hola, que tal, pues soy nueva en esto, bueno ok no lo soy, pero es mi primer fic de Yuyu Hakusho esta un poco bizarro y aburrido, pero no tengo nada que hacer, hay lo leen y si esta muy aburrido pues nimodo, jaja de todos modos dejan reviews
wualas nos vemos!!
"LADRÓN"
Capitulo 1.- Encuentro
Habían terminado de arreglar el salón uno todos los sirvientes de aquella gran casa, solo quedaban tres sirvientes en el lugar acomodando platos y algunos vasos en las mesas que estaban finamente decoradas con un estilo único y atractivo.
Kurama…- una de las sirvientas se acerca al chico.- ya terminamos las labores en este salón. Yo y Keiko.- señalo su compañera quien se encontraba tras de ella.- iremos al otro ¿nos acompañas?
Me encantaría señorita Botan.- le sonríe.- pero aun me falta un poco ¿te parece si te alcanzo un rato mas?
La chica asintió con un leve sonrojo y se retiro del lugar no sin antes dedicarle una hermosa sonrisa. Las puertas de aquel salón se cerraron tras la salida de las dos chicas, en ese momento aquel atractivo chico se quedo en aquel solitario salón. Cuidadosamente saco una hoja delicadamente acomodada y doblada en su solcillo izquierdo, lo miro y observo cuidadosamente para después voltear a su alrededor.
Veamos….- dijo para si.- el conde Yomi se sentara cercas de la ventana, en la mesa 15… mm… nada mal, así podre oírlo cuidadosamente sin que el note mi presencia.- camino así aquella mesa mientras sonreía triunfante.- esto va a ser demasiado fácil.
Una vez encontrándose en el lugar se agacho hasta los tobillos para subir un poco su pantalón y desamarrar lo que parecía un pequeña y vieja grabadora, saco su pie derecho del zapato y levanto la suela de estos para encontrarse con una bolsa transparente con un extraño y pegajoso papel el cual coloco en la grabadora para pegarlo justamente en medio de la mesa. Una vez terminada su labor se acomodo el pantalón y los zapatos quedando perfectamente acomodados, se levanto y miro fuera de la ventana encontrándose con un hermoso jardín con mas mesas y unas cuantas fuentes.
Las puertas del lugar se abrieron entrando un chico pelinegro con una enorme sonrisa en su rostro y saludándole animadamente con las manos, al igual que el llevaba puesto un pantalón negro, camisa blanca y un chaleco negro con un moño, dándole a conocer que era un sirviente más.
Que rayos estas haciendo?
Solo me aseguraba que todo estuviera en orden. Lamento si me retrasé, - le sonrió- en estos momentos ya iba para el siguiente salón.
Siempre tan perfeccionista, no me equivoque en sugerirte para que te contrataran.
Si supongo que no. Bueno me adelanto¿vas a revisar todo el lugar?
Pues tu ya lo revisaste y no hay ningún problema ¿verdad?
Por supuesto que no encontré nada que pudiera molestar a nuestros invitados, pero si quieres puedes darle otra mirada al salón y lo compruebas tu mismo, Yusuke
No.- negó con la cabeza y camino hacia el para tomarlo del hombre.- confió en ti, no creo que un amigo me diga mentiras. Mejor vámonos para que les ayudes a los otros.
Kurama sonrió y camino junto con el hacia la salida, nuevamente sonrió triunfante sin que su compañero lo notara
Por cierto Kurama.- le llamo antes de que entrara al otro salón.- ¿tu aun no conoces al dueño de esta gran casa verdad?
¿Hablas del conde Jaganshi?- Yusuke asintió- no, e visto retratos de el y de la señorita Yukina pero no les e visto en persona. ¿Por qué, es necesario verlos en persona?
No claro que no, solo recordé que un no habías tenido contacto con ellos, todos aquí ya han cruzado una palabra con ellos dos y…
Bueno, realmente no creo que sea necesario, con que me paguen con eso me vastara. Bueno Yusuke te veo luego ¿esta bien?
Yusuke se despidió de el viéndolo desaparecer por las puertas de la sala tres. Kurama había sido uno de sus mejores amigos desde que eran pequeños, pero a los dos años de haberse conocido los padres de Kurama murieron trágicamente en un accidente, poco después fue adoptado por un hombre un poco extraño quien se lo llevo lejos de aquella ciudad y nunca mas lo volvió a ver hasta hace un mes donde le recibió ayudándolo a entrar a esa casa como uno de los sirvientes del lugar.
En las afueras de la ciudad una carrosa muy elegante iba entrando escoltada por unos cuantos guardias. Dentro de esta se encontraban dos jóvenes, una chica muy linda y de aspecto tierno, a su lado un chico un poco mas grande que ella de pelo negro, al igual que ella poseía un rostro hermoso pero daba a reflejar que era una persona de un gran orgullo. Frente a estos se encontraba una anciana de estatura baja.
Mira hermano,- señala la chica por las ventanillas.- ya casi llegamos, justo a tiempo para ver el atardecer caer sobre el lago.
Si, eso parece.- le sonríe a su hermana- ¿quieres que paremos para verlo?
Me encantaría pero….- dirige su mirada hacia la anciana.- pero tenemos tiempo?
Claro que lo tenemos- asegura antes de que la anciana se atreviera a decir algo.- Genkai, dile al cochero que se dirija al lago.
En seguida mi señor.- la anciana se asoma por la ventanilla y le indica a este las instrucciones.
¿no habrá problema hermano?-
Claro que no, además yo también quiero ver ese hermoso espectáculo con tigo.
La chica le sonríe emocionada y le toma del brazo recargándose sobre su hombro. La anciana los observo, eran los únicos momentos en los que Hiei Jaganshi mostraba muestra de afecto, solo con su pequeña hermanita, sin importar quien los estuviese viendo. A pesar de que la consentía en todo Yukina siempre se comportaba humilde y amable con todo el mundo, convirtiéndose en el amor secreto de varios hombres, los cuales no se aceraban a ella por temor a su hermano.
La carrosa llego a su objetivo, llegando a una distancia prudente. Hiei bajo primero para extenderle la mano a su hermana y ayudarla a bajar. Hiei dio la orden de no ser molestados y que estuviesen a una distancia prudente, una vez terminados de dar las órdenes tomo a su hermana de la mano y la dirigió hasta el lago. Ambos se sentaron a en la orilla del lago observando el hermoso paisaje de aquel día. Su hermana se abrazo se de su hermano y recargo su cuerpo en el.
Sabes, me gustaría que los dos tuviéramos un amigo…- Hiei la miro sin decir ni una sola palabra- ¿no sería genial? Así cuando yo no pueda estar con tigo tu…
No me gustaría compartir nada de mi vida a otra persona que sea tu Yukina. Pero si te molesta estar solo con migo te puedo conseguir unas damas de compañía.
No quise decir eso, hermano, yo te quiero mucho y no quiero alejarme de ti. Solo es que a veces me gustaría verte sonreír con alguien que no sea yo. Quisiera verte feliz al lado de una persona….
Soy feliz a tu lado y con eso me basta. Ya se esta ocultando el sol, será mejor que nos vallamos.- se levanto y cogió a su hermana de la mano.- ven, estoy seguro que organizaron otra fiesta de de bienvenida.
¿una fiesta¡que bien! Espero que la cocinera haya hecho ese pastel que tanto me gusta.
Bueno, pues vamos a averiguarlo.
Los dos hermanos entraron a la carrosa para irse directamente hacia su ahogar que en estos momentos estaría lleno de gente importante del pueblo, con las cuales no compartía ninguna amista que no fuera por negocios. Pero que eran muy importantes tener para el crecimiento de sus vienes y de su poder.
Todo estaba listo; los invitados comenzaron a llegar en lujosas carrosas comandadas por hermosos caballos de distintos pelajes y hermosos colores. Kurama observaba cuidadosamente a los invitados entrar mientras el se escondía en una de los ventanales de la cocina que, si bien no mostraba una perfecta vista si lograba reconocer a los invitados.
¿Qué haces Kurama?- Kurama acudió al llamado encontrándose con la chica de cabellos azueles.
Solo observaba a los invitados. Lo siento se que es de mala educación.- se elejo de las ventanas.- pero no pude evitarlo, me gusta ver sus elegantes trajes y todos esos extraños adornos.
Si, te digo un secreto.- susurra quedamente casi inaudible para Kurama- yo también a veces lo ago. – Kurama sonrió divertido.
Parece que tenemos mucho en común señorita Botan. Bueno, creo que es mi turno de ponerme a trabajar ¿verdad?
No, aun no por ahora solo te toca seguir preparando los platos y bebidas. Ya casi es tu turno de llevarlos a la mesa,; bueno se supone que tu y Keiko- volteo a todos lado tratando de localizar a su amiga entre los pocos sirvientes que se encontraban en el lugar.- pero ¿Dónde estará Keiko
No te preocupes, yo la cubriré mientras tu vas y la buscas ¿esta bien?- Botan a sintió- pero apúrate a encontrarla para que tu amiga no se meta en problemas.
Muchas gracias Kurama, no se que haría sin ti.- la chica le sonríe y para agradecerle se acerca a el y deposita un pequeño beso en su mejilla izquierda.- iré a buscarla. No me tardare nada te lo prometo.
La chica se aleja del lugar con un exagerado entusiasmo que se hacia visible a cada paso que daba. Kurama suspendió lo que momentos antes estaba haciendo para hacer sus deberes. Poco después de haber en pesado un gran alboroto se comenzó a escuchar fuera de la casa, el cual se iba haciendo mas fuerte con forme a los segundos.
Seguro que ya llego el amo Hiei y la dulce señorita Yukina.- comento un hombre al lado de el.
Si eso parece.- le respondió su compañero.- como me gustaría ir a ver a la señorita Yukina
Si a mi también.
Continuaron la platica aquellos muchachos, el pelirrojo no presto atención a lo demás, ahora que ya habían llegado los dueños del lugar ocuparían mas sirvientes para servir las mesas y de esa forma poder observar a aquel hombre.
Yusuke le dio la señal para que saliera de la cocina y comenzara a servir para los jardines; el obedeció y salió del lugar.
Todos los invitados ya estaban presentes con sus respectivas compañías, ya sea sus familias, amantes o algunos de sus guardias personales. Hiei observo delicadamente a cada uno sin ser notados, las misma caras de siempre, aquellas caras que tenía que ver casi por obligación. Su hermana saludaba a los invitados con entusiasmo, mientras que Hiei apenas y les mostraba una mueca que ni se acerba a lo que era una sonrisa.
Hermano, vamos a arreglarnos ¿quieres? Tengo ganas de ponerme ese vestido que me regalaste.
Muy bien, te escoltare a tu cuarto.
Ambos suben por unas enormes escaleras mientras las miradas curiosas de algunos invitados le seguían hasta que desaparecieron de su vista. Una vez llegado a la habitación de su hermana y asegurarse de que todo estuviese en orden se dirigió a su cuarto el cual se encontraba frente al de ella que daba una vista al jardín.
Comenzó a quitarse la ropa para ponerse aquella ropa elegante digna para una fiesta de clases sociales tan alta como aquella. No quería ni bajar a soportar a aquella gente, pero no quería dejar sola a su hermana con todos aquellos tipos que querían quitársela. Se acercó a la ventana para mirar un poco la situación y observar los lindos jardines. Todo parecía igual como siempre, inspecciono cuidadosamente el lugar hasta que sus ojos se detuvieron en un punto especifico, o mas bien dicho en un rostro que no había visto nunca. Miro a aquel chico pelirrojo que poseía una belleza única e hipnotizarte. A juzgar por lo que traía puesto supuso que pertenecía a uno de sus sirvientes. ¿Acaso lo abran contratado durante su ausencia? El chico sonrió a una dama la cual se sonrojo visiblemente. No podía creer que alguien así atrajera su atención sin ningún esfuerzo.
La puerta se abrió asomándose por ella su hermana, lo cual el no notó hasta que esta se acerco y le tomo de la mano.
Ya estoy lista- Hiei desvió su mirada para mirarla y después voltear de nuevo; para aquel entonces el pelirrojo ya había desaparecido.- ¿hermano?
Lo siento, es que creí ver… - se detuvo y se miro a su hermana.- olvídalo, no es nada importante.
¿seguro?- Hiei asintió- si tu lo dices- le soltó y se puso frente a el.- mira que tal me veo con el vestido.
La chica dio una vuelta entera modelándole aquel vestido de encaje color verde pastel el cual le quedaba perfectamente haciéndola lucir más bella de lo que ya era. Hiei se sonrojo un poco al notar lo hermosa que lucia, en aquellos momentos le recordó a su madre.
Te vez perfecta Yukina.- la chica se sonroja notablemente y le toma de la mano.
Tu también te vez muy bien. Bueno, vamos que quiero bailar un poco con tigo.
¿bailar?- dice alarmado.
Si, me lo prometiste la ultima vez, pero no te encontré cuando empezó la música.
Esta bien, cuando empiece te prometo bailar con tigo.
Que bien!
Una vez logrado el cometido de la chica ambos hermanos caminaron hacia la salida para bajar aquellas elegantes escaleras atrayendo la atención de casi todos los presentes.
Kurama se acerco un poco mas a aquella mesa donde se suponía que se encontraba Yomi, ya había activado desde hace unos cuantos minutos la grabadora para poder tener sus comentarios a la mano. Aunque dudaba mucho que pudiera conseguir la información que el quería. Pero para ello ya había hecho todo un plan tratando de conseguir lo que quería .
Su mirada encontró a aquel hombre quien se encontraba en compañía de otra persona, era un hombre de cabello largo y negro, tez blanca, alto y atractivo. Para el era claro que ese hombre era uno des guarda espaldas. Al parecer ninguno había notado la presencia de la grabadora bajo sus cabezas, algo que era mas que perfecto para el. Los observo unos instantes para después ponerse a trabajar, se alejo a una distancia prudente para no captar mucho la atención aunque en esos momentos era imposible, puesto que varias miradas se posaban en el, cada una reflejando deseos diferentes.
La música había comenzado a sonar en toda la casa, incitando a las parejas que se acercasen al centro a bailar. El guarda espaldas de Yomi recargo su cabeza en su mano mientras volteaba a todos lados en busca de algo nuevo. Un hombre ya alto y de tez morena se acerca a ellos atrayendo la atención de ambos.
-¡mi señor Yomi, cuanto tiempo sin verlo!- toma una de las sillas y se sienta
-Sr. Toguro, gusto verle por estos lugares, nunca se le ve.
-Quise salir un poco para tomar un poco de aire fresco. Karasu, no te vez muy divertido.
- no aun no lo estoy.- se levanto del haciendo. Al aparecer algo le había atraído la atención.- mi señor Yomi, en seguida regreso. Le dejo en buenas manos.
- si, puedes retirarte.
Karasu se retira del lugar con rumbo a los Jardines, como si fuera un acechador en busca de su presa.
Hiei continuo vagando mientras su pequeña hermana se daba a la labor de saludar a todos los invitados en lugar suyo. No tenía ganas de saludar a nadie, no sabía por que pero comenzó a inquietarse quería salir a los jardines para mirar un rato.
Kurama había terminado de servir en aquellas mesas y ya le habían acabado la comida de la bandeja, quería descansar un rato, estaba seguro de que nadie notaría que no estaba, camino hasta los lugares solos, y se recargo en la pared que era justamente donde se encontraba el tercer cuarto de la planta de abajo.
-por que tan solo?- una sombra de una figura alta y esbelta se asomo por en sima de los pies de Kurama, Kurama lo ignoro y decidió seguir descansando.- vaya, vaya que lindo eres…- se acerco a el, haciendo que este se levantara.- no te preocupes, no pienso hacerte nada…
Kurama lo observo por unos instante, su cara la había visto hace unos momentos¡claro, ya lo recordaba! Era el guarda espaldas de Yomi. Kurama sonrió sin darle importancia que este se acercara.
-¿necesita algo? Si es así en estos momentos estoy descansando y no pienso servirle.- Karasu se movió rápidamente tomándolo de las manos y acorralándolo entre la pared y el.
- no te preocupes, no tienes que hacer absolutamente nada.- sonrió divertido acercándose hasta oler su cabello.- que bien hueles para ser un simple sirviente.- acerco mas su cuerpo al del pelirrojo, mientras deslizaba una de sus manos para acariciar su pecho y cintura bajando poco a poco.
- le aconsejo que me suelte señor…- aprovecho el descuido de Karasu y con su mano libre saco una pequeña navaja que traía en su cintura.-
-si no te suelto que…
- si no lo sueltas te sacare a patadas de aquí.- ambos voltearon para averiguar de donde pertenecía aquella voz.
Hiei apareció de la nada y miro a aquel par, Kurama escondió ágilmente su navaja de donde la había tomado. Karasu le soltó y se alejo de su lado.
-nos veremos en otra ocasión pelirrojo.- Karasu le dirigió una mirada extraña a Kurama el cual lo ignoro por completo y siguió su camino, dejándolos a aquellos dos solos.
pues eso es todo por hoy, que se le va hacer, estaba enpicada pero tenia que hacer mi tarea en lugar de estar de oceosa, de todos ahí es donde tenía que terminar: sugerencia se aceptan jajaja ok se cuidan y dejen reviews
