Entre la pasión y el amor

Disclaimer: historia ficticia hecha por una fan sin fines de lucro.

Advertencia: ligero (creo y espero) OoC y OC!Méxfem

Resumen: "A finales de los años treinta el mundo seguía sumergido en la oscuridad, pero a pesar de la tragedia y el horror amaneció de nuevo. Basada en hechos históricos."

México, 1938

México respiró profundamente, dándose valor, sabía que ese momento llegaría desde que su jefe había anunciado la Expropiación Petrolera, aunque no esperaba que fuera tan rápido. Se acomodó el largo y ondulado cabello en una cola de lado e intento relajar la expresión, no tenía porque temer, estaba haciendo lo correcto, lo que las leyes decían, su gente los apoyaba, al fin encontraba calma y no permitiría que se la quitaran.

Con determinación se acercó a la puerta que era violentamente golpeada y la abrió, esbozando una alegre sonrisa, disfrazando el temor que le provocaban los hombres frente a ella.

— ¡Inglaterra, Holanda! Hace tanto que nos lo veía— les saludó con el tono de voz ligeramente más alto de lo normal, impregnándola de falsa cordialidad y alegría, sin esperar respuesta continúo— ¿qué hacen por estos lares? Pero pasen, no se queden afuera.

Dio un par de pasos hacía atrás, para poner más distancia entre ellos y extendió el brazo, en un gesto que indicaba a los hombres que entraran. Inglaterra frunció ligeramente el ceño, sin embargo fue el rubio a su lado quien intervino.

— ¿Qué pretendes México?

— ¿Yo? Pues ser una buena anfitriona claro está, de por sí, interrumpieron mi desayuno, hablando de eso ¿gustan un atolito o tal vez un tamal? Hay de dul…

—No estamos aquí para comer, Netherlands se refiere al petróleo— Inglaterra dio un paso enfrente, a lo que México retrocedió un paso más.

—Pues al respecto no hay mucho de qué hablar, la decisión está tomada, mi jefe va a mantener la misma posición y mi gente lo apoya. Yo lo hago—. A cada palabra, la seguridad regresó a la muchacha que ya no se movió, aunque ahora ambos estaban más cerca y con un aura atemorizante. —Se intentó hacer un acuerdo y ustedes fueron sumamente groseros, además…

— ¿Estás dispuesta a sufrir las consecuencias?— cortó el más alto de sus interlocutores.

— ¿Disculpa? ¿Me estás amenazando? Para empezar estás en mi casa y no voy a permitir que me hablen en ese to…

—¡México!— la interrumpió una estridente voz, tan conocida por los tres. La chica alarmada contuvo el aliento. "Lo que le faltaba el tercer güerito en discordia para amenazarme" se lamentó internamente. — ¿Dónde está mi enemiga número uno?

—Oh ya te he dicho que no es así, Estados Unidos, tú eres mi enemigo número uno, pero yo de ti no, tienes muchos más, créeme —contestó inmediatamente la morena—, aunque sabes, tal vez ya no es un saludo apropiado, hace ya tiempo de eso…

— ¿Si? Pues a mí me agrada, aunque en realidad nunca he entendido porque tan poca simpat… mmm huele delicioso —expresó el recién llegado, olfateando y entrando a la casa. Topándose de lleno con las otras dos naciones.

— Oh ¡England! ¡Netherlands! ¡Qué gusto! ¿Qué hacen aquí? Seguro vienen a comer como yo —continúo el norteamericano, soltando su característica risa. Sin esperar respuesta agregó —México cocina delicioso, aunque un poco picoso, okey, muy picoso, pero al menos no es tan pomposa como los europeos, ups, sin ofender. Hablando de eso, serías tan amable de invitarme algo ¿México?

— Amm claro, perfecto. Ustedes, siéntense, están en su casa, claro figurativamente… uno dice eso y luego se lo toman en serio. —La mexicana continúo murmurando mientras se dirigía a la cocina, aliviada de alejarse de ellos, aunque fuera por un instante. Ahora tendría que intentar escuchar lo que dijeran ese trío, que también podría llamarse del mal —… güerejos abusivos.

Al llegar a la cocina acomodó un par de tamales de dulce en un plato y verdes en otro, así como dos tazas de atole de chocolate lo más rápido que pudo, para acercarse a la puerta y escuchar lo que sus "invitados" decían.

—Qué bueno que llegaste América, tanto Netherlands como yo pensamos que lo mejor sería una invasión, tal vez bajo tu vigilancia podría instaurase una dictadura— las palabras del inglés indignaron a la también americana, que se mordió la lengua para no soltar su florido vocabulario y correrlo a patadas— México necesita disciplina, desde su revolución la niña va de mal en peor.

Cuidadosamente abrió la puerta y asomó la cabeza, viendo asentir al rubio de las tierras bajas de Europa.

—Nosotros te apoyaremos, aunque no creo que necesites mucha ayuda militar para contenerla— repuso, mirando con cierto aire despectivo el lugar— es tan parecida a España, él los maleducó a todos y la influencia francesa terminó de arruinarla.

El estadounidense que observaba y tocaba las figuras artesanales que decoraban la vitrina de la mexicana, volteó a verlos con una expresión que mostraba total confusión ante lo que le decían.

— ¿De qué hablan?—cuestionó el estadounidense para incredulidad de los presentes, incluyendo a la espía en su casa—. ¿No vienen a desayunar?

Holanda miró a Inglaterra con los ojos entrecerrados, estaba claro que tampoco tenía una buena impresión sobre la educación que le dio éste a su antigua colonia. Por su parte el inglés suspiró, pasándose una mano por la frente.

—América hablamos del petróleo, esa cosa negra que tan fascinado utilizas.

—Oh, ya, bueno, pero sus palabras suenan a que quieren declararle la guerra a México— "No, ¿en serio?", pensó sarcásticamente la mexicana, nerviosa, esperando las siguientes palabras del muchacho para saber si debía correr y avisarle a su jefe o no— lo cual creo sería un error, más si pensamos como están las cosas en su continente.

La chica estuvo apunto de caerse por la sorpresa, era su impresión o el güerito quita anteojos estaba defendiéndola. La incredulidad también se reflejó en el rostro de Inglaterra y Holanda, que abrieron los ojos y parpadearon en repetidas ocasiones.

— ¿Cómo?

—Oh vamos, no me digan que no lo notan, incluso aquí apesta a guerra, Alemania es cada día más peligroso y eso tú me lo dijiste Arthur. No creo que deban meterse en asuntos de otros continentes si las cosas están tan mal en el suyo— repuso el muchacho, con una expresión que se acercaba a la seriedad y no iba con su acostumbrada y desentendida personalidad.

— ¿Qué insinúas? ¿Qué le permitamos esa falta de respeto a la mocosa esa?

—Mira— expuso ahora sí serio y bajando considerablemente el tono de voz— en mi casa están igual de molestos, hablan de no comprar plata, sacar a nuestra gente de las plantas y no ayudarle. Pero declararle la guerra es idiota y extremo ¿le ganamos? Obvio y luego qué… va estar furiosa y créanme, puede ser muy rencorosa. Si llegaran a entrar en guerra contra Alemania, otra cosa muy lógica que hará será venderles a ellos el petróleo, además no están considerando a todos sus hermanos…

—Ellos no tienen la fuerza para intervenir— repuso Inglaterra, con cierta duda. No había pensado las cosas como el yanqui las ponía y ciertamente era una jugada arriesgada, les estaba llegando información de que Japón e Italia también se habían acercado a México y ellos últimamente veían mucho al teutón.

—Pues eso no es claro, Argentina me odia y Brasil tampoco simpatiza mucho que digamos conmigo, el jefe de Alemania puede convencer a más personas, que solo su nación— contestó el más joven, dejándose caer en uno de los sillones— mm cómodo. Además yo no olvido a Zimmermann.

— Pero si pones una dictadura como Inglaterra y yo te decimos, nos aseguramos que México no haga negocios con ellos y ya. —Respondió el holandés, indiferente a las acciones de Alemania y el panorama que les planteaban.

— ¡Qué no, no y no! Sé que mi jefe no querrá y yo tampoco, me niego a atacarla, me encantaría al fin estar en paz con ella.

—Si es tu última palabra, perfecto, pero eso no quiere decir que yo actuaré igual —contestó indignado Holanda, irguiéndose. Siendo secundado por el inglés, que asintió y se cruzó de brazos.

—Okey, pero recuerden la Doctrina Monroe, cualquier ataque en continente americano será considerado personal— contestó el rubio más joven, poniéndose de pie.

—Aquí están los tamales Estados Unidos— intervino México antes de que las cosas llegaran a más, no quería una pelea en su casa, aunque por otro lado le encantaría ver como el gringo la defendía, sacando a patadas al dúo de Europa. Casi podía ver la imagen en su mente, la cual fue cortada abruptamente.

—Me largo— repuso Holanda, con las mejillas ligeramente enrojecidas por el disgusto, Inglaterra observó a ambos americanos con detenimiento, pensando qué se traía entre manos el estadounidense, no se tragaba el cuento de mejorar las relaciones con su vecina del sur… tendría que poner vigilancia. Con un gesto en la cabeza y palabras secas pero cordiales salió tras su temperamental acompañante, quedando antes con su ex colonia de verlo.

—Bien, hasta luego —"que espero sea muy, pero muy luego" pensó México. —Tú, siéntate, tus tamales son los de dulce.

— ¿Los rosas?— cuestionó dudoso, viéndola entrar a la cocina nuevamente.

—Como eres no creo que te gusten otros — respondió con una sonrisa cálida, mientras traía las tazas. Tras unos minutos de silencio comiendo y sin poder resistirse preguntó— ¿Es cierto lo que dijiste?

— ¿Qué?— respondió con la boca llena, a lo que su interlocutora negó, ocultando su sonrisa.

—Sobre ser un "buen vecino" y lo de Monroe, dime ¿estarías sinceramente dispuesto a defenderme? O…

—Claro, ¡soy un héroe! Igual que Superman.

¿Ah? ¿Héroe tú? ¿Superqué? —. La mexicana a penas podía contener la risa, bañando de ironía sus palabras.

—Como es eso de que no has oído de superman, es una de mis nuevas creaciones— contestó el chico, viéndola con reproche, ignorando el tono. —Es fuerte e invencible, como yo, bueno yo soy aún mejor, jajaja. También ayuda a las personas.

—Ah, entonces tú quieres ser un héroe.

—Soy uno, tú serías mi Luisa La…

—Mi nombre es María o Yanetsi (este ni lo intentes decir), no Luisa.

— ¿Ah? No me refería a eso, no puedo creer que no sepas de Superman, ¡es genial! A todos en mi casa les gusta— dijo el muchacho, haciendo un puchero. — ¡Ya sé! Te traeré algunos tomos. Cielos ¡soy brillante!

—Bien héroe súper brilloso, no nos desviemos, ¿fuiste sincero con lo que les dijiste a los europeos?— insistió México, viéndolo fijamente.

—Sí, fui totalmente, no tengo ganas de seguirme peleando con todos… y menos contigo.

— ¿Por qué? Algún interés debes tener, prometo no enojarme si me dices—pidió la chica con una mirada traviesa y una pequeña sonrisa— vamos, vamos, es normal, después de todo somos países hay que velar por nuestros intereses… ¡dime, dime, dime!

—Bien, ya, ruidosa. Y no me veas así, que me inquietas— tras esas palabras las mejillas del estadounidense se tornaron ligeramente rojas y desvió la mirada— uno de los motivos por los que me uní a la Gran Guerra…

—Es porque eres un metiche, dígase de aquel que se mete en asuntos que no le interesan…, okey, lo siento, no vuelvo a interrumpirte.

—Decía, uno de los motivos fue porque me enteré de lo de Zimmermann, Alemania te tentó…

—Perdón, sé que no te iba interrumpir, pero vamos ya habíamos hablado de eso, como siempre te precipitaste, no sabías mi respuesta— México buscó los ojos azules que tanto le gustaban y extrañamente se negaban a mirarla.

—Pensé que aceptarías —murmuró quedamente. Sorprendiendo a la mexicana.

— ¿Q-qué? Pero ¿por qué?

—Tú y yo no estábamos en nuestro mejor momento, las relaciones eran tensas, Villa atacó y además podías recuperarlos— golpeó con suavidad los lentes.

—Bueno debes admitir que pocas veces estamos en nuestro mejor momento y sobre eso, aún los quiero, no mentiré, pero fue una ocurrencia por parte de Alemania, todo era caos.

—Ese es mi punto, nunca estamos en buen momento. Dime de no haber estado en revolución ¿habrías aceptado?— el azul de los ojos de USA chocaron directamente con la mirada chocolate de México que no supo qué responder.

—No lo sé, tal vez, pero como te lo dije en ese momento, afectada por la revolución y todo pero no soy tonta. Al final habría sido mi destrucción y no los tendría de vuelta.

—Dudaste. Creo que eso puede volver a ocurrir, que quieran ponerte en mi contra y cielos, es terrible no confiar en quien está junto a ti. Ahora no hay razones que te impidieran a hacerlo…—La voz del muchacho disminuyó, mientras jugueteaba con los utensilios utilizados, viendo de reojo a la pensativa morena.

—Tal vez que no esté de acuerdo con sus ideas —exclamó decida—. O que a diferencia de los europeos odie pelear, suficiente tengo con el interior de mi casa, gracias.

—Si lo hicieras no podría culparte, fuck, yo lo haría, si yo fuera tú, me uniría al rival… Y solo tal vez en parte es mi culpa, quiero ser mejor contigo, un buen vecino.

—Es una suerte que no seas yo—repuso poniéndose de pie y acercando su rostro al del estadounidense, tomándolo de la barbilla y obligándolo a mirarla—yo diría que el estar cerca de la muerte por la Gran Depresión te hizo reflexionar sobre tu comportamiento.

—En parte— concedió el rubio, acercándose más, dejando sus labios a uno centímetros de los de su interlocutora.

—Aún te conozco, pero tú a mí no. Deberías saber que lo que menos deseo es que estés mal Alfred— acabó con el espacio entre los dos, rozando los labios ajenos. —Sería hermoso que fueras un buen vecino.

—Podemos empezar ahora— respondió animado y con una sonrisa tan radiante que sonrojó a la joven— México, dime ¿te gustan las películas?

Notas del fanfic:

No sabía si dejarlas al inicio o al final, por lo que para no entorpecer la lectura las dejé al final xD.

Sé que en los bocetos de México todo indica que será niño, sin embargo y porque ya tenía parte pensada antes de que tener esa información será chica o versión femenina y sí solo una (no hay base histórica para que sean dos), su nombre humano y después de mucho pensarlo será María Yanetsi Fernández (el primero por la influencia española, además de ser un nombre muy común, el segundo del origen náhuatl, significa por siempre amada, el apellido porque fue el que le dieron a Antonio y pensé que otro como Pérez o Hernández, al ser también de origen español, no harían mucha diferencia por lo que a fines prácticos decidí dejarle el anterior, así además le da más aspecto de papá *O* en cuanto al segundo todavía no lo tengo definido jeje).

Los nombres humanos sí serán utilizados, pero lo menos posible, porque tengo una idea especial para ellos.

Notas históricas:

El 18 de marzo de de 1938 el presidente Lázaro Cárdenas anuncia la expropiación petrolera, la cual estaba en empresas con capital extranjera (principalmente EUA, Gran Bretaña y Holanda), países que se indignaron (aunque de cierta forma lo veían venir con la Constitución de 1917 y el artículo 27 que habla sobre las expropiaciones y el derecho del país sobre lo que esté en su territorio).

Inglaterra y Holanda rompieron lazos diplomáticos y realmente estuvieron a un paso de declararle la guerra a México, (Inglaterra en especial quería una dictadura para México) sin embargo Roosevelt (presidente de USA) no estaba de acuerdo, sobre todo porque el ambiente político en Europa estaba cada vez más tenso y se veía más cerca una posible guerra con Alemania y también porque tras la crisis de 1929 puso en marcha el New Deal, donde uno de los puntos posteriores consideraba mejorar las relaciones con sus vecinos a esta política en específico se le conoció como la del "Buen Vecino", un ejemplo de esto es la película de Disney "Los tres caballeros" donde el Pato Donald representa a USA, José Carioca un loro a Brasil y Pancho Pistolas un gallo a México.

Cuando México se refiere a lo groseros que fueron los otros dos, es debido a que antes de la expropiación había problemas con el sindicato y las empresas, el entonces presidente intentó arreglarlos a lo que un empresario cuestionó "¿Y quién garantiza que así será?; "Yo, el presidente de la República ", contestó. Con sarcasmo otro de los empresarios preguntó: "¿Usted?". Entonces, el presidente Cárdenas, de pie, cortó la plática: "¡señores, hemos terminado!". Ese acto de desconfianza fue lo que finalmente generó que se decidiera poner fin a tan largo conflicto y anunciar la expropiación petrolera.

La mención de paz por parte de México es debido a que tenía poco tiempo de haber terminado tanto la Revolución, como la guerra Cristera.

USA llama a México enemiga número uno, porque durante la revolución mexicana hubo muchas tensiones entre ambos países, hubo un momento en que incluso USA invadió parte del territorio, buscando a Villa que había atacado Columbus. La antipatía que tanto Obregón y principalmente Calles sentían hacia este país los llevó a declarar que USA era enemigo de México.

La mención por parte del desagrado de Argentina es que en aquellos años, su gobierno no veía con buenos ojos el afán expansionista de USA, por su parte el régimen de Vargas en Brasil mejoró las relaciones con el Reich en 1939 y tenía una marcada preferencia por los países del Eje (al igual que la mayoría de la población de los países latinoamericanos, en los años treinta).

La Doctrina Monroe en esta ocasión fue planteada por Roosevelt desde un enfoque de protección y no imperialista (como se había estado utilizando), esta fue atribuida al entonces presidente de USA, James Monroe en 1823.

En cuanto a Zimmermann es el nombre del entonces canciller de Alemania, que durante la primera guerra mundial envió un telegrama al embajador alemán en México, para que intentara que el gobierno de Carranza (presidente de México) le declarara la guerra a USA y así los estadounidenses no entraran a la WW1, bajo la promesa de ayudarle a México a recuperar los territorios perdidos por el Tratado de Guadalupe- Hidalgo en 1848.

Y sobre las películas, es porque por aquellos años inicia lo que en México conocemos como La Época de Oro del Cine en México, que en parte se dio debido a las alianzas comerciales entre México y USA, con la política del buen vecino, donde los estadounidenses vendieron y prestaron equipo, material y personal, esto con un fin propagandístico pro-aliados y principalmente pro-Estados Unidos, de hecho el Convenio firmado tiene puntos de lo más interesantes.

Y amm ahora sí creo es todo (ufff que notas tan largas, u.u, así ni ganas dan de leerlas u.u), pero bueno cualquier cosa que se me pasara O_O, error o imprecisión amaría que me la dijeran, amo la crítica y seré feliz con las observaciones al respecto, o cuestionamientos sobre algún regionalismo o de lo que sea, en serio.

Saludos y gracias por leer ;)