Ninguno de los personajes me pertenece, solo es una historia de fans para fans sin fines de lucro

Los días cálidos son los mejores y en esta ocasión no sería la excepción, desde temprano empieza la actividad, en una remota isla en el nuevo mundo mucha gente se levanta de sus hogares para ir ya sea a trabajar oh en sus tareas cotidianas.

La isla más bien no tenia forma de isla sino parecía un país entero, pues sus dimensiones eran enormes contaba con 243,610 km² de superficie y con una población de más 64.1 millones dividiéndose la isla como si fuera una gran V pero volteada estando seccionado en bloque A y bloque B.

Edificios enormes, casa de dobles pisos, tiendas con el tamaño de estadios de futbol, el lugar es muy colorido pues en cada esquina siempre hay un adorno florar, la gente de ahí siempre con una gran y deslumbrante sonrisa, tratándose por igual.

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En otro lado del mar, donde el sol apenas se asoma un barco pirata, se aproximaba con dirección ah atracar en la gran isla, su diseño un poco oscuro pues las velas tienes un característico color negro.

—Almirante nos acercamos a la isla-Grito uno de sus tripulantes, al parecer era el navegante pues se veía muy confiado.

— ¿Estás seguro?-Pregunto otro, queriendo confirmar lo que su anterior compañero dijo.

—Sí, tiene razón, hay una isla aproximadamente 20 millas de aquí.-Comento un tercero, el cual utilizaba un artefacto para poder tener mayor visión, como si de un telescopio se tratara.

— ¿20 millas eh?, llegaríamos exactamente en 19,25 minutos-Volvió a comentar el mismo que aviso que una isla estaba muy cerca.

—Eso es estupendo, ¡Zehahahaha!-Río el almirante, mientras que sus demás subordinados solamente sonreían, pues su objetivo estaba cerca.

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En una de los extremos de la isla, otro barco se escondía entre las rocas, estando en el lado B de la isla, estando solo dos personas paradas en el costado de estribor, hablando, deseando suerte a su nakama.

—Está seguro que quiere ir usted solo-Pregunto uno de los dos que estaban parados.

—Si no te preocupes-Respondió el personaje que estaba por abordar un bote individual.

—Pero… que tal si sucede algo, mejor lo acompaño-Siguió insistiendo, la persona que lo despedía.

— ¡No!, ya te dije que no eres mi niñera, además tendré cuidado-Dijo el personaje ya subiendo al bote pequeño.

—Está bien maestro, como ordene-Su acompañante dejo de insistir—A qué hora será conveniente, recogerlo.

—No será necesario, vendré para acá cuando haya terminado, tengan el barco listo.

— ¿Cree que aceptaran?-Dudaba el sujeto que aun estaba en el barco.

—Por supuesto, no se negarían ah quien salvara sus vidas.

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En las imponentes eh hermosas olas del mar un barco que se encontraba en reposo era despertada por los divinos rayos del sol, esos pequeños destellos comenzaron a penetrar toda la zona, empezando por la proa pasando por la amura, los costados, el casco, la torre de vigilancia, cuarto de navegación, adentrándose más a lo lejano, comenzando a husmear por las recamaras de cada uno de los tripulantes, despertándolos en el proceso, los rayos de sol siguieron su camino pasando la bóveda, la biblioteca, el acuario, el jardín, así teniendo su recorrido final en la popa del navío.

Uno a uno se empezó a levantar, renegando y bostezando, pues nadie desea ser levantado, turnándose pará bañarse y poder despertar en su totalidad, despues de dicha actividad comenzaron a vestirse, peinándose y arreglándose algunas, colocándose aun con mucha pereza la nueva muda de ropa.

Las actividades comenzaron para todos oh bueno solo unos cuantos, pues cada quien realizaba diferentes tareas, uno haciendo el desayuno, otra trazando el nuevo rumbo que llevarían, otro levantando las anclas para poder zarpar, 5 extendiendo las velas y uno sentando en la proa, sonriendo, con la mirada fija al horizonte, tratando de adivinar que le deparara en el futuro, queriendo tener una gran aventura.

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Continuara…