Hey, aquí de nuevo subiendo otra historia, posiblemente quede siendo one-shot.
No es necesario decir que South Park no me pertenece, si lo fuera no estaría aquí escribiendo fics, los haría realidad. Ah, y recomiendo escuchar 'Gotta go my own way'. Esa canción me había inspirado... recuerdo que me encantaba HSM y luego crecí DX pero aún me gusta, sólo que en menor medida que el yaoi.
Kyle por fin encontró a su objetivo, después de unos largos e interminables minutos en los que creía que no soportaría el inmenso nudo en su garganta que quería que rompiera en llanto. Pero Kyle simplemente no quería, tenía que ser fuerte para ese momento...
-Stan.
El pelinegro se giró a encontrarse con los ojos verdes del judío. De inmediato notó que Broflovski estaba todo menos alegre. Su rostro se veía más pálido que de costumbre, sus facciones se habían demacrado y se le notaban ciertas ojeras que adornaban sus párpados. Lo único que creía deber hacer era esperar a ver qué sucedería.
Kyle se dio cuenta de que Marsh no diría ninguna palabra, por lo que continuó:
-Tú... has sido la persona más maravillosa que he conocido. Has sido mi súper mejor amigo desde que tengo memoria, siempre me has apoyado, cuando nos hicimos más que amigos no te imaginas qué feliz me sentía cada día de mi vida al volver a casa... Una vez te mencioné que nunca quise tener arrugas, ¿recuerdas?-el azabache asintió aún expectante-. Pero...-señaló las comisuras de sus labios-. Estas sí las quería tener, porque tú eras la razón por la que sonreía...
-Kyle...
-Ya pronto vamos a graduarnos, eso ya lo sé-tragó saliva, el nudo era muy fuerte-. Y siempre creí en todos estos tres años de relación que tú ya habías pasado de Wendy...-en ese momento sacó su celular del bolsillo, con manos temblorosas buscó una foto. La encontró después de presionar las teclas vacilando, y se la enseñó a Stan.
El pelinegro contuvo la respiración. Ya se lo temía... Wendy le había prometido que nadie lo descubriría, si es que con nadie se refería a Kenny, el cual le envió inmediatamente la foto a Kyle. No por crueldad, sino porque creía que era mejor que se enterase lo más pronto posible.
En la fotografía se apreciaba a Stan y a Testaburger compartiendo un apasionado beso. Kyle presionó otra tecla y se mostró otra fotografía, en donde los mismos estaban comiendo en un restaurante, en otra entrando a un cine, en otra a la casa de Testaburger, y luego a Stan saliendo por la ventana de la misma casa en la mañana, sin camisa.
-Kyle, yo puedo explicarlo...
-Basta-ordenó, a punto de llorar-. Sólo venía a decirte que... me aceptaron. Podré ir a Yale.
-E-eso es magnífico, Kyle-tartamudeó Marsh, aún esperando una reacción violenta de su amigo. Pero era todo lo contrario. El hijo mayor de los Broflovski se estaba rompiendo cual muñeca de porcelana, y eso le dolía más.
-Mi familia ha aceptado que me vaya a vivir allí, Yale también ha permitido que vaya anticipadamente, mis notas no son problema...
-¿Qué intentas decirme, Ky?-interrogó Stanley, ya sabiendo la amarga respuesta.
-Que es todo. Me voy de aquí, Stan, hoy es mi último día. Ya me despedí del resto, hasta de Wendy y del culón de Cartman...-sollozó, las lágrimas se resbalaban por su rostro-. Decidí decirte adiós a ti al último, porque...-gimió, abrazándose a sí mismo y rechazando el que le ofreció Stan apenas lo vio así, alejándose un paso-. ¡Porque es muy doloroso!
-¿Estás terminando conmigo?-se sintió imbécil por preguntar semejante pendejada. Era obvio que casi nadie continúa una relación a larga distancia con alguien que te ha engañado.
-No-Stan abrió los ojos desmesuradamente al oír aquello de la boca de Kyle. No era posible-. No puedo ser yo quien termine esta relación... no puedo soportarlo, es muy difícil... -gimoteó-. Te lo pido, por favor, termina conmigo...
La única respuesta que obtuvo fue una mirada llena de confusión y culpa de aquellos ojos azules que aún amaba.
-Kyle, tú sabes que yo no... yo no... ¡Yo no puedo hacer eso!
-¡Por favor!-se aferró a su camisa, escondiendo el rostro-. Yo nunca sería capaz de terminar contigo, Stan, yo te quiero...
-Entonces-Marsh sujetó sus hombros, obligándole a mirarle-, no me dejes Kyle... no quise lastimarte...
-Tú no me amas-afirmó con voz rota-. Tal vez me quieras, pero... Wendy es una chica, comprendo, si amas algo déjalo ir...
Stan calló. Probablemente el judío tenía razón. No había podido olvidar a Wendy. Después de que le fue infiel a Kyle, él se distanció del pelirrojo. Sentía vergüenza de sí mismo, no sabía con qué cara iba a ver a su novio después de aquello. Jamás se imaginó que Kyle ya lo sabía y que cargó con todo ese dolor hasta ese día en que se estaban despidiendo. Ya no tenía idea de si seguía amándole o si simplemente todo había sido mera dependencia hacia Broflovski, dependencia causada por la costumbre, quizá.
Vio que Kyle retrocedía, alejándose de él.
-¡NO!-gritó, apresándole contra su pecho. Kyle dio una exhalación de angustia. Al mismo tiempo se escuchó un fuerte cláxon proviniente del exterior.
-Son mis padres. ¡Suéltame, Stan!
-Que se jodan. No te dejaré ir hasta que me prometas de que vamos a seguir siendo amigos.
-Ya terminaste conmigo...-susurró, triste. Pronto unas gotas cristalinas se volvieron a formar en sus orbes verdes. Antes de que el pelinegro replicara, continuó-. Comprende, no podremos seguir siendo amigos...
-¿Por qué no?-demandó saber, apretándole más y provocándole un gemido por el repentino descenso en el aire de sus pulmones-. Existe el messenger, el twitter... ¡incluso me uniré al jodido facebook otra vez! Sólo promételo...
-Perdón, Stan. No soy tan fuerte...-murmuró con voz trémula.
Afuera se escuchaba el cláxon del auto del padre de Kyle, luciendo más impaciente.
-¿Fuerte?-repitió confuso.
-Yo no podría resistir el volver a verte a ti y a Wendy... Nuestra amistad se acaba aquí y ahora-sollozó, empujando al ojiazul y liberándose del agarre.
-¡No tiene por qué ser así!-gritó, desesperado.
-No lo digo sólo por ti... Yale es mi oportunidad de ser alguien en la vida, este pueblucho de mierda no me ofrece nada... no pertenezco aquí. Lo supe antes de que me engañaras con Wendy. Quería negarlo, quería quedarme. Perdóname, Stan-expresó con un tono amargo-. Lamento ser tan cobarde y tan egoísta...
Dicho esto, corrió hasta la salida y el viento frío del exterior le lastimó el rostro. Suspiró. Trotó hasta el auto de su padre y entró. Su mente y las personas que sabían lo que estaba sufriendo en silencio decían que lo mejor era eso, pero el corazón es contradictorio: Broflovski extrañaría a Stan. No habría diferencia; seguiría sufriendo.
Stan se dio cuenta de que ya era demasiado tarde. Lo había perdido. Y era su culpa por dejarse llevar por un par de tetas que ni siquiera le garantizaban el amor que Kyle le había brindado desinteresadamente.
Sólo quedaba maldecirse. E investigar cómo entrar a Yale. Quiera o no, volvería a ver a Kyle. Sinceramente, a ese paso ya no sabían qué era lo mejor.
Querrán matarme, ya sé. Pero aquí no acaba la historia. Stan no se rinde tan fácilmente, no señor. ¡Otra historia, fuck yeah!
No tengo ni idea de cuántos capítulos serán, pero lo que aseguro es que no actualizaré tan rápido como en mi otro fic. Aún tengo muchas obligaciones XD
¡Se cuidan!
