House había despertado, tras hacerlo, había recibido visitas de Taub, Cameron y Chase, incluso "Trece" había ido a verle solo para decirle, entre lágrimas, que tenía razón.
Las palabras que había dicho durante esa semana, podían contarse con los dedos de una mano;
-Lo siento, Wilson.
Lo dijo, cuando Wilson se fue, porque no esperó a escucharlo. Desde entonces, no había vuelto ha hablar. Cuddy insistía en ello, también insistía en que durmiera, pero no podía hacerlo. Cerraba los ojos y veía lo ocurrido, el autobús dar vueltas, Amber alejándose y el sin poder hacer nada para salvarla.
Por eso no dormía, solo fingía hacerlo. Con Cuddy, era fácil fingir.
Estaba descansando la vista, era de madrugada y observaba el alógeno del techo. Sintió la presencia de otra persona en la habitación, alguien más que no era Cuddy, que estaba allí con él, dormida, no se había movido de allí desde que despertó. Dirigió su vista hacia la puerta, allí se encontró a Wilson.
Su amigo estaba ojeroso, despeinado, con aspecto desaliñado, llevaría esa semana sin afeitarse y llevaba la ropa arrugada. Demasiado House para ser Wilson.
-¿Por qué?-le preguntó Wilson mirándole
House desvió la mirada de nuevo al alógeno.
-Nunca necesité un motivo para emborracharme.-respondió en un murmullo
-¿Por qué Amber?-preguntó de nuevo el oncólogo
-Estaba en problemas, llamé a tu casa y le di el recado.-respondió
-¿Por qué a mi casa? ¿Por qué no a mí?-preguntó de nuevo Wilson
-Es allí donde estás cuando no estás trabajando.-afirmó House
-¿Por qué subiste al autobús? ¿Por qué no dejaste que te llevara a casa en el coche?-preguntó Wilson
-No quería que fuera ella quien se quiera cargo de mí, te lo pedí a ti.-respondió el nefrólogo
-¿Pretendes atribuirme la culpa a mí?-espetó Wilson
-No.-respondió House
Esta vez, Greg, se atrevió a mirar a Wilson a los ojos. La mirada que obtuvo le atravesó, Wilson jamás había mirado así a House, nunca.
-Te odio.-le dijo Wilson
-Lo sé.-respondió House
Volvió a reinar el silencio y Wilson se marchó.
