Capitulo 1
Bolt P.O.V
Era un Sábado por la tarde, y Rhino, Mittens y yo nos encontrábamos afuera, en el patio, jugando. Ya habíamos comido y Penny se encontraba con su mama en la casa, haciendo no se bien que.
Mittens:-¡Vamos Bolt, lanza la pelota!- Dijo Mittens emocionada. Estábamos en ronda, jugando a pasarnos la pelota, sin avisar a quien. Era gracioso, y doloroso a la vez. Por estar distraído, ya había recibido dos pelotazos, ambos cortesía de Rhino. Y mientras el se disculpaba, Mittens no paraba de reírse. Pero por algún motivo, que se riera de eso no me molestaba, más bien me alegraba. Siempre me había gustado la sonrisa de Mittens, me hacia sentir, de alguna manera, feliz.
Bolt:-De acuerdo Rhino, ahí te va- Dije, pero en ves lanzarla en dirección a Rhino, se la tire a Mittens, quien, gracias a sus reflejos, pudo atraparla justo a tiempo.
Mittens:- Vaya orejón, no te creí capaz de hacer algo así. Mejor estate atento, no creas que no me vengare- Me dijo mientras me dedicaba una sonrisa y me guiñaba un ojo, cosa que me distrajo mucho y me hizo pensar en lo linda que se veía.
Bolt:- ¿A si? Pues, de acuerdo, aquí te espero- Le dije mientras le sonreía.
Rhino:-¡¿Pueden parar los dos de coquetear?! Tendrán para sus jueguitos de novios cuando hayamos terminado esto- Exclamo Rhino exasperado.
Al oír eso, no pude hacer más que ruborizarme. ¿Jueguitos de novio? Vaya, nunca lo había pensado, pero últimamente, Mittens y yo estábamos siendo mucho más amables entre nosotros que de costumbre. Yo la esperaba para bajar a dormir mientras ella aun dormía y ella solía esperarme mientras terminaba de comer. Me gire a ver la reacción de Mittens ante lo recién dicho, y pude comprobar que se encontraba en el mismo estado de estupor que yo, incluso hasta se le había caído la pelota. También note el hecho de que también estaba ruborizada, al igual que yo.
Mittens:- ¡¿Jueguitos de novios?!- Grito enfadada- Rhino, Bolt y yo no somos novios.
Rhino:- Pero actúan como tal, además, te he escuchado hablar en sueños. Siempre dices lo mismo, "Bolt, ven conmigo"- Dijo Rhino con malicia.
Mittens estaba demasiado roja de la vergüenza y del enojo, parecía una bomba punto de estallar. Y tal parecía que Rhino también se había dado cuenta, por que en cuanto pudo, se dio vuelta y se alejo rápidamente de Mittens, la cual, con excesiva fuerza, le arrojo la pelota. Yo no sabia donde meterme en esa situación, por un lado, tenía vergüenza, pero por el otro, me sentía contento en cierto modo. Al parecer había oportunidad para una relación entre Mittens y yo.
Bolt:- Chicos, ¡Chicos!- Grite con fuerza para que me escucharan, y dio resultado, pues en el momento, tanto Mittens como Rhino dejaron de correr y se dieron vuelta para mirarme.
Mittens:-Esto no se a acabado roedor, luego ajustaremos cuentas- Le dijo dándole una mirada asesina. Luego volteo hacia mi y pregunto- ¿Dónde esta la pelota, Bolt?
Bolt:- No lo se- mientras decía esto, echaba una ojeada al patio, pero no la veía.- La puerta que da a la calle esta abierta, tal vez se halla ido por ese lado. Iré a ver-
Mittens:- Voy contigo- Y dicho esto, se puso a mi lado y empezamos a andar hacia la calle- Bolt, acerca de lo que dijo Rhino, ya sabes, eso de ser pareja. ¿Tu que crees?-
Aquella pregunta me había agarrado con la guardia baja. Lo había pensado, por supuesto, pero nunca había llegado a una conclusión bien definida. Por un lado, Mittens me gustaba más de la cuenta, y varias veces nos había imaginado juntos. Pero, no sabia con seguridad que era lo que Mittens quería.
Bolt:-Eh, ¡Mira! Ahí esta la pelota- Dije señalando la calle, con la esperanza de poder cambiar de tema.
Baje de la acera para recoger la pelota, y lo siguiente que vino paso muy rápido. Hubo un par de luces que me pegaron en la cara, sin dejarme ver. También pude escuchar unos chirridos que se acercaron en mi dirección. Pude escuchar como Mittens gritaba mi nombre, y a continuación, sentí un fuerte golpe en mi costado. Luego de eso, todo fue oscuridad.
Rhino P.O.V
No podía ser verdad. No podía estar pasando. Su cuerpo estaba allí, inmóvil, en el medio de la calle. Pude ver como Penny salía en su ayuda, llorando y gritando, y como su madre llamaba a una ambulancia. No podía moverme, quería ayudar, pero el miedo no me dejaba.
Parecía una pesadilla. Las ambulancias llegaron rápido, y subieron su cuerpo al vehículo. Rápidamente, se pusieron en marcha, y desaparecieron al doblar la esquina.
No podía estar sucediendo realmente.
No podía morir.
