Este fic participa en el "Reto de parejas Crack" de la Aldea oculta entre las Hojas

Disclaimer: Naruto no me pertenece, Naruto es propiedad de Kishimoto

Oneshot/CAPITULO UNICO


La Diosa y el Fanático

No tengo idea como fue que los convencí, pero lo hice…

Tras leer el reporte de la muerte de Asuma, del hombre... mejor dicho, del monstruo que terminó con la vida de Asuma-san, vi las posibilidades médicas: Sí estudiábamos su cuerpo quizás podrías desentrañar sus habilidades curativas. No es que quisiera que las personas en Konoha perdieran la cabeza y siguieran viva, no quería convertir a los habitantes de mi aldea en zombies, pero descubrir esas habilidades regenerativas sería de mucha ayuda.

Con ayuda de Tsunade, quien apoyó mi proposición; añadió a la misión de Shikamaru la captura de Hidan como objetivo adicional, no quería arriesgarlos demasiado, no creí que aceptara, pero Shikamaru se resignó y dijo que capturar a alguien como él no sería problema, después de todo, no era necesario contenerse. Matarlo, parecía imposible.

Mientras Shikamaru y su equipo salieron a darle cacería, solicite la ayuda de Yamato para construir un edificio a las afueras de Konoha para contener a Hidan, con la habilidad del primero fue una tarea bastante fácil, lo que resultó un poco más difícil... y aterrador; fue el acondicionamiento del edificio.

Ya que mostré interés en Hidan, Tsunade-Sama me puso a cargo a mí, Y solo a mí de analizar a Hidan, no tenía problemas con hacerlo, de hecho me emocionó un poco, ya que a decir verdad, me sentía un poco opacada por el progreso de Sakura, quien crecía de forma asombrosa.

Cuando terminamos de prepararlo, las palabras de Yamato para representar lo que había creado fueron "Un Laboratorio de Orochimaru elegante" y en parte era verdad, tomé varios instrumentos confiscados de Orochimaru del pasado, instrumentos que me parecieron bastante útiles para tratar y analizar a alguien como Hidan.

Tomó algunos días antes de que regresara Shikamaru con su equipo, quienes no tan solo regreso con bien, pero había cumplido con mi petición de traer a Hidan, no pude contener mi emoción por su captura. Les pedía a Kotetsu e Izumo que lo trasladaran al edificio que había construido con Yamato.

Esperé por un rato hasta que los escuche llegar, Kotetsu abrió la puerta, y el duo lanzó varios sacos de muy mala manera antes de retirarse.

Seis sacos, uno de ellos parecían tener vida propia, moviéndose un poco y haciendo un ruido ahogado, lo sujeté por detrás y saqué su contenido, fue realmente una sorpresa que saliera rodando una cabeza cercenada, amordazada y sobre todo… ¡VIVA!

El saco no tenía señales de sangre, ni tampoco los otros, mientras que la cabeza intentaba hablar me apresure a revisar el contenido de los demás sacos; torso, brazos y piernas, todos cortados y ninguno parecía sangrar, de hecho; no parecía que los miembros ni el torso tuvieran sangre en general. Mientras yo inspeccionaba el cuerpo, la cabeza de Hidan se retorcía en el suelo, tratando quitarse la mordaza..

Procedí a remover el chaleco del Akatsuki y pose mi oído sobre el pecho de Hidan, para mi sorpresa su corazón latía, en primer lugar, me sorprendía que tuviera uno, miré de reojo a la cabeza detrás de mí, sus ojos furiosos se clavaron en mi persona quien sabe porque razón, tengo que admitir... que había perdido mi norte en ese momento: en lugar de investigar las habilidades curativas de Hidan, estaba saciando mi curiosidad.

Solté el torso y tome un brazo, saque un Kunai y le quite la mordaza a Hidan, casí de inmediato quise colocársela de nuevo, ya que empezó a maldecirme. Aun que mis oídos clamaban por amordazarlo nuevamente, tenía que probar algo antes.

Lo sujete por el cabello y puse su cuello sobre el suelo, tome el brazo, lo coloque frente a él y atravesé el dorso de la mano con el Kunai.

—¿Sientes algo? —pregunté muy tranquila.

—¡Como te atreves perra! —gritó eufórico, no parecía sentir nada— ¡… Plancha,…!

Habrá sido un acto reflejo, pero tan pronto escuchñe esa palabra... me levantñe, tomé impulso con mi pierna y pateé su asquerosa boca tan fuerte que varios dientes quedaron atrás.

En cuanto a la cabeza, atravesó la habitación en el que no encontrábamos, la pared, la siguiente habitación... incrustándose en la pared de esta última. Furiosa y con paso fuerte fui a buscar a mi ahora indeseable invitado.

—¡Vuelves a llamarme así y te cocino! —le gritée mientras lo jalaba por el cabello para sacarlo de la pared, no sé qué fue peor, ver su rostro maltrecho, o el hecho de que parecía haber disfrutado de la patada

«Que desagradable»

Fue lo que pensé. Respiré hondo para calmarme antes de regresar a la otra habitación para comenzar a trabajar.

Los siguientes días fueron insoportables hasta más no poder, no importaba si lo amordazaba, arrojaba en un estaque de agua, lo metía en un baúl, incluso sí cosia su boca para callarlo,el desgraciado no paraba de hablar, ¡No entendía como en primer lugar podía hablar sin tener sus pulmones!

No paraba de maldecirme o de alabar a ese ridículo Dios suyo, la única forma de verdaderamente callarlo era: clavándole agujas, Kunais, golpeándolo, pateándolo, mutilándolo en general… y eso era una solución temporal, que me daba cuando mucho una hora de quietud, el tipo era un verdadero masoquista.

Aún con lo difícil que me resultaba trabajar con el bocón ese, su cuerpo no paraba de sorprenderme. Una vez se me ocurrió coser un brazo al cuerpo y al cabo de unas horas los puntos eran innecesarios: no había señales del corte, había sanado por completo.

Lo único que realmente parecía lastimar a este desgraciado era la depravación de alimentos, ya que al cabo de unos días su odiosa voz empezó a desvanecerse y su cuerpo empezó a marchitarse, tuve que conectarlo he inyectarle nutrientes de forma intravenosa.

—Diablos, el corazón está en el tronco, tendré que coserlo… —fue lo que me dije en un inicio, pero de alguna forma los nutrientes eran absorbidos y recorrían su cuerpo, lo cual, ¡Era en si un milagro! Ya que Hinda no tenía sangre en lo absoluto.

Tenía que descubrir más de él, tenía que llegar al fondo del misterio, y la única forma que se me ocurrió fue... satisfaciéndolo al tiempo que yo trabajaba con su cuerpo, ya que de otro modo no se callaría y mis jaquecas no acabarían.

Amarre su cuerpo a una mesa, coloque su cabeza en su lugar en empecé a coserla

—¡Si perra cóseme de nuevo! —sus palabras me hacían arrepentirme con cada puntada que daba, pero tan pronto conecta la cabeza al tronco este reaccionó y se movió, ¡¿no podía creer que todo su sistema nervioso se hubiera reconectado en un instante!?.

—¡Ahora cose el resto de mi cuerpo para poder…QUE HACES! —mientras el odioso seguía balbuceando, clavé un Kunai con todas mis fuerzas poco más arriba de donde debería estar su corazón.

—¡Escúchame bien Hidan, porque yo te he escuchado Y BASTANTE! —me dirigí a él sin siquiera ocultar el placer que me producía atravesar su pecho y verlo sufrir— voy abrirte como la rata de laboratorio que eres, y voy a estudiar a fondo este cuerpo tuyo… —pude haber usado un bisturí. pero lo crudo y cruento del Kunai me pareció más que apropiado.

Haciendo presión en la quijada de Hidan bajé el Kunai abriendo lenta y dolorosamente su cuerpo a la mitad, quizás... fue una mala idea permitirle sentir eso, sus maldiciones cesaron, pero ahora se deleitaba extasiado de placer, del como mi Kunai atravesaba su carne y la abría exponiendo su interior.

A medida que inspeccionaba sus órganos, más se deleitaba, si tocaba o estrujaba alguno de estos, gemía y gritaba extasiado ¡Era peor que escucharlo maldecir!, me fastidió tanto que termine clavándole el Kunai dentro de su boca para que se callara, y aun así puede escuchar cuanto lo disfruto, respire hondo para calmarle, tomé unas muestras de sus órganos y decidí terminar por el día.

A partir de ese entonces, Hidan se mostró cada vez más colaborador conmigo, me prometió no ser tan escandaloso con tal de que lo hiciera ver a Jiashin en persona, no entendía a que se refería, pero si lo que quería era dolor ¡Se lo entregaba con gusto con tal de que me dejase trabajar!

Las sorpresas no terminaban sin importar de que: Sí lo habría de par en par y extraía un órgano, abría su cabeza y tomaba un trozo de su cerebro, al día, o días siguientes era como si nada hubiera pasado, tenia todos sus órganos y completos ¡Su regeneración era casi divina!, llegué al punto de que empezaba a creer en ese dios suyo...

Cada vez me intrigaba más su cuerpo… y cada vez disfrutaba mi tiempo con él.

Mi comportamiento para con el empezó a cambiar lentamente, hasta el punto de que el hacerle "incisiones" se volvió más un juego que un trabajo, insultándolo, castigándolo, lentamente me alejaba de mi norte y empezaba a caer por Hidan. Sin importar cuantas veces me lo repetía, sin importar que tanto intentase negarlo, el acariciar su piel, el abrirla con mis propias manos se sentía tan bien... Causarle la mayor cantidad humanamente posible de dolor era exquisito, Hidan dejo de referirse a Jashin, y en su lugar empezó a llamarme su nueva Diosa…

Tanta mi distracción con quien menos me esperaba, que la tragedia que tanto me temía llego sin darme cuenta...

Akatsuki atacó a Konoha, destruyendo la ciudad y matando a cientos, he hirió a otros miles más, y yo aún sin descubrir los secretos de Hidan. Me sentía terrible, decepcionada de mi misma, sentía que había traicionada a mi aldea al desperdiciar mi tiempo con ese maldito. Al verme desesperar, él alzó su voz

—¡No llores mi Diosa, yo puedo ayudarte! —gritó, sus palabras por algún motivo me reanimaron, me dieron fuerza para seguir, y no podía entender el porqué. Me pidió lo recociera, necesitaba su cuerpo entero para poder ayudar a la gente importante para su diosa.

No podía desatarlo sin saber el cómo ayudaría a la aldea, pidió una muestra de sangre de cada herido en la aldea. Para realizar semejante pedido, no me quedo de otra más que mentir y decir que usando Hidan había descubierto un método para sanar a los heridos de la aldea, fue la única forma de conseguir la sangre de todos. Hasta la fecha, no me arrepiento de haberlo hecho.

Antes de liberarlo, tuve que hacer varios preparativos, apliqué varios sellos en sus miembros, dos en su cabeza y pecho; cuello, brazos y piernas podían ser cortados de forma instantánea con un solo comando mío, o podía paralizar todo su flujo de chakra y cuerpo con otro comando, con los sello en su cabeza y pecho.

Contra toda lógica, lo liberé, al monstro que había matado a uno de los grandes ninjas de mi aldea y criminales más buscados de todos, se levantó rápidamente, me prepare para defenderme, pero para mi sorpresa no me ataco, en lugar de eso se arrodillo frente a mí y me pidió la sangre de las víctimas de la forma más escandalosa y obscena posible, tuve que patearlo y pisotearlo para que se callara y calmara… me sentí horrible en ese instante… no podía creer que me excitaba hacer eso cuando una terrible tragedia acaba de ocurrir en mi aldea.

Hidan bebió hasta la última gota de sangre de cada persona herida en la aldea, su cuerpo se tornó negro y formó el sello de su dios a sus pies.

—¡Preparaciones Listas! —gritó levantando sus manos al cielo.

—¡Mi diosa Shizune, con el poder que Jiashin me ha otorgado, deja que tus manos sanadoras lleguen a los pobres diablos que imploran tu nombre! — tuve que contenerme de golpearlo, sí lo hacía... estaría golpeando a todos en la aldea. Respiré hondo para calmarme y poder activar mi palma mística. Contener mis deseos carnales en ese momento fue lo más difícil de hacer.

Entré en el círculo y comencé tocando el rostro de Hidan, lentamente empecé acariciar todo su cuerpo con mi palma mística tomándome mi tiempo con cada parte de su cuerpo ¡Con un demonio quería besarlo! Quería sentir saborear su lengua, quería que me abrazara, quería tantas cosas que él solo imaginármelo me excitaba, mi respiración se tornaba pesada y empezaba a sudar.

—¡Mi diosa…! —me llamó

—¡NO ME TOQUES! —tuve que gritar para detenerlo, sentí sus brazos cerrándose a mi alrededor mientras acariciaba su fornido cuerpo.

—Sí me tocas, no voy a poder contenerme… —confesé entrecorta y con una respiración pesada—. No, no quiero que la aldea sepa que soy tu Diosa… y TÚ mi vasallo, mi fiel fanático... — añadí extasiada y maliciosa. Con un demonio era una mujer mayor, una ninja elite de Konoha, la asistente de la Sannin Tsunade y ahí estaba, derritiendo por un asesino, un fanático religioso, sicópata, masoquista, ¡Mucho menor que yo!.

Sus brazos se alzaron y empezó alabarme, le pedí que se diera vuelta y obedeció en el acto, empecé a recorrer su fornida espalda, no tenía idea si lo que hacía estaba dando resultado, y de no hacerlo mi futuro estaría condenado por fraternizar con alguien como Hidan.

—Listo… —susurré cuando termine con sus piernas, Hidan salió del circulo y su cuerpo regreso a la normalidad.

—¡Por favor mi Diosa, recompensa a tu Vasallo que te ha servido hoy! —aclamó por sufrimiento y con mucho gusto se le concedí. Con un simple sello todos sus miembros se cortaron al instante junto a su cabeza cayendo nuevamente mutilado al suelo.

Me sentía exhausta, de alguna forma el usar mi palma mística había drenado más chakra de lo habitual, y honestamente no tenía idea si había dado resultado, caí al suelo sentada y deje reposar mis brazos sobre mis rodillas.

Unos pasos acelerados se acercaban a mi puerta, abriendose de de golpe, era Ino, su expresión era de sorpresa.

—Shizune-san, la aldea... las personas… —no podía completar sus ideas, me levanté y la sujete pidiéndole que se calmara y preguntándole que sucedía.

»—Los heridos, se han curado… —no podía creerlo, me volteé para ver a Hidan quien me sonreía y estaba a punto de alabar posiblemente a mi persona, antes de que digieres algo embarazoso lo pateé haciendo un nuevo hoyo en la pared.

Salí corriendo con Ino dejando el cuerpo desmembrado en el suelo, tenía que verlo con mis propios ojos.

Cuando llegue a la donde se encontraban las tienda, no podía creerlo, la gran mayoría de los heridos caminaba como si nada les hubiera pasado, incluso Tsunade-sama empezaba a recuperarse, la técnica de Hidan no solo podía usarse para lastimar ¡También para sanar! Quizás mis avances en cuanto al cuerpo de Hidan no eran muchos, pero esto era grande.

Lo que había conseguido es algo que se requiere a Katsuyo, la técnica de Hidan no tan solo transfirió mi chakra a todas los que el había bebido su sangre, sino que lo amplificó; empecé a preguntar que había sucedido y todos me daban las respuesta que por algún motivo esperaba, todos decían que una agradable sensación recorría su cuerpo, comenzando por su cabeza y descendiendo hasta sus pies. Era el mismo recorrido que yo había hecho en el cuerpo de Hidan.

Tsunade-sama me llamó a su tienda, y una vez sola frente a ella, escaparon mis lágrimas y caí de rodillas.

—Lo siento Tsunade-sama… —le dije entre llantos, mi obsesión con Hidan me había alejado de la aldea cuando más me necesitaba, sin mencionar que mi progreso con sus habilidades eran muy pocos.

—No tienes nada de que disculparte… — me dijo apacible, levanté la mirada y encontré unos compresivos ojos mirándome—, acabas de salvar a más de media aldea… no tienes nada porque disculparte Shizune, lo has hecho muy bien —su dulce sonrisa, sus palabras, el verla sentada y recuperándose rápidamente hicieron que más lagrimas brotaran de mis ojos... esta vez de felicidad.


—¡Estúpidos ignorantes, aquellos que no alaben…!

¡HIDAN! —sentencié con un sello, haciendo que salieran espinas del interior de su cuello de este, silenciándolo de inmediato y haciendo que cayera arrodillado.

La guerra que tanto temía había llegado, y yo fui asignada como la líder de logística del grupo de apoyo y medico, con Hidan como mi escolta y nuestro guardián.

—Disculpen el espectáculo, pero es la única manera de callarlo… —me disculpe nerviosa ante los escépticos ninjas presentes frente a mí, muchos de ellos desconfiaban de tener a un miembro del Akatsuki trabajando para nosotros, pero también admitieron que era mejor tenerlo con ellos que contra ellos. Como aquel viejo dicho cita, "ten cerca a tus amigos, y aún más cerca a tus enemigos"

El cuerpo de Hidan seguía siendo un misterio, incluso para Tsunade-sama, pero habíamos descubierto como aprovechar el "Poder de Jiashin" y usarlo para curar a los ninjas de una forma rápida y masiva, sin mencionar que el mismo Hidan es una arma letal, que funciona como escudo y espada para el equipo médico.

Tras dar las instrucciones a los ninjas presentes, me retiré al interior de mi tienda con Hidan, lo arrojé al suelo y pisoteé su rostro con la punta de mi tacón.

—¿Que te he dicho de decir esas cosas frente a los demás? —le dije molesta y con cierto grado placer— realmente quieres ser castigado, ¿no es así Hidan? —añadí mientras incrustaba cada vez más mi tacón en su bello rostro.

Hidan me había contagiado dos enfermedades incurables: La primera era amor, lo amaba, no podía negarlo, y me costaba admitirlo, enamorarme de alguien como él, un asesino enfermizo y fanático, no es algo que alguna vez planee. Pero la verdad es que disfruto de besarlo, de saborear su fornido cuerpo, sus gentiles caricias, el ser la Diosa a la que sigue y protege sin dudarlo, nadie jamas habia generado ese sentimiento en mí persona.

Y la segunda enfermedad fue Sadismo: el masoquista de Hidan me había convertido en la Sádica Shizune… incluso durante una crisis como la guerra y yo disfrutando de pisotearlo y humillarlo… agradecía a que mi entrenamiento ninja me ayudaba a disimular ese nuevo lado mío, ya que con el solo hecho de tener a Hidan cerca me daban ganas de infligirle cuanto dolor fuese posible, dolor que él disfrutaba…y que me excitaba verlo disfrutarlo, verlo sufrir y humillado simplemente me prendía y estremecía cada fibra de mi ser, me daban ganas de subir de tono nuestro pequeño juego...

Los jutsus que había puesto en su cuerpo como contra medida para controlarlo... no eran más que una farsa. En realidad, esos jutsus no son más que mis juguetes para "castigarlo" cada vez que me dé la gana… o hiciera alguna imprudencia frente a la multitud.

Quizás algún día, cuando todo esto termine y cuando lo entrené para comportarse de forma civilizada y no como un maníaco frente a la multitud, pueda permitirme revelar ante mis amigos mis sentimientos por él. Pero hasta entonces, me conformo que me vean como la "Diosa" del fanático Hidan.


Con Hidan IC hay dos imposibles, la primera, mantener a su pareja cuerda y en IC, nadie que pueda enmararse de Hidan va terminar cuerdo, y esto lleva a lo segundo, es IMPOSIBLE un romance tradicional…si no es uno enfermizo, entonces ¡no es romance con Hidan!.

Por lo menos no salió algo tan fuerte como cuando me toco cumplir la petición de Gatito…espero hayan disfrutado del fic, y de paso los invito a leer los fics que participen en este reto, porque he visto varias parejas participantes y bueno…que puedo decir XD