Celestial Dream
Por: .Tristenia.
Capítulo 1: "Solo quiero cumplir mi deseo"
Nyubell, hermosa ciudad construida sobre las nubes por los Rynius, bellas criaturas, en aspecto iguales a los seres humanos, pero su diferencia radicaba en que esta extraña raza, escondida a los ojos de todo hombre, poseía hermosas alas blancas en su espalda, las cuales podían ocultar cuando fuera necesario.
Estas criaturas, devotas a la imponente Luna, vestían trajes largos y antiguos, de distintos colores. Cada una estaba dotada de algún poder mágico, el cual se desarrollaba a los 11 años.
Ocultos a los ojos humanos, vivían en un mundo paralelo, sobre las cabezas de los hombres, sabiendo la existencia de aquellos seres parecidos a ellos, pero sin alas.
El Rey de aquella ciudad era Enrod, un señor de edad avanzada de fuerte carácter. Muy serio y reservado. Tenía los ojos de un fuerte color verde esmeralda; sus cabellos largos hasta la cintura, como su barba, ondulado y de un color azul-plata lo hacían brillar entre los suyos. La reina, ya difunta, había sido una hermosa Rynius. Sus ojos violetas brillaban con intensidad; sus cabellos de un color rosa sandía, largos y de suaves ondas. Su presencia siempre se sentía en su familia y todos la recordaban con aprecio como Kyaris reina, esposa y madre ejemplar. Del matrimonio de los reyes nacieron tres preciosas niñas:
Apris, la mayor de las tres
hermanas, tenía 27 años. Sus ojos eran de un violeta fuerte y sus cabellos
largos hasta las rodillas, de formadas ondas, eran de una mezcla rosa-plata muy
hermoso. Era una chica de lo más calmada, siempre al servicio de los demás, con
eternas sonrisas para todo a quien lo necesitara. Estaba casada con un tipo
llamado Benyeö, bastante simpático, de ojos miel;
cabello liso, corto y de color verde claro.
Los dos tenían una hija llamada Ayline, sobrina amada
por Lílyris, que tenía dos añitos de vida, sus ojos
eran iguales a los de su madre, pero más expresivos; su cabello era liso, como
su padre, largo hasta un poco más debajo de los hombros y de un fuerte color
azul-plata como su abuelo materno.
Petrenua era la segunda de las tres hermanas tenía 24 años. De ojos azules como su abuela y sus cabellos anaranjados, ondulados hasta la mitad de la espalda, pero siempre tomados en un moño muy elegante que hacía notar más las finas facciones de su cara. De un carácter reservado y frío con quien ella creía necesario. No era de mucha palabra, siempre decía lo justo y necesario. De las tres hermanas era la respetada, en el reino, por su carácter tan reservado y frío.
Lílynis, joven de unos 17 años, tercer, y más pequeña, hija de los reyes Rynius. De cabellos largos hasta las caderas, de ondas definidas y de un color rosa sandía fuerte. Sus ojos almendrados y de un fuerte color esmeralda. Su piel bastante bronceada. Era delgada y de no muchas curvas. Muy bella entre los suyos. Muy aventurera, extrovertida y atrevida, muy alegre, tierna y simpática, muy juguetona y algo infantil
Ella siempre había querido saber como es que eran los humanos, verlos de cerca y saber como es que vivían. Varias veces había tratado de convencer a su padre de poder bajar a la Tierra y poder conocer a esas criaturas, pero nunca lo había logrado.
Un día Lílyris había peleado con su padre por lo mismo de todos los días.
"Por que no podemos bajar a ver como son los hombres, padre?- decía Lílyris.
"Es peligroso! Nosotros somos criaturas inexistente para ellos y lo seguiremos siendo mientras yo sea rey!- respondió el Rey con enojo.
"Pero padre! No encuentras por lo menos "algo" interesante ese mundo, sus cosas exóticas e indescriptibles?- a Lílyris le brillaron los ojos con solo pensar en las cosas fantásticas que podría ver en el mundo de los humanos.
"Cacharros! Pura basura! Lílyris, ya hemos conversado esto muchas veces! Es suficiente, eh dicho que no! Y es NO! - el rey terminó estallando de enojo.
"Eres un irracional! Ni siquiera sabes lo que hay ahí abajo!- respondió Lílyris con enfado también.
"Lílyris fuera de mi presencia!- ordenó imperante el padre de la chica – estás diciendo muchas incoherencias"
"No son incoherencias – dijo con su orgullo herido por las palabras de su padre.
"Lílyris! Ya fue suficiente! Puedes irte! -
"Pero! -.
"Sin peros! FUERA! – gritó el padre descontrolado.
Lílyris, con su orgullo destrozado, salió de la habitación a toda prisa golpeando las puertas. Una fuerte ráfaga de viento hizo que un guardia saliera disparado contra la pared.
El rey por su parte volvió a su asiento, cansado. Escuchando los lamentos del guardia tras la puerta vió como una brisa color rosa se formaba frente a el y una figura translúcida aparecía frente a él
"Ya no estoy en edad para esto – dijo Enrod a la figura de la bella mujer frente a él.
"Aún es una niña – sonrió con amor la mujer
"Kyaris... – el viejo miró a la bella mujer, su esposa.
Kyaris sonrió y en unos segundos más desapareció mientras brisas de color rosa se desvanecían frente a él como habían llegado.
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"Por que es tan cabeza dura? – dijo como por décima cuarta vez Lílyris.
Apris miraba a su hermana ir de aquí para allá mientras lanzaba improperios al aire y se quejaba contra su padre. Petrenua tomaba su té tranquilamente en la mesita de centro, sentada junto a Apris.
"Solo por que es el rey cree que me detendrá? – le preguntó mirando a su hermana.
"Tranquilízate un poco – Dijo Petrenua con voz indiferente
"Ya sabías que diría que no, siempre lo hace – dijo Apris tratando de consolarla.
"Dijo que lo que digo son incoherencias! Si a él no le gustan que se quede con su opinión, pero que no me destruya las mías! – Lílyris paró en seco mirando a sus dos hermanas.
"Pero que tonterías, yo me voy – Petrenua se levantó de su asiento con fastidio. Lílyris la miró desafiante, pero su hermana no se inmutó ante tal gesto.
"A donde vas? – preguntó Apris.
"A algún lugar donde no oiga sus gritos – dijo Petrenua refiriéndose a Lílyris y salió de la habitación con rapidez.
"Cómo es que la soportas? Es tan... pesada! – dijo Lílyris cruzándose de brazos.
Apris sonrió divertida. Su hermana aún era una niña sin duda, pero no podía evitar reír al ver las mismas reacciones que tenía Petrenua en Lílyris. La mayor de las hermanas se levantó de su asiento y fue al encuentro de la pelirrosa. La abrazó para que se calmara y le dijo:
"La cena pronto estará lista, relájate un rato y de ahí baja más tranquila – se separó de Lílyris.
Esta solo asintió
"Nos vemos – Apris besó la frente de su hermana y se fue por la puerta de la habitación.
Lílyris caminó a su cama y se tendió en ella boca arriba. Miraba con detenimiento los doseles celestes de su cama. Estuvo tumbada en su cama durante hora y media hasta que finalmente decidió levantarse.
Lílyris fue a su ropero y en él sacó unas cuantas cosas de viaje, mochila, ropa, capa y cosas indispensables para ella. Las dejó sobre su cama, tapadas por las almohadas y bajó a cenar junto a su familia.
"Princesa Lílyris, el rey, sus hermanas y el caballero Benyëo la estaban esperando para cenar – dijo una sirvienta, haciendo una reverencia al verla, cuando esta estaba bajando las escaleras.
"Gracias por el aviso – respondió la pelirrosa.
La menor de las princesas llegó a la mesa y se sentó en su lugar, mientras todos la observaban. Lílyris miró a todos fijamente y sonrió con algo de melancolía, pero estaba decidida, esa noche escaparía del reino Rynius, nadie la detendría para poder conocer lo que tanto quería saber desde su uso de razón, solo quería realizar su sueño: conocer el mundo de los hombres.
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Notas de Autora: Estoy loka! xD jajajaja bueno espero les haya gustado este comienzo tan extravagante, exótico, extraño n...n pero se me ha ocurrido una tarde de ocio... espero les guste, y si es así manden reviews... sino es así, tb para saber que está mal o que no les gusta n...n
Traten de que si son críticas que sean constructivas plz! T-T
Nos vemos!
Besos
Bye! n...n
Gracias de antemano! A todos los que leen y dejan reviews y a los que no dejan tb n..n