saludó Naruto con un resoplido a su viejo amigo.

- ¿A dónde vas he?, ¿A una cita será?, ¡Así que Sakura-chan por fin ha aceptado tus sentimientos!, deberías aprovechar y enseñarle esta noche el jutsu del amor-. Opinó Konohamaru con voz pervertida.

- No es Sakura-chan, voy a salir con otra chica- Notificó el rubio al empedernido adolescente.

- ¿En serio?, entonces ¿Quién es la afortunada?-. La curiosidad carcomía por dentro al adolescente.

-Hinata-chan-

- ¡SUGOI!, de acuerdo a la lista del top 10 "Beauty&Hot Konoha" elaborada por la élite masculina de la academia ninja, de la cual soy el líder por cierto, cof, cof, ¡Hinata es la número dos después de la vieja Tsunade!, ¡eso indica que eres muy afortunado Naruto!. Sin embargo, parece una chica bastante callada y siempre trae encima bastante ropa, pero le has visto las…- .Sarutobi recibió de lleno un gran golpe en la cabeza por parte de su rubio amigo.

-….que se carga….- el adolescente terminó su oración tirado en el piso.

- Ya se me está haciendo tarde baka, nos vemos luego-. Alegó el Uzumaki con determinación mientras se alejaba rápidamente del lugar.

-E-espera-. Konohamaru se levantó torpemente mientras se sobaba la cabeza.- Ella es una chica muy linda, se bueno con ella-.

Como respuesta Naruto dirigió una sonrisa zorruna a su amigo, utilizando chakra concentrado en sus pies aumentó la velocidad de sus pasos y se perdió entre los techados de las casas de Konoha.


Trr, trr ,trr….trr.

El despertador se había activado. La peliazul colocó su mano sobre el artefacto y lo apagó. Sintió su cuerpo arder de calor, así como el sudor que recorría su frente y su espalda. Se fue levantando pausadamente y se sentó a la orilla de su cama. La ojiluna se miró en el espejo de su tocador, sus mejillas estaban muy rojas y sus ojos lucían algo apagados. Con gran esfuerzo se dirigió a su baño para tomar una ducha, esta vez con agua tibia. –No sé, no sé qué hacer cuando este frente a Naruto-kun, si él me rechaza yo no podré soportarlo y si él me dice que me ama... ¡No!, ¡no puede ser! , estoy cansada de hacerme ilusiones, es mejor que hablemos de frente y definamos nuestros sentimientos, si él no siente nada por mí, me alejaré para siempre, aunque me destroce por dentro… al final…. lo único que deseo, es la felicidad de Naruto-kun.- Hinata mordió su labio inferior al mismo tiempo que sentía una fuerte presión en su pecho, la fiebre no la dejaba analizar con claridad la situación y sus pensamientos la atormentaban de sobre manera.

Una vez que terminó su baño, Hinata se acerco a su armario.- Me preguntó que debo usar para ver a Naruto-kun.- La ojiluna repasó con un vistazo rápido cada uno de sus vestidos, casi todos eran kimonos muy caros y elegantes que Hiashi la obligaba a usar en las reuniones importantes para el clan; los demás vestidos eran muy primaverales. Estaba a punto de darse por vencida, hasta que vio un lindo y sencillo vestido de seda que Hanabi le había regalado hace algunos meses, argumentando que este era adecuado para el cuerpo y el color de piel de la ojiluna.

La prenda era de color azul cielo, con un cinturón blanco atado a la cintura. El vestido le llegaba cinco centímetros arriba de las rodillas, las mangas eran largas y el cuello tenía forma de V. En seguida, la peliazul se lo probó y notó que le quedaba a la perfección, acompaño a su atuendo con unos zapatos blancos sencillos y unas largas medias de encaje blanco que le llegaban arriba de la rodilla. Se colocó un collar de cristal con el símbolo de su clan y finalmente se miró al espejo.-Demasiado elegante para ir a Ichiraku-. Dijo en un suspiró la joven, así que tomó un abrigo muy parecido al habitual que utilizaba en sus misiones como ninja, solo que este era de color blanco, se lo puso y cerró el cierre por completo. Faltaban quince minutos para su reunión con el Uzumaki, escribió una nota rápida hacia su primo indicando que llegaría tarde, la pegó en la entrada de su puerta y saltó por la ventana de su habitación para no causar alboroto y evitar las constantes preguntas de los hyugas del porque de su atuendo o bien diversas interrogantes de hacia a donde se dirigía. Con los nervios de punta y el corazón atravesado en la garganta, la peliazul emprendió su viaje.


Al llegar a Ichiraku, Hinata se sorprendió al ver al rubio esperándola afuera del local.

-¡Hinata-chan, me alegra que estés aquí! , será mejor que entremos lo más pronto posible que me muero de hambre.- Sin darle tiempo de reaccionar el Uzumaki se acercó a Hinata y la tomó de la mano, juntos caminaron hacia el puesto de comida.

- Naruto, ¡Qué gustó verte nuevamente por aquí!, sobre todo si traes compañía-. Teuchi se encontraba sirviendo ramen a otros comensales mientras hablaba con el rubio.- Solo falta que desayunes en este lugar, dime ¿Lo mismo de siempre?-.

- Así es Teuchi-san, apresúrate que mi estómago aclama ramen a gritos-. Naruto tomó asiento y Hinata le siguió, este soltó suavemente la mano de la ojiperla.

-¿Y usted señorita?, ¿Qué es lo que desea comer?- Preguntó de forma muy educada el dueño del local a la peliazul.

- Tonkotsu ramen onegaishimasu-.

En un dos por tres el ramen estaba listo, los dos enormes tazones de ramen despedían un apetitoso aroma a fideo con carne, el vapor que expedían los tazones indicaba que los platillos estaban en su punto.

Ni corto ni perezoso, Naruto devoró sus fideos con gran ahincó; mientras la ojiluna solo se dedicó a mirar su tazón de ramen, la fiebre no había bajado y en esos momentos carecía de apetito.

-¡DELICIOSO!- .Exclamó el Uzumaki.- Hinata-chan ¿No piensas comer tu ramen?-.

-Etto…N-neji nee-san m-me obligó a cenar an-t-tes d-de salir de c-casa y n-no t-tengo hambre,go-gomen Naruto-kun-. Mintió la Hyuga.

-Bien, ¿Puedo ayudarte a terminarte tu ramen Hinata-chan?-. El ojiazul esbozó su típica sonrisa zorruna.

-P-por s-supuesto- Cuando Hinata se dio cuenta, el rubio ya había terminado con su tazón de ramen.

-Muy bien, arigatou Teuchi-san, Hinata-chan y yo nos retiramos.- Uzumaki dejó los yenes necesarios para pagar la cuenta sobre la mesa y salió del local junto a la peliazul.

-Me encanta el ramen Hinata-chan- Naruto se sobó el abdomen indicando que se encontraba totalmente satisfecho. – Oye Hinata, ¿Te sientes bien?, tus mejillas lucen muy rojas, ¿tendrás fiebre?-.

Por primera vez el rubor de la peliazul si se debía a un malestar físico.- N-no N-naruto-kun, e-es s-solo q-que t-tengo m-mucho calor-.

-Entonces deberías quitarte tu abrigo Hinata-chan-.

-E-etto, h-hai-. La ojiperla bajo el cierre de su chamarra y se la quitó, el viento frío de la noche hizo que todo su cuerpo se estremeciera.

-Sígueme Hinata-chan, conozco un lugar muy tranquilo para que podamos platicar-. Invitó el rubio a su compañera, que solo se dedico a seguirlo.

Durante todo el trayecto la peliazul se sintió muy nerviosa y acalorada, mientras que Naruto no paraba de contarle la historia sobre cómo había descubierto ese lugar "secreto". Después de diez minutos se encontraban dentro del bosque. Había dos troncos en forma de asientos, uno en seguida del otro. Hinata y Naruto se sentaron. Un aroma fresco a humedad y madera se percibía el ambiente, el viento soplaba armoniosamente.

-Bien...Pues yo no sé muy bien por dónde empezar Hinata-chan, pero supongo que imaginarás que estamos aquí para hablar de lo ocurrido en mi batalla contra Pain ¿no es así?-.

- S-si N-Naruto-kun-. Por inercia la ojiperla comenzó a jugar con sus dedos.

Naruto aclaro su voz y empezó a hablar serenamente. - Hinata, en esos momentos, realmente tú me sorprendiste demasiado, yo nunca imaginé que fueses capaz de dar tu vida por mí, luchando contra un enemigo tan fuerte y peligroso…Tú… ¡Tú no lo dudaste ni siquiera un momento!-. El rubio se levantó de su lugar estrepitosamente, se agacho a la altura de la ojiperla haciendo que los dos quedaran cara a cara y colocó suavemente las manos sobre los hombros de la peliazul. – Dime Hinata, ¿Realmente me amas?, ¿No fue solo una idea tuya para distraer a Pain?-.

La ojiperla comenzó a sollozar.- N-Naruto-kun…Si esa no fue una demostración de amor, entonces dime tú, ¿Qué lo es?-. Asombrosamente Hinata casi no tartamudeo.-Y-yo sabía que era para mí imposible derrotar a Pain, e-estaba totalmente consiente...Sin embargo, y-yo n-no podía permitir que él te matara, si tu…si tu dejases de existir Naruto-kun mi vida y-ya no sería l-la misma.- Dulces lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de la peliazul.- E-en cualquier m-momento de mi vida, sin dudarlo, y-yo daría todo por t-ti Naruto-kun-.

Los ojos del Uzumaki se abrieron desmesuradamente.

-Y-yo sé que t-tú amas a Sakura, lo s-supe desde siempre…Demo...Demo y-yo q-quería luchar por tu amor Naruto-kun…A-a pesar de eso, yo n-no lo conseguí-. Las gruesas lágrimas de Hinata adornaban sus mejillas sonrojadas.- Ahora m-mi u-único d-deseo es que t-tú seas feliz N-Naruto-kun, a-aunque n-no sea conmigo-. La peliazul agachó su rostro y lo cubrió con sus manos.

Automáticamente, Naruto extendió sus brazos y dócilmente atrajo hacia su pecho a la ojiluna, envolviéndola en un tierno abrazo.

La ojiperla pudo escuchar el suave y estrepitoso palpitar del corazón de Naruto, sintió la calidez y fuerza de sus brazos y respiró el dulce aroma que emitía el cuerpo del rubio.

Desearía quedarme así por siempre….entre sus brazos.

-Yo no sabía….realmente no sabía que así era como te sentías Hinata, desde aquél día, todo fue tan confuso para mí, estaba tan ensimismado con salvar a Sasuke, con vencer a Madara, ser un héroe para la aldea y convertirme en Hokage….No tengo perdón Hinata-chan-. Con voz ronca pronunció en un murmulló el rubio al oído de Hinata. – Cuando me transforme en kyubi, olvidé sin querer algunos de los sucesos que sucedieron antes de mi batalla con Pain, sé que no es una justificación, pero las únicas palabras que resonaban, las únicas imágenes que aparecían en mi mente eran las tuyas diciéndome te amo…simplemente no podía creerlo Hinata-. Naruto abrazó con más fuerza a la ojiperla-. Perdóname, añadió finalmente.

-N-no te p-preocupes N-Naruto-kun-. Hinata correspondió el abrazo de Naruto, rodeó con sus brazos el abdomen del Uzumaki. El ojiazul había olvidado la última vez que recibió un abrazo tan cariñoso y dulce, se dejó llevar.

Estuvieron abrazados así durante varios minutos hasta que a lo lejos se escuchó el crujir de una rama, ágilmente los dos ninjas se separaron y se pusieron en alerta, guardaron silencio y esperaron.

-Debió ser algún animal o algo por el estilo.- Musitó con molestia el rubio.

-H-hai, e-etto, Naruto-kun s-será mejor que m-me vaya a c-casa, es t-tarde y si n-no vuelvo pronto todos c-comenzaran a preocuparse-.

El rubio volteo en dirección a la ojiperla y la miró fijamente.- Hinata, es verdad que aún siento cosas por Sakura-chan, yo siempre la voy a querer, ella es muy importante para mí...Pero Sakura-chan ama a Sasuke y sé que es cuestión de tiempo para que el teme se dé cuenta de todo lo que Sakura-chan siente por él y reconozca sus sentimientos, ellos son mis amigos y quiero verlos felices...así como tú también deseas que yo sea feliz. Los sentimientos de Hinata-chan son muy puros y yo si me puedo imaginar a lado de Hinata-chan, si tan solo ella y yo pudiésemos tratarnos más las cosas serían más sencillas-. El Uzumaki esbozó una sonrisa zorruna-. ¿Qué opinas de eso Hinata-chan?, ¿Qué te parece si mañana almorzamos juntos después de ayudar a reconstruir los hogares de los aldeanos?-.

El corazón de la peliazul palpitaba muy fuerte.- M-me encantaría Naruto-kun-.

-¡PERFECTO!- Añadió el Uzumaki.- ¿Quieres que te acompañe a tu casa Hinata-chan?-.

-A-arigatou Naruto-kun, demo…Si alguien del clan n-nos ve l-llegar juntos pensarán c-cosas e-extrañas-.

-¿Estás segura Hinata-chan?, es algo tarde, además luces algo cansada, podría sucederte algo-. Expresó con preocupación el ojiazul.

- R-recuerda que soy una ninja N-Naruto-kun-.

- Y una ninja muy fuerte-. Corroboró el Uzumaki.- Entonces nos vemos mañana Hinata-chan, ¡dattebayo!

- ¡H-hai!, Hasta m-mañana N-Naruto-kun-. La peliazul se giró en dirección hacia donde estaba su hogar, volteó su rostro y miró de reojo al Uzumaki, en seguida se marcho.

Esta última acción de la ojiperla impacto al rubio, la imagen de Hinata mirándolo de perfil con el bosque de paisaje le hizo recordar.- Sus ojos como dos grandes lunas, su piel de porcelana, las mejillas sonrojadas, el largo y oscuro cabello que le llegaba a la cintura, todo ello en conjunto con su sencillo vestido azul.- Hoy Hinata-chan lucía más bonita que nunca y ahora que lo pienso, ¡se parece tanto a la Hada que vi en el bosque!-. El rubio sintió como si algo se revolviera en su estómago.- ¡Vaya, parece que necesito un poco más de ramen! Supuso ingenuamente el Uzumaki.

Antes de marcharse Naruto se dio cuenta de que Hinata había olvidado su abrigo junto al tronco donde estaba sentada, lo tomó, sonrío y salió rumbo a su departamento.

Hinata-chan también es muy importante para mí.


En cuestión de minutos, una torrencial lluvia estaba azotando toda Konoha, a duras penas y con pasos muy torpes Hinata brincaba de tejado en tejado, sus piernas le temblaban y todo su cuerpo se estremecía al contacto del agua; cuando está se percató que había olvidado su abrigo en el bosque ya era muy tarde.

-No podré resistir más-. La ojiluna concluyó que era mejor que buscará un refugio momentáneo ya que sentía que en cualquier momento iba a desmayarse por la fiebre y el cansancio.

A unos metros de distancia, vislumbró un negocio que poseía un toldo muy ancho, una parte del mismo sobresalía bastante, lo suficiente para que ella pudiera cubrirse de la lluvia.- Eso me puede ayudar-. La ojiluna aterrizó toscamente en el piso de aquél local, cayó de rodillas y comenzó a respirar agitadamente, de sus largos cabellos escurría una abundante cantidad de agua.

-Hmp- La ojiperla escuchó un quejido que provenía de su lado y movió sus ojos en dirección al sonido emitido.

-S-Sa-Sasuke-kun…-. Pronunció la peliazul. Ni si quiera se había percatado de que el azabache había elegido el mismo lugar para refugiarse debido a que desde las alturas solo se avistaba el techo del toldo, no lo que estaba debajo de él. Al parecer el Uchiha estaba levemente mojado, de sus cabellos negros se deslizaban tenues gotas de agua.

Hinata se sentó sobre el pavimento, acercó sus rodillas a su pecho y con sus brazos las atrajo hacia ella, pretendiendo darse un poco de calor.

El Uchiha permanecía en completo silencio desde la llegada de la peliazul.

-E-Es m-muy r-raro q-que llueva e-en e-estas e-pocas- Rompió el hielo Hinata tratando de distraerse un poco, su cuerpo no dejaba de temblar de frío.

El Uchiha simplemente hizo caso omiso al comentario de la peliazul. Pasaron alrededor de quince minutos en silencio esperando a que la lluvia cesara, pero por el contrario parecía que cada vez caía más estridentemente.

-Todo indica que seguirá lloviendo de esta manera por algunas horas más-. Afirmó secamente el Uchiha al mismo tiempo que se alejaba del sitio dejando sola a la ojiperla.

Lo que decía Sasuke era verdad, la lluvia no dejaría de caer, además si no se iba en ese momento tardaría más tiempo en llegar a casa; lo último que necesitaba eran los gritos de Hiashi reclamándole su demora. La ojiperla junto toda la energía que le quedaba y se levanto, dio algunos pasos y brinco hacia el tejado que estaba frente a su refugio. Al instante, su vista se nublo completamente y cayó inconsciente.

Unos brazos fornidos detuvieron su caída. El Uchiha estaba consciente del estado de salud de la Hyuga desde el instante en que la vio aterrizar en su "refugio", sabía que ella no podría llegar muy lejos con su cuerpo tan debilitado y la fiebre que esta presentaba. Una serie de ideas llenaron su mente. Solo con mirar los ojos de la peliazul el azabache distinguió que era portadora del byakugan, asimismo él conocía el origen de la joven desde que estudiaba en la academia debido a que para él era importante conocer las habilidades de sus compañeros, sin mencionar que el clan Hyuga era el más destacado de la aldea. Con pesadumbre, dedujo que podría llevarla hasta la residencia Hyuga, aunque eso ameritaría encontrarse con el clan de los ojiblancos y darles una buena explicación sobre porque su heredera se encontraba en tan deplorable estado, lo cual ni si quiera él sabía con exactitud.

La otra opción consistía en ir con la Hokage y entregársela a ella, tal pensamiento hizo que se le revolviera el estómago. Si algo no le agradaba al Uchiha era la presencia de Tsunade y entablar una conversación con la rubia era un tormento para el azabache, después de todo el era un antiguo traidor de la aldea y recuperar la confianza de la Hokage era algo muy difícil, que por cierto para él ni valía la pena; consecuentemente, siempre que podía trataba de evitar un encuentro con ella.

Y evidentemente no es que le importara la Hyuga, más sin embargo, si la dejaba ahí tirada y al otro día ella despertaba y le contaba a todos que el Uchiha la dejó sola y enferma, la aldea entera lo trataría peor que ahora y durante meses las personas hablarían constantemente de él y le molestarían con sus comentarios, cuando lo único que el azabache deseaba era estar solo y en paz.

Para rematar, si su intuición no le fallaba, probablemente ellos estarían tras la Hyuga e intentarían matarla, aunque Sasuke llegó a sospechar que quizá las presencias que él percibía era pura paranoia suya. Si eso ocurría, todos irían sobre el Uchiha y esta vez ni aunque el rubio interviniese tendría salvación. Aunque esto último realmente no le interesaba, actualmente todo carecía de valor para el azabache.

Por consiguiente, solo le quedaba una alternativa.- ¡Kuso!….Lo único que quiero es que todos me dejen en paz…. ¡Qué mujer más problemática!- Pensó Sasuke al mismo tiempo que se dirigía hacia su departamento con la ojiperla entre sus brazos.


Comentarios de la autor:

Este es mi primer fic, espero que sea de su agrado :D.

A mí me gusta leer mucho las historias que se publican de Naruto, pero al momento de pasar de lector a autor todo se complica mucho. A veces pensamos que es fácil esto de redactar, pero dar a conocer una idea es bastante complicado :S además de que lo más importante es que el lector entienda y se divierta con el fic.

Espero sus reviews, acepto críticas CONSTRUCTIVAS y pues como ya había dicho, es mi primer historia así que no sean muy duros.

Sobre el pairing, la primera parte será en su mayoría NaruHina y después SasuHina. Como es un triángulo amoroso ambas parejas tendrán su debida importancia. Y como nota, no soy anti Sakura ni nada por el estilo, aunque está claro que la pelirosa no tendrá un papel tan relevante en el fic.

SALUDITOS A TODOS!.

NYU02