Liberándome

Pistola... navaja... dolor... libertad...

Estuve harto de él. De todos los años que ha sido mi marido, raramente me ha dicho que me quiere. Raramente me ha regalado mis flores favoritas; dudo que sepa él cuales son mis flores favoritas. Raramente me ha dicho que soy lindo. Raramente ha tomado lo más pequeño de ratos para rozar mi cara suavamente, para susurrar esas íntimas palabras a mis oídos, mientras aumenta el calor; la relación fue tan insatisfactoria que no pude imaginar sonando de un momento íntimo con él.

Pistola... navaja... dolor... libertad...

Pero todo iba a cambiar...

Pistola... navaja... dolor... libertad...

Mientras sufrí esas noches frías, solitario en la cama, lleno de odio hacia la persona a que había dedicado mi vida, hice planes. Planes de como iba a arreglar las penas que me estaba sentiendo. Planes que arruinarían el matrimonio, pero que arreglarían mi vida entera. Planes que llevaría yo a cabo durante un momento en que no prevería ese asqueroso lo que iba a hacer. Planes que, quizás, me causarían ser encarcelado...

Pistola... navaja... dolor... libertad...

¿Que eran aquellos planes?

Pistola... navaja... dolor... libertad...

Habría sido fácil utilizar arsénico para hacer mis hazañas malvadas, pero muy necesitadas; así que esa idea no sirvió. Había que hacerlo sufrir, y sentirse las penas que yo me había sentido cuando me dejó sin alguien pa abrazar, pa besar, o pa compartir mis secretos más íntimos. Tenía que hacerlo daño.

Pistola... navaja... dolor... libertad...

¿Como lo mataría? Dime en tu REVIEW