Hola! Espero que les guste mi fic!! dejen RR y los primeros 3 capitulos son una introduccion acerca de la vida de los demas personajes y tambien de Ginny y Draco.
Besos, D.
Capítulo 1
Ya habían pasado cinco años desde que había terminado de estudiar en Hogwarts, cuatro años de la derrota de Lord Voldemort. Había vivido tres de esos cuatro años completamente feliz, llena de dicha, pero un día todo cambio, ella no entendió el porqué, ni cómo ni cuando, simplemente sucedió y le destrozo el corazón.
Ese día muy temprano, salio de su hogar, la Madriguera, esperando que nadie la observara irse, no quería dar explicaciones, ni ver a su madre llorar. Simplemente quería desaparecer. Uso la red de polvos Flu para aparecer cerca del lugar a donde debía ir.
Subió al tren del cual ya había comprado el ticket días antes, se ubico en uno de los vagones que se encontraban al último y estaban vacíos, se sentó cerca de la ventana.
Todo estaba cubierto de nieve en la ciudad, todo frío y desolado, era de esperarse en invierno que muy poca gente salga de sus casas tan temprano, salvo para ir a sus trabajos, y aun con eso, los magos utilizan la red o simplemente se aparecen, pero ella se encontraba en una estación de trenes muggles, con lo cual si vio pocas personas tapándose por el frío que hacia.
El tren ya empezaba a moverse, a ponerse en marcha, no ingreso otra persona a su vagón, tal vez era por el horario de salida del tren. Apoyando su barbilla en su mano, se quedo mirando el paisaje, aun cuando era un paisaje frío, desolado en cierto aspecto, se sentía tranquila. Una lágrima rodó por su mejilla.
A partir de hoy, todo cambiará – se dijo para sí misma, limpiándose con el puño de su camiseta – Ya no vas a sufrir más, no llorarás más por él. Todo comenzará de nuevo.
Mientras ella se repetía mentalmente estas últimas palabras, se iba quedando dormida, dejando atrás la ciudad que tanto sufrimiento le causo en ese último año.
Al mismo tiempo que ella se quedaba dormida en el tren, una familia numerosa empezaba su día. En la madriguera ya escuchabas los primeros ruidos del día, todos muy alborotados, más aun la señora Weasley, quien iba de una habitación a otra.
¡Ronald Weasley, baja de una vez! – Gritó la señora Weasley, mientras caminaba en dirección a la cocina – Hermione, querida – dijo mientras se acercaba y le daba un beso en la mejilla - ¿Cómo te encuentras hoy?
Mejor ahora, gracias – Dijo Hermione sonriendo.
Los primeros meses son fatales, pero ya te vas a sentir mejor – dijo dulcemente la señora Weasley, mientras acariciaba el vientre ya pronunciado – y ese hijo que tengo que de seguro todavía duerme, mientras tú estas aquí. ¡Ya me va a escuchar cuando lo encuentre!
No, salió muy temprano – dijo mientras se ruborizaba – fue a buscarme algo para comer – esto último lo dijo casi en un susurro.
Menos mal, menos mal – dijo la señora Weasley sonriente – es lo menos que podía esperar de él.
En vez señora – dijo Hermione algo preocupada – estaba buscando a Ginny, más no la encuentro por ningún lado.
Yo también la estuve buscando mientras bajaba camino a la cocina – dijo mirando hacia las escaleras – tal vez salio al jardín, tu sabes como esta estos días, quiere estar sola.
Por eso la buscaba – dijo Hermione cambiando un poco de semblante – para que no este sola.
Bueno hija, esperemos mejor a que regrese – dijo mientras empujaba suavemente a Hermione a la cocina – y hazme compañía mientras preparo el desayuno y tú esperas a mi hijo.
Cuando ambas llegaban a la cocina, se encontraron con los gemelos, quienes estaban somnolientos.
Fred, George ¡Cuidado! – dijo la señora Weasley viendo como sus hijos se estaban quedando dormidos sobre sus tazas de café respectivamente – se van a quemar si siguen así de distraídos.
De verdad, tengan más cuidado – dijo Hermione sentándose en frente de ellos.
Pobre nuestro pequeño Ronny – dijo Fred mirando desconsolado a George.
Si, pobre de él – dijo George mientras Hermione los miraba sin entender lo que decían – y pobre de él pequeño que viene en camino.
Hermione se ha convertido en una replica de nuestra madre – dijo Fred.
¡Auch! – dijeron ambos cuando recibían un golpe por parte de su madre en la cabeza.
No hablan a si de su madre – dijo la señora Weasley – yo que los críe con tanto amor. Querida, toma un poco de leche, mientras esperas a que vuelva Ronald.
¿A dónde fue el pequeño Ronny tan temprano? – dijeron Fred y George en tono de burla y curiosidad.
Fue a buscarle a Hermione algo para comer – dijo la señora Weasley mientras volvía a sus quehaceres y Hermione se ruborizaba.
Los antojos – dijeron ambos – que peor mal que ese.
Dejen de decir tonterías – dijo la señora Weasley mirándolos amenazadoramente – en vez díganme si han visto a Ginny por ahí. Ya es algo tarde y no la he visto.
No, no la hemos visto desde ayer – dijo George – pero madre, no crees que ella también tiene el derecho como todo ser humano normal de dormir hasta la hora que se le de la gana.
Si madre, déjala ser libre – dijo Fred, mientras le daba un pequeño sorbo a su café – además, ya esta algo grandecita para perderse dentro o fuera de la casa, ya aparecerá.
Simplemente me preocupa – dijo la madre preocupada – no ha estado comiendo bien, ni descansa bien.
Es verdad – dijo Hermione dejando su taza de leche en la mesa – ha estado muy decaída estos días.
Ya aparecerá no se preocupen – dijeron los gemelos, después le dieron un sorbo a sus cafés.
Hijos¿dónde están Johanna, Nerea, Sebastián y Mark? – dijo la señora Weasley preguntando por los hijos de los gemelos.
Johanna y Nerea están afuera – dijo Fred.
Sebastián y Mark también están afuera dijo George mirando su taza de café.
¿Haciendo qué?, si se puede saber – dijo la señora Weasley volteando a mirar a sus hijos.
Probando cosas – dijeron ambos a la vez.
¡Fred y George Weasley! Vayan a buscar a sus hijos – dijo la señora Weasley elevando el tono de voz – esas cosas no son nada seguras.
¡Pero Madre¡Tenemos Frío! – dijeron los dos a la vez mirándola, haciendo un puchero.
Mamá tranquila, ellos están bien – dijo Ron mientras entraba a la Madriguera – sólo que a Crookshanks le han puesto dos colas y esta morado.
Pobre Crookshanks, debo ir a verlo – dijo Hermione mientras se levantaba de su sitio.
Tranquila, Hermi – dijo Fred sonriente.
El efecto se quita en un par de horas – dijo George sonriente.
Toma Hermione tu pastel – dijo Ron mientras le alcanzaba una cajita que contenía el pastel de Hermione.
Gracias, amor – dijo ella, mientras le plantaba un beso en la mejilla a su esposo.
¡Oh! Que tierno el pequeño Ronny – dijeron los gemelos burlonamente - ¿Tiene frío nuestro pequeñín?
¡Ustedes dos, dejen en paz a su hermano! – dijo la señora Weasley – Muy bien Ronald, así debes de tratar a tu esposa – dijo mientras abrazaba a su hijo - ¿Quieres que te sirva una taza de café?
No madre – dijo Ron ruborizado por los comentarios de sus hermanos – me voy a dormir¿todo bien Hermione? – dijo mirando cariñosamente a su esposa.
Si, gracias – dijo dándole un beso en la punta de la nariz – luego te voy a buscar¿te parece?
Esta bien – dijo Ron dirigiéndose a las escaleras – solo demórate unas diez horas si vas a despertarme.
¡Ronald Weasley! – dijo la señora Weasley colocando sus manos en ambos lados de la cintura - ¡No trates así a tu esposa!
Pero Ron, ya no escucho el último comentario de su madre. En ese momento todos escucharon un pequeño estallido fuera de la casa, todos voltearon a mirar quien entraba en ese momento.
Todo está bien – dijo el señor Weasley, quien tenía la cara manchada – solo me jugaron una broma los pequeños.
¡Arthur, que te ha pasado! – dijo la señora Weasley mientras se dirigía hacia su esposo tocándole cuidadosamente la cara.
Nada, solo que Nerea junto con los demás nos dieron una pequeña sorpresa – dijo el señor Weasley.
¿Quiénes más¿Ginny también esta afuera? – dijo la señora Weasley.
No, Ginny no estaba afuera – dijo el señor Weasley mientras se sentaba en una de las sillas – Afuera siguen Angelina y Katherine.
¡Fred y George salgan ahora misma a resolver este asunto! – dijo la señora Weasley furiosa - ¡Pobre de sus mujeres!
Ya salimos – dijeron ambos, después le dieron el último sorbo a su café.
Salieron corriendo antes de ser víctimas de la furia de su madre. La señora Weasley limpiaba cuidadosamente la cara de su esposo, mientras Hermione comía concentradamente lo que Ron le había traído. Luego de un par de minutos, entraron en la casa los hijos de los gemelos corriendo en dirección a la sala, las esposas de ellos, quienes entraron muy enojadas y los gemelos al final callados.
Luego de que Fred cerró la puerta de la madriguera y se sentó, tocaron el timbre.
Acaso no se puede pedir un poco de paz en esta casa – dijo Fred cansado, ya que él estaba cerca de la puerta y tendría que levantarse e ir a abrirla.
¡Quién pide paz¡Increíble! – soltó la señora Weasley moviendo la cabeza y alzando los brazos.
Madre no te enojes más, ya voy a abrir la puerta – dijo Fred yendo a abrir la puerta.
Buenos días familia – dijo Bill quien recién llegaba a la casa, estaba cargando al menor de sus hijos, quien dormía placidamente.
Buenos días Bill, bienvenido – dijo Bill esperando a que su esposa pasará primero.
Hola Fleur¿cómo estás? – dijo Fred sonriendo.
Si e egstado muyg bien – dijo Fleur entrando en la casa y yendo a abrazar a la señora Weasley.
¡Tío Fred! – dijo una pequeñita que saltaba a los brazos de su tío.
Sophia¿Cómo esta mi sobrinita? – dijo Fred sonriendo ampliamente y haciéndole cosquillas a Sophia.
Muy bien – dijo dándole un beso a su tío, quien luego la baja al suelo - ¡Tío George!
Increíble, yo no entiendo porqué los admira tanto – soltó Bill, viendo como su pequeña hija iba corriendo a los brazos de su tío.
Si somos adorable, tú lo sabes – dijo Fred sonriendo y acariciando la cabeza del pequeñín que Bill tenia en brazos.
¡Si lo sabré yo! – dijo mofándose Bill, entrando y cerrando la puerta - ¿Qué le paso a papá?
Oh¿a papá? – dijo Fred volteando a ver a su padre – nada, un pequeño accidente, tu sabes.
Ya lo sospechaba – dijo Bill moviendo la cabeza – solo te advierto una cosa Fred – dijo apuntándole con el dedo a Fred – no le des ninguno de tus artefactos a Sophia, Fleur se altera mucho con ese tipo de travesuras.
¡No lo puedo creer! – dijo Fred – mi propio hermano me amenaza – dijo dramático.
Sólo advierto – dijo Bill.
En eso escucharon un sonido que provenía de la sala, donde se encontraba la chimenea.
Ya llego Charlie – dijo la señora Weasley – ahora solo falta Ginny, voy a revisar otra vez su cuarto.
La acompaño – dijo Hermione luego de saludar a Sophia.
La señora Weasley y Hermione subieron las escaleras y se dirigieron al dormitorio de Ginny, este se encontraba algo desordenado, típico de Ginny pensaron ambas. La buscaron en el baño, luego se asomaron por la ventana, esperando que ella se encontrara por los alrededores de la casa, pero no era así, para su desilusión. En eso Hermione observa un pequeño pedazo de papel sobre la cama. Se acerco para poder leerlo.
Señora Weasley – dijo Hermione tomando el papel en sus manos – esto creo que dejo Ginny para usted.
A ver – dijo la señora Weasley tomando el papel en sus manos, luego de un rato se llevo una mano a la boca.
¿Qué dice? – dijo Hermione preocupada de ver la reacción de Molly Weasley.
Se fue – dijo la señora Weasley sentándose en la cama – toma – dijo extendiéndole el papel a Hermione, y tapándose la cara.
No dice a dónde – dijo Hermione mientras seguía leyendo.
No – dijo sollozando la señora Weasley – Tampoco quiere que la busquemos.
Pero dice que cuando se sienta mejor nos escribirá – dijo Hermione tratando de consolarla – no se preocupe, ella volverá. Además estaba sufriendo mucho.
Lo sé – dijo la señora Weasley limpiándose las lágrimas – solo espero que pueda sola, ha estado tan triste todo este tiempo. No entiendo por qué se separaron.
Yo tampoco – dijo Hermione agachando la cabeza – solo hay que esperar que pueda comenzar de nuevo y que vuelva a sonreír y ser la misma de siempre – dijo mientras le corría una lágrima por la mejilla.
Bueno – dijo la señora Weasley limpiándose la cara y levantándose – hay que bajar y decirles a todos que le salio un viaje imprevisto a Ginny y no va a estar con nosotros por un buen tiempo.
Si, es lo mejor – dijo mientras se limpiaba el rostro – sólo hay que esperar a que nos escriba.
Si, es mejor no buscarla si ella lo desea – dijo la señora todavía triste – mejor bajemos de una vez.
Y de este modo, la señora Weasley y Hermione bajaron las escaleras para encontrarse con toda la familia reunida en la sala, riéndose y hablando. Ron somnoliento apoyado en una de las paredes de la casa. Fred y George jugando con todos los pequeños, mientras que Bill los observaba atentamente. Charlie y el señor Weasley debatiendo de alguno de los temas que tanto les interesaba a los dos.
- ¿Ya va a bajar Ginny? – dijo Charlie volteando a observar a su madre y a Hermione entrando en la sala.
- Me temo que ella no va a estar con nosotros esta Navidad – dijo la señora Weasley bajando la cabeza un poco, ya que todos los miembros de la familia voltearon a verla.
¿Cómo? – dijo Ron, quien al escuchar esto dejo de lado su sueño.
Si – dijo Hermione mirándolos – le surgió un asunto que no podía retrasar más y decidió viajar.
¿Saben a dónde? – dijo Bill mirando a su madre, quien todavía mantenía la cabeza gacha, para él sospechosamente.
Si, claro que lo sabemos – dijo Hermione rápidamente - ¿Para qué desean saber?
Para escribirle a nuestra hermana Hermione – dijo Bill mirando fijamente a ambas mujeres.
¡Oh! Bueno – dijo Hermione tratando de inventar algo en ese momento – la verdad no sabe todavía donde se va a hospedar, pero me lo va a enviar vía lechuza ni bien lo sepa – dijo mirando de vuelta a Bill – porque… no… mejor me dan sus cartas a mi y cuando me lo confirme yo se las envío.
Está bien – dijeron los gemelos quienes también observaban a su madre.
Vayamos a comer de una vez por todas – dijo Ron.
Ron, no era que tenias mucho sueño – dijo Hermione mirándolo.
Si, pero ya se me abrió el apetito y quiero comer de una vez – dijo Ron emprendiendo camino al comedor.
Si – dijo la señora Weasley levantando la vista – vayamos todos a comer de una vez.
La familia de este modo empezó con su festín, el señor Weasley contando acerca de un nuevo aparato muggle, los gemelos bromeando con sus esposas. Ron devorando todo lo que encontraba en su camino. Esta típica escena familiar fue interrumpida por el sonar del timbre.
