Cap. 1:

IKUTO POV:

-Ikuto admítelo todavía sientes algo por Hidemi Rika – me decía un castaño ojiverde al cual considero mi mejor amigo, aunque a veces me saca de quicio, como ahora.

- Ya te dije que no Kukai, ya la supere – dije algo enojado, aunque en verdad el tenia razón, no la he podido superar aun no puedo creer que me haya abandonado así, sin ni siquiera una buena razón.

- Si claro lo que digas, igual yo me tengo que ir, tengo practica el partido ya se está acercando – dijo mostrándose serio

-Ok adiós, y suerte – le respondí.

Pero que descortés de mi parte aun no me he presentado, Mi nombre es Tsukiyomi Ikuto, tengo 17 años, tengo una cabellera azul rey, una tez bronceada pero blanca, y unos ojos azul zafiro que todo el mundo me dice son irresistibles ante cualquier mujer, incluso yo lo creía hasta ahora, era la primera mujer de la que me había abandonado y me dejo, así que he prometido no volver a enamorarme igual eso no sirve de nada.

NORMAL POV:

Estaba tan hundido en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que una persona se acercaba a él.

- ¡IKUTO! – grito una chica de cabellos dorados recogido por dos coletas ¿en quién piensas hermanito? ¿No será en la estúpida de Rika?

- ¿Qué te pasa Utau? – Le dijo el peliazul también en un grito – Me quieres matar de un paro cardiaco.

- Ya no seas exagerado tan solo fue un pequeño grito en el oído – dijo la rubia sin prestarle mucha atención a la situación – más bien ¿nos vamos a casa ya?

- Si, ya se está haciendo tarde – contesto el peli azul.

Caminaron hacia la casa, hablaron, rieron, pelearon, y hasta compraron un helado. Y así paso todo el día.

Ya en la noche cada cual se dirigía a su habitación a dormir, a la mañana siguiente era el primer día de clases del año, así que no querían llegar tarde.

A la mañana siguiente Ikuto se despertó muy temprano se alisto y espero a su hermana, una vez ya ambos estaban listo, tomaron tumbo a la escuela.

IKUTO POV:

Al llegar lo primero que vi fue a Kukai, que estaba con su hermana Rima y el novio de ella Nagihiko.

-Hola – grito mi hermana abalanzándose sobre el pobre Kukai, quien es su novio, aunque a él no le molesto por el contrario la abrazo y saludo con la misma energía con la que ella lo hizo.

Yo por mi parte me quede observando el horizonte haber si la veía, pero no, tal vez era verdad los comentarios que había escuchado y Rika se había cambiado de escuela.

-Ikuto ¿sucede algo? – me dijo Nagihiko con una cara de preocupación.

-Descuida, no pasa nada – logre decir – más bien deberíamos entrar a clases antes de que se nos haga tarde.

Utau y Rima se dirigieron hacia su salón, mientras que Kukai, Nagihiko y yo nos dirigimos al nuestro.

Pasaron las clases, y llego la hora del almuerzo.

-Jeje, este año va a ser divertido – dijo Kukai con una sonrisa en el rostro.

Decidí observar lo que fuera que él estaba mirando y entonces fue cuando vi a una chica de cabellos rosados, una piel blanca y delicada se notaba, y unos ojos ámbar muy lindos. Voltee y le di un golpe a Kukai, lo cual causo la furia de este y la risa de Nagihiko.

-¿Porque lo hiciste? – me dijo mi amigo enojado.

-¿No es lógico? – le dije molesto – tu estas con mi hermana respétala – no sé qué expresión hice, pero Kukai me miro con terror.

-L-lo que d-digas Ik-kuto solo c-cálmate – respondió Kukai.

Nos sentamos en una mesa y entonces me quede pensando.

-Ella no volverá – dije sin darme cuenta, y aun seguía atrapado en mis pensamientos hasta que.

-Ves te lo dije aun te importa Rika – dijo Kukai golpeando la mesa

-Que no – dije enfadado y al tiempo avergonzado al caer en cuenta de que lo dije en vos alta.

-Ikuto ¿a quién intentas engañar? – dijo Nagihiko con una sonrisa en su rostro.

- Admítelo – dijo Kukai – aun la amas.

- QUE NOO – dije de un grito – que tengo que hacer para que lo entiendan.

- Demuéstralo – dijo Nagihiko

- ¿Cómo? – respondí rápidamente

Entonces Kukai sonrió de una manera casi macabra, por lo que Nagihiko y yo lo miramos con miedo. Y entonces fue cuando pronuncio, aquellas palabras, que sin saberlo en aquel instante cambiarían mi vida para siempre.