Bueno. Hola a quien lea esto. Mientras escribo esto, estoy yendo a mi pueblo por el fin de semana. Y el colectivo es horrible, así que saque mi compu y me puse a escribir para distraerme.

Solo un pequeño one-shot de mi invención, una campesina que tiene la desgracia de vivir en las tierras de los Ríos al inicio de la Guerra de los 5 reyes.

Ojala les guste.

Disclaimer: todo es de George R.R. Martín. Yo solo lo uso para entretenerme y tratar de entretener a otros.

[En algún lugar al sur del Forca Roja y al oeste del Ojo de Dios]

Una muchacha de cabello pelirrojo y desgreñado, nariz de botón y ojos marrones se encontraba trabajando en la taberna, limpiando mesas.

Era la mañana, y pronto empezaría a llegar la gente para la comida. Sobre el brasero encendido que se ubicaba en el medio de la sala, se encontraba un cabrito, dando vueltas en el espetón.

Entonces, de repente, se escucharon gritos provenientes del exterior. El posadero fue el primero en salir, y la muchacha no había llegado ni a la puerta cuando un hombre a caballo paso a toda velocidad, blandiendo en la mano una espada que, de un solo tajo, le abrió la panza al posadero. La muchacha no pudo sino mirar horrorizada mientras el dueño de la taberna, aquel al que conocía desde niña, se derrumbaba en el piso, lanzando gritos que helaban la sangre mientras se intentaba meter las entrañas de nuevo por el mismo tajo por donde escaparon, manchando de sangre el piso a su alrededor.

Cuando finalmente recobró sus sentidos, echó a correr hacia la puerta de atrás de la taberna. La abrió y se congeló ante la visión que presentaba el exterior.

La aldea, su aldea, estaba en un caos absoluto. Un montón de hombres que no había visto nunca se encontraba a caballo, pasando a toda velocidad y matando a cualquiera que se encontrara en su camino con hachas y espadas. Algunos tenían antorchas, y las lanzaban hacia los tejados de paja, llenando el aire de humo y llamas.

Si la visión era horrible, los sonidos no se quedaban atrás. Se escuchaba el rugir de las llamas, que voraces, consumían cada vez más. También los gritos, unos de furia y odio, otros de miedo y desesperación. Una muchacha rubia había sido tirada al piso y su vestido estaba subido, mientras un hombre con casco y los pantalones bajados estaba sobre ella. Dos más sujetaban sus manos, mientras la chica no dejaba de gritar.

Más adelante, mientras huía hacia el bosque que se encontraba cerca de su aldea, la chica no vería nada más que la seguridad que, creía, le esperaba en él. No vio al niño con la cabeza cercenada que se encontraba entre el lodo. No vio a la pareja de ancianos que eran arrojados dentro de una casa que se quemaba, antes de que trancaran la puerta. No vio a los hombres que, espada en mano, mataban a los caballos, cabras y ovejas. No vio al hombre que era golpeada en la cara con el mango de una espada, antes de que fuera perforado por la punta de una lanza. No vio al muchacho de cabello pelirrojo que era elevado por una soga en el cuello por 3 hombres. No vio ninguna de esas cosas.

Ella no podía ayudarlos, no podía salvarlos. Solo podía correr. Correr, y correr. Y correr.

Bien. Qué tal? Ideal para sentirse mal, como me siento yo por este viaje horrible. Subiré esta historia tan pronto como pueda.

Pueden ponerle el nombre que quieran a la chica, y sitúen su edad entre los 20 y los 30 años.

En fin, eso es todo. Salu2 y que estén bien.

P:D: los reviews serían muy apreciados.