El camino había sido largo, el vuelo había sido en clase turista, afortunadamente no había sido un vuelo largo, por qué entre el señor que estaba a su derecha dormido y roncando como un oso y la señora con el bebé mal humorado había tenido suficiente como para toda la noche, sin contar por supuesto con lo desvelada que estaba a causa de su poco tiempo para empacar. En resumen no era un buen día.

El aeropuerto estaba lleno como siempre, la gente iba de aquí a allá, con sus maletas en las manos y pasos apurados, ella en cambio luchaba por sacar su maleta de la banda transportadora y cuando al fin logro sacar la maleta más grande se dio cuenta que le faltaban las dos más pequeñas, gruño algo frustrada y dejo pasar la banda hasta que sus dos maletas estuvieron con ella en el suelo.

Con una maleta en la mano y las otras dos colgadas en los hombros salió del aeropuerto lista para tomar un taxi, tenía ya la dirección de la Universidad a la que iría, Shikon No Tama, la Universidad más grande y con mejor prestigio, tenía el mayor número de licenciaturas y su política de paz y respeto entre humanos y youkais la hacía la más escogida entre los jóvenes humanos y los demonios. Incluso a ella le había costado mucho entrar, tener el mejor promedio de su generación había sido una herramienta indispensable para obtener la beca, y los contactos de su padre para obtener la residencia en la que viviría con otros estudiantes de la Universidad.

Tomó un taxi y le indico la dirección de la Universidad, era temprano por lo que no había demasiado tráfico, dio gracias al cielo por eso, si tenía suerte podría llegar y dormir al menos dos horas, claro que tendría que hacer espacio para guardar sus cosas, y dejar la habitación decente, sin contar que tenía que ir a comprar sus libros al día siguiente. Suspiro y recargó su cabeza en el frío vidrio, quizás si cerraba los ojos por un instante podría descansar.

"Ya llegamos" le despertó el hombre del taxi, Aome abrió los ojos, algo apenada.

"¿Cuánto le debo?" preguntó sacando su cartera de la bolsa.

El hombre señalo el taxímetro y Aome saco la cantidad exacta y se la dio al hombre que después de guardarlo en su cartera se bajo para ayudarle a sacar las maletas. Dejo las tres maletas en el suelo y le deseo buena suerte.

Aome apenas le escuchó, la entrada a la Universidad era más de lo que esperaba, había ya varios chicos, que como ella apenas llegaban, sacó de su bolsa los papeles de la Universidad y se acerco a la fila que había con chicos con maletas.

-Hola, disculpa, esta fila es para…

-Esperar al camión que nos lleva a los dormitorios- dijo el chico sonriendo – Soy Hojo.

-Aome – dijo ella sonriendo – entonces, esperamos y nos llevan a los dormitorios.

-Si- dijo Hojo sacando un mapa de su bolsillo derecho – toma, es un mapa de la Universidad, tengo otro entre mis papeles, te va a servir, trae los horarios de los camiones de la Universidad que nos llevan.

-Gracias- dijo Aome viendo el mapa.

-¿En que dormitorio estas? Quizás y estemos en el mismo – dijo el chico entusiasmado.

-Estoy en el edifico H- dijo Aome aún viendo el mapa. Volteo a ver al chico el cual la veía sorprendido. -¿y tú? ¿No estamos en el mismo dormitorio?

-El dormitorio H es algo exclusivo – dijo el chico algo apenado.

-¿Exclusivo cómo? – preguntó desorientada, según su padre era un buen dormitorio, claro que para su padre un buen dormitorio era algo funcional y quizás se le habían pasado algunos detalles.

-Solo los estudiantes privilegiados o más destacados duermen ahí- dijo Hojo viendo a Aome con más atención.

-Tengo beca, quizás es por eso – dijo Aome segura.

El camión con el logotipo de la Universidad llegó en ese momento, Hojo tomo sus maletas y Aome las propias, afortunadamente alcanzó lugar sentada y pudo observar por la ventana ya que Hojo, galantemente se había ofrecido a tener el asiento del pasillo.

"Buenos días, mi nombre es Yuca, soy estudiante de la carrera de mercadotecnia y publicidad, y hoy voy a ser su guía, les recomiendo poner atención ya que esta visita guiada solo se hace una vez, y bueno aquí comenzando tenemos del lado derecho los jardines principales de la Universidad, donde podrán practicar todo tipo de deporte, o pasar sus ratos libres, un poco más adelante tenemos el primer conjunto de dormitorios, los edificios W, X, Y y Z, para quienes bajan en estos edificios podemos detenernos o regresar después"

Algunos estudiantes bajaron del camión pero la mayoría se quedo, la chica suspiro y tomó aliento de nuevo.

"Continuando con la visita, del lado izquierdo, al fondo tenemos las canchas de tenis, basquetbol y la alberca, todos los estudiantes tenemos derecho al uso de las instalaciones de estas canchas, solo tienen que solicitar su credencial deportiva en las oficinas administrativas de la Universidad, ubicadas en el edificio B, mas adelante tenemos otro conjunto de edificios, que van de la O en adelante, antes de llegar a la W, de igual manera se les recuerda que pasaremos de regreso."

Otros dos estudiantes se bajaron, Aome vio a Hojo que titubeo un poco antes de quedarse sentado.

-¿En qué edificio estás tú?- preguntó Aome.

-En el P, pero me bajo de regreso – dijo Hojo sonriendo.

"Estamos ya en las áreas principales de la Universidad, del lado derecho tenemos la Biblioteca, a un lado está una de las 8 cafeterías que hay dentro de la Universidad, hay una cafetería en cada conjunto de edificios, esta es una de las tres cerca del área de la Biblioteca, al fondo están los edificios de las clases, los más grandes y abarcan de la letra A a la J, y al fondo de este campo están los edificios L, M y N, los segundos más cerca del área de estudios, del lado izquierdo tenemos el edificio H, el único dormitorio dentro del área de los edificios de clases, y si requieren de asesorías pueden solicitarlas en el edificio A, donde están la mayor parte de las oficinas"

Aome notó que la guía no había dicho nada de bajar en el edificio H, se preguntó si tendría que pararse y bajar en ese mismo instante o esperar, iba a decir algo cuando la chica volvió a hablar.

"Este es el final de la visita guiada, hay servicio de transporte interno todos los días, tienen sus horarios los cuales pueden ver en las oficinas, para quien están en los edificios L,M y N, pueden bajarse aquí, ya que el camión no irá hacía el fondo, y para los faltantes estaremos en sus edificios en un momento, por mi parte eso es todo"

Aome tomó sus cosas, Hojo se levantó y le ayudó a bajar del autobús, se veía sonriente.

-Bueno, creo que eso es todo, nos estaremos viendo entonces Aome – dijo el chico sonriendo.

-Nos vemos Hojo, gracias por todo – dijo Aome sonriendo.

Hojo volvió a subir al autobús, el cual arranco de inmediato, algunos estudiantes se dirigieron al fondo del campo, mientras que ella vio su dormitorio, un edificio grande con la letra H en el frente, suspiro y se dirigió al edificio.

"Llegas tarde" dijo alguien en cuanto entró, Aome volteo a ver al chico que había dicho eso, alto, con piel pálida y cabello blanco que inmediatamente le llevó a la mente la palabra youkai, sus ojos eran dorados y su vestimenta aunque sencilla podría costar más de lo que ella traía en sus tres maletas.

-Será mejor que escuches bien – dijo el hombre – no pienso repetirlo, me llamo Sesshomaru Taisho, soy el jefe de este dormitorio y tengo por obligación cuidar que todas las reglas se respeten, la lista de reglas esta en el que será tu dormitorio, lo más importante es que en este edificio no se permiten fiestas, puedes acudir a las que hacen en otros dormitorios pero en este dormitorio no se realizan fiestas, las llaves del edificio y de tu dormitorio están en el que es tu dormitorio, cada cuarto tiene su baño pero las regaderas están ubicadas al final del pasillo de cada piso, sígueme te llevaré a tu cuarto.

Aome le siguió tratando de asimilar todo lo que le acababa de decir, no era difícil, no era una estudiante a la que le agradaran demasiado las fiestas, le agradaba quedarse y quizás ver un poco la televisión o hacer cualquier cosa.

Sesshomaru subió los dos primeros pisos con normalidad, se dio cuenta que la chica apenas acababa de subir el primer piso y ya jadeaba cansada, fastidiado regresó al primer piso y le quitó de las manos la maleta mas grande, la chica le vio sorprendida y después de unos segundos le siguió sorprendida.

Llegaron al tercer piso, el demonio se detuvo en la cuarta puerta y bajo la maleta.

-Esta es tu habitación, la número catorce, espero leas las reglas y no des problemas de ningún tipo ¿entendido?

-Entendido – dijo Aome seria.

Sesshomaru se dio la media vuelta y se fue sin decir nada más. Aome suspiro y abrió la puerta sin esperar un momento, empujo la maleta hacía el interior y entró.

La habitación estaba pensada sin duda para que fuera para chicas, sus paredes eran de un lila claro, tenía dos armarios y dos camas gemelas, había un par de escritorios y eso era todo. Una de las camas tenía ya dos cojines y algunas prendas, la que suponía era de su compañera de habitación por lo que se sentó en la cama de junto y dejo sus dos pequeñas maletas en el suelo.

Se preguntaba qué clase de chica sería su compañera, esperaba que pudiera llevarse bien con ella, sería algo bueno el que fueran amigas y compañeras de cuarto, al menos podría tener alguien en quien confiar, nunca antes había pasado tanto tiempo fuera de su casa, lejos de su familia, sería difícil pero quería estar en la Universidad, quería estudiar y ayudar a la gente, si tenía que vivir en otro lado y estar lejos de su familia lo haría si con eso podía lograr su meta.

-Así que es cierto que tenemos una nueva inquilina – dijo una voz masculina. Aome volteo para ver a un chico de pie en el marco de la puerta, su cabello atado en una coleta, con unos brillantes ojos violeta y una sonrisa amigable.

-No te atrevas a ponerle una mano encima ¡¿Me escuchas Miroku? – le dijo una chica detrás de él, la cual paso al cuarto.

Aome vio con atención como la chica le daba un golpe en la cabeza al chico el cual sonrió como si fuera algo normal, a pesar de las advertencias de la chica el tal Miroku entró en el cuarto y se posiciono en frente de ella con una amplia sonrisa.

-Hola, disculpa que hayas visto esto, mi nombre es Miroku ¿y tu eres?

-Aome Higurashi – respondió ella sonriendo.

-Hola, soy Sango – dijo la chica sonriendo, amigable- al parecer seremos compañeras de cuarto.

-Me preguntaba cómo sería mi compañera de cuarto – dijo Aome sonriendo.

-Claro que si este cuarto no te satisface, puedo ofrecerte una cama que…- decía Miroku cuando Sango le dio un codazo en las costillas.

-Aome estará bien en este cuarto ¿cierto? – preguntó la chica sonriendo.

-Gracias por el ofrecimiento, pero Sango tiene razón, el cuarto me gusta – dijo ella al chico el cual no dejo de sonreír.

-Bueno señoritas, aunque lamente tener que irme, tengo un trabajo kilométrico que entregar, así que si me disculpan – dijo Miroku volteando a ver a Aome- Aome, mucho gusto en conocerte.

El sonriente Miroku salió, dejando a las dos chicas solas en la habitación. Aome le vio sonriente y se sentó en la cama. Sango le imitó.

-No lo tomes mucho en cuenta, coquetea con … bueno con todo lo que tenga falda – dijo Sango apenada.

-¿Es tu novio? – preguntó Aome, que vio como Sango se sonrojo de inmediato.

-¡No! – Dijo de prisa – no, fuimos novios pero no funciono.

-Ya veo, de todos modos, tiene el tipo ¿sabes? - dijo Aome amable.

-De hecho si – dijo Sango para después ponerse de pie – vamos, te muestro el resto de la casa, conociendo a Sesshomaru solo te mostro el pasillo que da a tu habitación.

-Es muy seco ¿no? – dijo Aome siguiendo a Sango.

-Algo, aunque supongo que tiene la presión, es el heredero de un gran imperio, ese debe tenerlo tenso – dijo Sango alzando los hombros – esta es la sala de estar, hay una pantalla, un Xbox, y bueno un dvd, no se si Inuyasha ya lo cambiaría por un Blu-ray pero es posible.

-Parece que tienen bastantes lujos, pensé…

-Que sería austero ¿no? Después de todo así es en los demás dormitorios, pero este es especial, están solo los estudiantes más destacados, o con mejores influencias, me da pena decirlo pero creo que eres la primera que esta aquí por ser destacada, becada – dijo la chica sonrojada.

-Vaya – dijo Aome algo avergonzada, esperaba que no todo el mundo supiera de ese detalle, no es que le avergonzara pero prefería mantener un perfil bajo y evitarse problemas.

-Hey Sango – dijo alguien que venía por el pasillo principal - ¿Dónde esta mi juego de Halo? Dile al pervertido de Miroku que me lo regrese.

Aome voleo a ver al recién llegado, un chico, alto, delgado, con un largo cabello blanco y unas adorables orejas en la parte superior de su cabeza, que bien podría interpretarse como señal de debilidad si no fuera por la fiera mirada y el aire de agresividad que le rodeaba.

-Si tantas ganas tienes de recuperarlo, dile tu – dijo Sango cruzando los brazos. – y como siempre, con tan pocos modales como un burro ¿no ves que tenemos una nueva…

-¡A mi que me importa la nueva estudiante!, ¡Solo dile que lo regrese ya! – dijo el chico para después darse la media vuelta y soltar tremendo portazo al salir.

Sango volteo a ver a Aome algo avergonzada.

-Discúlpalo, siempre ha sido así, un imbécil sin remedio- dijo la chica sonriendo apenada.

-¿Quién era? – preguntó Aome.

-Inuyasha, es el hermano de Sesshomaru – dijo Sango – ambos son demonios, Sesshomaru es un demonio completo e Inuyasha que es el hermano menor es mitad demonio, si te mantienes lejos de ellos es mejor para ti.

Sin duda los hermanos le intrigaban, eran todo lo contrario pero ambos igual de odiosos, por más que le dieran curiosidad no iba a acercarse a ellos, tenían la palabra "problema" escrito en la frente y esa razón era suficiente para alejarse de ellos.

Si podía.