¡Demonios! ¿Dónde carajos se metió mi hermano? Me llamo Maka Albarn, tengo 18 años y vivía en Tokio, con mi hermano menor Hero, pero nos venimos a vivir a Death city ya que la universidad me dio una beca para estudiar acá, fue muy complicado convencer al director que me dejará llevar a mi hermano, tuve que contarle lo que menos me gusta decir, y de esos modo fue que lo dejaron venir, creo que todo fue por lastima… Apenas habíamos llegado, ¡pero mi hermoso hermano se me ha perdido! No puede estar muy lejos, el problemas es que él no hablaba mucho ingles. Comencé a caminar por las calles, hasta que lo vi sentado en un callejón, llorando. Me acerqué, me agache para quedar a su altura, para después susurrarle mientras acariciaba su pelaje.

-Hermanito, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no te alejes de mí?

-¡Lo siento! –Mientras se lanzaba a abrazarme.

-Ya que, ya paso… pero ¿Por qué saliste corriendo?

-Es que vi a un gatito.

-¡Tonto! Mejor vamos al Campus antes de que se haga mas tarde.

-De acuerdo…

Cuando nos levantamos para ir al campus, aparecieron cinco hombres con unos rostros muy perversos, así que me asuste y rápidamente me hice delante de mi hermano, para seguir caminando, pero ellos bloquearon mi camino y dijeron:

-¿Adonde crees que vas?

-Pues voy a mi casa, así que con permiso.

En ese momento me empujaron bruscamente.

-¡Hermana!

Ya se estaba acercando para golpear a mi hermano pero Tome mis zapatos y se los lance en las cabeza a lo que estaba adelante para después abrazar a mi hermano y colocándome como escudo.

-¡Maldita perra! ¿Quién te crees? –Comenzó a correr hacia mí, con un tubo en sus manos.

Cerré los ojos, mientas esperaba el golpe, pero jamás llego, abrí los ojos y vi al hombre que nos iba a golpear en el piso, con sangre en la nariz; mire hacia arriba y vi a un chico con el cabello blanco, no se le veía muy bien la ropa, ya que la luz del atardecer hacia que cambiara de tono. Los otros hombres comenzaron a atacarlo, pero el los golpeaba con mucha facilidad, al parecer practicaba artes marciales. Cuando al fin termino, se me acerco, para después hacerse a mi altura.

-¿Estas bien? –Dijo mientras sonreía.

-Si… muchas gracias. –En ese momento me miro fijamente, aun sin quitar esa hermosa sonrisa.

Sus ojos eran hermosos, era de un color rubí, muy extraño pero aun así hermosos, así que yo me perdí en su mirada.

-Veo que no eres de acá, pues bueno tienes que tener mucho cuidado por que los hombres como ellos se aprovechan de las extranjeras, así que no caminen solos a estas horas.

-¡Si señor! –Dijimos en coro mi hermano y yo.

-Bueno… Hasta luego, fue un gusto conocerte… aun que ¿Cómo es tu nombre?

-Me llamo Maka y él es mi hermano Hero.

-Mucho gusto Hero y Maka, yo soy Soul, es todo un placer, Adiós. –Y se marchó.

El parecía rico, pues tenía una manera de hablar muy elegante, pero su manera de vestir decía lo contrario. Me levante, para después cargar a mi hermanito e ir al campus.

Cuando llegamos, todos nos miraban de manera extraña, dudo que sea por que somos Japoneses, creo que es porque piensan que Hero es mi hijo, que gracioso, fuimos a la habitación que nos toco, era compartida, pero todavía no había llegado mi compañera, organice las maletas, para después sentarme en la cama y prender la computadora, mi hermano comenzó a jugar con mi celular a mi lado, le envié un mensaje a mi mejor amiga Yui para decirle que ya habíamos llegado y contarle lo que había pasado, al momento se abrió la puerta y entro un chica con una gran sonrisa.

-¡Hola! ¿Cómo están?

-Muy bien y ¿tu?

-¡Muy bien! Oye perdón que pregunte esto pero… ¿Él es tu hijo?

-No, él es mi hermano.

-Oh, ya veo, son iguales, pero ¿el director no te regaño?

-Pues si tuve que rogarle, pero después me dejo. –No quería decir que tuve que decirle la muerte de mis padres, no quería hablar y recordar ese momento.

-Lo siento mucho, no debí preguntarte de esto.

-Tranquila –Mientras le sonreía.

-¿Cómo te llamas?

-Me llamo Maka y él es Hero.

-Yo me llamo Tsubaki, Mucho gusto.

-Igualmente.

-Bien, espero que seamos muy buenas amigas.

-¡Que tierna eres! –Dijo mientras se lanzaba a abrazarme.

-Gracias… supongo. –Dije sonrojada.

-Bueno, mañana comienzan las clases, así que debemos dormir, oye otra pregunta ¿Por qué tu hermano no habla?

-Ah, es por que tiene los audífonos, entonces no nos escucha.

-Ya veo… Bueno si algo mañana le hablo, chao que descanses.

-Chao.

Y nos acostamos a dormir, obviamente yo dormía con mi hermano y él ya se había quedado dormido hace mucho, mientas ella y yo hablábamos.