Otro día más y me despierto para ir al trabajo. Amo lo que hago. Trabajo en la Universidad de Computense de Madrid desde hace 3 años. Actualmente estoy trabajando en una investigación para el departamento de Biología de la Universidad sobre la Biodiversidad Marina, específicamente en la especie de los delfines, pero también estoy terminando la Maestría.
Me dirijo hacia la cafetería para desayunar y me siento en el mismo sitio de siempre, alejada de la cancha y junto a la ventana panorámica de la cafetería. Siempre ordeno lo mismo, café con ensaimada. Después de desayunar, me dirijo al laboratorio, allí me encuentro con la Jefa.
—Buenos Días, Victoria —dije mientras me dirigía hacia a ella para saludarla.
—Buenos Días, Bella —dijo mientras reiteraba mis saludos.
Reviso mis correos, para saber si me ha entrado alguno correo que esté relacionado con las investigaciones. No trabajaba sola en esta investigación, también participaba 3 compañeros más, Jessica, Emmett y Rosalie, los cuales son mis tutores en mí tesis de Maestría. No solo trabajamos en la Universidad, también visitamos y tomamos muestras en el Zoo Aquarium de Madrid, donde se encuentra la especie de delfín, Tursiops truncatus más conocido como el delfín de nariz de botella.
Veo un correo que me llamó la atención, consistía en una Feria de Ciencia, que se iba realizar el 15 de mayo, y se podía presentar cualquier trabajo. Solo faltaba un mes y había que preparar un resumen de la investigación y entregarla la semana que viene. Llamo a los muchachos para que vea el correo y me dieran su opinión.
—Woau, —dijo Emmett mientras todavía leía el correo.
—Suena muy interesante y muy útil para todos nosotros —dijo Jessica muy emocionada.
—Entonces debemos apresurarnos y elabora un resumen —dije mientras todos estaban de acuerdo conmigo.
—Debemos primero decírselo a Victoria —dijo Rosalie mientras miraba hacia la oficina de ella.
Después de almuerzo fuimos todos a hablar con la jefa y le informamos de los acontecimientos. Saliendo de la oficina nos pusimos manos a la obra. Nos dividimos el trabajo, Jessica era la encargada de buscar recopilar todos los resultados obtenidos en la investigación, Rosalie y Emmett buscaba información en el internet para usarlo como referencia del trabajo, mientras a mí me tocó juntar toda la información.
Después de una semana de haber enviado, el resumen del trabajo. Nos llega una confirmación por parte de los organizadores del evento, informando que nuestro trabajo fue aceptado. Todos nos pusimos muy contento. Rosalie se le ocurrió celebrarlo a todo lo alto.
—Debemos celebrarlo, —dijo Rosalie con gran entusiasmo.
—Gran idea, —dijeron todos con mucha alegría, mientras todos se giraban hacía mí para que decía.
—Y tú tienes prohibido decir no, —me dijo Rosalie como si me conociera muy bien, mientras me quedaba sin palabras para contestarle.
—Debemos elegir un lugar, —dijo Emmett mientras miraba en el internet clubes que estuvieran cerca del trabajo.
—Vamos a la Radical, —dijo Jessica mientras tomaba su móvil y se apartaba de nosotros.
—Entonces iremos después del trabajo, y no se hable más, —dijo Rosalie muy emocionada.
Ya era hora de irnos, Rosalie se dirigía a la oficina de Victoria para buscarla. Fuimos en el auto de la jefa, un Mercedes-Benz Clase GLE de color negro. Cuando llegamos al club la cola era inmensa, sin embargo, Jessica se dirigió a los guardias y le dijo algo al oído, nos quedamos sorprendidos al ver que los guardias nos dejaron pasar. No teníamos ni idea que le había dicho, pero eso no importaba, lo importante fue que nos dejaron entrar.
—Wau, esto esta increíble, —dijo Rosalie mientras caminaba hacía la pista para bailar.
Nos acomodamos en una mesa cerca de la pista. El camero se nos acercó para tomar nuestra orden, rápidamente Jessica ordenó varias botellas de champan acompañado de un plato de aceitunas y queso. Acabo de un rato, todos fueron a bailar, mientras yo me quedaba sentada mirando a mis amigos lo felices que estaban. El club estaba repleto y no era para menos, el mismo se caracterizaba por tener una personalidad propia que lo diferenciaba de otros clubes. Aquí se celebran años tras años algunas fiestas que introducían elementos muy innovadores que resultaban realmente atractivos. En este mes se celebraba ¨El Aniversario¨.
Unos hombres se acercaron a mí, aún me encontraba sola. Se sentaron a mi lado, en ese momento se encontraban borrachos y no sabía que hacer ningunos de mis amigos se encontraban cerca como para hacerle señas. Quería que bailara con ellos, pero yo no quería, eran muy insistentes, y de la nada escucho una voz.
—La señorita dijo que no quería, —dijo alguien con voz melódica.
—Tú no te metas que no es asunto tuyo, —dijo uno de los borrachos.
—Mientras vea una mujer indefensa, si es asunto mío, —dijo nuevamente la voz melódica.
No se podía ver quien era debido a que estaba todo oscuro, solo sabía que era un hombre con una voz muy bella y que le gustaba defender a las mujeres de los abusadores. Mis amigos cuando regresaron y vieron lo que estaba sucediendo llamaron a seguridad para que lo sacaran.
—Estas bien Bella, —dijeron todos mientras se sentaban al lado mío.
—Si estoy bien, —dije mientras trataba de calmarme.
—Quién era ese que te ayudó, —preguntó Jessica toda intrigada.
—La verdad no sé, pero gracias a él esos borrachos no se sobrepasaron. —dije mientras trataba de mirar alrededor para ver si lo veía.
La noche continuaba sin ningún otro inconveniente. Estamos muy felices y ya cuando era hora de irnos, Jessica pedía la cuenta. Todos sacamos nuestros monederos, pero Jessica insistió en pagar la cuenta ella.
—No creo que sea lo correcto que todo lo pagues tú, — dijimos todos con tremenda pena.
—No se preocupen, mi esposo es uno de los socios de la discoteca y siempre que vengo me descuentan el 10% de los gastos, —dijo mientras todos nos quedamos boquiabiertos.
Al llegar a casa y después de darme un rico baño de espuma y en cuanto puse la cabeza en la almohada me quedé dormida. Qué raro estaba parada en una sala toda iluminada y siento que me tocan el hombro y siento que la respiración se me acelera, pero escucho nuevamente la voz melódica del club. Me giro para ver quién era ese hombre, sin embargo, las luces se apagaron en ese momento solo se podía escuchar nuestras voces.
—Quieres bailar conmigo, —dijo mientras extendía la mano.
En ese momento podía escuchar la canción The Time of my Life de la película Dirty Dancing. Tomé su mano y caminamos hacia el centro de la pista. Cuando estaba más emocionada escucho a lo lejos una voz.
—Bella despierta, —dijo la voz repitiendo lo mismo una y otra vez.
Cuando abro los ojos veo a mi madre Sara que me despierta con un dulce beso. Le doy los buenos días y me dirijo hacia al baño. Después de un rico desayuno, tomo mi bolso para ir a la estación del metro. Durante el viaje escucho la música del último disco de Ha-Ash ¨30 de febrero¨. Al llegar a la Universidad me dirijo a la cafetería y me siento en el lugar de siempre. Hoy era un día en el que la cafetería estaba llena. Y veo que alguien se acerca a la mesa y me dice algo, pero no lo escucho porque aún tenía el audífono puesto.
—Perdón, me repite de nuevo, —dije quitándome el audífono.
—Que, si me podía sentar aquí, —dijo señalando para la silla.
—Sí, —dije mientras retiraba mi bolso para que él se sentara.
La camarera se acerca con nuestra orden, yo había ordenado lo de siempre un rico café acompañado de unas deliciosas ensaimadas y él empanadas de cazón con jugo de naranja. Estuvimos un rato en silencio, cuando el levanta su mirada y observa lo que estoy leyendo. En ese momento estaba leyendo el programa de la Feria.
— A ti también te aceptaron, —me dijo todo emocionado.
—Sí, —dije mientras continuaba leyendo.
—A mí también me aceptaron, —mi proyecto es sobre las interacciones de procesos biológicos, y sus efectos sobre las poblaciones humanas, — y el tuyo —me dijo todo curioso.
Dirigí mí mirada hacia la de él, para ver quién era el curioso que me estaba preguntando, aunque su voz me resultaba muy familiar. Cuando veo a un hombre de cabello corto, con ojos de color miel y de miraba penetrante que me miraba fijamente para ver que le respondía, sin embargo, mi mirada en ese momento estaba dirigida a detallar todo su cuerpo, traía puesto una camisa de cuadro con el primer botón desabrochado que hacia resaltar sus músculos. Quedé impresionada con el panorama que tenía delante. Desde aquel suceso de haces dos años, nunca imaginé que volvería a sentir esa sensación de hormigueo.
—Y, no me vas a responder, —preguntó mientras reaccionaba a su pregunta.
—Eh!, Biodiversidad Marina, —específicamente en la especie de Delfines, —dije con voz temblorosa.
—Suena interesante, me llamo Edward, —dijo extendiéndome la mano.
—Isabella, pero todos me dicen Bella, —dije extendiéndole la mano en respuesta a su saludo.
En ese momento una corriente fluía por nuestras manos que tuvimos que rápidamente soltarnos. Y una risa invadió la mesa, que provocó que todos en la cafetería se nos quedaron mirando. Mi rostro estaba sonrojado, no sabía si era porque todos nos miraban o la sensación que hace un rato tuve.
Nos quedamos conversando un rato más, no veíamos el tiempo pasar. Cuando miro la hora era más de las 8:30 am, no podía creerlo se nos hizo tarde para ir a nuestras oficinas.
—Qué tal si terminamos la conversación después del trabajo, —me dijo mientras se levantaba.
No sabía que decirle, en ese momento me invadió un sentimiento de Bella, sin embargo, accedí a su petición. Intercámbianos nuestros números de teléfonos y nos retiramos a nuestras oficinas. Cuando llego a la oficina, todos se me quedan mirando, les doy los buenos días a todos y me dirijo como es costumbre a revisar los correos.
—Te pasó algo, —dijo Jessica muy preocupada.
—No, ¿por qué?, —dije mientras no entendía la pregunta.
—Como tú eres unas de las primeras en llegar, nos extrañó muchísimo que llegaras a esta hora. —dijo mientras yo continuaba revisando el correo.
—Estaba en la cafetería y no me di cuenta de la hora, — dije tratando no decir el porqué de mi llegada tarde.
Ya era el horario de almuerzo todos nos dirigimos hacia la cafetería de la Universidad. Nos sentamos en el mismo lugar de siempre pegado a la ventana. Siempre pedíamos hamburguesa con papas fritas y soda. Cuando levanto la vista hacia el frente, lo veo a él sentado frente a nosotros mirándome. En ese momento se encontraba con alguien, parece que es alguien que trabaja con él. Lo veo conversando pero sin dejar de mirarme.
—Bella, Bella —dijeron todos de forma unísona.
—Qué, —dije mientras dirigía mí vista hacia ellos.
—Desde esta mañana, te veo rara, —dijo Rosalie, mientras todos miraron hacia el frente para ver qué era lo me traía distraída.
Todos se sorprendieron al ver que era o mejor dicho quién era que me tenía así. —Quien ese, —preguntó Jessica mientras lo miraba nuevamente.
—Solo sé que se llama Edward y es profesor de Antropología, —dije mientras todos me miraba sorprendidos.
Terminamos de almorzar y mientras nos levantamos, veo a Jacob que pasa y me guiña con un ojo. Todos se me quedaron mirando mientras mi rostro estaba sonrojado. Cuando llego a la oficina, Rosalie y Jessica me halaron para una esquina de la oficina.
—Ahora nos vas a contar, que fue eso. —dijo Jessica mientras se sentaban las dos en una banqueta.
Mientras le contaba cómo había conocido a Edward y después del trabajo nos volveríamos a ver, todas se quedaron sorprendidas y emocionadas.
—Ah!, por eso llegaste más tarde a la oficina, —dijo Jessica muy sonriente.
En ese momento no tenía palabras que decir, solo hice un gesto con la cabeza afirmándolo. Volvimos a nuestro trabajo, solo faltaba una semana para que empezara la Feria de Ciencia y teníamos que apresurarnos. Ya eran casi la 5 de la tarde, hora de irnos a casa. Tomé mi bolso y me despedí de mis amigos.
—Buena suerte, dijeron todos mientras ellos también recogían para irse.
Cuando llego a la entrada de la Universidad, lo veo a él parado en la entrada mirando el teléfono. En ese momento empezaba a llover, él levanta su mirada y al verme, puede ver en su rostro esa sonrisa que hace que cualquier mujer se derrita. Me acerco a él, los dos parecíamos dos tontos parados allí sin decir una sola palabra. Estuvimos así por más de 1 minuto.
