Nueva historia. La última que escribí no me gustó (Velaré por tí), así que decidí hacer esta para quitarme el mal sabor de la boca. Constará de varias partes porque la idea así lo requiere aunque trataré de no extenderme demasiado con los capítulos.

La categoría es la misma que en las veces anteriores, pues considero que es mi fuerte: romance/drama (quise escribir una comedia romántica pero dudé, aún no estoy segura de poder hacerlo). Y el personaje principal es, como en casi todas mis historias (a excepción de "Hasta que el amor nos separe"), Tifa. La amo y me encanta escribir sobre ella. La historia se sitúa después de los eventos ocurridos en Dirge of Cerberus.

Dedico esta historia a todas las personas que siguieron mi primera historia larga "Frutas, ellos y yo". Si me mantengo escribiendo es gracias al incentivo que ustedes me dan.

Espero no decepcionarles.

EL BESO DEL CIELO

Capítulo I: Confesión

-Cuando pasas la mayor parte de tu vida queriendo a alguien en silencio, existirá el momento en el cual no podrás contenerte más y se lo dirás.

Tifa, quien se hallaba en el Séptimo Cielo, trancó la llamada del celular y se sentó en la barra, entrelazando una mano con la otra y con los ojos fijos en la ventana que tenía frente a sí. Cloud no tardaría en llegar, él mismo se lo había dicho unos minutos antes. La morena rogó porque su voz no hubiese sonado demasiado ansiosa a través del móvil. De pronto, la puerta que conectaba con el acceso casa-bar se abrió y Yuffie, excitada a más no poder, hizo entrada en el recinto. Se acerco a su amiga y posó ambas manos en los hombros de esta.

-¿Qué tal?- preguntó la chica de cabello corto, dejando ver la jovialidad que la caracterizaba

-No tardará. Acabo de llamarlo y me aseguró que ya estaba bastante cerca- respondió Tifa, sin alejar su vista de la ventana.

La ninja sonrió y acto seguido encerró a su amiga en un abrazo afectuoso. Había sido ella quien animó a la morena a dar el paso adelante, a atreverse a obtener una respuesta segura y concreta sobre lo que era casi un tema tabú para la joven. Cerró los ojos y pidió a alguna deidad porque todo resultase a favor de Tifa.

La morena también sonrió, aunque con nerviosismo. Ella jamás habría tenido la iniciativa propia de hacer algo como eso; si ella se hallaba sentada en aquella barra, con el corazón acelerado y las manos sudorosas, repasando en su mente cada íntegra palabra que pronunciaría en algunos minutos, era total responsabilidad de Yuffie. Pero debía admitir que hacía mucho que necesitaba ese empujoncito, pues no era precisamente fácil resguardar sentimientos tan intensos por tanto tiempo.

-¿Tienes miedo?- interrogó la chica de Wutai, sin soltar a su amiga.

Tifa asintió con la cabeza, arrugando la frente y haciendo lo posible por contener la poca seguridad con la que contaba. Pero Yuffie la apretó aún más y, con tono dulce, le dijo:

-Pase lo que pase, cuentas conmigo Teef.

Los labios de la morena se curvaron y formaron una pequeña sonrisa. Agradeció al cielo por tener a Yuffie junto a ella. La traviesa y a veces revoltosa ninja era una buena persona y una excelente amiga.

-Mejor me voy ya a distraer a los chicos antes de que bajen y estropeen el plan- dijo la castaña mientras deshacía el abrazo y guiñaba un ojo a su amiga. Luego cruzó el umbral que daba paso a las escaleras de acceso hacia la vivienda y cerró la puerta tras de sí.

Tifa suspiró y quedó en silencio, el mismo que reinaba en todo el bar. Podía escuchar el ruido proveniente de las calles de Edge: los pasos de las personas, sus voces, una que otra música… y todo le parecía demasiado lejano. Quizás porque no se sentía presente en aquel recinto sino encerrada dentro de una cápsula que ella había decidido romper ese día.

Entonces comenzó a recordar todo lo que había vivido junto a Cloud desde hacía tres años, cuando vencieron a Sephiroth: se hallaban bajo el mismo techo, cuidando de dos chicos que, en cierta manera, podrían pasar por sus hijos y unidos como jamás lo habían estado. Lo que le sucedía a uno inmediatamente afectaría al otro. Eran un equipo, un artefacto perfecto que consistían en dos piezas que encajaban perfectamente entre ellas.

Pero para ella todo eso no era suficiente. Sí, se consideraban una familia, una familia "extraña" según Cloud. Quizás tal denominación proviniese de que ninguno de los miembros que conformaban tal círculo tuviese una relación filial con algún otro. Sí, obviamente ni Marlene ni Denzel eran sus hijos… pero ellos dos, perfectamente, podrían ser marido y mujer. Aunque todavía ello no sucedía. Los sentimientos del rubio eran tan complicados que Tifa llegaba a obstinarse por sí sola al tratar de comprenderlos.

Sin embargo, lo que ella más deseaba era estar con él "de esa manera". Lo amaba, era lo único que le quedaba, quería que él la mirase, la quisiera, la desease de la misma forma que ella lo hacía hacia él. Por eso se dejó convencer por Yuffie y había decidido apostar el todo por el todo aquella noche. Pues ella era incapaz de visualizar a Cloud como un simple amigo. Para Tifa, el rubio era, más que cualquier otra cosa, el chico del que estaba perdidamente enamorada.

No obstante, una intensa luz que se reflejó en las ventanas encandiló su vista y la devolvió rápidamente a la realidad. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Después de la iluminación oyó un estruendoso sonido. Era Fenrir, era él.

El nerviosismo se la devoraba entera, la transpiración se hizo presente y el corazón parecía que iba a estallar o a escapar a través de su boca. Durante su vida había tenido que atravesar por experiencias peligrosas y sin embargo jamás se había sentido tan alterada y ansiosa. Pero ya estaba allí, ya había tomado la decisión ¿Para qué evadirlo de nuevo, como solía hacerlo siempre? Apretó los puños con fuerza, respiró profundamente y cerró los ojos. Era ahora o nunca.

El sonido que produjo la puerta al abrirse la obligó a exponer sus pupilas de nuevo. Cloud Strife se adentraba en el Séptimo Cielo, manteniendo la usual expresión de seriedad en el rostro, pero en lo que se dio cuenta de la presencia de su amiga se sorprendió un poco y le dedicó una discreta sonrisa.

-¡Tifa! Son casi las once, ya pensé que te habías ido a dormir- dijo el muchacho.

-No, que va. Aún no tengo sueño-contestó la morena mientras le sonreía y hacía considerables esfuerzos para esconder su nerviosismo.

El muchacho mantuvo un poco más la sonrisa aunque luego comenzó a mirar de un lado al otro del bar, como extrañado de la situación.

-Por cierto, ¿Por qué me pediste que entrase por el bar y no directamente a la casa?- cuestionó el rubio mirando a su amiga con desconcierto.

Tifa se ruborizó y bajó el rostro, poco a poco se acercaba el momento de la verdad.

-Es que…-contestó tartamudeando-necesitaba hablar contigo sobre…algo.

La respuesta no hizo satisfecho a Cloud, quien estaba aún más confundido que antes.

-¿Y no podríamos hablarlo dentro de la casa?- preguntó el muchacho, incrédulo.

La morena se levantó de la barra y se acercó a Cloud. Sentía cada uno de sus pasos inseguros. Tenía miedo pero al mismo tiempo urgencia por al fin obtener una respuesta concisa en cuanto a la relación que mantenían. Se detuvo a unos pocos pasos de su amigo, frente a él, y luego de coger aire le contestó.

-En realidad, prefiero que estemos lo más solos posible.

El rubio levantó la ceja, extrañado ¿Qué se traía Tifa entre manos? Ella, por su parte, colocó sus brazos detrás de su espalda y comenzó a hablar con dificultad, ¿Qué debía decirle?, ¿Qué era lo más correcto? Trató de recordar los momentos en los que estuvo desesperada por tocar ese tema con el rubio y así recobrar un poco esa sensación de necesidad.

-Cloud…- comenzó a hablar la muchacha- tú y yo hemos pasado por muchas cosas, algunas buenas y otras terribles. Lo perdimos todo, casi hasta nuestras vidas. Sin embargo, y a pesar de las dificultades, hemos logrado estar juntos y encontrar una alternativa a nuestra soledad. Pudimos levantar un hogar, un lugar al cual volver y durante estos tres años hemos vivido en paz. Eso me hace muy feliz; logramos tener esa convivencia normal de las que nos privaron desde el desastre en Nibelheim.

Paró un momento. Cloud le mostraba una modesta sonrisa y ella también le correspondió el gesto. Quiso continuar pero el rubio se le adelantó.

-Todo eso existe gracias a ti Tifa. Siempre me diste el ánimo suficiente como para no decaer a mitad de las batallas. Jamás lograré compensarte por todo lo que has hecho por mí- le aseguró el muchacho.

En el rostro de la morena se formó un leve rubor, ¿Acaso él intuía las intenciones de ella?, ¿También él compartía esos sentimientos?

-Sin embargo…- continúo la muchacha mientras bajaba su enrojecido rostro, tratando de esconderlo- para mí no ha sido suficiente Cloud. He estado contigo todo este tiempo porque eres lo que más me importa. Mi intención desde siempre ha sido mantenerme a tu lado…quizás sea porque yo te necesito más de lo que tú me necesitas a mí.

El muchacho la miró con preocupación después de escuchar esas palabras.

-No digas eso Teef. Yo también te necesito y me importas mucho. Hemos sido amigos desde que éramos chicos, ¿Cómo puedes subestimar mis sentimientos por ti?- puntualizó el rubio con seriedad.

A Tifa se le aceleró el corazón luego de haber escuchado esas palabras, ¿Acaso él planeaba declararse también?

-No me refiero a ese sentido Cloud- habló la muchacha una vez más- somos amigos… pero eso no es suficiente para mí…

El muchacho frunció el cejo, no entendía las intenciones de su amiga. Por su parte, Tifa sintió que estaba a punto de hiperventilar. Apretó los puños y sin pensar demasiado, las palabras salieron de su boca casi involuntariamente.

-Te amo Cloud…

Después de esa frase el silencio se hizo casi sepulcral. Él mantenía los ojos abiertos como platos, a ellas las pupilas le brillaban esperanzadoramente. ¿Qué venía ahora? Más pronto de lo pensado ella recibiría la respuesta y a partir de allí se definiría para siempre su relación con su amigo de infancia. Una parte de ella deseaba terriblemente conocer la opinión el rubio, otra parte quería evitarla.

Sin embargo, el rubio bajo el rostro. Respiró profundamente dos veces y comenzó a contestar a la muchacha dificultosamente.

-Lo…lo siento

Si antes el corazón le palpitaba desbocadamente, Tifa sintió como si este se hubiese parado en seco, ¿Era real lo que había escuchado? Sintió una estaca cruzándole el pecho, destrozándoselo sin piedad y con morboso placer. Su optimismo y su seguridad se esfumaron y se fueron con el viento. La morena quedó reducida a un cúmulo de sangre, huesos, carne y dolor. Dos palabras habían sido suficientes para que el mundo se derrumbase a sus pies, o mejor dicho sobre ella. De pronto, el Séptimo Cielo le pareció más grande, el clima muchísimo más frío y el silencio más insoportable. Había guardado demasiadas esperanzas; estuvo todo el día imaginandose lo que harían ella y Cloud cuando este hubiese correspondido a su amor, pero en ningún momento meditó sobre qué hacer si el resultado no hubiese sido favorable. La fantasía la había cegado y ahora se estrellaba contra la realidad. Imploró porque su amigo no dijera más y se fuese directo a su habitación. No obstante, el joven continuó con su respuesta.

-Jamás me imaginé que sentías eso por mí, ¿sabes?- dijo el muchacho, tratando de aligerar un poco la situación- pero la verdad es que… aunque estuve enamorado de tí siendo chico, mis sentimientos no continuaron siendo los mismos. Ya siendo adulto jamás te he vi de esa manera y tampoco consideré posible que tú y yo tuviésemos una relación. No creo que pueda visualizarte como algo más que una amiga…o una hermana. Una vez más, lo siento.

Mientras Cloud hablaba, Tifa había bajado el rostro. Aún mantenía los puños apretados aunque su mente se hallaba completamente en blanco. No pensaba ni deducía nada. Simplemente respiró y levantó el pálido rostro. Forzó una sonrisa y se dirigió a su amigo.

-No importa Cloud, de verdad- la muchacha hablaba agitadamente- mejor hagamos como si estos jamás sucedió, ¿Si? Así será mejor para nosotros y para los chicos. No dejemos que esto cambie nuestra vidas, total fue una simple declaración, quizás el mes siguiente me esté declarando a alguien más. Tú también deberías conseguirte una chica, ¿sabes? Así podríamos formar una gran familia- las palabras se atropellaban las unas a las otras, Tifa necesitaba alejarse de Cloud lo más rápido posible- Bueno, mejor me voy ya a la cama que mañana debo levantarme temprano a prepararles el desayuno a los chicos porque tienen que ir al colegio. Buenas noches, no te acuestes muy tarde ¿vale?

No permitió que el rubio se despidiese de ella. Rápidamente se volteó, abrió la puerta que da hacia las escaleras de acceso, atravesó ese lugar y llegó a la casa. Tendría que subir otras escaleras para alcanzar su habitación. Lo hizo rápidamente, debía aguantar, las lágrimas no podían fluir, no todavía…

Finalmente llegó a la puerta que daba entrada a su cuarto. Estaba girando la manilla cuando oyó que alguien salió de una habitación adyacente. Era Yuffie, quien se había mantenido atenta a que su amiga regresase para conocer el resultado de esa confesión. La morena se dio cuenta de su presencia pero no le habló. Sin embargo, la sonrisa forzada de Tifa y sus ojos tristes fueron suficientes para informar a la ninja. Ninguna de las dos dijo algo, un intercambio de miradas fue suficiente. Las piernas de Tifa flaqueaban, necesitaba desesperadamente entrar a su habitación. Por ello, separó sus labios y se dirigió a su amiga.

-No te preocupes, todo está bien. Buenas noches.

Y dicho ello entró en su habitación, sin darle chance a Yuffie de pedir explicaciones o darle alguna palabra de consuelo. No lo necesitaba, o mejor dicho no le importaba. Se apoyó en la puerta y cerró los ojos, pero las ganas de llorar habían desaparecido. Suspiró y trató de controlar sus impulsos repasando en su mente las muchas razones que tenía para no entrar en un estado de insania ni dejarse llevar por un arrebato. Sacudió su cabeza y paseó su mirada por toda la habitación, buscando un motivo de distracción. Se percató de su diario, que se hallaba sobre la mesa de noche. Ese cuaderno era el testimonio de su vida desde que comenzó a vivir en Edge con Cloud y los niños; de eso ya hacían tres años. Se acercó a tomarlo y lo abrió, buscando la última página en la que había escrito.

-Cuando pasas la mayor parte de tu vida queriendo a alguien en silencio, existirá el momento en el cual no podrás contenerte más y se lo dirás.

La fecha indicaba que esas líneas habían sido trazadas el día anterior. Tifa decidió completar la idea pero sólo en voz.

-Entonces esa persona te rechaza y…

No continuó la frase, no valía la pena. Tomó el diario con fuerza, se dirigió a uno de los cajones en los que guardaba su ropa y lazó el cuaderno allí, sepultándolo debajo de una montaña de telas de todos los colores. Más nunca escribiría en aquel cuaderno en donde el nombre de su amigo de la infancia (y decepción amorosa) había sido escrito incontables veces. Olvidaría su existencia así como lde sus sentimientos por Cloud.

Cerró el cajón y abrió otro, sacando de este un pijama. Se desvistió y se puso su ropa de dormir para luego echarse en la cama y cubrirse con las sabanas. Cerró sus ojos con fuerza y contó números para tratar de dormirse. Tal como le había asegurado al rubio, haría como si aquel momento jamás hubiese sucedido, quizás y hasta podría considerarlo un sueño (o una pesadilla). Sin embargo, estaba clara que a partir de ese momento arrancaría a Cloud Strife de su corazón.

Sin embargo, una lágrima traicionera escapó de su ojo, revelando su desconsuelo antes de irse a dormir.

Continuará

Fin Capítulo I

¿Qué tal? Empiezo con el drama desde el primer capítulo. Para escribir esta historia me inspiré en las sensaciones que experimenté después de ver un anime. No les diré aún cuál fue, se los revelaré al final.

Bueno, ¡espero reviews! Su opinión es lo que me anima a escribir. Acepto desde bombones hasta amenazas de muerte. Las consideraciones siempre son buenas.

Volveré pronto a la carga, espero que les haya gustado.

¡Un beso!

Sango Hiraikoutsu