Todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling, a excepción de algunos que inventé yo.

Después de todo, todo podía pasar.

CAPITULO 1: Animarse a cambiar.

Lily se puso unas sandalias blancas con taco y se miró al espejo por centésima vez. Estaba hermosa. Su pelirroja cabellera suelta que le llegaba a un poco menos que la cintura, su bellísimo vestido blanco de princesa, sus ojos color verde brillantes tapados por un hermoso antifaz blanco y esas pecas del verano que le daban su toque final, la hacían una chica entre pocas. Tenía una cadenita con un hermoso dije que tenia brillantes blancos, haciendo la letra C de Cindyrella, como sólo sus amigas le decían. Ellas creían que era una princesita, tal cual como cenicienta, tímida pero hermosa y con un príncipe azul, que todavía ella no lograba reconocer como tal. Se siguió mirando en el espejo, pensando. Su vida estaba siendo perfecta… totalmente perfecta. Sus amigas de golpe la trataban mejor que de costumbre, esa semana no había hecho más que sacarse notas altas (cosa que era común en ella pero se sumaba a la lista de las cosas perfectas en la vida de Lily), estaba por ir a una fiesta de disfraces que seguro sería fantástica, perfecto, todo perfecto. Pero había un caso aparte… James Potter. Estaba totalmente insoportable y, para colmo, hacía exactamente una semana habían tenido una charla que no había sido del todo gratificante para la pelirroja. Recordaba exactamente como había pasado todo…

FLASH BACK.

Lily estaba en el jardín del colegio, en las raíces de un árbol, donde se había sentado a terminar la tarea de Pociones. Sintió un ruido al lado de ella y al mirar se dio cuenta de que James Potter se había sentado a su lado.

- Potter – dijo ella con desgano - ¿Qué quieres?

- Lily… ¿Cómo estás?

- Bien, ¿Que quieres?

- Sabes que siempre voy a insistir. ¿Por qué me tratas así?

- Ja-ja-ja – dijo ella irónicamente – como si no entendieras. Como si tu vida no se basara en molestarme a mí y a mis amigos…

- No es así Lily.

- ¿Entonces cómo es, Potter?-En ese momento ella decidió decirle todo eso que se venia guardando desde hacía ya varios meses- ¿Qué haces todo el día? ¿Qué haces cuando yo paso al lado tuyo? ¿Qué haces cuando Snape pasa?

- Solo estoy con mis amigos. No entiendo qué es lo que te molesta de mí… solo vine a arreglar las cosas y ya me tratas mal Lily – le contestó él, con cara de preocupación. Fingía TAN bien...

- Y cómo no tratarte mal si cada vez que vienes lo haces solo para molestar. Mira Potter, estoy haciendo la tarea, esta es la primera semana de clases y no me quiero desconcentrar, y si quieres arreglar las cosas, deja de hablar tanto y haz algo de una vez.

- No puedo hacerlo si me tratas así…

- No te hagas el pobrecito Potter. No me gusta que me digan qué es lo que tengo que hacer, y si esto no te gusta, vete. – hubo un rato de silencio y ella siguió hablando – aparte… ¿Para qué quieres llevarte bien conmigo? Sabes que es un caso perdido, ¿me quieres para que te haga la tarea como los otros no? Si es así vas por muy mal camino.

- No Lily… lo hago porque te quiero…

- ¿Tú me quieres a mí? Jajajjaa, la próxima vez inventa una excusa mejor Potter… ¿hacer la tarea no es tan difícil sabes? Se trata de prestar un poco de atención en clase en vez de molestar a los otros… y si lo preguntas Potter, si, estoy histérica.

- Lily… enserio, sabes muy bien que me gustas, y no me importa que no quieras hablarme, voy a seguir intentándolo porque algún día, Lily Evans, te desmayarás cuando pase a tu lado.

James se fue sin esperar respuesta. Hubo un largo rato de silencio en el que la mente de Lily fue a mil. James Potter gustaba de ella… eso ya lo sabía pero, jamás se había planteado la pregunta... ¿Le gustaba Potter? James Potter, el merodeador, el popular, el más lindo del colegio… su mente dudó como nunca en ese momento… podría ser un buen partido, pero luego se puso a pensar mejor… es Potter, el egocéntrico, el "único en el mundo". No, no le gustaba esa clase de personas.

Luego de esto pasaron dos días en los que James cambió cada vez más. En esos dos días, la fama de ser un "merodeador" se le había subido a la cabeza y Lily se hartó de eso. Estaba todo el día rodeado de chicas y se había convertido en un "estúpido mujeriego engreído". Así Lily se había vuelto excesivamente fría con él, algo que no había cambiado desde primer año, cuando se habían conocido, hacía ya 4 años.

Lily se seguía mirando en el espejo… todo había sido tan raro últimamente… todas esas cosas, justo a principio de año… Pensar que ya llevaba cuatro años en Hogwarts, desde que el sombrero seleccionador la había elegido para estar en Gryffindor... pensar que sólo quedaban tres años hasta dejar ese colegio que tanto la había hecho aprender… alguien abrió la puerta.

- Lily… ¿Ya estás lista? – era Emily Thompson, su mejor amiga desde su ingreso a Hogwarts. Emily era una chica rubia con ojos grandes y celestes. Era tan alta como lo eran Lily y sus otras dos mejores amigas, Alice Gray (más bien, morocha con ojos marrones y pelo largo y ondulado) y Lucy Clapton (también era morocha, pero su pelo era lacio, rebajado y cortito). Lily se giró para ver a su amiga, la cual estaba disfrazada con un vestido rosa mas simple que el de princesa, pero que no dejaba de ser muy lindo, acompañado por un antifaz rojo. Emily tenía esos detalles, de que todo lo que se ponía, sea lo que sea, le quedaba bien.

- Guau Emily ¡estás hermosa! Casi irreconocible – dijo Lily al ver a su amiga. Ella rió.

- ¿Qué esperabas? Es un baile de disfraces Lily, puedo estar con todos los chicos que quiera, no sabrán que soy yo. ¡Puedo besar a Sirius!- Emily se sonrojó un poco– Y tú podrás al fin besar a Alex, creo que es lo que más espero en mi vida – Esta vez fue la pelirroja quien se ruborizó e intentó esconderlo. Alex era el hermano de Lucy. Iban al mismo año (ya que eran mellizos, pero no se parecían EN NADA, sólo en los ojos, color miel), Lily gustaba de él, pero era sólo su amigo… su mejor amigo… además de Remus Lupin, claro. No quiso perder más tiempo. Se siguió mirando en el espejo acomodándose el pelo y maquillándose.

- ¿Qué hora es? - Preguntó Lily con el rimel en la mano. Emily miró asombrada el reloj que había sobre una mesita de la habitación.

- ¡Las ocho y media Lily! En menos de media hora tendremos que estar listas las dos en el Gran Salón. No quiero llegar tarde y pasar vergüenza ante toda la escuela y mucho menos, ante Sirius. Así que apúrate.

- Bueno está bien Emily… ya estoy terminando es que tengo el pelo tan horrible que ya no sé qué hacer… - suspiró y agregó - ¿Tú qué opinas?

- Opino que tendríamos que apurarnos. Ah me olvidaba. – Emily señaló el pelo de Lily con su varita y éste tomó un color rubio. – Ahora sí estás irreconocible.

- ¡wow! ¿cómo hiciste eso?

- No hay tiempo… otro día te explico. Ya vámonos. – Emily tomó a su amiga de la mano y se fueron al Gran Salón para tener la famosa fiesta que se anunciaba desde hacía bastante tiempo.

Bueno, acá les dejo el primer capítulo. Sé que es corto pero estos días voy a estar sin NADA de tiempo para escribir, asique bueno, subo lo que tengo escrito desde antes.

Es el primer fic que subo, porque la verdad es el único que me atrapó tanto escibiendo. Asique me parecen importantísimos sus reviews, que aunque sea me incentiven a seguir y saber que opinan (?. Bueno nada. Espero que les haya gustado :)