Infielmente enamorado.

Prólogo.

Bien, había llegado el momento. Después de tantos años de esfuerzo, al fin Tsubasa Ozhora tendría la oportunidad de irse a Brasil, para convertirse en el mejor jugador de sóccer de todos los tiempos. Al fin, después de tantos años, a Tsubasa se le iba a cumplir su sueño… Él estaba feliz, radiante, en el país sudamericano él encontraría la manera de conseguir su sueño, al lado de la estrella brasileña Roberto Hongo, su mentor desde que Tsubasa había sido niño…

La única que no encontró tan buena la partida de Tsubasa fue Sanae Nakazawa, eterna enamorada del muchacho desde el primer día en que lo conoció… Sanae sabía que el sueño de Tsubasa era irse a Brasil pero… Ella no quería dejar de verlo…

Sanae, debes decirle lo que sientes a Tsubasa.- dijo Yukari Nishimoto, la mejor amiga de la chica.- No puedes dejar que se vaya a Brasil sin que le expreses tus sentimientos.

¿Y qué caso tendría?.- cuestionó Nakazawa.- Si de cualquier modo, él se irá… Además, no lo sé… Quizás él no esté interesado en mí…

Mira, Sanae, yo creo que deberías preguntarle.- dijo Yukari.- Porque si tú no te animas, alguien más muy seguramente lo va a hacer…

Sanae sabía de quién estaba hablando su amiga: Kumiko Sugimoto, segunda asistente del equipo Nankatsu y declarada enamorada de Tsubasa desde que ella entró a la escuela. Nakazawa sabía que tarde que temprano, Kumi iba a confesarle sus sentimientos a Tsubasa, pero aun así, Sanae no se atrevía a decirle nada a él…

- Qué más da… .- suspiró Sanae.- Tsubasa se irá a Brasil… Y mi corazón se irá con él…

Por su parte, Kumi se atrevió al fin a decirle a Tsubasa sus sentimientos hacia él, pero el muchacho le dijo que él estaba interesado en otra persona… Kumi, sabiendo que esa otra persona era Sanae, le pidió a Tsubasa que no tardara mucho tiempo en decirle lo que sentía por ella… Sin embargo, las cosas no resultaron tan fáciles para Tsubasa, ya que cada vez que él quería declarársele a Sanae, aparecía alguien que los interrumpía de momento… Si no eran sus compañeros, era su profesor de portugués, o su entrenador, o incluso, algún rival…

Koji Kanda era un jugador de kick boxing que al parecer estaba muy interesado en Sanae, alguien que no iba a aceptar un "no" por respuesta de parte de ella. Kanda sabía que ella estaba interesada en Tsubasa, pero dado que el muchacho no se había decidido nunca a decirle nada a la chica, Kanda tomaría ventaja. Él intentó por la fuerza tomar a Sanae, cosa que Ryo Ishizaki impidió, de manera que Kanda tuvo que mandarle un reto a Tsubasa para que quedaran de verse en el parque Nikaricaoka para un enfrentamiento por el amor de Sanae…

Sanae no deseaba que Tsubasa acudiera para evitarse problemas, y Kanda dudaba de que él se fuese a presentar, pero para sorpresa de los dos jóvenes, Tsubasa hizo acto de presencia. Lo que ninguno de los dos sabía era que el joven Ozhora había dejado su dimisión al equipo con el entrenador antes de ir a ese encuentro…

Disculpa mi retraso, Kanda.- dijo Tsubasa, muy decidido.

¡Qué valor!.- se mofó Kanda.

¡Tsubasa!.- gritó Sanae.

No te pienso dejar.- dijo Tsubasa, mirándola.

¡No sacrifiques tu desempeño por mí, si caes en su trampa el equipo será…!.- comenzó a decir Sanae.

Acabo de llevar mi dimisión al club.- la interrumpió Tsubasa, muy serio.

¿Cómo?.- Sanae no pudo creérsela de momento.

De inmediato, Sanae quiso detener la pelea, pero Kanda se interpuso y la aventó hacia un lado. Tsubasa intentó ayudarla, pero entonces Kanda comenzó a atacarlo.

¡No te distraigas!.- le gritó Kanda.- ¡Voy a ver si haces lo que dices! ¿Por qué no te quejas, eh?

Tsubasa soportó de pie la golpiza que le puso Kanda, mientras Sanae miraba todo, atemorizada. Tsubasa recordaba todos los momentos vividos con Sanae para resistir, mientras Kanda se preguntaba cómo era que podía recibir todos sus golpes y seguir de pie… Hasta que llegó un momento en que Tsubasa sintió que su paciencia llegaba al límite, y de una poderosa patada arrojó a Kanda al suelo. Éste no puede menos que sorprenderse, aunque tampoco lo hizo tanto ya que, después de todo, lo había pateado el tres veces campeón nacional de sóccer, el próximo campeón del mundo…

¿Kanda, estás bien?.- preguntó Tsubasa, preocupado.

¿Cómo quieres que esté, después de esa patada?.- se rió Kanda, poniéndose de pie con dificultad.- ¡Bravo! Eres digno del amor que te tiene Sanae.

Kanda se retiró, sin decir nada más, dejando a Tsubasa y a Sanae solos. El primero fue entonces a la escuela, para decir que la carta de dimisión de Tsubasa no había sido más que una broma por parte de él. Mientras tanto, Tsubasa y Sanae se encontraban a solas al fin, sin saber qué decirse… Los dos se encontraban en lo alto de una colina, contemplando el atardecer…

Una vez que termine la escuela, me iré a Brasil para ser jugador profesional, ya lo sabes pues.- comentó Tsubasa, armándose de valor.- Yo no puedo pedirte que me esperes, ni tampoco puedo prometerte que algún día estaremos juntos pero… Yo quiero decirte ahora que… Te quiero, Sanae…

Sanae sintió que la dicha crecía en su corazón. Ella tenía fe en que, algún día, Tsubasa volvería a ella para hacerla feliz…

Lástima que en el proceso iban a pasar muchísimas cosas que bien podrían terminar por separarlos…

Notas:

Bueno, pues aquí voy con otro fic, dedicado esta vez a Tsubasa y Sanae aunque bien que sé que me voy a desviar hacia otras parejas en la historia xD. Jeje, en este fic verán algo muy diferente, algo que no esperarían en mí, a ver cómo me sale este experimento.