¡Qué tal mis pequeñas criaturitas del Yaoi! Ya regrese de mi largo descanso.
Aquí comienza la nueva historia alternativa de Shingeki no Pregnancy.
Disfrútenla.
Los leo abajo.
Eren entro silencioso a la habitación, estaba muy asustado, y suerte que no lo habían golpeado tanto.
El sargento permaneció en la puerta, mostrando su autoridad y con un gesto de superioridad.
-Mocoso- dijo severamente Levi -Que ni se te ocurra escaparte.
Y dicho y hecho, Eren escapó, bueno no escapo, se encerró como pudo en el pequeño baño de la habitación.
-¡Abre la puta puerta, mocoso!- Gritó con un ligero enojo -Dijiste que me amabas, así que déjame hacértelo.
-Lo amo, pero no como para que descargue su tensión sexual contra mí.
No debió decir eso, Levi pateo la puerta con todas sus fuerzas, tantas que la partió y se derrumbó, quedando completamente en el piso.
Miro varias veces hasta notar al castaño hecho bolita en la esquina más lejana, detrás de la cortina de baño, llorando.
Estaba hecho un desastre, el cabello hecho una mierda, sucio y lleno de tierra con hojas.
Sus ojos verdes estaban hinchados de tantas lagrimas que salían.
Su ropa estaba un poco sucia y rota.
Al principio el sargento dudo un poco, pero luego decidió hacerlo de todos modos.
Abrió el agua caliente, Eren se asustó al sentir de golpe en agua fría, que mientras comenzaba a tronarse en caliente, lo hacía temblar un poco.
Levi tomo un poco de su Shampoo, limpiando aquella maraña de cabello café que contenía millones de pequeñas ramitas y hojas; después de eso lo enjabono con un rico jabón natural de flores, su olor no era fuerte, pero era agradable al olfato de ambos, pero más del castaño.
Aquel olor le recordaba a las muchas veces que había visto al sargento, lo había olido, lo había sentido.
Al reaccionar a el ligero movimiento del agua Eren volteo con temor, su sargento estaba sin prenda alguna, sentado a su espalda en la bañera, con las piernas un tanto estiradas, casi como si lo abrazara con ella.
-Estate quieto que te quitare esa mugre de la espalda.
Solo se quedó en silencio, sintiendo como sus manos le recorrían la espalda, junto a la esponja y el jabón. Era raro pensar que el sargento tocaba su espalda sucia, ya que odiaba la suciedad, quizás fuera por ser Eren que hizo una ligera excepción.
El ojiverde se encontraba muerto del cansancio, y aun si le dolía el cuerpo, había algo que lo calmaba... Algo que no sabía estaba tranquilizándolo por dentro, pero eso no impidió que comenzara a perder sus fuerzas.
Levi se asustó, el joven no respondía ni al tacto de su mano.
Salió apresurado, tomo una toalla y lo envolvió en ella después de que el agua se hubiera drenado de la bañera.
Lo cargó con fuerza, pero delicadeza, y lo llevo a la cama.
El joven de ojos verdes estaba perdiendo el conocimiento y él lo sabía.
Se preocupó mucho, y vio como lentamente esos ojos tan opacos y sin brillo comenzaban a cerrarse.
Paso mucho tiempo, pero el castaño finalmente abrió sus ojos, estos con un deje de dolor.
-¿Que ha pasado?- Preguntó temeroso, mientras notaba que no tenía prenda alguna y se encontraba en la cama del sargento. Le dolía todo el cuerpo, e incluso tenía varios moretones.
-No hemos hecho nada, si eso es lo que piensas- Busco en su cabeza las palabras indicadas y continuo -He llamado a un doctor, no debe tardar.
-¿Un doctor?- Preguntó un poco asustado.
-Sí, un doctor, llevas 2 días sin despertar.
Reaccionó rápidamente, trato de incorporarse a la cama, pero su cuerpo no le respondía.
-¿Dos días?- dijo más para sí que para el sargento.
-Sí, has estado dormido y con fiebre durante estos últimos dos días.
Miro a su alrededor, y noto la verdad en las palabras del de ojos grises.
Una montaña de toallas húmedas en el piso, la cama con otro juego de sábanas y varias cosas más, pero lo que le sorprendían era que el sargento un poco descuidado y lleno de sudor, a lado de la cama, con los ojos hundidos de no haber dormido.
-¿Me ha cuidado todo este tiempo?- dijo con un rubor ligero en las mejillas.
Levi sólo atinó a cerrar los ojos, y Eren pudo divisar un deje de rubor en sus pómulos.
No hubo respuesta. El mayor se había quedado dormido.
Menos de diez minutos faltaron, solo eso para que el doctor entrara por aquella vieja puerta a la habitación.
-¿Puedo pasar?- Preguntó.
Esa voz la conocía, sabía que era alguien con el que había convivido durante un largo tiempo.
-Pase por favor- Respondió con todas las fuerzas que pudo, aunque su voz no llegaba a ser muy audible del todo.
Aquel hombre entró, con ese cabello rubio corto y bien peinado, sus ojos azules que eran incomparables.
-¿Comandante Erwin?- Se sorprendió.
-Soy Doctor ahora, deje el puesto de comandante hace mucho tiempo- Solo se acercó con una cálida sonrisa -Bueno Eren, veo que has dejado agotado a Levi.
-No fue mi intención.
Su cara detonaba una tristeza feroz.
-No sé qué ha pasado en estos dos días, quizás estoy muriendo.
Erwin saco su estetoscopio, lo poso sobre el pecho desnudo de Eren, en cual estaba un poco magullado.
-Mmm... Es extraño que tu cuerpo no se regenerara solo. Ya deberías estar curado del todo.
Y era verdad, ¿Qué evitaba que el cuerpo de Eren se regenerara?
Erwin comenzó a palpar el pecho del joven, siguió por su espalda y luego al vientre.
Miro extrañado a esa área en particular. Reviso minuciosamente una y otra vez, y otra y otra. Y al final sólo pudo preguntar aquello que incomodaría a cualquiera.
-¿Cuándo fue la última vez que tuviste relaciones sexuales?
Sus ojos se abrieron como platos, su cara se ruborizó al 100% y miraba a todos lados, tratando de eludir aquella incomoda pregunta.
Simplemente respiro después de recordar.
-Quizás hace un mes o dos- el hilo de su voz se notaba tembloroso.
-Ya veo, entonces, creo saber que tienes, pero será necesario hacerte unas pruebas más.
-Claro, lo que sea necesario.
Una hora. Dos horas. Tres horas... Hasta ya habían pasado casi cuatro horas, pero Erwin estaba muy desconcertado.
-Ya veo, no sabía que esto podría pasar.
-¿Qué cosa?- dijo con miedo.
-Al parecer, el transformarte en titán no es tu única capacidad especial- Dijo con una media sonrisa dibujada en su rostro.
-¿Podrías recostarte y abrir las piernas?
Más rubor lleno las mejillas del castaño, esperen... ¿Era eso posible? Creo que para ese momento el joven era un manojo de nervios y estaba completamente rojo.
Recordó cómo Levi lo tomaba como suyo, igual que varias veces anteriores.
No imaginaba el "tener que abrir las piernas" a alguien que no fuera de aquel que estaba enamorado.
Lenta y penosamente hizo lo que le indicaron, Erwin se puso un guante y abrió aún más las piernas de Eren.
-ESPERA... ¿QUE VAS A HACER?
-Solo introduciré un dedo para revisar por el interior, quiero confirmar algo antes de dar un diagnóstico en específico.
La cara de Eren cambio cuando Erwin mencionó el "introducir" algo ahí.
Una cosa era que el sargento lo hiciera, ya se había vuelto algo normal, pero ahora no era su caballero de negro cabello, era el mejor amigo del susodicho.
Al principio sintió rara la intrusión de algo ajeno allá abajo.
Ese dedo inspeccionó, sin ningún erotismo, y cuando hubo terminado el asunto lo retiro.
-Parece ser que no estoy en la incorrecto- Decía mientras se retiraba el guante.
-¿Qué es?- preguntó con miedo en su voz.
-Bueno Eren, es un poco complicado, y realmente no estoy seguro de como paso, pero estas en cinta.
-¿Cinta?
-En espera...
-¿En la espera de qué?
-Que estas embarazado.
Sus ojos no detonaban señal de reacción, o al contrario, su reacción había sido esa, no atinar a decir nada y quedar en Shock.
-Eren, escúchame bien, haré un expediente médico sobre esto. Me encargaré personalmente de que nadie se entere y si quieres hasta podría operarte para sacar al pequeño embrión que se está formando en tu inte-
-No.
Lo interrumpió con los ojos llenos de lágrimas, no entendía el cómo o el porqué de las cosas, pero definitivamente algo le decía que no debía, que tenía que cuidar a aquello que se encontraba en su interior con todo el amor que le fue arrebatado de joven.
-No quiero que lo saques- Repitió.
-¿Estás seguro de esto Eren? Una vez que tomes la decisión ya no habrá vuelta atrás.
-Sí.
-Bueno en ese caso, tomare tus datos. ¿Nombre Completo?
-Eren Jaeger.
-¿Edad?
-22.
-¿Nombre del posible padre?
-... Ackerman.
-¿Levi?
Solo dio un ligero movimiento de cabeza, pero eso no le quito la seriedad que tenía en el rostro.
-¿Seguro Eren?- Infirió Erwin.
-Sí, completamente.
Erwin anotó un ligero número en la edad del sargento. Ésta siempre había permanecido en secreto.
-Bueno, si mis cálculos son correctos tienes alrededor de 7 semanas de embarazo, eso sería casi dos meses. No soy ningún experto, pero si no mal recuerdo, para ahora el embrión debe medir alrededor de 2 cm.
-¿Tan pequeño?- Dio un hondo suspiro.
-Sí, anteriormente revise la parte interna de tu cuerpo, la cual está cambiando lentamente. Esa es una razón lógica por la cual no se recuperan tus heridas- Erwin finalizo su frase y se levantó de donde estaba –Levi tendrá que autorizar esto.
Trago saliva, el problema no era tener al bebe, el problema era que Levi era el padre… ¿Cómo se lo diría? ¿Cómo reaccionaría?
El vientre de Eren se apreciaba ligeramente abultado, como si hubiera comido mucho en los últimos días, cosa contraria a lo que realmente pasaba.
-Como médico te pido que mantengas una sana alimentación, todo por tu bien y el de aquel que tienes dentro.
Erwin camino hacia donde estaba Levi, lo cubrió con una sábana y lo cargo hasta la cama.
Lo acomodo de tal forma en que se viera que estaba cómodo, mientras que Eren se vestía.
-Me alegra que encontraras a alguien por el cual preocuparte. Que todo esto mejore tu vida.
Había dicho esto cerca del oído de Levi. No atino más que a despedirse, diciendo que más tarde traería a un especialista, quizás no hoy, no mañana, pero después.
Eren se dio una ducha, contemplo su cuerpo en el espejo del baño y se asustó un poco.
-Así que aquí está el hijo del sargento y mío- Dijo con dulzura, mientras acariciaba su vientre –Debo de tener mucho cuidado con los problemas que tengo o algo malo podría pasar.
Se regañó a sí mismo, mientras observaba los moretones que le rodeaban el cuerpo y la cara.
"Afortunadamente no me golpearon cerca del estómago" Pensó.
Se puso encima una pijama y regreso a la cama donde dormía el sargento.
Lo contemplo con amor, pero temor.
¿Tendría que decirle que ese era su hijo o simplemente decir que era de alguien más?
Definitivamente era de él. Nunca había tenido una relación íntima con alguien, y mucho menos con tanto contacto físico.
Levi intimidaba, aún con sus ojeras, aún con sus labios pálidos y aún con esos ojos que lo enloquecían.
Quizás debía pensar bien la idea de tener un bebe o no. Solo pensémoslo, él es el chico que todos odian, el titán de 15 metros que todos temen y por otro lado Levi era el sargento con autoridad en todo lo que había, al menos, 20 kilómetros a la redonda.
Este secreto quedaría entre Erwin, Eren y el pequeño embrión que pronto se transformaría en feto; o eso esperaba.
Bueno, no tenía ni la más mínima idea de cuánto comenzar a publicar, por lo que hoy que me inspire y me dedique a escribir.
Quizás mi forma de escribir cambio un poco, tal vez para bien o para mal.
Espero que de igual forma la disfruten, está hecha con todo mi amor y cariño para ustedes.
Como la historia pasada, esta historia también contara con su apoyo para ser creada, cualquier duda, recomendación, aclaración, carta de amor u odio, o lo que sea que gusten aportar a la historia será bienvenido.
Quiero seguir con la tradición de las actualizaciones de los lunes, y mientras me sea posible así serán.
El amo y gracias por leer. Los leo en sus reviews y hasta el próximo capítulo.
