Guardianes y hadas
Mi familia había decidido mudarse a Burgess gracias a que ya no veíamos razones de quedarnos en México, nuestro país natal, en Burgess mis padres tendrían un buen trabajo y una tía lejana de mi mamá nos había heredado una casa en el bosque, antigua, amueblada, rodeada de vegetación, mi hermano Daniel estaba molesto porque en México tenía su vida, sus amigos, pero entendía que era lo mejor para todos y él siempre había querido vivir en ese lugar, así que solo era cosa de que se acostumbrara, mi hermano menor en cambio… pues le daba igual, mientras tuviera internet, sería feliz, mi padre odiaba la casa, pero se acostumbraría, mi madre y yo la amábamos, siempre habíamos querido una casa así.
La casa era de 3 pisos con un ático y un sótano, en el sótano pensábamos poner el cuarto de lavado-lavadora, secadora, las escobas, trapeadores, etc-en el primer piso estaba la cocina donde teníamos un pequeño comedor para 5 personas, estaba situado a la izquierda de la casa, tenía una puerta para salir al enorme jardín que tenemos-todo un bosque-a la derecha del pasillo de la entrada estaba la sala, con grandes ventanas con cortinas blancas, muebles de estilo antiguo-un sofá para 3 personas, uno para 2 y un sillón individual, una mesa de madera en el centro con un mantel de encaje blanco, con adornos de porcelana, mesitas al lado de los sillones, y un mueble de madera con puertas de cristal donde habían muchas fotografías de la familia-al lado izquierdo de la cocina había una especie de estudio/biblioteca/cuarto de música, porque había un escritorio, todas las paredes estaban llenas con estantes de libros, un piano de cola negro, y en un rincón habían 3 sillones individuales con una mesa redonda en el centro, el cuarto era iluminado por un ventanal gigantesco con vista al bosque y tenía cortinas de terciopelo negro, lo que sobraba de espacio era una sala con un comedor para unas 14 personas, que no utilizaríamos jamás debido a que solo éramos 5 y nuestros parientes vivían en México, quizá cuando vinieran de vacaciones lo usáramos, la pared que marcaba el final de la casa tenía muchas puertas de cristal que llevaban a una terraza con sillones de mimbre blancos, el techo que cubría esa terraza-que rodeaba toda la casa en realidad, había terraza atrás, a los lados y enfrente de la casa-era soportado por pilares, y más adelante, en el jardín antes de que empezaran los árboles, había un lindo kiosco.
En el segundo piso de la casa, estaban los cuartos que usaríamos para cuando hubiera visitas, había 4 cuartos con baño cada uno. En el tercer piso, era donde dormiríamos todos, mis padres ocuparon la habitación más grande, el del fondo, que mi padre dijo decorarían con un estilo moderno y minimalista, tenía su propio baño con tina, que mi padre cambiaría a una tina cuadrada y pondría un jacuzzi-es un delicado-mi hermano Daniel-de 16 años-escogió el cuarto a la derecha de mis padres, el también decidió decorarlo con un estilo más moderno, Mario-de 13 años-escogió el de lado izquierdo, él lo dejaría tal y como estaba, pintado de blanco con cortinas blancas de encaje, una cama antigua, un escritorio, 2 mesitas de noche a los lados de la cama, un ropero y 2 mesitas de noche. Entonces a mí me tocaba el que estaba en el frente de la casa, aunque era un cuarto hermoso-como el de Mario pero con cortinas rosa pastel y 2 sillones de tapizado floreado con una mesita de té.
Era hermoso, pero quería ver el ático, yo siempre había deseado dormir en un ático, el problema es que no encontraba la escalera que daba a mi habitación, hasta que vi una trampilla en el techo en medio del pastillo. Jalé la cadena y un montón de polvo cayó de las escaleras, subí y encontré que al parecer el marido de la tía de mi madre usaba el ático como estudio-no entendía porque si tenía uno en el primer piso-había un escritorio con muchos cajones con etiquetas, había un libro en medio del escritorio, pasta de piel roja con una B marcada en él, luego de ver el escritorio comencé a fijarme en el resto del ático, era muy grande, con el piso de madera, en la pared del frente había una ventana rectangular con un espacio acolchonado para acostarse o sentarse ahí, tanto la ventana como el espacio para acostarse era muy grande porque pude recostarme completamente y me sobraba espacio, desde esa ventana tenía una excelente vista, se llegaban a ver las montañas. Habían muchos baúles que creo que tendré que romper los candados para saber que contenían, por lo demás, decidí que el ático sería mi habitación.
Bajé rápidamente para limpiar el ático y me encontré con mi mamá, mi madre era una mujer de 44 años, de 1,59 m de altura, de 78 kilos de peso, de piel blanca con tonalidad amarilla, grandes ojos castaños con largas pestañas-del color de la madera-nariz pequeña y gordita, rostro redondo, labios llenitos, de cabello rubio oscuro normalmente ondulado y alborotado, siempre viste de colores oscuros, no importa si es vestido o pantalón, viste muy bien y a la moda en realidad, es una mujer con un carácter muy fuerte, es de esas mujeres que no se dejan amedrentar con nada, es muy fuerte y decidida, de personalidad, es una persona refrescante, alegre, optimista, emprendedora, siempre se muestra segura, y su sonrisa puede iluminar una habitación cuando entra, las personas dicen que yo tengo su sonrisa y su risa, por lo demás somos 2 polos opuestos, si bien tengo su sonrisa y el mismo rostro redondo, yo mido 1,66 m de altura, peso 68 kilos-estoy un poco pasada de peso-soy blanca pero soy rosa, a diferencia de mi madre, mis labios son un poco más delgados que los de ella y rosas-mi mamá es de boca muy pálida-mis ojos son castaños pero se acercan más a una tonalidad caoba, como los ojos de mi padre, tengo pestañas largas pero espesas-las de mi madre son delgadas-mi nariz es pequeña pero fina, como la de mi padre, tengo las cejas negras y muy gruesas, por lo general me las depilo un poco para darles forma, mi cabello es negro a veces rojizo y otras azulado y ondulado pero no se me alborota, mi madre tiene cuerpo de reloj de arena-usa una copa doble D-y yo soy de cuerpo de pera-como diría mi abuela, mucha nalga y poca chichi- aunque no me quejo de la talla de mi brazier, soy una normal copa C. Y aunque mi madre usa colores oscuros, ella los usa con estampados o con algún detalle que le de vida al conjunto… yo no, podría pasar fácilmente por una gótica, aunque no lo soy y soy más… tranquila que mi madre-me parezco más a mi padre que a mi madre-no soy tan fuerte de carácter, aunque si me defiendo cuando lo necesito, soy alegre y optimista, pero más tímida, no como mi madre, ella hace amigos a cualquier lugar que va, soy paciente, muy maternal-amo a los niños-me gusta ver el lado bueno de la vida y muchas veces me dejo llevar por ella, creo que todo al final se arregla, excepto la muerte y no me asusta morir, como dicen por ahí "si te toca, te toca".
-¿Encontraste tu cuarto muñe?-me dice con una sonrisa-
-Si ma.
-¿Cuál fue?
-Adivina adivinador-le dije riendo.
-El ático o el sótano.
-El ático, el sótano está lleno de cosas feas para hacer el aseo.
-Ya sabía yo, eres un vampiro.
-Por algo tengo este color, y tú eres igual que yo ma.
-¡Eso sí! ¿Has visto al energúmeno de tu padre?-me pregunta rodando los ojos.
-Ha de estar en el estudio, ya viste que le encantó y que se lo pidió para él.
-Sí, bueno, iré a checar el cobertizo de afuera para acomodarlo y poner ahí a los perros.
-Okis, a Poppy le encantará este lugar, tiene muchos árboles para marcar el territorio.
-Y si, no sé cómo ese perro orina tanto.
-Ya te dije mi teoría de que es 60% vejiga.
-Me cae que si-luego de eso, se dispuso a bajar las escaleras.
Nosotros tenemos 4 perros chihuahua, Poppy, el perro de mi Daniel, un simático golondrino que parece un cervatillo por lo mucho que salta, Amy, mi perrita, es una dulce chihuahua color café rojizo con una mancha en forma de corazón en el pecho, ella es muy tranquila, prefiere estar acostada que jugando, aunque le gusta pasear, Jr. Es hijo de Amy y Poppy, se lo dimos a mi hermano Mario, es blanco con manchas negras, es extremadamente tranquilo y jamás lo hemos oído ladrar, a veces creo que tiene retrazo mental porque cuando los metíamos a la casa-la anterior casa-él se quedaba afuera viéndonos y si lo llamábamos para que entrara, se hacía para atrás, como se atoró cuando estaba saliendo de Amy en el parto y estuvo sin respirar los primeros segundos de vida, creo que eso lo afectó un poco… pero igual lo adoraba, luego está la Huera, es la perrita de mi mamá, la rescatamos de sus anteriores dueños que la golpeaban y planeaban abandonarla, es blanca como Jr. Pero con manchas rubias, es la más alta de los perros y salta cual venado, una vez se subió a la mesa de un salto. Es muy hiperactiva, ama jugar, pero a veces se pone tímida cuando nos acercamos, yo creo que eso fue producto de los maltratos que recibió antes.
Seguí bajando las escaleras-algo me decía que bajaría mucho de peso subiendo y bajando tantas escaleras-y bajé al sótano para buscar una escoba, trapeador, cubeta con agua y detergente, un trapo para sacudir y con todo ese armamento, volví a subir para limpiar mi muy sucio cuarto. Estuve el resto de la tarde barriendo, trapeando, sacando a las arañas, afortunadamente no había ratones-luego trapeando, y volver a trapear por había mucho polvo, sacudí todo lo sacudible en el lugar, sobre todo el escritorio, era lo más polvoriento del lugar. Ya cuando estaba anocheciendo, decidí subir mis cosas, que fue también muy cansado por tantas cajas pesadas llenas de libros. Los acomodé en los libreros vacíos que había en el ático, colgué unas cortinas rosa pastel en la ventana, y puse unas cobijas en el área acolchonada bajo ella. Acomodé mi ropa en un viejo y lindo ropero que estaba guardado ahí y mis pijamas, ropa interior y películas en un mueble con cajones que hacía juego con el ropero. Busqué enchufes para cargar mi computadora y escuchar algo de música un rato, también cargué mi celular y cuando medio acomodé todo, bajé a bañarme al que hubiera sido mi cuarto de no haber tenido ático, me puse un pantalón negro holgado con una blusa de tirantes azul, me puse mis pantunflas de gato y cepillé mi cabello. Luego subí, todos ya estaban dormidos, había sido un día agotador con tanta mudanza y faltaba más, al día siguiente debía ir con mi hermano a la escuela preparatoria para inscribirnos y después llevar a mi hermano Mario a una secundaria especial-Mario tenía déficit de atención con algunos rasgos de Asperger-así que también sería un día pesado, me acomodé en mi cama temporal y cerré los ojos, sumiéndome en mi mundo de ensueños.
