Después de todo ese malentendido que se dio, Higuchi la llamó, diciendo que aquello era urgente. Como subordinada, fue a ella, lista para acatar la orden que Ichiyo le pudiese dar.
Pero al escuchar su mandato, no pudo evitar sentirse escéptica, aunque esto no lo demostró en el exterior. ¿Hermana? ¿Qué ella la llamase "hermana"? ¿Qué estaba queriendo decirle?
Higuchi la miró, seria. Pero… ¿Cómo ella podía tomarse esa orden en serio?
No le quedó de otra más que asentir, para luego retirarse del lugar. Aunque seguía preguntándose el porqué.
Aunque, menos, tal vez años más tarde, pudo comprender el porqué.
