¡Hola, gente! :D
Supongo que, como yo, a muchos fans les molesta mucho el hecho de que anden diciendo la posibilidad de que en el final de DC se descubra que todo fue un sueño.
Sabemos que, en realidad, no será así (más le vale a Aoyama-sensei
7-7). No podría vivir más sabiendo que mi querido Conan no existe ni siquiera en su serie 0.0
Pero en fin, hace ya años que eso se anda diciendo, pero hace poco que se me ocurrió esto.
Shinichi se despierta una mañana, dándose cuenta de que nada fue real... pero, se despierta en la misma mañana en la que todo empezó, y todo transcurre exactamente igual a como lo hizo ese día. Entonces se da cuenta de que su sueño podría haber sido una premonición, y esta mas que dispuesto a comprobarlo, más que nada porque hecha de menos su vida de aquel sueño... sobretodo a cierta pelirroja que desea volver a ver a todo costo. *u*
Así que al fin lo escribí.
Espero que os guste :3
— VARIOS PASOS POR DELANTE —
Los primeros rayos vespertinos de la mañana le golpearon en la cara con toda su intensidad. Soltó un bufido, ocultando la cara bajo la colcha.
— Tío Kogoro —nombró al hombre que, supuestamente, en esos momentos debía estar durmiendo en la cama al lado del futon en que se encontraba él mismo, con voz ronca por el sueño—, corre las cortinas, por favor.
De haber estado más despierto, primero, jamás le habría dicho a Kogoro que cerrase las cortinas. Aunque no le importaba mucho, porque seguro el tío estaba tan metido en sus sueños profundos, debido a la gran cantidad de alcohol que ingería por las noches, que lo más probrable es que no hubiese escuchado la frase del niño que tenía como protegido. Segundo, se habría dado cuenta de que su voz, aunque rota por el cansancio vespertino, no sonaba como la de un niño de siete años, si no como la del adolescente que realmente era. Tercero, los ronquidos del tío Kogoro no le estaban maltratando los tímpanos, al igual que todas las mañanas.
Aun con los ojos cerrados, frunció el ceño al darse cuenta de eso último. Sin embargo, no se alarmó. Un poco más despierto, trataba recordar algo que el tío les hubiese dicho a Ran y a él con anterioridad, algo como que tendría que madrugar ese mismo día por "x" asunto "que no concernía a cierto niño de gafas, que gustaba mucho de meter las narices en todo". Pero no recordó nada de eso. El día anterior había transcurrido normal, en lo que se refiere ya en su acostumbrada rutina como Conan. En el desayuno Kogoro estaba demasiado ocupado tomando cerveza (que por poco se derrama en su traje cuando leyó que Yoko Okino daría un concierto en Beika para las cercanas fiestas de primavera) y siendo inútilmente regañado por su hija, sobre que la cerveza distaba mucho de ser un desayuno sano, como para dar ninguna noticia de ese tipo. Después de eso, él fue a la escuela con los niños y Haibara, así no volvió a ver a Kogoro hasta la tarde. Fue cuando una mujer llorosa llegó a la agencia de detectives, con un nuevo trabajo para ellos. Estaba demasiado ocupado buscando pistas para resolver el caso en nombre de Kogoro el Durmiente, como para fijarse si él le avisaba a Ran de que al día siguiente no estaría en casa. Después de volver a la agencia, recordaba, comenzó a sentirse mal de la nada. Ran le chequeó y dijo que lo más pobrable es que estuviera cogiendo un resfriado debido a la época del año. Él no compartía la misma opinión, muy dentro de sí guardaba el miedo de que el APTX 4869 ya hubiera empezado a hacer estragos en su cuerpo, pero obvio que no iba a decirle eso a Ran. Tomó la sopa que la joven le preparó y no se atrevió a replicar cuando le mandó a la cama más pronto de lo normal. Aunque eso le fastidio mucho, porque así no podía contactar con Ai. Después de eso, Kogoro tuvo otra oportunidad para decirle a la chica que al día siguiente no se encontraría en casa, si ese era el caso.
Suspiro hartó de la luz, que ya era tan intensa que la colcha no servía de escudo contra ella, decidiendo que el paradero de Kogoro no le importaba tanto.
— Hora de levantarse —rumió para si mismo y, entonces sí, abrió grandes sus ojos azules al notar su voz.
Se tensó. ¿Y si... el día de ayer el APTX actuó del revés y volvió a su cuerpo normal? Estaría feliz de pensar eso ¡si no fuera porque sería Shinichi durmiendo en el futon de Conan, en la habitación de Kogoro! Se incorporó como un muelle, temiendo lo peor. En cuanto vio a su alrededor, se quedó todavía más shokeado que hace un segundo, no terminando de decidir si su nueva situación era mejor o peor a la que había imaginado.
— ¡Pero qué...! —no pudo evitar soltar antes de inspirar un poco por la sorpresa.
El costoso armario de caoba maciza a su frente parecía estar disfrutando mucho de darle los buenos días, después de meses sin hacerlo. Se encontraba en una cama de matrimonio, pegada a la pared, en la que durante años tan solo él había dormido.
A su izquierda, un escritorio a juego con el armario, a su derecha, un gran ventanal con terraza y vistas a la casa del vecino. La casa del profesor Agase.
Estaba completamente solo en su habitación, en la Mansión Kudo. Tan pronto como inspiró, expiró un poco aliviado. Por lo menos no estaba en un lugar desconocido. Pero aun así ¿Qué cárajo...? Él se había dormido la noche anterior como Conan en la habitación del tío Kogoro ¡y ahora despertaba como Shinichi en su propia habitación!
"¿Qué esta pasando?" —pensó nervioso.
Su vista viajo de abajo suyo, comprobando que realmente su cuerpo era el de un adolescente de 17 años y no el de un niño de 7, al despertador de su mesita de noche, igualmente de caoba. Y ahí se quedó. Totalmente estática, sin poder ser apartada de la fecha que dictaba el aparato.
Un gran estruendo inesperado, llegado de la biblioteca de la Mansión, fue el perfecto sustituto del grito que Shinichi quería soltar, pero no fue capaz.
En su lugar, y como si el estruendo de antes no hubiera sido suficiente para despertar a todos los vecinos.
— ¡ ¡ ¡NO PUEDE SER! ! ! —grito fuertemente el mejor detective adolescente del Este.
Nunca se le había visto tan alterado.
