Pesadilla (capítulo único)
Parejas = James/Sirius
Disclaimer =Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
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PESADILLA
No sabía dónde se encontraba y la oscuridad que lo rodeaba no lo ayudaba en nada, pero eso era lo menos importante en ese momento. Lo único que había en su mente era escapar… escapar y esconderse donde no pudiera encontrarlo. Se echó a correr por ese interminable sendero flanqueado por enormes y deshojados árboles que se movían al compás de un viento que no lograba percibir. Estaba acalorado… febril. Sentía como si su piel estuviera a punto de hervir y seguir corriendo sólo lo perjudicaría, pero no podía parar… debía seguir porque si se detenía… ¡No! No quería ni pensar en lo que le haría.
Un largo y escalofriante rugido se escuchó a sus espaldas y aumentó la velocidad de su carrera. Lo oía acercarse más y más y no podía hacer nada para evadirlo. Torció a la izquierda adentrándose entre los árboles para ver si con eso lograba confundirlo, pero supo que su causa estaba perdida cuando un nuevo y largo resoplido se escuchó todavía más cerca. No oía sus pasos, era si como flotara en el aire y eso lo hacía todavía más peligroso porque no sabría por donde vendría el ataque.
No era fácil mantener la velocidad constante porque las raíces de los árboles sobresalían del piso. Sus ojos alcanzaron a distinguir que frente a él se alzaba el costado de una montaña y había una pequeña abertura en ella. Si lograba alcanzarla, estaría a salvo. Ya sentía como el corazón protestaba por el esfuerzo que lo obligaba a hacer, pero no le haría caso. Si se detenía ahora… todo acabaría. Trató de aumentar la velocidad, pero un error fatal. Calculó mal una raíz y cayó cuan largo era sobre el suelo lleno de hojas muertas. Se quedó momentáneamente atontado por el golpe y para su mala fortuna no se recuperó a tiempo. Ya iba a levantarse cuando sintió que algo se colocaba suavemente sobre su espalda y sintió su aliento caliente sobre la nuca. Lo había alcanzado… estaba perdido. Cerró los ojos esperando que diera el golpe final. Un nuevo y largo bramido fue depositado en su oído.
'¡Termina de una vez!' –pensó aterrado, pero nada sucedió a excepción de que los rugidos aumentaron de intensidad de forma espeluznante.
El peso en sus espaldas repentinamente aumentó y comenzó a ahogarlo. La muerte por asfixia le parecía menos mala que ser descuartizado, pero aún así luchó por quitárselo de encima, pero no lo conseguía. Cuando ya sentía que sus pulmones estaban a punto de estallar… se despertó.
-¡Quítateme de encima, Sirius! –le gritó James a su amigo que se rodó a un lado todavía dormido.
¡Ay! ¡Cómo odiaba dormir con Sirius! ¡Sus estruendosos ronquidos siempre le provocaban pesadillas!
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Jajajaja... lo sé, lo sé.... es una hiperjalada y esta vez aceptaré hasta los crucios... jajajaja... hasta luego!!!!