Sabes que con cada paso que das te adentras a la lucha pero te alejas de él, lo sabes, sabes que aquel que te espera al otro lado del mar musita tu nombre entre sollozos justo en este momento, lo sabes porque tú haces lo mismo, musitas su nombre una y otra vez como una mantra, lo repites cuando una granada cae cerca de ti y explota destruyéndose, llevando consigo a otro de tus camaradas, no importa que pase, no importa volveré, Arthur volveré repites siguiendo tu camino entre aquel territorio hostil y lleno de sangre, sangre de soldados que simplemente seguían órdenes y que como a ti esperaban, tu no pediste estar ahí, no lo pediste, tu solo querías protegerlo a él, si él estaba a salvo el mundo se podía ir a la mierda y no te importaría, pero no, tu gobierno te obligo a ir a esa guerra, maldices al sistema, maldices a los altos mandos y maldices a quienes iniciaron esta guerra ni siquiera sé si soy el bueno o el malo sonríes con amargura mientras empiezas a correr para ponerte a salvo de una ráfaga de balas que surcan el lugar donde antes te encontrabas, no te importa en lo más mínimo, tienes que encontrar esa base, si la encuentras esto acabara y volverás con él, te mueves con cautela, con la destreza de un gato te cuelas entre los escombros hasta que logras alejarte un poco de la sangrienta acción que es la guerra solo somos humanos dañando a otros humanos, somos demonios dices y empiezas correr a gran velocidad hacia donde sabes que esta la base, llegas te cuelas y cumples tu misión, esta era tu última misión en esta guerra, te alegras, casi podrías gritar de la alegría sabiéndote libre de esta encarnizada lucha en la que no pediste entrar pero antes de que sigas con tu alegría escuchas un fuerte sonido y vez el techo caer, dolor, borbotones de sangre fluyendo y negro con una sola imagen que resplandece, un sonriente rubio de verdosa mirada, sonriente pero melancólico regresa a salvo, idiota y se aleja, se aleja entre la oscuridad, entre la oscuridad intentas alcanzarle no puedes, no puedes tu cuerpo ya no es tuyo, es de las tinieblas que ahora te cubren, Arthur, perdona, pero no creo regresar y sonríes perdiéndote en aquella bruma oscura que te cubre . . .

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Bueno agradezco a mi Editora/Beta por revisar este pequeño escrito y agradezco a ustedes por leer.

En lo personal a mí me entristeció bastante mientras lo escribía.

Nos leemos luego.

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