Espeon apareció en la sala donde todos los aprendices esperaban impacientes. Era amplia, con un pequeño escenario en la parte superior, al lado de la puerta. Había cuadros de equipos de rescate famosos, y de Pokémon reconocidos por su maldad.
Se aclaró la voz, y dijo, con voz potente, pero suave a la vez:
-¡Mañana es el gran día! Yo haré la inauguración con ese baile tan peculiar del Gran Bluff. No, sabéis que es broma. –Rió y, a continuación, siguió hablando.- Recordad, no faltéis. Os enseñaremos a tener un gran equipo, y que lleguéis al Rango Experto.
Dicho esto, Espeon se despidió y salió de la sala. Al salir, se encontró con su mano derecha, Absol.
-Oh, hola. ¿Podrías guiar a los aprendices a sus respectivos cuartos? –Dijo Espeon, mirando de reojo a los Pokémon que había en la sala que había dejado atrás.- Ah, y diles que vayan formando sus equipos. Será más rápido que lo decidan ya.
Absol asintió y entró en el cuarto donde estaban los jóvenes, algo revolucionados para su gusto. No iba con su carácter serio eso de guiar a Pokémons tan inexpertos.
-Chicos. Seguidme. Os mostraré los cuartos.
Los llevó a través de un pasillo donde había diversas puertas. Fue parándose en cada una para mirar una lista donde estaban asignados los Pokémons de cada cuarto.
-Antes de que entréis a los cuartos –dijo cuando hubo terminado de asignar los cuartos.- debéis decidir qué Pokémons formarán cada equipo, y el nombre. Mañana tendréis que decírnoslo a Espeon y a mí.
Después de haber hecho esto, sonrió lo mejor que pudo y salió por la puerta del principio del pasillo, cerrando la puerta a su paso.
Shinx, un Pokémon llegado de la Mina Onda Trueno, se acercó a una pareja de Pokémons compuesta por un Grovyle proveniente del Bosque Tétrico y un Vulpix que venía del Monte Ígneo.
-¿Queréis uniros a mi equipo? Se llama Equipo de Rescate Kurono.
Vulpix y Grovyle se miraron entre sí, se encogieron de hombros, y asintieron.
-¿Por qué no? –Dijo Vulpix.
-Me parece una idea razonable. Así no tendremos que pensar esta noche. –Rió.- Soy Grovyle, y esta es Vulpix. Un placer.
-Lo mismo digo. –Dijo Shinx, haciendo una leve reverencia.
De repente, un Riolu se acercó a ellos.
-Perdonad. –Dijo, con voz tímida.
El trío de amigos se giró hacia el nuevo individuo.
-¿Puedo unirme? Es que… Me habéis parecido majos y… ¡Oh, no me miréis! –Dijo, tapándose los ojos con las patas.
Vulpix lo miró y se acercó a él.
-¿Y con esa timidez piensas ser un miembro de un equipo de rescate? –Preguntó, levantándole la cabeza con la pata y mirándole a los ojos fijamente.- No. Cambia esa actitud. Vas a ser un futuro héroe.
Riolu mantuvo la mirada unos segundos. Procesó las palabras y asintió.
-La cambiaré.
Vulpix dejó escapar una leve risa y con la pata le dio un toque amistoso en el hocico.
-Adelante, únete al grupo. –Dijo, llevándolo con los demás miembros.
Una Cindaquil hembra se encontraba sola en un rincón. Suspiró.
-Supongo que nadie quiere unirse a un equipo donde haya alguien como yo… -Susurró, y, viendo como casi no quedaba gente libre, se sentó en la puerta de su habitación. Volvió a suspirar, y entró a dormir. Mañana sería un día diferente.
