Buenas gente, como había prometido aquí esta el primer capitulo, es bastante más largo de lo que había previsto, mucha información comprimida y he tenido que dejar varios huecos que serán rellenados más adelante. Espero que os guste.

Ni Percy Jackson ni Naruto me pertenecen, solo los tomo prestados sin fines de lucro.

Capitulo 1 : Nueva Vida.

XxxXxxX

Había llegado un nuevo día, temprano en la mañana los rayos de sol se filtraban a través de las hojas de los arboles iluminando una vieja morada en medio del bosque. Una enorme casa de dos pisos tradicional de estilo oriental en medio de un bosque y oculta debajo de enormes arboles que alcanzaban fácilmente los 50 metros de alto.

La casa era de madera de cedro, pintada de color negro la mitad inferior y de color blanco la mitad superior con un enorme techo de tejas de color negro. Había un pequeño jardín en la parte trasera, con un estanque lleno de peces Koi rojos y blancos, arboles Sakura y alguna que otra roca decorando el lugar. En el piso inferior, donde la madera no recubría las paredes, lo hacían las fusuba (ventanas corredizas) y puertas corredizas que daban al jardín y un pequeña plataforma de madera al exterior que estaba a la misma altura que el suelo de la planta inferior.

El interior de la casa era igual de impresionante. Tras la puerta de entrada se encontraba un pequeño zona con suelo de piedra al mismo nivel que el exterior y un armario de madera a un lado donde dejar los zapatos. Luego había una pequeña plataforma de madera negra que definía el suelo del resto de la residencia. Después de pasar la entrada, tras una puerta corrediza se encontraba un largo pasillo con varias puertas laterales en el cual al final, se encontraban unas escaleras negras que permitían acceder al piso de arriba.

La primera puerta a la derecha se podía encontrar la cocina, equipada con varios electrodomésticos, una despensa y una nevera. En esta misma cocina había otra puerta en la cual se podía acceder al comedor o se podía entrar en el por la segunda puerta a la derecha del pasillo.

En el comedor se encontraba una mesa de baja altura de madera negra con varios cojines de seda que permitían a la gente sentarse alrededor de la mesa. Una puerta corrediza daba paso al exterior, unas escaleras enganchadas justo debajo de la puerta y después un camino de piedra llevaban a donde se encontraba un templete de madera roja y rejas negras construido sobre una plataforma de madera negra, con 8 pilares rojos sosteniendo la estructura hexagonal y donde se encontraba una mesa normal de madera roja junto 8 sillas repartidas a los 4 lados de la mesa.

La tercera puerta a la izquierda daba lugar a un salón donde se encontraban 3 sofás alrededor de una mesa de café delante de una tele. Había también varias estanterías llenas de libros variados y otra puerta corrediza que daba paso al jardín.

De vuelta al pasillo, la primera puerta a la izquierda daba paso a un enorme despacho lleno de estanterías y pergaminos variados empotradas contra las paredes y al fondo un despacho de madera negra con un sillón que se veía muy cómoda. Detrás del sillón había una cómoda colocada contra la pared con varias fotos enmarcadas y encima de esta una ventana corrediza.

La segunda puerta a la izquierda daba paso a unas escaleras descendentes que llevaban al sótano.

La tercera puerta daba a un simple baño donde hacer las necesidades y un pica para lavarse la cara.

La cuarta puerta a la izquierda daba paso a una sala llena de de estanterías llenas hilos y tapices donde en el centro de la sala se encontraba un hermoso y enorme telar de bronce. Había otra puerta corrediza a la derecha de la sala que permitía salir al jardín.

Al final de las escaleras del segundo piso había una ventana corrediza que tras la cual se encontraba el jardín.

El largo pasillo constaba de nueve puertas, 4 de cada lado y la puerta al final del pasillo onde se encontraba el dormitorio principal.

Dentro de la casa, no había ni una sola luz encendida, tampoco había ningún ruido, excepto dentro de la habitación principal. El dormitorio estaba compuesto por una cama de matrimonio, varios muebles de madera blanca onde se guardaba la ropa y otras pertenencias y una puerta a un lado de la habitación donde se encontraba el baño.

Durmiendo en la cama se encontraba un anciano, tenia arrugas por toda la cara y su piel estaba manchada por marcas de la vejez con 3 lineas paralelas adornando cada mejilla, su pelo blanco estaba medio caído, las raíces del pelo sin fuerza para mantener el pelo anteriormente de punta. Llevaba una túnica holgada de color blanco con mangas largas suelto.

Quizá pareciera viejo y frágil, pero las apariencias engañaban. Si alguien fuera a mirar debajo de las mantas de color rojo y su túnica, verían un cuerpo lleno de cicatrices, las tres más notables , un cicatriz vertical de 10 cm de largo justo en su pectoral izquierdo con otra ligeramente más pequeña en su espalda paralela a la de su pecho mostrando que le habían atravesado el corazón. La ultima era una enorme cicatriz que tenia rodeando todo su codo derecho, el resultado de perder su brazo y de recibir uno de nuevo a partir del cultivo de nuevas células. Donde su piel era generalmente bronceada y curtida, la de su antebrazo derecho era blanca como un hueso. Sus manos estaban llenas de callos y a pesar de ser un anciano que había cumplido hace unos meses los 153 años, seguía teniendo un cuerpo definido lleno de músculos tan duros como el acero.

De pronto los parpados del anciano se abrieron de golpe mostrando unos ojos azul zafiro con contornos grises al mundo. El anciano se irguió, sentándose sobre su cama antes de levantar las mantas y poner los pies en el suelo. Él se estiró haciendo crujir sus viejos huesos antes de levantarse y dirigirse hacia la puerta.

El viejo recorrió el pasillo sin prestar atención a las puertas laterales, sus pies descalzos recorriendo el suelo tibio hasta llegar a las escaleras por las cuales descendió hasta la planta baja. Con su zona de trabajo en la habitación derecha y el salón en la izquierda, avanzó hacia delante, recorriendo más de la mitad del pasillo hasta pararse delante de la tercera puerta a su derecha.

Al abrirla, vio delante de él unas escaleras que se adentraban en la oscuridad. Sin dudar, descendió las escaleras mientras sus ojos se acostumbraban rápidamente a la oscuridad. En su antigua linea de trabajo, más le valía a uno tener buenos ojos sino quería morir joven.

El anciano descendió las escaleras hasta llegar abajo donde encontró unas puertas dobles que permitían la entrada a su onsen (aguas termales). Ignoró la puerta y contorno las escaleras hasta llegar al otro lado de la sala. Al fondo del todo se encontraban 3 puertas, una al frente y dos a los lados.

A la derecha se encontraba el arsenal, el lugar donde guardaba todas sus armas y pergaminos que contenían las instrucciones sobre como realizar sus 'técnicas' Eso, y otros tesoros que cualquier persona abría matado por tener … hace décadas.

El albino suspiro decepcionado al recordar pero reprimió el sentimiento antes de dirigirse hacia la puerta del medio. No miro hacia la izquierda, esa sala era donde se encontraba su forja, ahora apagada y acumulando polvo.

El anciano abrió la puerta y entro en una enorme sala iluminada por unas bolas de luz flotando cerca del techo. El suelo estaba cubierto de tatamis de color rojo, formando rectángulos con bordes negros, las paredes estaban recubiertas por placas de madera así como el tejado.

El albino se quitó la parte superior de su túnica y la dejo en un perchero cerca de la puerta, dejándolo solo con sus pantalones blancos y sus vendajes en el brazo derecho ocultando su diferencia de piel debido a la prótesis. Luego empezó a correr alrededor de la sala.

Algunos podrían decir que era rápido para ser humano, ese seria el eufemismo del año. El viejo estaba corriendo dos veces más rápido que un jaguar, aproximadamente unos 60 m/s, el equivalente a 216 Km/h. Lo más sorprendente de esto es que aguantó 30 minutos corriendo a esta velocidad y al finalizar, a pesar de que estaba sudando un poco, ni siquiera le costaba respirar. Después de todo, esto solo era el calentamiento.

Luego se colocó en el centro de la sala y empezó a practicar sus katas. Estaba ejercitando en estilo marcial que había practicado durante décadas. Quizá estuvieran en una época de paz y que no había habido una guerra a gran escala durante más de un siglo pero eso no era escusa para dejar de practicar. El anciano era un guerrero en el alma y después de décadas luchando y practicando, incluso después de retirarse no había dejado de practicar. Cualquiera de estos días alguien podría intentar atentar contra su vida y no estaba dispuesto a dejarse matar fácilmente.

Espera lo inesperado.

Después de media hora practicando, una capa de sudor se había extendido por todo su cuerpo y necesitaba tomar un baño. Recogiendo la prenda que habia dejado en una percha, abandonó la sala dirigiéndose hacia su onsen.

Al abrir las puertas dobles vio dos puertas más, la de la derecha con una tela azul con el Kanji de 'Hombres' y la de la izquierda con una tela roja con el Kanji de 'Mujeres'.

El anciano entró por la puerta de la derecha y vio una sala de tamaño medio con unos casilleros de madera en el medio y varios bancos de madera por los lados. Dejo la túnica dentro de uno de los casilleros y entro por la puerta del fondo.

Al abrir la puerta, observo con una sonrisa al fondo de la sala donde se encontraba la enorme piscina de agua calienta, alimentada por 2 cabezas de zorro vomitando agua. Había varias imágenes de zorros y otros animales en estado salvaje por el techo y las paredes. A la derecha y izquierda de la entrada se encontraban varios taburetes delante de picas con jabón para lavarse.

Un onsen tradicional, era de la misma manera para el lado femenino.

El anciano se tomo su tiempo para lavarse, disfrutando de la sensación y el agua caliente corriendo por su piel. Después de enjabonarse y aclararse se metió dentro de la piscina y se acomodo en los asientos sumergidos.

Disfruto del momento con los ojos cerrados hasta que de pronto abrió los ojos de nuevo. A pesar de que estaba solo en este onsen, imágenes y recuerdos de días más alegres pasaron frente a sus ojos. Amigos que venían a su casa junto a sus hijos a visitarle.

Las risas.

Las tonterías.

Los momentos alegres ya desaparecidos hace mucho tiempo.

Viendo que se estaba poniendo melancólico, el anciano suspiro y se levanto para salir del baño.

De nuevo en los vestidores, el albino cogió una túnica limpia que guardaba en uno de los casilleros se vistió de nuevo. Era del mismo estilo que su anterior túnica, enteramente de color blanco solo que esta vez por encima de esta, llevaba un Hakama de color negro de manga larga que le llegaba hasta las rodillas con un símbolo de un remolino rojo en la espalda.

Luego salió del onsen y subió por las escaleras antes de encaminarse hacia la cocina mientras pensaba que podría hacer hoy. Aun tenia un tapiz que acabar, podría intentar escribir algo, arreglar el jardín, meditar o simplemente relajarse en el salón. No era como si tuviera mucho más por hacer.

Sus amigos habían muerto, los hijos de sus amigos también y los nietos de sus amigos no les interesaba escuchar a un anciano como él. Tampoco tenia parientes vivos cerca de aquí por lo que su vida durante las ultimas décadas había sido bastante solitaria.

Habiendo llegado a la cocina, abrió el frigorífico y para su enrome fastidio, vio que tendría que ir a hacer la compra. Luego miró en la despensa y era el mismo resultado, casi vacía.

Suspirando cansado cerró el armario, cogió un pergamino que estaba en un cajón y se encaminó hacia la entrada. Abriendo la puerta que daba al recibidor, sus pies dejaron el suelo de madera y tocaron la fría piedra, se puso el pergamino dentro de su manga, sus gueta (sandalias de madera) y se las puso antes de alcanzar un bastón de madera apoyado contra el muro. Dicho bastón era de madera roja con el pomo tallado en forma de cabeza de zorro con 9 colas donde el albino podía descansar y agarrar el bastón.

Preparado, abrió la puerta principal, dejando a la vista un pequeño camino de piedra que llevaba hacia dentro del bosque oscurecido por las hojas de los arboles.

El anciano salió de su propiedad y se adentro dentro del bosque apoyándose sobre su bastón. Solo tardó unos segundos en llegar delante de la entrada de su propiedad : una puertas torii.

Paso por debajo sin prestar atención, tras la primera puerta había otras 107 puertas formando un camino y el albino pasó a través de ellas sin prestar atención. Cuando al final cruzo la ultima puerta, pudo apreciar un cambio bastante evidente pero aun así siguió caminando.

Al contrario que antes, los ruidos de varios animales podían ser escuchados, el canto de los pájaros, los ruidos de los insectos que vivían en este lugar y alguna que otra ardilla corriendo por las ramas de los arboles. Era un sonido pacifico y tranquilizante para el. El anciano disfrutó del sonido de la naturaleza con una sonrisa en la cara.

Pero mientras iba caminando poco a poco esa sonrisa fue menguando hasta que la expresión pacifica del albino se convirtió en un ceño fruncido.

Luego sus pasos fueron haciéndose cada vez más lentos hasta que se paró en seco en medio del bosque.

Cerró los ojos y se apoyo sobre su bastón con ambas manos antes de suspirar.

"Me siento insultado."

La voz cargada de poder y autoridad del anciano resonó por el bosque y acto seguido, volvió a abrir los ojos antes de actuar.

En un movimiento rápido, se paró las piernas y cogió su bastón como si fuera una espada, apuntándolo hacia el suelo. De la punta, un linea comprimida de rayos salio disparada agujereando el suelo y casi de forma instantánea, levantó el bastón formando, arrastrando la lanza de rayos hacia arriba formando una larga cicatriz en la tierra que se extendió por 30 metros.

En medio del aire, tierra y piedras estaban volando junto a una persona una persona … o más bien un cadáver, ya que había sido cortado verticalmente por la mitad.

"¡BASTARDO!" se oyó de entre los arboles. Acto seguido, dos personas más salieron disparadas hacia el anciano.

"¡No esperad!" grito otra persona desde las ramas.

Pero fue demasiado tarde.

Para todos los presentes, fue como si el albino hubiera desaparecido y vuelto a aparecer unos 20 metros más lejos.

Los demás enemigos miraron con ojos incrédulos al viejo hasta que el sonido de 4 cosas cayendo al suelo les llamó la atención. Cuando giraron sus cabezas, vieron con horror, los cuerpos de sus 2 amigos, cortados por la mitad a nivel de la cintura.

"Delatar vuestra posición de semejante manera, esta generación es realmente decepcionante." dijo el albino mientras mantenía su bastón envuelto en descargas amarillas en alto.

3 personas bajaron desde las copas de los arboles y aterrizaron a una cierta distancia del albino mirándolo con cautela y odio. "Naruto Uzumaki Namikaze, quedas arrestado por traición y por atacar a un shinobi de Konoha."

El anciano no se alteró simplemente se quedo mirando a los 3 con una mirada seria. "Que yo sepa, las leyes de Konoha estipulan que no es delito defenderse de un shinobi si uno es inocente y vosotros me habíais preparado claramente una emboscada. ¡Ni siquiera lo niegues! Vuestras emociones os delatan." declaro estrechando los ojos.

Los 3 se estremecieron de miedo, esos ojos fríos irradiaban furia mortal. "A-a-a-a aun así, estas arrestado por traición." declaró.

Naruto resoplo con desprecio. "¿Porque? ¿Porque me negué a convertirme en un dispensador de esperma? Dije claramente que no estaba interesado ni en tener un harem ni en tener hijos. Aun más sabiendo lo que les haríais."

Los 3 shinobi apretaron los dientes furiosos y levantaron sus brazos izquierdos. Parecían tener una especie de brazalete de metal en sus muñecas con una pequeña protuberancia circular en la parte exterior y un cañón en el extremo que parecía apuntar hacia el anciano.

Katon Dan : Homura (Bala de Elemento Fuego : Llama)!" gritaron los 3. Desde el cañón una corriente de fuego naranja se dirigió directamente hacia el albino.

Naruto sin alterarse bajo ligeramente el bastón mientras las chispas de electricidad desaparecían y tomo una laaaarga bocanada de aire. Cuando las llamas llegaron a pocos metros del anciano, este soltó todo el aire que había almacenado en sus pulmones directamente sobre las llamas.

Una poderosa corriente de aire salio de los labios del albino golpeando las llamas y haciendo que retrocedieran rápidamente. El impulso fue tal que las llamas acabaron redirigidas hacia sus propietarios.

El fuego golpeo a los 3 shinobi, comiéndose su carne mientras gritaban de dolor retorciéndose en el suelo intentando apagar el fuego. El olor era atroz y sus gritos sacados de una pesadilla pero aun así, Naruto se quedo mirando a sus oponentes con la misma expresión seria y inmutable.

Al final, dejaron de moverse mientras el fuego seguía quemando, signo de que los 3 habían muerto. Pero aun así, el anciano no cambio de cara, en su lugar se acerco a los dos shinobi que había cortado por la mitad. Naruto se agachó ligeramente tendiendo su mano izquierda hacia uno de los dos pares de piernas, y sacó un shuriken de la funda enganchada en la pierna derecha.

El albino se quedo mirando el shuriken durante 5 segundos enteros antes de lanzarlo hacia los arboles a toda velocidad, 2 segundo después, se escucho el sonido de un cuerpo cayendo al suelo.

Naruto negó con la cabeza contrariado. "Me quede mirando el shuriken durante un buen rato y ni siquiera sospecho que había descubierto su posición. Es triste pensar que lo que antaño fue la fuerza militar más fuerte del continente se ha reducido a esto." pensó decepcionado. Volvió a mirar el 'campo de batalla' identificando todos los cuerpos. "7 cadáveres, la hierba y un árbol ligeramente quemados, una fisura en la tierra y sangre en el suelo." dijo haciendo una lista de los daños.

Después de estar seguro de que no se había olvidado nada, volvió a coger su bastón como era debido y se apoyo en el mientras cerraba los ojos.

Durante unos momentos no paso nada, hasta que de pronto, agua empezó a condensarse formando una larga corriente flotante de litros y litros de agua. Dicha corriente se dividió en 2, una bola de agua dirigiéndose hacia el bosque mientras la otra arrastro los cadáveres hacia su interior mientras iba retorciéndose por el suelo.

Después de atrapar los 6 cadáveres dentro de la bola de agua, la otra bola apareció arrastrando el 7to shinobi y se fusiono formando una única esfera flotante.

Naruto levanto unos centímetros su bastón y lo golpeo contra el suelo, cosa que hizo que la fisura en el suelo se agrandara. Luego, la bola de agua entró dentro de la fisura arrastrando los 7 cadáveres dentro de ella.

Cuando el proceso acabo, Naruto volvió a abrir los ojos, que habían vuelto a su azul original, y se agacho colocando una mano sobre el suelo. La fisura empezó a cerrarse poco a poco, mientras que la hierba volvía a crecer y la corteza del árbol quemada volvía a su estado original.

Habiendo acabado, Naruto miró a su alrededor inspeccionando su trabajo. "No hay cuerpos, ni signos de la batalla, la sangre a sido limpiada y la naturaleza restaurada." pensó antes de mirar de nuevo solo por si acaso. Asintió complacido. "Bien, aquí no ha pasado nada." se dijo antes de volver a dirigirse al hacia el pueblo.

A pesar de que hizo como si la confrontación no hubiera ocurrido, varios sentimientos se arremolinaban en su interior.

Decepción, desprecio y ira.

Decepcionado, por el nivel de esos hombres.

El sistema shinobi se dividía en diferentes castas y uniformes:

- Genin: (ninja de clase baja), el más bajo de los rangos y los más débiles dentro del cuerpo shinobi. No tenían un uniforme.

- Chunin: (ninja de clase media), los intermedios, los más típicos y el rango más prominente entre las fuerzas de Konoha. Llevaban una camiseta de manga larga negra y unos pantalones holgados del mismo color junto con un chaleco táctico de color verde claro.

-Jonin: (ninja de clase alta), los más fuertes, shinobis de élite reconocidos y temidos por sus enemigos. Llevaban el mismo uniforme que los chunin salvo que sus chalecos tácticos eran verde oscuro.

-AMBU: los Black OPS, especialistas en sigilo y misiones secretas, no tenían un lugar en la escala pero generalmente eran los mejores dentro de las fuerzas. Iban vestidos con mascaras de animales, camisetas apretadas sin mangas de color negro con pantalones holgados a juego.

-Hokage: el líder de la aldea Shinobi y comandante militar.

Los 7 eran Jonin, los supuestos ninjas de élite a los que todos debían temer. Sin embargo, Naruto sintió que ni siquiera merecían ser chunin. Quizá sonara viejo, pero en su juventud, los jonin eran mucho más poderosos que los que vio hoy.

El nivel del cuerpo había bajado en picado desde que se había retirado pero sobretodo desde que se había incorporado a las fuerzas, la tecnología.

Los Kote, ese era el nombre de esas pulseras de metal que le habían disparado fuego. Desde que permitieron a las fuerzas usar esos trastos hace más de 3 décadas, ya nadie se molestaba en aprender Ninjutsu como se debía, apoyándose completamente en esas pulseras para hacer todo el trabajo. Lo mismo curia en las diferentes aldeas ninja.

Naruto ya no podía considerar a esos hombres Shinobi, no eran más que idiotas paseándose con pulseras capaces de disparar rayos, fuego y agua. Ni siquiera podían ser considerados samuráis porque ya nadie usaba espadas tampoco.

Desprecio, por el Juudaime Hokage, Koga Shimura y el consejo de la aldea.

Una aldea Shinobi no solo estaba compuesta por civiles que podían aspirar a entrar en las fuerzas armadas, también estaba compuesta por Clanes Shinobis. Grupos de personas que compartían lazos de sangre y poseían técnicas únicas o habilidades que no se podían replicar.

Existían varios clanes dentro de Konoha :

- El Inuzuka : un clan que trabajaba con ninken (perros ninja) y con rasgos caninos, famoso por su fuerza y técnicas de colaboración.

-El Aburame : un clan que usaba insectos de diferentes formas permitiendoles habitar sus cuerpos y formar colmenas dentro de ellos.

-El Hyuga : un clan que poseía un rasgo genético único (un Kekkei Genkai o linea sanguínea) que les concedía un ojo capaz de ver alargas distancias y poseían un estilo único y mortal de Taijutsu (técnica física)

-El Yamanaka : un clan que poseía técnicas únicas para confundir y controlar la mente, muy valorados en el pueblo por su aporte en el departamento de I + T (Interrogación y Tortura)

-El Nara : un clan que poseía una técnica especial para controlar las sombras y reconocidos como grandes estrategas aunque también tenían fama de ser unos completos vagos.

-El Akimichi : un clan que poseía una constitución especial que les permitía quemar rápidamente los nutrimientos del cuerpo para obtener energía y augmentar de tamaño. Eran personas muy pacificas … a menos que comentaras sobre su tamaño (Nunca los critiques por su peso, sera lo ultimo que hagas)

- El Uchiha : un clan parecido al Hyuga, poseían un Kekkei Genkai que les concedía el poder del sharingan. Un ojo capaz de copiar casi cualquier técnica y crear ilusiones solo con la mirada

-Por ultimo, pero no menos importante, el Uzumaki : un clan casi extinto originario de Uzu no Kuni (País del Remolino). El ultimo superviviente conocido en la actualidad era el propio Naruto Uzumaki.

Existía en el cuerpo de cada ser vivo en el mundo, una fuente de poder increíble llamada chakra. El chakra era la energía que les permitía a los Shinobi realizar sus técnicas, la unión de la energía espiritual y la energía física.

Los Uzumaki eran conocidos por ese rasgo en especial, tenían cantidades insanas de chakra increíbles con propiedades especiales, cuerpos muy resistentes debido a su enorme vitalidad y eran un clan reconocido por sus increíbles habilidades en el arte de la espada y los sellos.

Naruto hasta la fecha era reconocido con el Uzumaki más poderoso en haber nacido jamas. Pero al ser el ultimo, significaba que su clan iba a morir por el, cosa que no les gusto ni al Hokage ni al consejo.

Durante años habían intentado convencer a Naruto que aceptara entrar en el Programa de Restauración de Clanes (o PRG). Era una política en la cual, un hombre podía cazarse o inseminar a múltiples mujeres de forma legal. Básicamente, tener un harem. Pero en caso de que fuera una mujer, debería dar a luz a un niño cada 10 meses, de la forma que fuera.

Naruto se negó durante años, a algunos les parecer tentador la idea de tener a múltiples mujeres rogando por sexo y plagándose a todas su demandas depravadas. Naruto no era homosexual, tampoco asexuado y no tenia problemas había abajo incluso con su avanzada edad. (ventajas de tener una vitalidad insana, 153 años y aparentaba tener 60) Era solo que no estaba interesado en el sexo.

Básicamente, porque no lo había probado nunca.

Pero aun así, los bastardos seguían insistiendo y incluso el Hokage actual le había ordenado cumplir sus ordenes. Naruto simplemente le enseño el dedo medio y se fue sin problemas, no había vuelto a una sola reunión del consejo a pesar de que seguía siendo el líder del Clan Uzumaki.

Desde entonces, Shimura había mandado a varios shinobi a arrestarlo, un movimiento totalmente ilegal y sin pruebas. Si bien era cierto que la posición de Hokage era el equivalente a un puesto como dictador militar, había ciertas leyes que no podía romper y seguía respondiendo al Daimio del país. Por ello, todas esas acciones habían ocurrido en las sombras, cuando Naruto estaba solo y sin nadie a la vista.

El albino había perdido la cuenta de a cuantas personas había matado aunque tampoco le importaba. En su mente, si esos idiotas querían morir de forma estúpida, que vinieran.

Por ultimo sintió ira.

Ira porque Shimura lo estaba despreciando. ¿Realmente creía que 7 shinobis, 7 patéticos y débiles shinobi, serian capaces de capturarlo?

Naruto era conocido a escala internacional por múltiples motivos.

Había liberado a países de sus tiranos convirtiéndose en un héroe nacional.

Destruido organizaciones terroristas que amenazaban la seguridad y la paz.

Pero había 1 eventos en concreto que había sucedido hace más de un siglo y que había convertido este hombre en una leyenda entre los mortales.

Kaguya Otsutsuki.

La Usagi no Megami. (La Diosa Conejo)

El Ame no Hitotsu no Kami. (El Primordial Tuerto)

La entidad divina que intento destruir la raza humana hará más de un siglo encerando a todos los humanos en un árbol y sumiéndolos en un sueño eterno.

El monstruo que combatió cuando apenas tenia 17 años.

La mujer que derrotó.

El combate que tuvo con ella junto a su mejor amigo seguía siendo contado hoy en día en los libros como la batalla titanica más increíble de la historia.

La victoria que marco su ascenso como el Rokudaime Hokage (Sexta Sombra del Fuego) y por la que hoy en día seguía siendo reconocido como el Shinobi no Kami (Dios de los Shinobi).

El hombre más fuerte del mundo.

El hecho de que Shimura lo subestimara de semejante manera lo sacaba de quicio, aun más después de derrotar a todos los shinobi que había mandado a por él durante años. Estaba muy tentado de colarse sigilosamente en el pueblo, ir al despacho Hokage y torturar al niñato arrogante durante 3 horas delante de las narices de sus guardias sin que puedan hacer nada.

Por desgracia, no podía hacer eso por muchas ganas que tuviera. Si mataba al Hokage, el pánico y la conmoción iban a seguir junto con un sin numero de problemas políticos que prefería evitar.

De todas formas una vez en el pueblo no iba a poder hacer nada, a la luz publica seguía siendo el hombre más respetado de todo el pueblo, incluido el Hokage actúa. Si Shimura intentara atacarlo o arrestarlo públicamente, iba a desencadenar una revuelta peor aun, sus fuerzas iban a negarse a obedecer. Tal era la influencia que tenia Naruto en la gente, y él mismo anciano lo sabia.

Naruto fue sacado de sus pensamientos cuando llegó a un camino de arena y a su izquierda se podían observar unos enromes muros, tan altos que era difícil ver la cima y una enorme puerta de 20 metros de alto abierta de par en par.

Parecía que había llegado a Konoha.

El albino avanzo hacia el pueblo observando a diferentes shinobi montando guardia y observando a las diferentes personas que entraban a la aldea en busca de personas sospechosas. Cuando se percataron de su llegada, la cara seria de los hombres fue inmediatamente substituida por unas sonrisa de oreja a oreja.

"¡Rokudaime-sama!"

"¡Naruto-sama bienvenido!"

"¿A venido a hacer la compra?"

Naruto les dio una pequeña sonrisa. "Así es, me he quedado sin suministros."

"Por favor disfrute de su estancia." dijo el jonin a cargo cediéndole el paso al anciano. Generalmente haría falta pasar una inspección y un escrutinio de los guardias para poder entrar. Pero el hombre que tenían delante había gobernado el pueblo durante la época de sus abuelos y aun hoy en dia se contaban historias sobre el. Si habia algo de lo que estaban seguros era que este hombre jamas atentaría contra la seguridad de su pueblo.

Los idiotas que fueran a por el, ya era otra historia.

El anciano asintió y entro en el pueblo sin problemas. Recorrió las calles de Konoha mientras observaba los diferentes rascacielos con una mirada contrariada. Cuando estaba al mando se había negado en rotundo a permitir la construcción de ese tipo de edificios, si bien prácticos y muy útiles para permitir a mucha gente habitarlos, no tenían ninguna ventaja desde un nivel defensivo. Si en algún momento los invadían, simplemente tendrían que atacar la base del edificio y echarlo abajo para aplastar a los de abajo o derribar otro edificio.

Por desgracia en el consejo ya no le escuchaban, lo tomaban por un viejo paranoico cuya época ya había pasado. Quizá en parte fuera cierto, pero este viejo anciano podía ahora mismo imaginar más de 100 planes para invadir el pueblo con tan solo un batallón de 30 shinobi. No daba su opinión en vano, daba buenos consejos, si ellos querían escucharlo o ignorarlo, era cosa suya.

La época de Naruto ya había pasado y no iba a involucrarse más.

Naruto pasó una hora entera comprando lo que necesitaba y guardandolo en el interior de su pergamino. ¿Como era posible?

Sellos.

Un sello de almacenamiento para ser exactos, en el pergamino estaba dibujado una matriz capaz de almacenar cualquier cosa en una dimensión de bolsillo. Eran increíblemente útiles para guardar cosas o transportar grandes objetos. Era una pena que el Fuinjutsu (técnicas de sellos) fueran tan poco utilizadas y los Fuinmasters tan poco numerosos.

El Fuinjutsu era el arte shinobi más complicado de todos pero los beneficios eran increíbles, se decía que el único limite que existía en esta rama shinobi era el talento y la imaginación del que lo utilizaba. Una de las razones por las que el Clan Uzumaki era tan temido y por la cual decidieron exterminarlos.

Cuando el albino juzgo que tendría suficientes suministros para el mes, se dirigió hacia la entrada de la aldea de nuevo. Pero mientras caminaba vio de reojo una librería y se quedo plantado por unos momentos pensando si debería entrar. En su casa habia un sin numero de libros y los había leído todos sin excepción pero a pesar de ello siempre tenia la tentación de ampliar su biblioteca.

Al final no pudo resistirse y decidió entrar para echar un vistazo. Al cruzar el umbral se dio cuenta que la tienda no era nada especial pero aun así eso no lo desanimo. Siempre cabía la posibilidad de encontrar un tesoro en el lugar menos esperado.

El anciano paseo entre las estanterías mirando las cubiertas de los libros de forma rápida. La mayoría los reconoció por el hecho de haberlos leído y los que no, fue porque dichos libros no le interesaban o ya tenia experiencia en el tema que involucraban.

Siguiendo su recorrido, se paró entonces cuando detecto un titulo que le llamó la atención. Cogiendo el libro lo examino con detenimiento.

"La metalurgia del bronce." murmuró entre dientes mientras fruncía el ceño. El bronce nunca se había usado para forjar armas, el acero siendo el metal de preferencia. Naruto se preguntó quien había escrito este li ….

El anciano salió de sus pensamientos de golpe cuando sintió una intención maliciosa acercándose por su espalda, era sutil casi inexistente pero reconoció enseguida quien era el propietario de dicha intención.

O más bien, propietaria.

Una sonrisa se formó en la cara del chico y sin girarse hablo en voz alta. "Buen intento mama."

Contuvo su risa cuando oyó un gruñido casi imperceptible antes de girarse para ver a su madre.

La persona frente a el era una mujer de increíble belleza, con el pelo largo y ondulo negro ojos grises tormentosos que podían intimidar al más curtido de los hombres. Llevaba una túnica de color gris que dejaba al descubierto sus brazos y sandalias debajo de la larga falda.

"Pensé que esta vez lo lograría." dijo frustrada.

Naruto sonrió. "La idea era buena pero sigo sin entender porque estas empeñada en pillarme por sorpresa. Mi capacidad empatica me permite percibir a mis enemigos a cientos de metros de distancia.."

La mujer estrechó los ojos. "Aun así me niego a rendirme." dijo decidida.

Naruto suspiro, conociendo a su madre, esta situación iba a durar hasta que estirara la pata. Lo más seguro es que ya estuviera tramando algo. Ademas …

Atenea siempre tiene un plan.

"Déjame ir a pagar y nos vamos." dijo el albino.

La mujer levantó una ceja. "¿Vas a comprarlo?" ese libro solo había sido un medio para un fin.

"Por supuesto, quizá ya no usa la forja pero siempre estoy abierto para intentar nuevas cosas. Ademas, nunca usarías un libro con información falsa, incluso para intentar gastarme una broma." dijo Naruto con una sonrisa. Atenea vio como su hijo se alejaba con una pequeña sonrisa antes de darse la vuelta y salir de la tienda.

Al llegar fuera, la morena empezó a mirar a su alrededor con atención. No se estaba centrando en las personas, sino más bien en los edificio. "Konoha a cambiado mucho." murmuró entre dientes.

El pueblo que recordaba tenia una arquitectura muy parecida a la del Japón Feudal, a excepción de que existían los electrodomésticos y incluso las radios. Pero aun así los medios de transporte seguían siendo los carros tirados por caballos en ese entonces (hace más de un siglo y medio). Era increíble lo mucho que podía avanzar tecnológicamente una civilización cuando no estaban en una guerra constante. Sin olvidar el hecho de que este era otro mundo comparado a su mundo de origen pero aun así había muchísimas similitudes entre las dos civilizaciones. Pero le resultaba bastante desconcertante que, dada la cultura japonesa de este mundo, que las personas fueran en su mayoría caucásicas o de color.

Mientras seguía mirando los rascacielos, inevitablemente, sus ojo se posaron en la enorme montaña tras la Torre Hokage, el edificio principal del pueblo. Tallas en la piedra, eran 10 caras. Las 10 caras de los 10 Hokages que el pueblo había tenido hasta ahora, talladas de izquierda a derecha. Los ojos se Atenea se posaron en la 6ta cara y estos empezaron a reflejar un orgullo sin medida mientras que sus labios formaron una sonrisa.

La cara de su hijo había sido tallada en la montaña hace más de cien años cuando aun era joven, se podía ver el pelo perfectamente de punta, similar a un erizo, y las cicatrices en las mejillas que le daban una apariencia zorruna. Incluso hoy en día, Atenea esta sorprendida porque su hijo hubiera nacido con esas cicatrices.

Naruto era sin duda su mayor orgullo, de todos sus hijos era el que había superado los mayores desafíos y logrado las mayores hazañas.

Considerado como el mayor líder militar que este pueblo ha tenido jamas.

Reconocido como el salvador del mundo y el héroe de la 4 Gran Guerra Shinobi.

El Shinobi más poderoso en haber nacido jamas.

Incluso Hercules no podía igualar sus logros, si bien era cierto que los 12 trabajos que tuvo que hacer eran peligrosos, enfrentándose a bestias y similares, en comparación a las amenazas que antaño tenia este mundo … bueno eran poca cosa. A lo sumo podría jactarse de haber ido al infierno y de regreso pero su hijo había luchado a plena potencia contra una primordial mientras esta distorsionaba la realidad, cambiando el campo de batalla continuamente en desiertos de hielo, lava y arena.

Los ojos de Atenea descendieron y por fin miró a la población local, pero los ojos no reflejaban ni nostalgia, ni cariño y ni siquiera indiferencia.

Reflejaban odio.

Un odio tan profundo que los ojos grises de la Diosa parecían estar a punto de lanzar rayos sobre esos idiotas.

Quizá Naruto había sido amado y respetado durante su edad adulta, pero su infancia había sido completamente diferente.

Atenea sintió como una mano se posaba sobre su hombro y se dio la vuelta rápidamente, solo para ver a su hijo mirándolo preocupado.

"¿Mama, esta todo bien?"

Atenea se abofeteo mentalmente, Naruto debió sentir sus emociones. La diosa sonrió ligeramente. "No es nada, tranquilo."

Atenea podía parecer convincente pero hacia falta mucho más para engañar a un Shinobi retirado. Pero aun así, el anciano no insistió sobre el asunto. "Vamos a mi casa, podremos hablar tranquilos ahí." dijo antes de encaminarse hacia la entrada del pueblo.

Atenea dio una ultima mirada cargada de odio hacia los civiles antes de seguir a su hijo.

Atenea no había llegado por primera vez a este mundo de la misma manera que ahora. Este mundo pertenecía a un Panteón Divino completamente diferente del Panteón Griego del cual ella formaba parte.

Este mundo pertenecía a los Shinto.

Los Shinto en la Tierra eran adorados en Oriente, Japón en su mayor parte y una pequeña parte de China y casi no tenían interacción con el resto del mundo, ni siquiera el Panteón Griego. Porque iban a hacerlo cuando tenían un mundo entero para ellos sobre el cual gobernar.

Aun así, hace siglos, Atenea se cruzo por pura casualidad con una de los Dioses mayores que formaban la Trinidad principal de los Shinto.

Tsukuyome, Dios de la Luna y la Noche.

Su encuentro fue toda una sorpresa, incluso después de milenios de existencia fue la primera vez que Atenea se había cruzado con alguien de los Shinto. Pero eso no le impidió conocerlo y saciar su curiosidad.

Pasaron las décadas y Atenea pudo admitir para si misma que consideraba a Tsukuyome un amigo. El hombre era muy agradable y culto, el hecho de que fuera un marido fiel y no intentara cortejarla también ayudó en su opinión.

También tuvo la suerte de conocer a su hermana mayor, Amaterasu, la Diosa del Cielo y el Sol y la Reina de los Dioses Shinto

Por desgracia lo mismo se podía decir de su hermano menor, Susano'o, el Dios del Mar, la Tormenta y la Guerra.

Donde el carácter cálido y amable de Amaterasu le recordó al de su tía Hestia y el carácter noble y valores de Tsukuyomi le recordaba (por extraño que pareciera) a la actitud de Artemisa, Susano'o le recordaba demasiado a 3 hombres.

Susanno' tenia la arrogancia de Zeus, el mar humor de Poseidon y las ansias de sangre de Ares. Era un verdadero infierno estar a solas con él. No era mala persona, solo difícil de tolerar.

Después de varios años, Atenea se había enterado mucho por su cultura y sobre sus estilos de vida. La mujer se sorprendió al saber que los Dioses Shinto tenían prohibido entrar en contacto con los mortales y la desconcertó en gran medida sabiendo que había algunos de ellos que tenían hijos semidioses.

Al parecer si un Dios Shinto quería descender al mundo mortal, debía reencarnarse en un cuerpo mortal y operar desde ahí.

Atenea se había interesado mucho por las Naciones Elementales, el mundo bajo el control de los Shinto y había querido ir ahí. Amaterasu estuvo dispuesta a hacer un excepción y permitirle ir ahí, siempre y cuando aceptara reencarnarse.

Atenea aceptó, y su viaje produjo un cambio en su vida que jamas habría imaginado.

Atenea se reencarnó como Kushina Uzumaki, la hija del líder del Clan Uzumaki, los señores de Uzu no Kuni (La Tierra del Remolino).

La Diosa Griega iba a admitir que su infancia, fue uno de los mejores momentos de su vida. Entrenando con su padre por las mañanas y estudiando Fuinjutsu por las tardes. Los Uzumaki eran bastante ruidos y contundentes pero eran personas maravillosas que anteponían a su familia a todo.

Por desgracia dicha etapa no duró, la Segunda Gran Guerra Shinobi estalló. Uzu no Kuni estaba aliada con Konoha y sus enemigos sabían que si querían tener una oportunidad en la Guerra, deberían masacrar al Clan Uzumaki.

3 aldeas shinobi se aliaron para destruirlos, un ejercito formado por 60000 shinobi lanzaron un ataque contra los 500 miembros del Clan (Atenea) fue evacuada antes del ataque y enviada a Konoha por lo que nunca supo como fue la batalla, solo los resultados.

El Clan Uzumaki fue aniquilado … pero se llevaron consigo a ¾ partes del ejercito enemigo. Días después, Konoha lanzo un ataque para aniquilar con los restos del ejercito y pusieron fin al conflicto.

Fue la Gran Guerra más corta de la 4.

Atenea se instaló con la esposa viuda del Shodaime Hokage, Mito Senju, anteiormente conocida como Mito Uzumaki. Los Senju y los Uzumaki eran Clanes primos y siempre se habían llevado bien.

Los años pasaron y Mito se acercaba cada vez más a su muerte por lo que tuvo que transmitir su carga a otra persona.

Dentro del cuerpo de la mujer habitaba un demonio, un demonio con un poder tan grande que opacaria al del propio Tifón.

Mito era una Jinchuriki (Poder del Sacrificio), la carcelera del Kyubi no Yoko, el más poderoso de los Bijus (Bestia con Colas)

Si Mito llegara a morir, el monstruo también moriría con ella … solo para reaparecer unos años después y sembrar la destrucción en el mundo. Por ello, a las puertas de la muerte, Mito eligió a Kushina para ser la segunda Jinchuriki del Kyubi.

Si el hecho de tener encerado en su cuerpo a un ser que era más poderoso que ella en su forma divina no era ya lo suficientemente perturbador, lo que ocurrió en los siguientes años habría hecho a cualquier Olímpico tener un ataque al corazón.

Palas Atenea, una de las 3 diosas vírgenes, se había casado.

De hecho, el bastardo afortunado resultó ser un hijo semidiós del Dios Shinto que peor le caía, cosa que la sorprendió hasta la médula.

Minato Namikaze, el Kirroi Senko (El Destello Amarillo), Yondaime Hokage de Konoha y hijo de Susano'o.

Al contrario que su padre, Minato era alguien muy tranquilo y humilde, con una buena cabeza sobre los hombres y increíblemente inteligente. Un prodigio en Fuinjutsu, un poderoso Shinobi y un magnifico Hokage. Fueron las cualidades que la atrajeron y las que le demostraron que era muy distinto a los demás hombres. Al final de la Tercera Gran Guerra Shinobi, poco después de su nombramiento como Hokage, Minato le pidió matrimonio y ella acepto.

Por desgracia, la vida humana que Atenea se forjo llegó a su fin prematuramente.

Minato había sabido que Atenea era una diosa reencarnada y que llevaba al Kyubi encerrado dentro de ella y no le molestó, pero era un hecho muy preocupante si tenían intención de ser padres. Lo que mantenía al Kyubi encerrado en su cuerpo era un sello que se alimentaba de su chakra para contener a la bestia. Por desgracia, dicho sello podía debilitarse y permitir a la bestia escaparse bajo una única condición.

El embarazó.

Ambos tomaron precauciones, el día del parto salieron fuera del pueblo a una ubicación previamente preparada en caso de que el zorro consiguiera salirse de su cárcel. 45escuadrones AMBU habían montado guardia fuera para asegurar que ningún intruso consiguiera entrar y la partera habia sido la esposa del Sandaime Hokage que sabia de la condición de Atenea como Jinchuriki.

Por desgracia aun así las cosas se torcieron.

El embarazo fue sin incidentes, Atenea había conseguido dar a luz sin que el zorro escapara a pesar de que el sello se había quedado muy debilitado. Por desgracia ninguno de ellos había contado con que un intruso apareciera de repente con la intención de secuestrar a Atenea.

El intruso había usado al recién nacido Naruto como rehén y había obligado a Minato a separarse de una Atenea debilitada por el parto y luchando para que el sello no se rompiera.

Al final, el bastardo consiguió su objetivo, Naruto por suerte fue rescatado por Minato pero el intruso se llevo a Kushina.

30 minutos después, un zorro gigante con 9 colas ondeando por todas partes apareció en medio del pueblo y empezó a arrasar el lugar.

A Minato solo le quedó una opción, encerrar de nuevo a la bestia pero el problema era que Atenea, que fue rescatada de nuevo, no podía ser la anfitriona, no soportaría el proceso en su condición debilitada.

Su hijo fue el elegido para llevar ese papel.

Minato se las arregló para teletransportar con uno de su jutsus al zorro fuera del pueblo y Atenea lo mantuvo a raya mientras que Minato hacia todos os preparativos para el ritual. Por desgracia, el zorro no iba a dejar que lo capturaran sin luchar por lo que intento atravesar a Naruto con sus garras …

solo para que Minato y Atenea se interpusieran en la trayectoria. Ambos acabaron empalados, sus estómagos atravesados por una garra afilada de 20 cm de grosor.

Pero antes de morir, Minato tuvo tiempo suficiente como para completar el ritual y sellar al zorro gigante dentro de su hijo.

Hiruzen tuvo que tomar el manto como Hokage de nuevo y anunció públicamente la condición de Naruto al pueblo pensando que seria tratado como un héroe por contener a la bestia y mantenerlos a salvo.

Habia una razón por la que la condición de Jinchuriki de Mito y Kushina (Atenea) era un secreto. Los humanos temen aquello que no entienden, aquello que es más fuerte que ellos. Con un pueblo medio destruido, cientos de muertos tanto civiles como Shinobi, debería saber lo que iba a pasar, que esas personas necesitarían a alguien sobre quien descargar su tristeza, rabia y odio.

Por desgracia, no lo hizo, y Naruto tuvo que pagar el precio.

A los 4 años fue echado del orfanato y tuvo que vivir 2 años en la calle hasta que Hiruzen lo encontró y le dio un apartamento para que pudiera vivir por su cuenta. El hijo de Atenea fue golpeado, muerto de hambre, acuchillado, despellejado ademas de odiado por casi toda la población local.

Quizá Naruto hubiera sido comprensivo y hubiera decidido perdonar a esos idiotas pero Atenea no iba a hacerlo.

Nunca.

La única razón por la que este pueblo no era un agujero humeante lleno de cadáveres era porque su hijo la había detenido hace años de hacerlo.

Las leyes Shinto eran claras, ningún Dios podía interaccionar con los mortales sin reencarnar, sin embargo Amaterasu había hecho una excepción con Atenea alegando que no era una Diosa Shinto por lo que había podido venir de vez en cuando a visitar a su hijo. Fue la segunda excepción que había hecho por ella.

La primera había sido cuando había aceptado reencarnarla a pesar de no ser una Shinto, y la razón por la que estaba hoy aquí era porque la Reina de los Dioses Shinto le había concedido una tercera excepción … claro esta si su hijo aceptaba.

La Diosa virgen (si virgen, porque su cuerpo inmortal lo seguía siendo) rompió el hilo de sus pensamientos cuando vio las puertas torii de color rojo que marcaban la entrada a la propiedad de su hijo. Vio a Naruto hacer brevemente el símbolo del carnero antes de seguir adelante y atravesar las puertas, seguido de cerca por la Diosa.

Atenea camino al lado de su hijo mientras admiraba las puertas y varios grabado brillantes tallados en ellas. Las puertas no eran una simple decoración, eran una trampa mortal para cualquiera lo suficientemente estúpido como para intentar entrar sin permiso. Las puertas delimitaban un a dimensión de bolsillo cerrada en bucle, es decir, una dimensión donde solo existían las puertas torii. Si alguien entraba dentro, quedarían atrapados y a merced del propietario de la casa, podrían correr a través de las puertas todas las veces que quisieran, siempre volverían al mismo punto, lo mismo se podía decir si intentaban pasar por lo lados.

Claro podrían intentar buscar los 1080 pequeños sellos que mantenían la dimensión en pie pero iban a pasarse años en su búsqueda, tiempo más que suficiente para decidir que hacer con ellos una vez estuvieran atrapados. Incluso Atenea con su forma divina a plena potencia no seria capaz de hacer colapsar la dimensión.

Una vez atravesaron el pequeño camino torii, Atenea pudo ver por fin la casa de su hijo. La mujer no era muy adepta al estilo oriental pero incluso ella podía admitir que esta casi era una obra de arte … pero innecesariamente grande. Era una casa construida con un propósito en mente, albergar una familia.

Una familia que su hijo jamas pudo tener.

Atenea hizo otra mueca mientras seguía a su hijo al interior de la propiedad. Después de ganar la 4 Gran Guerra Shinobi y derrotar a Kaguya Otsutsuki, Naruto se había vuelto muy popular y tenia decenas de mujeres queriendo cazarse con él. Por desgracia, ninguna tenia buenas intenciones con este matrimonio, su hijo al tener la habilidad de percibir las emociones negativas pudo adivinar cuales eran las intenciones de esas mujeres.

Codicia por su estado como miembro del Clan Uzumaki y los privilegios que conllevaba.

Lujuria por su buena apariencia, en su mejor momento era realmente un ladykiller.

Pero amor, desde luego que no.

Hubo sin embargo una chica que vio a Naruto como un soporte y alguien a quien admirar. Hinata Hyuga creyó recordar la diosa. Por desgracia, los sentimientos de la chica no fueron más allá de eso. Naruto nunca logro encontrar a una mujer que lo viera por quien era, por lo que nunca se caso. Tampoco le interesaba acostarse con cualquier mujer si no iba a tener una relación seria de ahí porque seguía siendo virgen. Para algunos podría parecerles raro (#Apolo, Hermes, Ares y por desgracia Zeus, pensó avergonzada la Diosa) pero para alguien que prácticamente nunca había conocido el significado de la palabra amor, no había ningún valor en intentar 'hacer el amor' sino había verdaderos sentimientos detrás de dicha acción.

Atenea dio gracias cada día desde que se había reunido con su hijo que no fuera un pervertido, si lo hubiera sido no tenia ninguna duda de que con su fama y popularidad habría podido acostarse con cualquier mujer que quisiera. El hecho de que fuera una persona tan decente era un milagro, sobretodo teniendo en cuenta quienes fueron las personas que le enseñaron y que fueron sus figuras paternas :

Hiruzen, su figura de abuelo, un pervertido que leía libros porno en su despacho en vez de hacer su trabajo.

Iruka, profesor en la academia, un pervertido de armario que leía libros porno en secreto.

Kakashi, su sensei cuando era un genin, un pervertido abierto que leía libros porno en publico sin vergüenza.

Jiraya, su figura paterna y padrino, el escritor de dichos libros, espiaba a las mujeres en las aguas termales, iba continuamente a los burdeles y se auto-nominaba a si mismo como un súper-pervertido.

Gracias Caos por los pequeños milagros.

Ambos se descalzaron y entraron en la casa. Naruto se fue directamente a la cocina mientras Atenea lo siguió detrás. "Voy a guardar las cosas y voy a empezar a hacer la cena. ¿Te apetece ramen?" preguntó con una sonrisa el anciano.

Por un instante, los ojos de Atenea se iluminaron como un árbol de Navidad pero se recupero rápidamente y se cubrió la boca mientras tosía. "No gracias, mejor déjalo para más tarde tenemos mucho que discutir." dijo antes de dirigirse hacia el comedor. Una de las cosas que había que mencionar sobre los Uzumaki era que tenían una insana obsesión con el ramen y por desgracia Atenea se había quedado con esa adicción incluso después de su muerte como Kushina Uzumaki.

Naruto levantó una ceja curioso pero no dijo nada. En su lugar, desenrollo el pergamino que portaba sobre la encimera y colocó su palma sobre el sello antes de canalizar su chakra. En una bocanada de humo, varios ingredientes y productos alimenticios aparecieron y Naruto los fue poniendo poco a poco en su lugar.

El anciano repitió el proceso varias veces hasta que el pergamino quedo vació. Luego volvió a enrollarlo y guardarlo en un cajón antes de dirigirse al comedor.

Cuando llegó, no se sorprendió al encontrar una mujer distinta sentada en posición seisa sobre uno de los cojines.

La mujer era pelirroja, su cabello era tan largo que fácilmente podría llegar hasta las rodillas y iba vestido con un Kimono gris con detalles de plumas blancas. La parte más característica de la mujer eran sus ojos grises.

Era la forma mortal de Atenea 'Kushina Uzumaki'. La Diosa solía adoptar esta forma cuando venia de visita, sintiéndose más cómoda en ella, por desgracia solo podía hacerlo cuando estaba a solas con su hijo o podría armarse una conmoción al ver a la difunta mujer del Yondaime Hokage resucitar de la tumba.

Naruto se sentó frente a ella sobre su cojín con las piernas cruzadas y esperó a que tomara la palabra. Atenea tenia los ojos cerrados mientras pensaba como abordar el asunto.

Los minutos pasaron y Naruto siguió esperando en silencio hasta que por fin la Diosa decidió abrirlos. "¿Eres feliz?"

La pregunta sorprendió al anciano por un segundo pero se recuperó rápidamente. "Estoy bien."

"No respondiste a mi pregunta."

"La respuesta que te dí habla por si sola."

Atenea frunció el ceño pero decidió seguir con el asunto. "¿Que dirías si te dijera que puedo … darte una segunda oportunidad?"

Naruto levantó una ceja. "Estamos hablando de volver a nacer o algo parecido?"

La pelirroja negó con la cabeza. "No, en caso de que aceptaras te devolvería tu juventud, a tus 20 años más o menos."

El albino se la quedo mirando por unos instantes. "No veo como devolverme mi juventud cuenta como darme una segunda oportunidad."

La mujer sonrió. "Porque no estarías en este mundo."

Naruto se quedo mirando a su madre con los ojos como platos mientras su cerebro procesaba lo que le acababa de decir. Cuando se recupero, se puso en guardia mientras estrechaba los ojos. "Según recuerdo, esta prohibido para cualquier perdona de las Naciones Elementales ir a la Tierra." dijo.

"He discutido largamente con los Shinto y están dispuestos ha hacer un excepción."

Naruto estrecho los ojos. "¿Porque?" nadie ofrecía nada sin alguna razón. Podría ser su paranoia después de décadas de estar al mando de una fuerza militar que se dedicaba a matar, robar y obtener información por medios cuestionables pero si algo le había enseñado la vida era que no obtenías algo sin dar algo a cambio.

Atenea sonrió. "Gratitud." Naruto se quedó mirando a su madre sorprendido. "En gran parte es gracias a ti que una Guerra que duro 3000 años a llegado a su fin, sin olvidar que has mantenido la paz con tus acciones y aliados durante más de un siglo. Aunque no lo parezca, la mayoría de los Shinto estaban hartos de todo el conflicto innecesario."

El anciano se quedo en silencio conciderando sus palabras antes de contestar. "Sin embargo, dudo mucho que todos estuvieran de acuerdo, sobretodo el Shinigami."

El Shinigami era la encarnación de la muerte, el dios que se ocupaba de que todas las almas de los difuntos pasaran con éxito al mundo puro, la versión Shinto del paraíso. También fue el Dios que su padre convocó el día de su nacimiento y con el que su padre negoció su alma a cambio de sellar al Kyubi en su interior. Dudaba mucho que el Dios fuera a renunciar a su alma atada a este mundo sin dar batalla teniendo en cuenta que, literalmente, había sido marcado por él desde su nacimiento.

La mujer soltó una risita. "En realidad fue el primero en estar de acuerdo." Naruto se quedo mirándola sin poder creérselo. "Digamos que esta muy agradecido contigo por salvar su existencia. Si Kaguya hubiera vencido, toda la raza humana habría sido encerada dentro de un árbol que los habría matado poco a poco. Sin poder reproducirse, la raza humana se habría extinguido. Sin almas a la que supervisar, su existencia habría sido innecesaria y vacía, podría haber acabado muriendo."

Naruto se paró un rato a considerar las palabras de madre y no pudo negar esa afirmación. Sin embargo. "Te das cuenta que si acepto, tendrás que llevarme con el paquete completo, eso incluye a 9 bestias gigantes con el poder conjunto de un primordial." afirmó con seriedad.

Pequeño detalle, los bijus no eran ni monstruos ni demonios como todo el mundo había pensado en un principio, eran fragmentos del poder de una diosa primordial, de Kaguya en realidad. Naruto derrotó a Kaguya, logro arrebatarle todo su poder y encerrarla dentro de una estatua. El poder en cuestión se reformó bajo la forma de los 9 bijus que ahora mismo residían en su cuerpo.

Atenea se tensó por un momento pero aun así su voz no vaciló. "Soy consciente de ello, pero también soy consciente que no ara ninguna diferencia, no es como si buscaras dominar el mundo o algo así. Podrías haberlo hecho fácilmente en este mundo." A pesar de sus palabras, en su mente estaba un poco preocupada. No por lo que podría hacer su hijo, sino por lo que podría hacer su padre, su maldita paranoia podría impulsarle ha hacer alguna estupidez y podía imaginar con antelación el resultado.

Y su padre no era el que salia bien parado.

Naruto siguió mirándola pensativo. "¿Mis contratos de invocación?" preguntó.

"Podrás conservarlos y incluso si quieres dejar a alguien del otro lado firmarlo, estará permitido."

"¿Mi casa?"

Ahora si que Atenea se sorprendió. "¿Pretendes llevarte tu casa?" preguntó incrédula.

Naruto se encogió de hombros. "Tarde muchos meses en construirla y tiene un buen numero de capas de seguridad. Podría sellarla y llevármela conmigo." dijo con naturalidad.

La Diosa retomó la calma y asintió. "No veo ningún problema en ello. ¿Entonces, aceptas?" preguntó un tanto impaciente.

Naruto se quedo pensando en silencio. Su vida si bien larga y llena de logros había sido extrañamente vacía. Desde pequeño había deseado convertirse en Hokage y ganarse el respeto de aquellos que lo odiaban para demostrar que no era el mismo zorro que mantenía encerrado en su interior. Si bien había logrado ese objetivo, no había conseguido lo que más deseaba en el mundo.

Una familia.

Esta seria una nueva oportunidad para intentar encontrar a alguien con quien pasar el resto de su vida. Sin olvidar el hecho de que, según lo que le había contado su madre, existían varios monstruos en la Tierra y había más semidioses como él.

Naruto sonrió sabiendo lo que iba a decir, aun más cuando podía sentir a 9 animales gigantes en su cabeza incitándole a aceptar. Miró a su madre y aceptó.

Atenea le devolvió la sonrisa. "¿Muy bien, en ese caso puedo pedirte un favor?" Naruto levantó una ceja curioso. "¿Creo que no te disgustaría tener compañía en tu nuevo hogar verdad?"

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Correr.

Correr por su vida.

Eso era lo único en lo que estaba pensando en este momento. Tenia una manada de perros persiguiéndola. Unos perros con ojos rojos y pelaje negro que tenían el tamaño de un oso Grizzly que querían matarla por encima de todo.

Perros del Infierno.

Llevaba 10 minutos eludiendo a la manada, pasando por lugares estrechos, saltando vallas y incluso se había metido en un rio y dejado llevar por la corriente con la esperanza de que perdieran su rastro. Pero nada había funcionado y ahora los tenia a apenas unos 50 metros.

La chica en peligro era una niña de 7 años, tenia el pelo rubio largo hasta la espalda y los ojos grises. Iba vestida con unos pantalones azules jeans y una camiseta gri

Hacia ya casi 5 meses desde que se había escapado de casa. Ella, una niña de 8 años sola por la calle. Dicho de esta manera no sonaba como una buena idea pero la verdad era que tampoco le importaba, ya no podía aguantar más en aquella casa donde le recriminaban continuamente su existencia.

Ella no era una chica normal, era la hija de una diosa. Un Diosa que la había dejado con su padre cuando este dejó bien claro que no la quería pero aun así su madre la dejó con el.

Por si fuera poco, al ser una semidiosa conllevaba el problema de atraer a los monstruos como los perros que la perseguían en este momento y eso provocaba constantemente peleas con sus padres. La chica sufría profundamente al saber que su padre la culpaba por algo que no podía controlar, saber que la veía como una carga, saber que la culpaba por poner en peligro a la familia.

También tenia un problema con las arañas, cuando aun vivía con sus padres, las arañas entraban en su habitación y la picaban continuamente. Por mucho que suplicara que alguien viniera a ayudarla, sus padres nunca venían. Pensaban que mentía para llamar la atención, el echo de que las picaduras que le hacían por la noche desaparecieran por la mañana no ayudaba para demostrar su problema, pero aun así su padre era consciente de que cosas anormales podían suceder. ¿Tan difícil era creer en su hija?

Al final había decidido que era mejor arriesgarse ir por si sola en la calle que vivir en una casa donde no se sentía amada.

Y ahora su decisión iba a costarle la vida.

El recorrido de de la niña llegó a su fin cuando al girar en una esquina se encontró con un callejón sin salida.

Al darse la vuelta se encontró con los Perros del Infierno avanzando lentamente hacia ella, disfrutando del momento donde la habían acorralado.

La niña se puso contra la pared buscando desesperada algo que le permitiera acceder a los balcones de los edificios. Por desgracia estaba entre dos edificios industriales sin ningún balcón o ventana y lo peor era que había perdido su mazo de bronce durante la huida, dejándola completamente indefensa.

El pánico empezó a apoderarse de su corazón mientras veía como los perros se acercaban poco a poco ligeramente encorvados, preparándose para saltar encima de ella. Las lagrimas empezaron a caer por sus mejillas mientras la realidad se asentaba en su cabeza.

Iba a morir.

Intentó rezarle a su madre lo más fuerte que pudo, suplico mentalmente a quien fuera que viniera a rescatarla.

No quería morir.

De pronto uno de los perros salto como una bala con la boca abierta de par en par. En ese momento, la niña sintió como si el mundo se moviera a cámara lenta. Vio como poco a poco el perro iba acercándose cada vez más a punto de arrancarle la cabeza de un mordisco.

O así debería haber sido.

La mente de la niña casi no podía creer lo que había sucedido, de un momento para otro había estado a punto de morir y al otro, estaba encerrada, con la pared de un edificio su espalda y un muro de piedra que había surgido desde el suelo frente a ella.

Pudo oír claramente el sonido de la cabeza del perro estrellándose contra la pared y luego vino el silencio … que fue roto rápidamente por el sonido de alguien silbando. La niña no podía ver nada por culpa de la pared pero se preocupo por quien quiera que fuera el propietario. Los gruñidos y ladridos de los perros no presagiaban nada bueno.

Pero entonces los gruñidos empezaron a ser reemplazados por los gemidos, sonidos de impacto y aullidos de dolor. La niña miró desconcertada la pared mientras seguía con la espalda empotrada contra el edificio. La situación duro 2 minutos hasta que los ruidos cesaron por completo y de pronto, el muro retrocedió hacia abajo, la chica apenas podía creer lo que estaba viendo.

La niña rubia se quedo mirando el callejón, ahora prácticamente vacío excepto por la sangre derramada por el suelo, un perro casi muerto en el suelo y un joven adulto.

El hombre iba vestido con una camiseta sin mangas, sandalias y pantalones holgados de color negro enmarcando a la perfección su cuerpo musculoso. Llevaba un vendaje en la casi totalidad de su brazo derecho que estaba sosteniendo una especie de … maso de color violeta y lleno de púas afiladas. Tenia el pelo rubio del mismo tono que el sol, 3 cicatrices en cada mejilla dándole una apariencia similar a la de un zorro y ojos de color zafiro con un contorno gris.

El rubio miró al perro del infierno agonizando en el suelo y resoplo … justo antes de aplastarle brutalmente la cabeza derramando un buen choro de sangre por todo el lugar. Los restos del perro se disolvieron en una niebla negra y el desconocido la miró. La niña se quedo mirando al desconocido completamente en shock.

El rubio sonrió y se acercó a la chica. "¿Eres Annabeth Chase?"

La chica todavía un poco sacudida logró, con esfuerzo, contestar con suficiente claridad. "S-si …"

La sonrisa del rubio se ensanchó. "Mi nombre es Naruto Uzumaki, soy tu hermano mayor."

XENDX