Declaración: Nada de esto me pertenece, los personajes son de nuestra querida, adorada y modelo a seguir JK.

Aclaración: Este es un fic UA, Voldemort no existe así que por ende, los merodeadores y Lily están vivos y cuidaron de Harry.

Disfruten la lectura.

*"*"**"**"**"**"**"

Harry observó burlón a Ginny y sin poderlo evitar, soltó una carcajada que resonó en aquel solitario pasillo, la pelirroja abrió los ojos desmesuradamente y con pavor observó frenéticamente hacia ambos lados del pasillo, hasta asegurarse que nadie los había descubierto.

— ¡Cállate!—gritó/ susurró y al instante el azabache lo hizo, ella no pudo evitar sonreír.

—Lo siento—murmuró y recargándose en la pared se cruzo de brazos para después, levantar una ceja y observar a la pelirroja, divertido —pero… ¡Diablos Ginny! ¿Es en serio?—cuestionó, ella frunció el ceño y asintió lanzando un suspiro al aire.

—Sí, si lo es Potter, es sólo que… ¿Cómo te puede sorprender tanto? Creí que era obvio—murmuró, el azabache bufó mitad divertido, mitad incrédulo y alargando su mano, tomó uno de los mechones pelirrojos de Ginny y comenzó a enredarlo en su dedo.

—Pues no, —aclaró —no es obvio, no al menos después de observarte coqueteando con todos los que se te acercan—ella frunció el ceño.

— ¿Me estas llamando Puta?—cuestionó enojada y trató de separarse del adolescente, pero el pasillo era tan estrecho y él mantenía tan sujeto el mechón de su cabello en su dedo, que no pudo hacerlo. Harry alzo una ceja divertido y como para hacerla rabiar, se acercó más a ella haciendo que el espacio entre ellos fuese apenas de milímetros.

—Claro que no, jamás te llamaría de esa manera tan vulgar, en todo caso utilizaría palabras menos malsonantes como por ejemplo, promiscua o mujer de moral cuestionable—aclaró sonriendo con autosuficiencia, ella rodó los ojos y una sonrisa casi imperceptible se formo en sus labios mientras le observaba.

Después de todo, Harry no sólo había sido criado por James Potter sino también por Lily Evans y eso hacia que su carácter fuese mucho más educado y cortes aunque sólo estuviese bromeando.

—De todos modos—dijo Ginny, aclarándose la garganta ruidosamente y obligándose a perder el contacto visual con Harry— Eso no viene al caso porque la conclusión viene siendo la misma, necesito tu ayuda—terminó, murmurando lo ultimo y sintiendo su orgullo pisoteado, Harry soltó una carcajada.

—¿Y qué se supone que debo hacer yo? Puedes practicar conmigo nena, seré tu muñeco de pruebas—se ofreció, antes de soltar el mechón de la pelirroja que aun sostenía y con la mano libre, acariciar su mejilla. Ella hizo una mueca y con un manotazo alejo la mano del azabache.

—¡Claro que no Potter!—vociferó, tal vez demasiado fuerte antes de obligarse a respirar para tranquilizarse—O que, ¿acaso quieres enfrentarte a la ira de seis hermanos mayores?—cuestionó Ginny divertida, Harry fingió un estremecimiento y ella sonrió con autosuficiencia,—me lo imaginaba… pero ya en serio Harry, necesito que trates esto con madurez.— El aludido sonrió.

—¿Madurez?—ella asintió—Merlín Ginny, me tomo esto con madurez, pero mientras no me digas que es lo que buscas exactamente de mí, no podre ayudarte… además, aun me resulta imposible eso de que no sepas b…

—¡Cállate!—lo cortó Ginny, él sonrió.

— ¿Por qué? No es nada malo Ginny, incluso creo que Ron se alegraría si supiera que su hermana no sabe b…

—Pero tú no le dirás nada—lo volvió a interrumpir Ginny con una mirada dura, el asintió con una sonrisa en sus labios.

—Jamás defraudaría tu confianza Zanahoria—aclaró y ella inevitablemente sonrió, porque lo sabía, sabía que Harry jamás la defraudaría, porque por algo era su mejor amigo ¿No?

—No me digas Zanahoria—murmuró y el largó una carcajada, ella frunció el ceño.

—Calabaza entonces—ella bufó sonoramente y él se alzó de hombros divertido—Pero volviendo al tema Ginny, no sé realmente que quieres de mí puesto que en realidad no quieres utilizarme como prueba para que aprendas a be…—ella lo volvió a callar con un sonoro "sshhh" mientras sus mejillas se coloreaban de un profundo carmesí—Oh vamos Ginny, el primer paso para superar el problema, es la aceptación, además, no deberías avergonzarte… hay muchas niñas que tampoco han besado a nadie.

—Pero ninguna de esas "niñas" tiene quince años— murmuró Ginny más colorada que antes, Harry sonrió.

—¡Oh vamos! Estás exagerando todo Calabaza, pero de todos modos y si te hace sentir mejor, puedo jurarte que hay mujeres de mi curso y del séptimo que besan peor una plasta o una babosa, depende de quien hablemos—concluyó, con una mirada de autosuficiencia. Ginny rodeó los ojos molesta.

—¿estás tratando de humillarme? Porque si es así, lo lamento. No me afecta saber lo promiscuo que eres ni tampoco conocer tu larga lista de infortunios besos—el azabache soltó una carcajada y observó a Ginny divertido.

—tuche— murmuró, para después aclararse sonoramente la garganta— ¿entonces que es lo que buscas de mí?—cuestionó a Ginny, ella se alzó de hombros.

—Tan sólo quiero… clases—murmuró y sus mejillas –como casi toda su cara- se tiñeron de un suave rosa, Harry alzó las cejas.

—nena, las clases practicas son lo que mejor hago… ¿prefieres que nos veamos en algún armario oscuro o… empezamos ahora?—murmuró acercándose de nuevo a ella, Ginny bufó indignada.

—No entiendo que te pasa conmigo Harry, parece que cada vez que me tienes cerca tus hormonas adolescentes revolucionan—dijo en tonó burlón, Harry sonrió y alargando su mano volvió a coger un mechón de su cabello.

—Tal vez es porque me gusta lo prohibido y tú eres eso Ginny, además de que ahora que he descubierto tu aparente virginidad, un deseo aun más profundo por ti a nacido dentro de mí Calabaza—murmuró divertido y Ginny bufó indignada.

—Has arruinado todo con "Calabaza" estúpido—aclaró la pelirroja, Harry se alzó de hombros antes de separarse de ella.

—al menos lo intente, mi padre estará orgulloso—se defendió, Ginny sonrió divertida.

Y es que ese constante coqueteo resultaba algo normal entre ellos, era así de sencillo, un momento podían estar diciéndose las más cursis declaraciones y al otro reírse como viejos camaradas de su propia miel de enamorados. Y es que así eran ellos, sólo dos mejores amigos que divertidos con joderle a existencia la James y a su mantra religioso "Un Potter siempre tendrá una pelirroja y para ti Harry, esa no puede ser otra que Ginny" habían comenzado a fingir que podría existir algo entre ellos, bromeando con la profecía del padre del azabache.

Ginny se removió incomoda y entonces observó con detenimiento a Harry y volvió a ruborizarse.

—De ti no quiero nada de clases practicas, sólo necesito teoría—murmuró, Harry sonrió.

— ¿Qué es lo que realmente buscas de esto zanahoria?—cuestionó y ella lo fulminó con la mirada antes de contestar.

—es sólo que… Dean Thomas me propuso salir hace poco… —Harry asintió apurándola a continuar, y es que, él había sido una do los primeros en enterarse de la inminente cita de su mejor amiga con su compañero de curso. — Tú sabes que a mí me gusta, de verdad que me gusta… Yo, yo sólo quiero que nuestra cita sea perfecta y que al terminar cuando él se decida por besarme, todo se vuelva… mágico—Harry soltó una carcajada y Ginny lo observó herida, él se aclaró la garganta.

—Perdón—se disculpó—Es sólo que… Diablos Ginny, jamás imagine que pensaras igual que todas aquellas adolescentes que leen corazón de bruja y esperan a su príncipe azul—concluyó, ella se cruzó de brazos.

—Pues si lo hago—asevero compungida—aunque a mí manera.

—¿Y esa cual es esa?—cuestionó Harry.

—una mucho más simple, mucho más real… yo, yo jamás he besado a nadie y quiero que mi primer beso sea con alguien que realmente me guste y ese es Dean, es por eso que quiero que todo sea perfecto y en el futuro, cuando ya sea anciana, recordar aquel beso y sonreír emocionada…—entonces se calló, dándose cuenta de que tal vez había dicho más de lo necesario y sus mejillas volvieron a colorearse de un suave rosa. Harry en cambio levantó su mano y acarició la mejilla derecha de la chica.

—Te ayudaré—aseguró y ella se relajo al instante.

—Bien, gracias Harry—murmuró—¿Cuándo podríamos empezar?—cuestionó y él, aun acariciando su mejilla se acercó a ella hasta llegar a su oído.

—tal vez ahora mismo—susurró, Ginny sintió que los bellos de la nuca se le erizaban y quiso separarse, pero sus pies no respondían y Harry había utilizado la mano libre para aprisionarla contra la pared.

—¿a que te refieres?—cuestionó nerviosa, y Harry rió entre dientes.

—a que podrías empezar diciéndome que es para ti, un beso—contestó, ella se removió incomoda al sentir de nuevo aquella sensación en su nuca.

—Es…—murmuró, sin saber que contestar, porque el que Harry la tuviera aprisionada le ponía nerviosa—Es besarse—murmuró, Harry soltó una risita y ella se aclaró la garganta—No lo sé Harry… supongo que es juntar tus labios con otra persona ¿No?—concluyó, Harry se separo de ella y la observo sorprendido.

—Merlín Ginny, esa ha sido la respuesta más técnica y sosa que he escuchado—aclaró, la pelirroja se removió incomoda y él tomando la mano de ella, la posó sobre su cabello azabache y después, puso sus manos en su pequeña cintura y la observó con interés.

—Besar es un arte—aclaró y Ginny observándolo a los ojos, soltó una pequeña risita, él sonrió—de verdad, es una danza que se aprende a perfeccionar, no solo es juntar tus labios con otra persona, es hacerlo porque te gusta y tu le gustas, porque quieres sentirla más parte de ti, por eso. Es la demostración de aquel deseo carnal que sientes por la persona, pero también la conexión total con aquella persona que te gusta, es ir de la tierra al cielo—concluyó con una sonrisa sumisa, Ginny lo observó con atención, Harry se había acercado tanto a su cara que sus narices se rozaban.

—No sabía que podrías ser tan poeta—murmuró y el azabache rió, apretando más su agarre a la pelirroja.

—No sabes muchas cosas de mí—rumoreó, ella asintió.

—Eso es correcto, más aun porque lo único que veo en ti es ese deseo carnal y sexual por estar con alguien, los sentimientos y ese "ir de la tierra al cielo" no creo que lo hayas sentido nunca—dijo tratando de mofarse de él, de quitarle hierro a la situación, él levanto las cejas antes de rosar su nariz con la suya.

—Entonces realmente no me conoces nada—dijo—nada…

— ¿A sí?—cuestionó ella, el asintió.

—Ginevra—murmuró y ella no pudo evitar estremecerse, Harry jamás, jamás la llamaba Ginevra—Yo puedo hacer que cualquier mujer viaje de la tierra hasta el cielo con un beso y si ella es realmente la indicada, puede hacer que yo sienta lo mismo—ella alzó una perfecta ceja, él continuó —¿quieres probar?—concluyó acercándose a su boca, ella instintivamente cerro los ojos sintiendo cada vez más cerca y caliente el aliento de Harry sobre sus cara.

—Pero mira que tenemos aquí—murmuró una voz y ambos adolescentes se separaron en el acto, como si de repente ambos fueran imanes con polos iguales y se repelieran, las mejillas de ambos se tiñeron de un suave rosa antes de observar al dueño de aquella voz.

—Esto amerita detención muchachitos… es contra las reglas besuquearse en los pasillos—aclaró y Ginny termino de adquirir el color de un tomate maduro antes de negar frenéticamente.

—No… ¡No es lo que parece! Yo… nosotros no estábamos haciendo nada malo Sirius—gritó Harry.

—Ya—dijo el aludido—y yo me llamo Pedro—y fingió un escalofrió antes de sonreír socarrón y observar a su los dos adolescentes, que encogidos y nerviosos sobre sí mismos, parecían niños pequeños atrapados en una travesura—¿Quién iba a creer que encontraría a la pequeña Ginny y al pequeño cervatillo en plena acción?—cuestionó con una sonrisa burlona, ambos jóvenes negaron sin saber que decir y Sirius de repente adquirió una mirada austera—aunque me alegro de que al fin sean novios, no tengo otra opción más que castigarles—ambos lo observaron sorprendidos y él se alzó de hombros—después de todo, soy su superior y si quiero seguir teniendo el respeto de los niños necesito hacer respetar las reglas y castigarlos por irrumpirlas—concluyó con una mirada feroz hasta que después de unos segundos comenzó a reír descaradamente.

—Sir… profesor Black, nosotros no estábamos haciendo nada, Potter… Potter solo me sostuvo cuando vio que estaba a punto de caer—aclaró Ginny y Harry gimió internamente maldiciendo a la pobre excusa de la chica, Sirius levanto una ceja.

—Aja, y por azares del destino ustedes se encontraron "por casualidad" solos en este estrecho pasillo, y usted decidió jugar a la torpe y el señor Potter el del salvador—dijo Sirius burlón, Harry se removió incomodo—No, no, no muchachos. Harry, pensé qué te había enseñado a mentir mejor—aclaró Sirius, el aludido bufó.

—¡Pero es que de verdad, no estábamos haciendo nada malo!—gritó Harry—Yo sólo estaba ayudándola con…—pero calló al instante, al observar la mirada desesperada de Ginny, Sirius sonrió—yo solo la ayude sosteniéndola para que no callera—murmuro utilizando la triste excusa de Ginny, Sirius los observó.

—Ya… ¿es todo lo que tienen que decirme?—les cuestionó, ambos asintieron cabizbajos, Sirius los observó divertido hasta que pegando un brinco se dio la vuela—¡Tengo que comunicar de esto a James chicos!—grito y ellos se observaron alarmados—¡Detención mañana conmigo a las seis!—vociferó, antes de desaparecer al final del pasillo, Harry y Ginny se observaron apenados.

—Lo siento Harry—murmuró Ginny, removiéndose inquieta y alejándose lo más que pudo de Harry, él se alzó de hombros.

—No importa—aunque el tono de voz que utilizo, claramente demostró lo contrario—ya aplacare yo a mi padre y mañana, bueno… tal vez podremos inventar alguna excusa creíble para Sirius—concluyó, Ginny asintió y bajando la vista, dio un gran suspiro.

—Gracias por no decir nada—murmuró—Sirius no me hubiese dejado en paz jamás—concluyó, Harry se alzó de hombros y le sonrió, aunque Ginny no pudo verlo.

—No te preocupes—murmuró—Te había prometido no decir nada calabaza—Ella sonrió.

—Sí, ya lo sé—murmuró y ambos se quedaron callados, sin saber que decir, hasta que Ginny se aclaró la garganta sonoramente—yo… aun tengo que acabar un ensayo de historia, supongo que… eso, nos vemos después—murmuró y Harry la observó con atención.

—aun te ayudare—Ginny levanto la vista bruscamente y le regalo una mirada esperanzadora—eso si aun lo quieres—ella asintió—entonces mañana nos vemos—concluyó y regalándole una sonrisa se alejó del pasillo, Ginny no tardo en alejarse también del pasillo, siguiendo la dirección contraria.

Cuando el azabache llego a la sala común de Gryffindor, está se encontraba casi vacía y suspirando subió las escaleras, al entrar a su cuarto casi sonrió al observar a sus compañeros de cuarto aun despiertos riendo con diversión, Semus y Dean –al ver a este ultimo no pudo evitar fruncir el ceño- jugaban Snap explosivo en los extremos de la recamara y Ron y Neville mantenían un juego de ajedrez en donde este ultimo perdía horriblemente, el azabache se acercó a ellos y se sentó a un lado de Neville, esté lo observó antes de sonreírle, Ron no hizo ningún movimiento que indicara que se había dado cuenta de su llegada, absorto como estaba en su juego.

—¿Dónde estabas?—cuestionó Neville, Harry suspiro.

—mañana tengo detención con Sirius—dijo, sin contestar la pregunta del chico.

—¿Con Sirius?—preguntó Ron sorprendido levantando la vista del tablero, Harry asintió enojado.

—sorpresivamente, ha decidido que como un respetable maestro que es, castigara a los que incumplan el sagrado reglamente… ¡bah! Es un autentico hipócrita—aclaró, Neville se dio la vuelta para observarlo, dejando a un lado el juego.

—¿Qué hiciste?—cuestiono serio, Harry alzo las cejas.

—¡Nada!—vociferó pero al observar las miradas incrédulas de sus amigos, resopló—yo sólo… sólo estaba con una chica… ¡no estábamos haciendo nada!—aclaró, cuando vio la mirada medio burlona, medio desaprobadora que sus amigos le dirigieron—¡de verdad! sólo, sólo charlábamos—murmuró antes de que Neville y Ron se observaran y comenzaran a bufarlo entre risas.

—¿Quién fue está vez?—cuestionó Ron, Harry abrió la boca pero al hallarse sin saber que decir, volvió a cerrarla.

Y es que, qué podría realmente decir, ¿Qué estaba con su hermana? No, definitivamente no, porque conocía a Ron y conocía lo sobreprotector que era con ella y lo bien que le conocía como para saber que ninguna chica realmente le importaba, y aunque en realidad no hubiese hecho nada con Ginny… e instintivamente se sonrojo antes de bajar la cara apenado.

Ese era el problema, que aunque lo negara, en realidad sí había hecho algo con ella, y aun peor, no sabía que nombre darle a eso, pero era obvio que había estado a punto de besarla y que ella había estado a punto de corresponderle.

No, se dijo con rotundidad, aquel momento vivido en el desolado y pequeño pasillo tenía que olvidarlo, Ginny era su amiga, su mejor amiga… habían crecido juntos, habían vividos prácticamente toda su vida el uno al lado del otro, lo que había pasado era algo que simplemente había sido imposible de evitar, algo que la atmosfera, la noche, el aire, su cuerpo tan cerca del suyo, su timidez… lo habían obligado a actuar así.

Cuando levanto la vista ambos amigos lo observaban divertidos y él se removió incomodo antes de levantarse y acercarse al baúl con su nombre que descansaba a los pies de su cama y comenzar a buscar su bata.

—No fue nada—aclaró sin voltearse, aunque estuvo seguro que sus amigos le oyeron— Ella… nosotros… fue un error. No se volverá a repetir—aclaró, tratando de que sus mismas palabras surtieran efecto en sí mismo.

Y cuando por fin se recostó en su cama y cerró los ojos, pudo escuchar los susurros de sus amigos.

—¿Quién crees que fue está vez?—oyó decir a Neville y agradeció que Dean y Seamus estuviesen lo suficientemente lejos como para no escucharles.

—¿Alguna Slitheryn?—especuló Ron, Harry apretó los labios en una fina línea, evitando así soltar una carcajada.

—Tal vez—murmuró Neville, antes de soltar una risita—con tal de que no sea Millicent, todo está bien—concluyó antes de soltar una estrepitosa carcajada, seguido después de poco segundos por Ron.

*"**"*"**"**"*"**"**"*"**"

Harry amaba a Hermione, ella era como la hermana que nunca había tenido y se parecía tanto a su madre que algunas veces incluso resultaba escalofriante, y es que la castaña era tan amante de las reglas y el estudio como Harry lo era del Quiddicht y de las chicas.

No era para menos, años de estudio y lectura habían hecho de la castaña verdaderamente suspicaz e incluso, porque negarlo, algo metiche en su camino por saberlo todo. Era verdad, Hermione era una indiscutible amiga y había sabido sacarle de muchos apuros, pero en momentos así era cuando Harry realmente se preguntaba como había terminado por trabar amistad con una chica como ella.

Y es que Hermione llevaba toda la mañana y parte de la tarde fastidiándole para que le dijera quien era la chica por la que se había ganado un castigo de Sirius, y tomando en cuenta que ella era la hermana pequeña de uno de sus mejores amigos y no quería que nadie se enterara de la verdadera razón por la que estaban juntos, prefería guardar silencio y aguantar la mirada poco disimulada que la castaña le lanzaba.

— ¿Dejaras de mirarme así?—cuestionó cansado, la aludida parpadeo antes de fruncir el ceño, Neville sentado a su lado le palmeó el hombro.

—Déjalo en paz Hermione—la riñó Ron, zarandeando una trozo de zanahoria frente a ella—No te dirá nada, no nos lo dijo a nosotros que somos hombres, no te lo dirá a ti— Ella bufó.

— ¡No seas machista Ronald!—lo regañó Hermione—no por ser mujer, merezco saber menos que ustedes—el aludido frunció el ceño antes de morder el pedazo de zanahoria y enfocar su vista en Hermione.

—No me refería a eso—aclaró—Yo sé lo capaz que eres Hermione, pero admitámoslo: Harry no te diría algunas cosas, porque esas sólo se pueden compartir con hombres… ¡No espera! No me riñas, o qué, ¿quieres escuchar sobre los grandes senos de sus conquistas o quizás, de su enorme culo?—concluyó, la castaña se ruborizó antes de lanzarle una fea mirada.

—¡Claro que no! eso… eso sería asqueroso—contestó, antes de enfocar su mirada en Harry—No es necesario que me diga ningún detalle morboso… realmente, no lo necesito a diferencia de otros. Pero puede decirme el nombre de la chica por la que su padrino, tan indulgente y favoritista con él, lo castigo—concluyó, Harry se removió incomodo.

—No necesitas hablar de mí como si no estuviera Mione—ella suspiró antes de lanzar una rápida mirada a la mesa de los maestros y observar platicar –o pelear- a Sirius con Snape.

—es sólo que… es realmente raro Harry, Sirius no te castigaría por encontrarte con una chica, al contrario, no dejaría de fastidiarte y felicitarte—Harry hizo una mueca, y casi quiso alejarse de su ingeniosa amiga.

—No creo que su intención haya sido realmente castigarme—dijo, sus tres amigos le observaron—al menos no en el sentido estricto de la palabra. Lo que él busca es fastidiarme libremente, burlarse tal vez sin que yo pueda no asistir o irme, porque eso me acarrearía más problemas, puesto que en realidad estoy cumpliendo un castigo—concluyó, Hermione frunció los labios.

—¿Quién es la chica?—cuestionó de nuevo, Harry negó.

—No pienso decirles nada—aclaró, Neville apretó cariñosamente el brazo de Hermione, llamando así su atención.

—déjalo ya Mione, llevas toda la mañana y parte de la tarde cuestionándole lo mismos y él no a dado su brazo a torcer. Admitámoslo, en realidad… a nosotros no nos incumbe—Hermione le lanzó una mirada fría.

—¡es cierto!—grazno Ron, tratando de obtener de nuevo la atención de la castaña—Si Harry no nos quiere decir, creo que lo más correcto es respetar su silencio y no meter nuestras narices en lo que no nos incumbe— Hermione bufó indignada.

—¿acaso me estas llamando chismosa Ronald?—cuestionó, Ron sonrió de repente revitalizado, como si pelear con Hermione después de la comida fuese lo correcto.

Entonces ambos se enfrascaron en una boba discusión y Harry suspiro agradecido de ser ignorado por su amiga, Neville le lanzó una mirada de simpatía pero no dijo nada, e ignorando a Ron y Hermione volvió a su comida.

No había visto a Ginny en todo el día y ahora que se acercaba el castigo de Sirius y por consecuencia, el inminente rencuentro entre ambos después de la penosa escena en el pasillo, comenzaba a sentirse realmente nervioso.

—Harry—escucho que alguien lo llamaba y el azabache levantó la vista de su plato para posarlo en Romilda Vane que le sonreía coqueta—Yo… quería saber si te gustaría dar un paseo conmigo por los jardines de Hogwarts— cuestionó sonriente, Harry suspiró antes de observar su reloj de muñeca, eran las cinco de la tarde, aun faltaba una hora para su detención, suficiente para divertirse un rato con la chica.

—me encantaría—dijo, alejando sus pensamientos de Ginny y levantándose de la mesa, Ron y Hermione parecieron no darse cuenta de que se iba pero Neville lo observaba con atención.

—Nos vemos—dijo su amigo, Harry le sonrió antes de hacer un movimiento afirmativo a Romilda y comenzar a caminar junto a ella hacía la salida del gran comedor.

"*"**"*"**"*"*"**"*"**"*"**"**"

Cuando Harry tocó la puerta del despacho de Sirius, no pudo suprimir tomar una gran bocanada de aire, había corrido como un desquiciado todo el camino de los jardines hacia allí, realmente había perdido fuerzas, pero cuando Sirius le abrió, Harry se recompuso y su padrino con el ceño fruncido observó su reloj de pulsera.

—Llegas tarde—lo reprendió, acercando su reloj a la cara del azabache, él como respuesta le pego un manotazo.

—Lo sé, lo siento profesor—se obligo a disculparse con una mirada austera y madura, Sirius sonrió socarrón y Harry tuvo la imperiosa necesidad de darse la vuelta y dejarlo plantado con aquella sonrisa de bobo.

—¿Ahora nos vamos a hablar como verdadero alumno y maestro?—cuestionó a su ahijado burlón, este asintió con una mueca, dos pueden jugar ente juego Sirius, pensó.

—Entonces será mejor que pase señor Potter, ya vamos realmente atrasados con el castigo—dijo Black, asiéndose a un lado. Harry bufó antes de entrar pisando fuerte al pequeño despacho, al instante perdió el aire y deseo haberse quedado con Sirius discutiendo afuera.

Y es que Ginny se encontraba recargada en una de las esquinas del despacho, con la cabeza agachada y su cabello pelirrojo cayendo por sobre sus hombros como una cascada, Harry no pudo evitar sentirse nervioso, en la ultima hora se había obligado a no pensar en ella y lo había logrado, Romilda había sabido entretenerlo realmente bien, pero ahora que la tenía frente a él no podía dejar de pensar en como actuar con ella o que decirle después del momento bochornoso que habían pasado.

Pero al final, no tuvo que hacer o decir nada, Ginny había levantado su cabeza y le había regalado una sonrisa que había llegado hasta sus ojos, antes de separarse de la pared y acercársele.

—Hola Potter—lo saludó, no tuvo que hacer nada más, Harry lo había entendido, Ginny quería que ambos olvidaran aquel momento, que actuaran como si nada hubiera estado a punto de suceder.

—Calabaza, no te había visto en todo el día—dijo, Ginny se alzó de hombros.

—tuve mucha tarea Potter, algo que no creo que tú conozcas—él sonrió divertido.

—Nena, algunos nacemos talentosos y no necesitamos hacer de aburridas tareas para sobresalir, otros desgraciadamente tienen que esforzarse para apenas llegar a la mitad de lo que somos nosotros—Ginny soltó una risita antes de pegarle divertida en el hombro.

—al menos yo conozco lo que es la responsabilidad Harry, ¿Por qué has llegado hasta esta hora?—cuestionó interesada, Harry abrió la boca dispuesto a contarle de su conquista pero en seguida la cerró frunciendo el ceño.

Ginny lo observaba sonriente y él no sabía si debía o no decirle sobre Romilda, una sensación rara se había asentado en su estomago, ¿culpa? ¿Miedo? No lo sabía, pero de repente sentía que lo que había estado haciendo con Vane había estado mal, y la vergüenza se apodero de él.

—Aunque parecen realmente interesados en su platica muchachos, ustedes han venido aquí por un castigo y tienen que cumplirlo—dijo Sirius, ambos adolescentes lo observaron, una fastidiada el otro realmente agradecido por la oportuna intervención—así que comiencen con esto—continuó, agitando su varita y haciendo aparecer una caja llena de hojas—todos son ensayos, trabajos, exámenes o tareas que he dejado a mis alumnos en los últimos siete años, están todos revueltos así que su trabajo es separar los trabajos de primer grado, segundo grado, tercer grado… etcétera, etcétera. ¿Han entendido?—cuestionó, ambos asintieron fastidiados, Sirius hizo levitar la caja hasta posarla en el piso. — Pues bien, empiecen—imperó a ambos adolescentes.

*"*"**"*"*"*

-Y dígame-dijo Sirius después de unos minutos en silencio observando a ambos adolescentes separar los trabajos, ninguno levanto la cabeza o hizo alguna señal de haberlo escuchado, a Sirius no le importo—¿desde cuando son novios? Porque han sabido ocultarlo muy bien… y yo que pensé que al final tendría que encerrarlos en algún armario unos cuantos días hasta que se dieran cuenta que eran el uno para el otro, aunque no entiendo porque tanto secreto, digo ¿ninguno de los dos tiene novia o sí? Porque si lo que te preocupa son las admiradoras de Harry, creo que tú puedes con ellas perfectamente, después de todo una pelirroja es de armas tomar y…

— ¡Basta Sirius!—lo interrumpió Harry, incapaz de contenerse más—quiero que te quede claro: ¡Ginny yo no estamos saliendo!—aclaro, pero Sirius sonrió bonachón.

— ¿Entonces llevan una relación libre?—cuestionó—chicos, no es que me queje, todas mis relaciones son así y es fantástico no tener que rendirle cuentas a nadie, pero tomando en cuenta que ustedes van directo al altar, no creo que sea lo más correcto, además Harry, por sorpréndete que se escuche, a tu padre no le gustara eso…

—Pero si entre Harry y yo no hay nada—ahora fue el turno de Ginny de interrumpir—somos sólo amigos, ¡amigos profesor Black!—Sirius frunció el ceño.

—y yo que pensé que el juego aquel de respetarnos y no tutearnos ya había terminado—murmuró—como sea, no es necesario que escondan nada conmigo chicos, yo ya lo sé, por si no recuerdan fui testigo de su más resiente escapada para una sesión de besuqueos—Harry negó frenéticamente.

—Pues lo confundió todo profesor Black, nosotros no hacíamos nada malo—Sirius se alzó de hombros.

—No hacer nada no es sinónimo de no querer, tal vez tengan razón y no habían hecho nada malo (que no creo) pero eso no significa que no lo estuvieran pensando y queriendo—Harry bajo la vista, incapaz de refutarle aquello, porque tenia razón, tal vez entre Ginny y él no había sucedido nada, pero eso no significaba que de verdad él no lo hubiera querido.

— ¡Es un cabeza dura profesor Black!—vociferó Ginny, Sirius sonrió.

—No sea descarada señorita Weasley, no olvide que yo sigo siendo su maestro—ella bufó antes de bajar la vista y concentrarse en su castigo.

—¿Cómo… cómo es que no he recibido ninguna carta de mi padre? Pensé que le contaría en seguida—cuestionó Harry, curioso de saber el porqué de la nula reacción de su padre por aquella noticia que había esperado por años—Sirius se alzó de hombros.

—Pues no, no le he dicho nada—Harry lo observo sorprendido y no fue para menos, que Sirius se guardara aquella noticia para él mismo era sorprendente—No cantes victoria muchacho, tu padre se enterara pero no será por mí—concluyó levantando ambas cejas sugestivamente, Harry bufó.

—Si crees que yo alimentare esta mentira y le diré a mi padre del supuesto noviazgo que tu inventaste entre Ginny yo, estas muy equivocado—aclaró seguro.

—Oh si que se lo dirán y les daré una semana para ello y si después de esta semana Cornamenta sigue sin enterarse, yo mismo se lo diré y dejare que venga a Hogwarts a felicitarlos—lo amenazó, Ginny dejo a un lado su tarea y enfoco la vista en Sirius.

—¿Nos estas amenazando?—cuestionó, Harry parecía incapaz de decir nada, Sirius sonrió.

—tómenselo como quieran: un consejo, una ayuda… una amenaza—contestó socarrón.

—eso sólo nos haría alimentar una mentira y engañar al señor Potter porque entre Harry y yo no hay absolutamente nada—rebatió Ginny, el aludido se levanto de su silla y camino hacia los adolescentes, después puso una mano en el hombro de Harry y otra en de Ginny.

—entonces tienen una semana para que aquella "mentira" se vuelva una realidad y ustedes se hagan novios—Harry bufó.

—eso es estúpido, Ginny es mi amiga, una semana no me hará enamorarme de ella y menos cuando ninguno de los dos lo quiere, ¿Qué no sabes que ella tiene una cita con Thomas? Y no sólo ella, yo estoy viéndome con Vane—Listo, lo había dicho, Ginny le dirigió una rápida mirada y Sirius pareció contrariado antes de suspirar y volver a sonreír, recuperándose.

—entonces vamos por el camino correcto, ustedes parecen perderse cada vez más del otro. Esto hará que los sentimientos arraigados entre ustedes renazcan—aclaró Sirius. Harry suspiro—así que no hay peros que valgan, Ginny y tú tienen una semana para decirle a Cornamenta o yo mismo lo haré—volvió a decir, separándose de los adolescentes, ambos se observaron.

—No haremos nada ni tampoco le diremos nada a mi padre—dijo Harry, Ginny asintió y Sirius se alzó de hombros.

—Como quieran, ya están advertidos… y ahora, será mejor que continúen con el castigo porque si no terminan nos veremos mañana—Harry y Ginny se observaron y asintiendo comenzaron de nuevo con el castigo olvidado, ambos de acuerdo en evitar lo más posible a Sirius.

"*"**"*"**"*"**"**"*"
Bueno… ¿Qué les pareció el primer capitulo de está historia? Aclaro que no tendrá muchos capítulos, tal vez unos tres más y listo…

¿A que Sirius es realmente astuto? Supo envolver a Ginny y a Harry en su juego mental darles solo dos opciones, hacerse novios y decirle a James o dejar que Sirius lo haga para que este pueda ir a felicitarlos. Ambos son malas opciones, hay que admitirlo, pero veremos que se les ocurre a nuestros protagonistas.

¡No se olviden de comentar! Y recuerden, acepto críticas constructivas…