Lalihooooo, Aqui Junjou. Esta historia llevaba muchisimo tiempo queriendo escribirla, de hecho la tengo toda en mi mente enferma de chocolate. Me encanta la personalidad de Arthur pirata, y no dire que no me gusta Kiku de Geisha, pero por dios, ¿no les derrite un Kiku samurai? Ok, esta historia esta plagado de batallas, explosiones, sangre, lagrimas, tristes pasados, promesas, traiciones, rescates, y un ruso sadico enemigo del sistema xD ok ok. Si esperan lemon... estan en la historia equivocada (lo lamento mucho pero no me gusta! quizas llegue a haber en alguno pero no prometo nada) Lamento mucho el titulo. No se me ocurrio nada mejor =3= Quizas lo cambie en el transcurso de la historia, aunque no se si se pueda aqui en fanfiction xD Si se les ocurre un buen titulo, estoy abierta a sugerencias.
Disclaimer: Hetalia no me pertenece, es del gran Hidekaz-sama, si fuera mio apareceria Jack Sparrow siendo tan awesome como Prusia y Hittler con traje de sirvienta francesa (gomene, lo acabo de ver en una peli y me mato de risa xD)
Advertencia: Muerte de varios personajes, yaoi, pirateria, yahooo tralala~~ que diga Yohooo Yohooo The Pirate life for me~~
Summary: Un sucio y despiadado pirata, y un respetado y mortifero samurai podrian ser una mala combinacion. -Se donde tienen a tu hermano, quiero ayudarte- -¿Puedo confiar en un pirata?-
Historias de Piratas
El niño de cabellos negros corria lo mas rapido que sus pequeñas piernas se lo permitian. A lo lejos, podian escucharse los gritos desgarradores de los aldeanos que intentaban escapar de las llamas y de las sucias garras de los piratas. El cielo rugia, anunciando la tormenta que estaba apunto de caer sobre esa pequeña y desdichada aldea. El pequeño agradecia que su cabaña estuviera alejada de la ciudad, pues de esa manera habia aun una pequeña probabilidad de que ellos estuvieran a salvo. Cuando por fin pudo distinguirla se sintio aliviado, pero a la vez una extraña ansiedad aparecio en su pecho cuando vio que la casa estaba totalmente a obscuras. Quizas los piratas aun no llegaban al lugar. Se sorprendio de que Pochi, su pequeño perro, no le recibiera dando vueltas de un lado a otro como siempre lo hacia. Camino con lentitud, pero la escena que encontro en el portico le dejo petrificado. El blanco pelaje de su pequeño cachorro estaba cubierto con su propia sangre, mientras la cabeza del animal era unida al resto de su cuerpo tan solo por una pequeña fraccion de carne que no habia sido cercenada. Solto un grito de terror mientras se cubria la boca y las lagrimas acudian a sus ojos. Sus piernas le pesaron, no tenia el valor de entrar a la casa, esperaba que su familia no corriera con la misma suerte que su pequeño y unico amigo.
-Kiku...- escucho una voz debil saliendo de su casa, al instante la reconocio y corrio hacia donde estaba, pero una vez mas la escena que vio lo dejo paralizado. Su hermano mayor, Yao, protegia con su cuerpo a sus tres hermanos. El mayor de esos tres, YongSoo, tenia la boca entre abierta y sus pupilas estaban dilatadas. Movia los labios intentando formular alguna palabra pero su voz no se escuchaba. Sus otros dos hermanos, los gemelos Xiang y Mei Mei tenian los ojos cerrados, pero sus cuerpos estaban cubiertos de sangre. La espalda de Yao tenia un gran corte desde su hombro hasta su cadera. Al ver a Kiku el mayor sonrio levemente -Estas a salvo...- susurro mientras una bocanada de sangre salia de su boca y paraba en el rostro del pequeño coreano que seguia sin reaccionar, antes de que el mayor de los hermanos perdiera la conciencia.
10 años despues...
Un joven pelinegro caminaba con tranquilidad por la aldea. Llevaba su katana atada en un costado, junto a su wakizashi, una espada corta a diferencia de la katana. Al mirarlo pasar la gente le hacia una leve reverencia, muy distinto a la que eran obligados a hacer a los grandes señores si no querian que ellos y su familia fuera asesinados. El era un samurai, reconocido en todo Japon por su gran destreza e ingenio, e incluso clasificado como el mas mortifero samurai de la epoca, pero no se comportaba como los demas matones del emperador, el era diferente a todos ellos. Solo detuvo su andata cuando una pequeña niña que corria abrazando su muñeca choco con el. Al ver la espada la niña se asusto, pero al reconocer al chico sonrio ampliamente y le ofrecio su muñeca.
-Honda-sama quiero agradecerle por salvar a mi padre- dijo la pequeña entregandole la muñeca, el chico la tomo haciendo una ligera reverencia.
-No puedo aceptarla, la pequeña se sentiria sola sin su dueña ¿no crees?- pregunto con voz suave devolviendo la muñeca, la niña sonrio abrazandola y asintio.
-¡Kaede!- grito su madre acercandose a su encuentro y haciendo una profunda reverencia al joven guerrero. -Honda-sama, le agradezco la ayuda que le brindo a mi esposo- Kiku nego mientras posaba su mano sobre el hombro de la mujer.
-Takeo me salvo a mi, no yo a el, si el no hubiera estado en el campo de batalla yo ya estaria muerto- la mujer volvio a hacer una reverencia.
-Mi esposo se siente orgulloso de haber peleado a su lado, fue un gran honor para un humilde agricultor-
-¿Como se encuentra el?- la mujer bajo la mirada pero sonrio.
-Aun esta debil despues del encuentro, la herida no era grave pero perdio mucha sangre, solo necesita descanzar unas semanas mas y se recuperara pronto-
-¡Genial!- espeto el pelinegro -Entonces puedo visitarlo para agradecerle que salvara mi vida- la mujer se exalto e inicio a reir con nerviosismo.
-Eso es algo inesperado, no creo tener nada del agrado de nuestro invitado, seria muy vergonzoso el hecho de no tuviera alimentos del gusto de Honda-sama- el chico rio suavemente.
-Esta bien, sera luego pero por favor agradecele por mi, si el no hubiera estado cuidando mi espalda ese maldito pirata ya me habria mandado a la Tierra Pura- la mujer volvio a hacer una profunda reverencia, mientras tomaba a la niña y se retiraba.
El pelinegro decidio que habia patrullado bastante por ese dia, no entendia como esa pequeña aldea era el punto favorito de los piratas para saquear, pero mientras el siguiera viviendo no dejaria entrar a ninguno de esos sucios extranjeros a profanar su hogar. Camino hacia su casa guardando silencio, con paso lento y los ojos cerrados, pero estaba alerta, un samurai nunca debia bajar la guardia. No si se consideraba un guerrero respetable, no si era considerado el mejor samurai de la epoca. El titulo le habia otorgado una larga lista de enemigos, en los cuales el mismo emperador figuraba. Llego a su casa y esta la esperaba en silencio. La ventaja de vivir solo era que siempre le rodeaba una atmosfera de tranquilidad. Se quito las sandalias y camino a hacia la cocina, para preparar un poco de te. No tenia hambre, aunque apenas habia desayunado, esa fecha le habia quitado todo el apetito. Se sento en silencio y contemplo su taza de te durante unos segundos. En sus ojos se vio reflejado todo el esfuerzo que le habia llevado a convertirse en aquel temible samurai, y en ocasiones se cuestionaba si habia sido lo correcto haber escapado esa noche. Su vista se nublo a causa de las lagrimas que iniciaron a resbalar por sus mejillas, terminando sobre la pequeña mesa donde dejo el te. Cerro los ojos mientras ocultaba su rostro con las mangas del kimono. Sabia que en ese lugar nadie podria verlo llorar, no era que estuviera mal. Simplemente no queria que nadie se preocupara por el.
Entonces lo escucho. Podia escuchar las risas de sus pequeños hermanos. Escucho como la pequeña Mei mei le pedia que la acompañara al bosque por plantas medicinales. Escuchaba a Yao reprendiendo a YongSoo. Escuchaba a Xiang pidiendole a Mei que no fuera sola. Escuchaba los ladridos de su pequeño cachorro. El mar de lagrimas se hizo interminable y sus sollozos se prolongaron. El no hizo nada por ellos. Y ahora no era capaz de salir de esa aldea y salvar a su hermano. Un cascabel se escucho tintinear y el llanto de Kiku se detuvo. Levanto la mirada, sorprendido y busco en la manga de su kimono, pero el pequeño brazalete con el cascabel no estaba atado a su mano. El amuleto habia caido debajo de la mesa. De la cual Yao siempre se quejo que era muy baja y que no podia agacharse tanto para limpiar. Para el le resultaba molesto, pero a Kiku, YongSoo y Xiang era el escondite perfecto de su regañon hermano mayor. Se metio debajo de la mesa para sacar el amuleto y entendio la razon por la cual Yao se quejaba, era un lugar demasiado estrecho. Cuando se dio por vencido dejo caer su cuerpo en el piso, descanzando. Esa situacion sera vergonzosa si alguien entraba a la casa. Pero no pasaria nada. Entonces reconocio unos extraños dibujos que estaban en la mesa, donde Yao no lograba verlos. Era una corona, un tazon de arroz y un extraño sombrero de tres puntas. Y sus pensamientos se dirigieron a 10 años atras.
-¿Que dibujaron?- pregunto curioso el pelinegro, que contaba con solo 9 años. Sus hermanos se miraron entre si y rieron.
-Yo una corona- dijo con voz algo monotona el pequeño Xiang, que tenia solo 5 años.
-Yo un tazon de arroz- respondio sonriente el coreano, que tenia 7 años.
-¿Un tazon de arroz?- pregunto incredulo Kiku -¿Eso que tiene que ver con lo que deseas ser de grande?-
-Facil- respondio el coreano -Quiero una esposa que me cocine deliciosos tazones de arroz, no como los que prepara aniki Yao o Mei mei-
-Mei no cocina tan mal- Xiang defendio a su melliza -Pero es mejor mi corona- sus hermanos lo miraron con extrañeza.
-¿Que tiene de grandioso una corona?- pregunto de repente YongSoo.
-Se veria bien en mi cabeza, puesto que yo sere emperador- YongSoo y Kiku iniciaron a reir con euforia.
-Es imposible que seas emperador, solo los hijos del actual emperador pueden serlo- hablo Kiku con sabiduria, fingiendo saberlo todo. Aunque eso lo habia escuchado unos dias atras de unos aldeanos.
-Entonces me casare con la hija del emperador- sentencio Xiang, Kiku y YongSoo decidieron ignorarlo.
-¿Y tu Kiku? ¿que dibujaste?-
-Un sombrero pirata- hablo el chico con una amplia sonrisa -Viajare por todo el mundo en un navio y conocere lugares donde ningun otro japones ha llegado antes- los chicos se quedaron en silencio, mirandose unos segundos.
-Los piratas son malos- dijo de repente YongSoo -Hace un mes llegaron unos al puerto y se llevaron a muchas personas-
-Tambien destruyeron varias casas y...- Xiang dudo unos segundos en decir lo siguiente -Mucha gente... paso a la Tierra Pura- los hermanos tragaron saliva, entonces Kiku inicio a rayar sobre el dibujo, intentanto borrarlo.
-Entonces sere lo contrario a un pirata...- dijo Kiku -¿Que seria...?- realmente no sabia que era lo contrario a un pirata. -No lo se, pero de igual manera viajare por todo el mundo... sere... Un Explorador- los chicos iniciaron a reir, hasta que fueron callados por la voz molesta de Yao.
-Salgan de ahi, es hora de cenar-
Se quedo inmovil al recordar todo eso. Penso que la vida era realmente ironica, pues ahora el se encargaba de matar piratas. Una sonrisa ladina se dibujo en su rostro mientras salia de debajo de la mesa e iba al jardin. Colocandose nuevamente sus sandalias. Camino hasta el flor de cerezo, donde podian notarse tres piedras blancas con nombres tallados en ellas. Se arrodillo y quito el incienso que habia puesto ahi en la mañana, para cambiarlo por unos nuevos. Y despues iniciar a rezar con los ojos cerrados por las almas de sus hermanos.
-Honda-sama- lo interrumpio una voz en media ceremonia -L-lo lamento Honda-sama, no queria interrumpirlo- hablo con rapidez el hombre. Kiku hizo un ligero movimiento con la mano indicandole que le esperara. Aun con los ojos cerrados hizo una ligera reverencia a las tumbas y despues se puso de pie, dirigiendose a su invitado.
-¿Sucede algo?- pregunto con voz calmada, intentando que el enojo de que lo interrumpiera no se notara.
-Un barco pirata esta a unos kilometros del puerto. La bandera es una Luna menguante con una espada atravezandole. Es la bandera del pirata Sadiq... el hombre que ataco la aldea hace diez años- los ojos de Kiku se abrieron de par en par. El no lograba recordar ese dia, pero ese hombre lo habia vivido y sabia muy bien de quien se trataba. La ira le invadio al instante. Pero las palabras de YongSoo y la promesa que hizo sonaron en su mente. "No busques venganza"
-¿Estan todos listos?- pregunto aun con voz calmada pero decidida el japones.
-Las mujeres ya estan llevando a los ancianos y a los niños a los refugios, los hombres ya estan en la costa, solo nos faltaba avisarle a usted- Kiku sonrio con orgullo, estaban acatando a la perfeccion las ordenes en cada caso de ataque. Ese bastardo turco se daria cuenta que no era la misma aldea que habia destrozado 10 años atras. Ningun pirata que pisara esa tierra saldria bien parado. Todos probarian el acero de su espada y eso seria lo ultimo que verian, antes de que sus almas fueran juzgadas por Kanon el Bondadoso. No buscaba la venganza.
Simplemente buscaba la Justicia.
¿Que tal? Queria iniciar el fic con el pasado de Kiku, porque se podria decir que el es el protagonista. Se que Iggy no aparecio en este capitulo. Pero ya aparecera en el siguiente si que si, eso si. El tema central de la historia no sera el romance Asakiku, pero claro que habra Asakiku, quizas con este capitulo ya se dieron una idea de lo que tratara, y el resumen claro que ayuda. Pero el romance entre ellos es algo que se ira dando casi inconcientemente, pues ambos estan centrados en sus problemas. Pero CLARO que habra romance. Bueno Bueno, no tengo muchas cosas que decir asi que.
Por cada review que dejen ayudan a esta loca escritora coreana quitarse su obsecion con Piratas del Caribe xD
y a que un sexy sexoso pirata viole piratezcamente a cierto japonesito.
