Quería escribir algo de Shirasu y Kawakami y eso hice. Me hace falta tiempo e ideas, pero me inspiran los fanarts de ellos. Ah, y mi querida Yessi, a quien le dedico esto.
Disclaimer: Diamond no Ace no me pertenece.
Cariño especifico
Por Blue-Salamon.
Shirasu está para nada preocupado cuando Kawakami le dice que tendrá una oportunidad en el juego que viene.
A Norifumi le parece insólito que no parezca preocupado. Se le hace raro, y. También le parece increíblemente atractivo el humor con el que se toma su excesiva preocupación. Nori piensa que a lo mejor es que está exagerando y si continúa así, podría poner en verdad nervioso a su amigo. Y Nori sabe que los nervios no son buenos amigos de la concentración, así que, trata de cambiar de tema. Lo consigue, pero, cuando Shirasu se está riendo de lo que decidió decir, se enoja y comienza a reclamarle.
Honestamente, Nori no se encuentra en el mejor de los humores; tiene una sensación pesada en el estómago, revoltura de alegría y envidia. De una mezcla de vergüenza y tranquilidad. Entonces Shirasu pone su mano sobre la suya, ahí, en el espacio pequeño que queda entre los dos. Y continúa contándole a saber qué cosas, porque Nori ya no puede escucharlo. Ya no puede atender correctamente a su voz y sus risas burlonas que nada más le llenan de cosquillas.
Nori observa a su amigo Shirasu, ese perfil de chico serio con inquebrantables nervios de acero. Observa a su amigo de cabello güero y ojos pequeños. Observa al chico de fuertes brazos y manos toscas que se asemejan bastante a las suyas en fisionomía.
Puede encontrarse con las diferencias e igualdades entre ambos, mientras observa su mano apresada debajo de la de el otro chico. Puede darse cuenta del calor que emite Shirasu y su alegre risa y voz matizada, en medio de lo que sea que le está comentado y que parece ignorar el hecho de que le está tomando de la mano.
Observa a Shirasu cuando se toma unos segundos de descanso de su risa y se vuelve a mirarlo, sonriéndole, tranquilo, quieto, cómodo.
Nori mueve sus dedos debajo de la mano y consigue que Shirasu se vuelva a verla, entonces, comprendiendo lo que hace.
—Ah...
—Shirasu.
El muchacho está a punto de alejar su mano, alejarse, romper el momento, pero entonces. Kawakami llama a Shirasu y al alzar su vista de vuelta al rostro de su amigo, Norifumi lo sorprende con un beso en la boca.
Shirasu no se aleja.
Tiene que ser Norifumi el que los vuelva a separar. Pero entonces sus dedos lo entrelazan y no lo dejan ir.
—No sé porqué me preocupo por ti si lo tienes todo resuelto —. Los pies de Nori juegan a columpiarse, el chico con la mirada hacia el frente, su mano temblorosa sudando y no pudiendo hacer un mejor agarre.
—No sé, pero... —Shirasu sujeta los dedos de ambos, con firmeza. Tampoco lo mira un momento, siguiendo la vista de Nori en lo que sea que tenga más interesante por el frente.
Se vuelven a ver al mismo tiempo en una coincidencia vergonzosa que a Kawakami lo enrojece y a Shirasu le hace sonreírle luego de una pequeña exaltación.
—Gracias por preocuparte, Nori.
Kawakami no tarda en corresponderle la sonrisa y hacer una risa que se vuelve contagiosa, porque Shirasu también se ríe, luego.
Y Nori, otra vez, balancea los pies.
