Tiene peleando semanas con la misma manada que se ha metido en el territorio, pero hace todo lo posible de mantener al margen a la manada de Scott, después de todo no están interesados en el o el resto de sus cercanos, solo en el, por la simple razón de que, sin que el supiera, su hermana Laura se comprometió en algún momento con el hijo mayor de esa manada.
El porqué lo hizo, es que gira en su mente sin sentido, sabe que fue en algún momento en que se fueron de Beacon Hills tras el incidente en la mansión o cuando se quedaron en el PenHouse a restaurar en medio de la ciudad de California cerca de la playa. El no lo sabe realmente cuando o como lo hizo, pero esta algo cansado del asunto, de pensarlo con el cuerpo dolorido y ensangrentado.
Stiles lo encontró dos veces ya, tratando de subir por las escaleras de emergencia de su propio departamento, huyendo de la mirada de Isaac o Cora, ni siquiera sabe como, solo sabe que ahí estaba de repente, sintiéndose asaltado, pero que de inmediato le socorrió por mas que no lo quisiera o protestara, llevándolo dentro de su casa, incluso lo curo, como también lo dejo recostado y parchado en su propia cama, le preocupa que intente hilar el porque lo persiguen a el ahora.
Pero solo deja los últimos esfuerzos de su persona en decir mentiras convincentes al humano antes de que se marche, como que se excedió en su rutina de ejercicios, pero la segunda vez tuvo que decir que un camión lo golpeo mientras corría, cosa que Stiles le miro entre incrédulo y silencioso, y eso no le gusto.
Eran tres lobos los forasteros, el pensaría que luego del druida en conjunto con un alpha demonio y luego del zorro del infierno todo mermaría pero no, solo a el le persigue esta suerte.
Lo que mas le preocupaba, eran esas responsabilidades sanguíneas de las que hablaban, si su hermana no podía cumplir su promesa, su compromiso, el debía hacerlo, le sorprendió de sobremanera, pero a esos dos sujeto mujer líder de su manada no era algo que estuvieran tomándoselo a la ligera.
La familia Hale tenia un estatus muy alto y la manada Harrys quería ese estatus, Finnegan y Jackson eran los primogénitos, y era Finnegan el que estaba comprometido con su hermana, el chico era diez años menor que Laura, demonios niño era menor que el y por sobre todo la forma en que le miro al toparse con el fue degradante.
Como si estuviera valorando su carne en centavos, si, el no era una mujer y tampoco tenia el aura templada de su hermana, ni su mirada incierta, el no era para nada así, sin embargo la mujer fue clara, el debía irse con ellos a Manhatan y de allí a Londres para cruzar lazos frente a la manada completa.
Pero cuando se negó, cuando todo eso se desato, y su negativa fue rotunda, la mujer llamada Anne, solo exigía explicaciones, razones y circunstancias para degradar a toda su familia difunta al no llevar acabo el convenio.
Pero el en realidad no tenia escusa alguna, el no tenia un porque razonable, mas que el niñato frente a sus ojos y el cual poseía una fuerza descomunal como su gemelo, ambos alphas, preguntaron si ya tenia pareja, si ya había rendido su confianza a alguien mas, si se había apareado con alguien, era insultante semejantes preguntas para el, querían hacerle hablar de algo que no existía, pero que era lo único que lo separaba de tener que bajar la cabeza y desaparecer de Beacon Hill sin decir palabra.
Sabia de algún modo que Anne lo analizaba desde lejos entre golpisa y golpisa, entre los ojos celestes casi plateados de la loba, idénticos a los de sus hijos, era sin duda demasiado para el, se sentía solo en esos momentos de su vida, por mas que la manada aveces se reuniera en su departamento, solo que el rostro y presencia de Laura no deja de rondarle la cabeza, tratando de comprender sus razones para ello.
Pero dentro de su mal estar, luego de arrastrare por enésima vez hasta su loft, despertaba con un paño frío en su rostro, apenas levanto un párpado y allí estaba, el olor a comida, el bowl lleno de hielo a un costado del sillón donde callo la tarde del día anterior.
Los pasos en la casa se escuchaban en eco, solo cuando las zapatillas de lona y los cordones desatados de uno de esos zapatos grises le dio una idea de quien era, quería levantarse y empujarlo a la fuerza de su casa, pero los músculos magullados se lo impedían, todos ellos temblaron y y volvió a caer sobre el relleno del sillón.
- Me gustaría saber que estas haciendo... cada vez que se me ocurre pasar por aquí estas mas golpeado que antes...- masculla enfadado, casi indignado porque Derek se resiste tanto a confiar en el.
- Eso no te incumbe..- y siente como le retira el trapo del costado de su cabeza descubriendo uno de su ojos hinchados y el corte allí en el costado de su sien. Sintiendo nuevo alivio al ardor de la misma cuando vuelve mas frío y húmedo a el.
- Lo se... pero me preocupa, seré entrometido o lo que quieras, pero hemos pasado por demasiado juntos, y me referiré a algo que una vez me dijiste, me centrare en decirte que desde ya hace mucho, que confío en ti y aun estoy esperando que cumplas tu palabra y también confíes en mi.- quería decir que le dolieron mas esas palabras, que todo golpe hasta el momento, pero reacio a ello puso otro candado a sus muralla solo para estar seguro de no caer en ese sentimentalismo humano.
- Deja de molestar.- Derek dio vuelta su rostro, llevando su mirada hasta el respaldar del sillón donde gimió por el dolor en la herida que traía en la cabeza.
- ¡Porque demonios eres tan testarudo! Pero no te preocupes, ¡Yo soy peor que tu!- grito antes de salir con la indignación y la prepotencia brotándole por los poros, azotando la puerta de metal al desvelizarla con todas sus fuerzas.
Derek paso tres horas allí recostado, tres horas con la vos de Stiles en la cabeza, tres horas y un poco mas recuperando fuerzas, curando y cerrando heridas, el estomago resonó estrepitoso estrujándose en si mismo y se levanto lentamente cuando las nueve de la noche llegaron a el.
Respiro hondo, el olor a comida mas leve encendió un par de chispas en su corteza cerebral, urguiendole el ponerse de pie, sintiendo la rodilla fallarle un segundo después, pero pudo enderezar a tiempo recuperando el equilibrio y caminar hasta la cocina.
La sartén estaba cubierta, la cocina estaba limpia a su alrededor y solo fue levantar la tapa y encontrar carne y verduras en el, salteados con arroz, el olor lo apresuro a buscar una cuchara o tenedor, cualquiera de ellas le daba igual solo quería llevarse el bocado a la boca. Ser llevado por el placer que le dio al introducir el alimento con una cuchara y reclinarse sobre la sartén, apenas si podía masticar a medias, comió bocado tras bocado con desesperación.
No es la primera vez que come lo que Stiles le cocina, pero le gustaría que fuese la ultima, lo mal acostumbra, ese es su pensamiento, de hecho lo desacostumbra a pedir comida por teléfono o solo comprar alguna cosa del minimercado, pero no solo es un placer culinario, es el placer de comer algo preparado y algo que o tuvo que, hacerse el mismo.
Mientras raspaba la cuchara contra la superficie de la sartén esperando obtener algo mas, es que piensa en sus costillas, y al enderezarse, las costillas ya curadas vuelven a su sitio en un solo crujido sordo que lo deja con menos aire en un segundo.
No puede seguir así, y sabe que si corre, si se marchara, le seguirán, esta en medio de una encrucijada y sabe bien que estas golpizas y ese aroma que le rodea cuando pasa, no es de esos gemelos, es de la mujer que le tienta a adaptarse, para ser el beta sumiso que quieren, adaptándolo lentamente ala voluntad de Finnegan.
Suspira con el estomago demasiado lleno y cojea de vuelta al sillón, rodeado del silencio que no le deja pensar en una salida, no se ve como el amante callado, ni el compañero sumiso de nadie, le enfada como también le eriza la sola idea; pero por mas que pensó en convencerlos de que se busquen a alguien con familia o estatus en otro lado, Anna sigue diciendo que el es el rey de su linaje y nada se compara a la descendencia que el podrida proveer a la manada.
Le da escalofríos solo meditarlo o proponerse meditarlo, pero solo algún especie de milagro enfermo y descabellado podría hacerlo zafar de tamaño compromiso, un compromiso para toda su longeva vida.
Se duerme sentado y lleno unos diez minutos después, su cabeza cayendo por el borde del respaldo, ni se percata de que alguien inspecciona el lugar si preocupaciones, una sombra repetida que revisa su entorno a su antojo, demasiado cansado como para pensar que irrumpirían en su morada para seguir acosándole.
Finnegan se le acerca y mira su rostro desencantado, no le parece justo cambiar una loba con rasgos tan finos por este beta tan tosco, el doble de musculado que el y sin dudas mas alto, pero las reglas son lo que mantiene a su manada unida, por mas que no le gusten, y roza el pómulo derecho con la yema de los dedos donde hace horas le golpeo repetidamente, incluso si estuvo unos segundos inconsciente mientras lo hacia.
Pero tenia que amansar al beta, estaba demasiado conforme con su autonomía, tenia que hacerlo dependiente de el, con Laura no tenia ese problema, Laura era una alpha después de todo, y el seria su beta de rango superior a pesar de su estatus idéntico, pero con su educación dentro del estatus que le confiere su madre jamas tendrían un problema así, casi hubiera sido un igual con ella, pero Derek Hale, era un beta de gama baja, muy entrenado, muy resiente y muy terco.
No había mas remedio que seguir con su adiestramiento cuando sintió la mirada de su gemelo en su nuca y el se percata de que ha estado demasiado tiempo contemplando el semblante semi cicatrizado de Hale.
Es corto y certero el revez de su puño, saca a Derek inmediatamente de su ensoñación cuando la vos de la alpha líder esta cruzando la cocina, mirando todo con reticencia, como si estuviera sucia la casa o le causara asco.
- Finnegan... se mas amable... despiértalo antes de golpearle.- lo enseña mientras el cumple con su responsabilidades de rango alto.
- Para que mama... igual se desmayara pronto... mira que pálido esta.- acota Jackson quien esta pegando su hombro con Finnegan, que serio mira como Derek escupe sangre en el piso, mareado y sorprendido del ataque.
- Prepárate Derek...- intenta ser condescendiente, después de todo pasara el resto de su vida con ese lobo.
- No hace falta que digas nada Finn...- le dice cariñoso, pero Finn le ignora un poco y a Jack no le gusta nada.
- ...Esto comenzara a ser mas asiduo, no tendrás tiempo de recuperarte desde ahora... - se acerca tomándolo de la barbilla cuando Derek voltea a mirarle completamente pasmado de que estén en su guarida.- Solo cede y esto se acabara Derek, solo acepta que seras mio...- la vos del niño parecía casi consoladora pero Derek gruño mostrando su dientes de lobo sobresalir de su boca, Derek saco su garras y Jackson que se mantenía parado junto a su hermano pateo su rostro desde arriba haciendo rebotar la cabeza de Derek en el suelo.
- ¿Era eso necesario? ¿Acaso no te pareció que lo golpeara suficientemente fuerte? - le discutió a su gemelo.
- En realidad creo que si, hablas demasiado hermano.- remarco Jackson.
- Es mi beta Jackson, acéptalo o aléjate antes de que yo lo haga.- espeta autoritario y la simple y gustosa sonrisa de su madre se hace escuchar en todo el loft.
- Me encanta cuando la autoridad alpha aflora en mi primer primogénito.-
- ¡Eh! Que solo fue por un minuto y medio.-
- Sabes a que me refiero cariño...- acentuó su tono maternal al sentarse sobre una toalla de papel,sobre la mesa ratona.
- Lo sabemos mama...- dijeron al unisono cuando escucharon a Derek quejarse o en realidad volver de su mareo.
Stiles estaba hecho una furia, caminando a pasos agigantados hasta la tienta, ida y vuelta, con un kit de sutura en la mano, hielo en la otra y una caja de vendas estériles en la boca, refunfuñando con ganas, la garganta ardiendole por el deseo de refutar y contradecir la tozudez de Derek, pero el sabia que era mas persistente que el lobo el sabia que podía mas, y sobre todo esta necesidad de ayudar, de poder hacer algo por la gente que quiere, se había arraigado mas en Derek ultima mente.
Ni siquiera escucho los golpes sobre la carne del beta, ni como su huesos golpeaban el piso porque ya ni siquiera podía dar pelea, era una lastimosa bolsa de piel, tanto que Finnegan estaba formando esta idea de que no quería lastimarlo mas en su interior, solo que Jackson estaba muy a la ley de no permitirle ese lujo.
Y simplemente la puerta de metal se abrió de par en par y los ojos miel de Stiles se abrieron al caos, los muebles volteados, las cosas personales de Derek desparramadas por el piso, pero lo que lo congela en el sitio solo medio segundo antes de gritar el nombre del lobo al que estaba cuidando, sale de su boca a todo pulmón, esos dos sujetos idénticos voltean a verle y la mujer deja el libro en el borde del gran ventanal cuando pone su ojos en el.
El no sabe quienes son o como hacen para golpear a Derek que es un lobo de dos metros y ochenta quilos, pero su instinto primario es correr hasta donde esta Derek, empujar al rufián que tiene su pie sobre sus caderas, como si fuera el premio de una exitosa caza y que hasta hace un segundo estaba pateando con pura saña.
- ¡Derek! ¿Derek? ¡Derek...- la desesperación de su persona desconcierta a los lobos, nunca se plantearon que el prometido de Finnegan tuviera algún laso, se suponía solo, pasando el duelo de su familia y hermana.
- ¡Pero que demonios!- espeta Jackson y apunto de tomar al delgado chico que esta tomando a Derek en sus brazo como puede, llorando mares su estado inconsciente, la sangre cayendo por su camiseta gris, desapareciendo en su sudadera roja.
- Alto.- dice la madre de los gemelos, que en la puerta de entrada ve las compras que Stiles traía con el.
- Pero mama...- protesta Jackson que voltea a mirarla, mientras que Finnegan solo puede mirar el rostro de ese desconocido, las lágrimas mezclándose con la sangre en el rostro del beta, la desesperación que muestra, sacudiéndolo para que despierte.
- ¿Quien eres tu...?- murmulla y Jackson mira sorprendiendo a su hermano.
- ¿Yo? ¿Yo? ¿¡Quien demonios son ustedes!? ¡Que creen que están hacinado!- grito su desesperación marcando un territorio que hizo retroceder un paso a ambos gemelos, sorprendidos por como el aura del chico solo puso un circulo rodeando al beta y a el.
- Vaya un natural...- dijo la madre mirando al chico, viendo con sus ojos de lobo como la barrera territorial de protección se hacia mas gruesa con forme los dedos delgados y ensangrentados se aferraban a la camiseta destrozada del Hale.
- ¿Un natural mama?- la vos de Finnegan salio casi aniñada con la pregunta en su ojos claros.
- ¡LARGUENSE DE MI CASA!- una enorme fuerza empujo sus cuerpos sin aviso, al hacer el circulo mas grande, del cual Anna se dio cuenta de que no era siquiera consiente ese humano de lo que hacia.
- ¿Tu casa?- siguió con su mirada afilada, poniéndose roja y allí Stiles reacciono, eran lobos, lobos los que invadían el departamento de Derek, pero lo único que hizo mas ruido en su cabeza fue la razón de ello.
- ¿¡Que es lo que quieren?!.- su rostro empapado no mostraba siquiera miedo a morir, solo se olía en el aire la imperiosa necesidad de proteger al beta, en la opinión de ellos tres, hasta el limite de sus fuerzas.
- Yo que tu no me encariñaría... demasiado, el sera el beta de mi primer hijo, no me importa lo que los una.- Finnegan miro el perfil de su madre en ese instante, sabiendo a que se refería, esos dos tenían una relación.
- ¿Estas loca? Derek jamas sera de ninguno de esos dos niñatos!- espeto con la seguridad que se agolpaba en el aire y molestaba los sentidos de la loba.
- ¡Sera mejor que te apartes niño!- la loba dio medio paso sus colmillos fuera de su boca, su cuencas ennegreciendo.
- Nunca...- y Stiles mascullo con los dientes apretados, sin darse cuenta, enfrentando esos ojos claros que amenazantes no le veían pestañear, apretando el puño sobre el pecho de Derek, sujetando con fuerza el trozo de tela que antes fue su camiseta blanca.
- ¿Quieres pelear?- Jackson sonriendo divertido a Stiles.
- ¿Contra nosotros? ¿Estas loco?- salto terminando la frase de su gemelo, Finnegan dispuesto a hacerle frente a ese campo de fuerza invisible.
- ¿Ustedes creen que no tengo manada? ¿Ustedes creen que estoy solo aquí?- Stiles río incrédulo de su desfachatez, casi con locura, haciéndoles caer en un juego psicológico que conocía bien.
- De que hablas... Hale no tiene manada.- gruño la madre, rasando su vos contra el paladar.
- Yo soy su manada... hay una familia detrás de mi, ni crean que no defenderemos a uno de los nuestros, que yo no lo haré, seré humano pero soy estratega de la manada y puedo acorralarlos sin pestañear.- argumento, miles de imágenes de lo vivido como un flash frente a sus ojos, envalentonando su palabras.
- ¿Tu? Ja! ¿Dirigiendo una manada de lobos?- se rio exageradamente.
- Mi alpha asi lo cree... ¿Quieres comprobarlo perra?- era fuertes sus palabras como también insolentes, no había gota de miedo en el aire y eso acelero a los gemelos que ahora transformados quisieron abalanzarse sobre el chico pero con un pie sobre la linea no pudieron cruzarla, ni siquiera forzando todo su poder contra el circulo blanco.
- Muchachos...- llamo su madre y ellos volvieron a ser repelidos por esa aura protectora. - Es hora de irnos... resolveremos esto en otro momento.-
- ¿Pero mama?- dijeron al unisono.
- Muévanse.- fue la palabra final de la alpha, los lobos idénticos la siguieron hasta la puerta de metal desapareciendo de su vista.
- ¿Derek? Derek despierta...- Stiles acuno a Derek abrasando su cabeza contra su pecho, manchando su mejilla con la sangre que supuraba de su cabeza, estaba muy mal herido, incluso mas que antes...
