Disclaimer: Fullmetal Alchemist es propiedad de Hiromu Arakawa.
«Pasado, dolor, fuego.
Guerra, tortura.
Son palabras claves para ellos dos.
Pero en el camino hacia su redención,
surgieron:
Admiración, protección, valentía...
y amor.
La brillantez y perfección de ella
asciende a tal punto, que opaca lo perturbador.
Ella es su reina en el tablero de ajedrez...»
Gene
Sublime
Desde aquí la admiro, en toda la extensión de la palabra. Está haciendo el papeleo, su concentración en la tarea es tal, que ni siquiera me ha soltado un comentario mordaz sobre mi noche de copas.
Cada día sigo pidiendo fuerzas para encararla y pedirle disculpas por las cicatrices que impregné en su espalda. La admiro, a ella quizá no se le pase por la cabeza, pero lo hago. Cómo no hacerlo cuando es quien es; una mujer fuerte, valiente y hermosa. Sí ella es hermosa, antes lo era, ahora lo es más.
Mi mirada viaja hasta su cabello, su cabello que debe ser tan suave... ¿Cómo se sentirá acariciarlo? Me gustaría hacerlo todas las noches, justo al ir a dormir. Aunque siempre lo lleve en ese moño, están esas ocasiones en que tengo la oportunidad de contemplarlo en su auge..
Una mujer con habilidades increíbles, sus Hi power modelo 1810 nunca fallan, cientos de veces me han salvado la vida. Y su calma, me encanta ese rasgo de ella, y por supuesto ser yo quien la saque de ella en ocasiones.
—Coronel —dice sin más.
Fijo mi visión en su rostro; unos ojos que ahora me taladran sin dudar.
—Teniente —digo yo como idiota.
—Me haría el favor de dejar de escudriñarme. Siento sus ojos perforarme —pide sin perder la compostura.
Así que ella sabe que la he estado mirando exhaustivamente.
Sigue con su tarea, y digamos que sus palabras hacen el efecto contrario en mí; en vez de dejar de mirarla sigo con ello, con suma concentración.
Una sonrisa aflora en mí cuando recuerdo los momentos en que ella, por muy leve que deje entrever, que sé que está feliz.
Si bien me he creado una imagen de «mujeriego», que no niego disfruto de alguna u otra forma. Sin embargo, no es realmente lo que soy. Pues no hay mujer más importante para mí que Riza, a lo largo de una vida como la mía se aprende o se descubre qué y quiénes son importantes, los más importantes.
—Señor, es en serio. Estoy tratando de no ir hacia allá y... —de pronto se interrumpe.
—¿Qué sucede? —Pregunto ante su mirada.
—No. ¿Qué le sucede a usted? Su... su, olvídelo.
Se dispuso a seguir en lo suyo, y así yo aproveché para seguir admirándola en silencio, pero no con discreción.
FIN
Pensaba hacer un Oneshot, pero a falta de tiempo no pude seguir escribiendo, y luego noté que se me había ido la inspiración, para ser mi primer Royai, espero no haber metido la pata.
Hace años que vi este anime, y debo decir que me encariñé mucho con él, cómo no hacerle un fic. Y aunque no he leído el manga, creo que en algún momento lo haré.
Mil gracias por leer.
Les saluda,
Gene.