Dedicados a Ehsabet, que dejó reviews en mis otros fanfiction de Tales of Symphonia (y me hizo mucha ilusión :D)
En un principio, estas dos escenas iban a entrar en una serie de drabbles, pero mi inspiración no dio para más y me quedé aquí. El primer capítulo es sobre Colette, y el segundo sobre Martel. Muy muy cortitos, pero espero que hayan quedado bien. Ya me contaréis vosotros (?)
Poco más que comentar, espero que os gusten :D
Disclaimer: Tales of Symphonia (y cualquier Tales of) no me pertenece, es propiedad de Namco.
Advertencias: Algunos spoilers sobre Colette y lo que ocurre en la Torre.
Entró en la sala a paso decidido. Anunció su llegada al ángel Remiel, que sin duda la estaba esperando. De pronto, un círculo brillante apareció bajo sus pies y montones de plumas de luz danzaron a su alrededor.
Una voz grave le preguntó si quería renunciar a su humanidad y renacer como un ángel. Tenía miedo. Miedo de abandonar a todo el mundo, miedo de lo que podría pasar cuando se convirtiese en ángel. Miedo a morir.
A pesar de todo, su respuesta fue afirmativa, y la tenue luz que la rodeaba se hizo aún más fuerte. Sentía como si algo dentro de sí misma estuviese desapareciendo, como si le estuviesen quitando algo muy importante.
La luz cesó y ella cayó al suelo. No alcanzó a escuchar el círculo del teletransporte, ni a su amigo pronunciando su nombre. Una fuerza extraña la levantó del suelo y la mantuvo flotando en el aire.
Todos sus recuerdos pasaron por delante de sus ojos, todos los buenos momentos, todas las cosas importantes que había guardado en su memoria. Lloyd Irving estaba en todos ellos, comprendió casi con sorpresa. Los vislumbró por última vez antes de distinguir vagamente cómo se desvanecían en el olvido.
Vio a Lloyd frente a ella, un poco más abajo. Le miró a los ojos y condensó los sentimientos de los pocos recuerdos que le quedaban en un simple pero sincero "Gracias" mientras una lágrima solitaria recorría su mejilla.
Él la observó, impotente, y avanzó hacia ella gritando su nombre. Ella sintió que la imagen se desvanecía en luz, mientras susurraba una frase con sus últimas fuerzas.
Adiós, Lloyd...
