Mi segundo fic aqui en fanfiction *-*! grrr :)
originalmente iba a ser un Oneshot pero decidí, subirlo y hacerlo de varios capitulos :3!
Inspirado en la serie Niñas mal
Bueno los personajes de este fic no me pertenecen u.u, sino que son de propiedad de masashi kishimoto-sama :3
bueno me dejo de cosas Disfruten nwn...
...
Entre los pasillos de una escuela de equitación, caminaba con paso decidido una peliazul, con un vestido liso color beige escotado, que le llegaba a unos cuatro dedos arriba de la rodilla, unas zapatillas de piso también de color beige, un chalequito con mangas color café, unos aretes color perla, su cabello recogido en media cola con un broche. Mientras caminaba se sentía la mujer mas feliz del mundo, los padres de ella y su prometido habían arreglado los papeles para casarse, tal primicia no podía ser contada con un mensaje o alguna llamada, por eso decidió ir de visita con su prometido para darle tan buena noticia, al llegar al vestidor entro a pasos silenciosos y algo torpes, pero cuando entró encontró algo que jamás hubiese querido ver;
-¡Hi-Hina-chan!-exclamó asustado el prometido de la Hyuga.-Yo…-Intento formar una oración de manera desesperada, mientras que alejaba a su acompañante.
-Hi…Hinata-Reconoció torpemente una chica de cabello corto y rosado.
-Sa-Sasuke-kun-llamó la ojiperla, mientras sus ojos se volvían vidriosos.-Tú…-Solo podía dirigir su mirada llena de lágrimas hacia el estado en que el se encontraba, su camisa desabotonada poco mas debajo de su pecho, una marca muy bien marcada, en su cuello.-TE ODIO-Gritó antes de salir corriendo del lugar.
Corrió y corrió, solo quería alejarse de ese lugar, de Sasuke, de sus recuerdos juntos, de todas las mentiras que éste le había dicho, de TODO.
Al llegar a su casa, corrió a su cuarto a encerrarse, al soltar el pomo de su puerta, se dejó caer de rodillas sobre el piso y comenzó a llorar como nunca, solo se podía preguntar; '¿Por qué?, ¿Qué hizo mal?, ¿Por qué tenia que engañarla?, pero aun, ¿Por qué ahora que era todo perfecto?'.
Sus sollozos eran cada vez más y más fuertes, unos minutos se detuvo un poco para recuperar algo de aire y tomar algo de agua, ya de pie diviso una fotografía de ella con su ex-prometido, juntos sonriendo felizmente, la rabia se apoderó de la Hyuga y tomó dicho cuadro y lo arrojó al suelo. Bajó a la cocina por su vaso con agua y subió de nuevo a su habitación.
Al llegar allí, se sentó sobre un costado de la cama, mientras bebía su agua, al haberla terminado se dispuso a recoger esa basura que había quedado después de arrojar ese portarretrato, tomaba con cuidado los pedazos de cristal con sus manos y los desechó en el bote de basura.
De pronto mil pensamientos llegaron a aclarar su mente;
'¿Por qué siempre le pasaba eso?, tal vez era su forma de ser tan sumisa…SI, eso debía ser…y la verdad que ya se estaba cansando de ser siempre la niña buena y obediente, de ser la señorita perfección, de nunca poder ser ella misma por miedo a decepcionar a alguien.
Apenas alzó la mirada logró observar unas tijeras en su buró, sin pensarlo dos veces tomó una liga y esas tijeras, recogió su cabello y decidida, comenzó a cortarlo, mechones y mechones caían de su cabeza, mechones largos y lacios que se desparramaban durante su caída. Cortó tanto cabello que la liga que lo sujetaba también terminó en el piso, su cabellera había quedado tan corta, así como el corte que usaba de mas joven, pero a diferencia de su corte anterior, su cabello había quedado degrafilado con mechones mas largos que unos y otros mas cortos que otros, su fleco y sus dos mechones que utilizaba antes quedaron intactos, dispuesta a mas, se dirigió hacia su guardarropa, tomó TODO vestidos, blusas, pantalones, suéteres, todo y lo arrojó al suelo, con las tijeras y una pequeña lija que tomó de su mesa de noche, tomó sus pantalones y los recortó, tanto que ahora parecían mini shorts y con la lija les dio apariencia de estar desgastados, tomó vestidos y los partió en dos a excepción de algunos que le había regalado su difunta madre. Entre los vestidos encontró uno que era para una "ocasión especial", su boda, un vestido blanco, con un listón azul cielo un poco más abajo del pecho, con unas flores azules rey en el tirante derecho. Al verlo Hinata descargó toda su rabia y con las tijeras comenzó a romperlo hasta dejarlo hecho retazos de tela.
Por primera vez en su vida se sentía viva, sentía una ira contenida que aun necesitaba salir, después de todo 17 años de frustración contenida, no era nada que alguien quisiese guardarse o ¿si?.
Así prosiguió "arreglando" su guardarropa toda la tarde, hasta que terminó tirada en su cama durmiendo placidamente.
Más noche ese día, alrededor de la media noche, entró a su habitación una mujer de cabellera negra y larga hasta la cintura, con unos ojos aperlados como los de la joven hyuga, y aunque tenían cierto parecido no eran familia al menos no de sangre, era su madrastra, Kasumi hyuga.
La mujer al entrar al cuarto de la joven hyuga, vio el desastre que había ocurrido, alarmada se acercó a la chica para revisar si estaba lastimada, si algunos delincuentes (por no esperar lo peor) le habían hecho daño, aspiró un aire de confusión al ver que se encontraba en perfectas condiciones, sin seguirse cuestionando, comenzó a recoger aquel desastre, tiró los vestidos rasgados y el cabello suelto que se mezclaba con trozos de listón e hilos regados.
La mujer un poco preocupada decidió esperar que su "hija" despertara, para preguntarle que había pasado. Pero poco a poco el cansancio la venció, y calló dormida a un lado de Hinata. A eso de las 5 de la mañana ambas despertaron, Hinata se encontraba un poco alarmada le cuestionó el porque estaba allí.
-¿Qué demonios haces aquí?-Preguntó arqueando una ceja con un tono molesto.
-Me preguntaba, ¿Qué había pasado en tu habitación?
-No te interesa-Respondió mientras se daba vuelta en la cama dándole la espalda.
-Oye, a mi no me hables así que te he hecho nada malo-se defendió la madre.
-Rabia, eso pasó…conmigo misma y con el mundo-contestó buscando callar a la curiosa de su madre.
-Ya veo y lo de tu cabello…
-Me lo corte yo misma.
-Mmm entiendo, y ahora tienes que ir a la escuela.
-No pienso ir-Contesto con sorna.
-Tienes que ir...o… ¿te quedaras a ayudarme?
-Ni lo sueñes
-Cuanta rebeldía-contestó con ironía
-Déjame en paz, es solo que…me cansé de ser la chica sumisa, ya no quiero ser esa Hinata, estoy harta de que todos crean que pueden hacer conmigo lo que se les venga en gana.
-Hay veces, cariño en las que no podrás hacer lo que quieras.
-Lo se pero aquello en lo que yo pueda decidir, lo haré.
-m…anda ve y alístate o llegaras tarde
-Vale, vale…
La noche anterior, la peliazul no conforme con haber modificado toda su ropa, también había decidido modificar su uniforme, había recortado la falda unos cuatro dedos, dejando a la vista sus bien torneadas y blancas piernas, ahora sus calcetas azul marino eran mas cortas y resaltaban aun mas el largo de sus piernas. El saco de su uniforme, permanecía igual. Mientras cepillaba su cabello se miraba pensativa.
-La verdad no quiero ir a la escuela y mucho menos ver a Sasuke-susurró para si.
-Hinata, baja ya que ya llegaron por ti-Vociferó la mujer de cabellera oscura.
-Ya voy-Respondió, pero de repente recordó-¿Quién vendría por mi?-A lo que se asomó por la ventana y vio un auto conocido, un camaro azul marino casi negro con rayas blancas.- ¿¡Sa-Sasuke!-Gritó sorprendida.
-Hina-chan ¿Qué esperas?-Preguntó Hanabi con señas, ya de camino al auto.
Hinata tuvo que soportar sus ganas de gritar "LARGATE DE AQUÍ IMBECIL" seguido de un buen golpe en los bajos, pero no tenia tiempo de una escenita así y mejor decidió averiguar porqué estaba allí.
-Buenos días, mi amor-Dijo con un cinismo el pelinegro mientras Hinata subía al auto.
-¿Qué quieres?-Preguntó con indeferencia.
-Te vez terrible, ¿Qué te pasó?-Preguntó "preocupado", mientras con una de sus manos acariciaba el cabello de la ojiperla hasta llegar a su mejilla.
-Arranca que llegaremos tarde-Contestó molesta mientras con un golpe alejaba la mano de Sasuke y éste ponía el auto en marcha.
-Guarda las garras, se que estas molesta-Dijo con una amplia sonrisa.
-¿Quieren callarse?-Preguntó una molesta Hanabi, mientras colocaba sus audífonos.
-En primer lugar, ¿Por qué CUERNOS pasaste por nosotras?
-Simple, porque te conozco y se que no le has dicho a tus padres nada de nuestra "ruptura".
-No les he dicho por que se me pasó decirles, pero regresando lo haré, porque por mi, tu y yo no somos NADA.
-Mira Hinata…Ni a ti, ni a tu familia les conviene terminar esta relación, en primer lugar por el trato que van a firmar nuestras familias y en segundo lugar, ¿Quién se fijaría en alguien como tu?, siendo sinceros eres algo aburrida.
-¿Sabes algo?, NO ME IMPORTA, no me interesa si nuestra "ruptura" afecta a mi familia ni a sus negocios, no pienso fingir felicidad con alguien a quien no soporto, y por cierto detente que aquí me bajo.
-No seas tonta, no pienso dejarte en la calle
-DETÉN el maldito auto.
-No lo haré-contestó el pelinegro con solidez.
-Sasuke, detén el auto
-No, no hasta que lleguemos a la escuela-Sentencio Sasuke mientras Hinata solo bufaba de enojo, jugando con el seguro de la puerta, pensando en si abrir la puerta y saltar, o esperar hasta la escuela para tomar venganza del trato del Uchiha hacia ella.
...
Bien? meresco un review? *-*, estaria muy agradecida uwu
err...prometo subir el siguiente capitulo pronto :3!
en fin
Gracias por leer
aios~
atte: Alice Cross~
