Advertencia: este fic NO sigue el quinto libro, es una continuación alterna del cuarto (yo quiero a mi Sirius vivo y a Dumbi como buena persona ¬¬). Aunque algunas ideas de quinto pueden aparecer (nada irrelevante). Podéis leer sin miedo.
En medio de un inmenso jardín con una hierba verde brillante y con unas plantas y flores llenas de color y belleza, jugaban unos niños pequeños. Eran dos. El de pelo oscuro y ropa rosa, de la cual se deducía que era una niña, estaba a cuatro gatas y movía con la mano un objeto extraño, como un palo redondo. El que tenía un mechón de pelo negro y ropa verde, un niño un poquito más grande, estaba sentado en la hierba y observaba fijamente lo que hacía la niña. Ambos no debían tener más de un año ni se llevaban más de unos 2 meses de diferencia.
Parecían dos bebés la mar de normales, ¿verdad? Pues no. Mirándolos más de cerca, podrías haber visto que ambos tenían las orejas ligeramente puntiagudas, aunque muy poco. También llevaban unas piedras de colgante, negras como el carbón y de curiosas formas. La de la niña tenía forma de luna menguante y la del niño, de relámpago. Lo más destacable eran sus extraños ojos. Primero estaban los colores. Los del niño eran de un verde hierba preciosos, pero tenían un tono tan brillante que casi parecían metalizados; y los de la niña eran ámbar, parecidos al oro, con reflejos de cobre. Y luego, lo que más les hacía destacar que no eran humanos, eran sus pupilas. No eran redondas, sino rectas como las de un gato. Aunque los del niño eran algo más redondeadas.
La niña le dio unas palmaditas al extraño objeto y lo movió hacia un lado, y éste se convirtió en una libélula de juguete de color azul que, como si fuera de verdad, voló alrededor de la niña durante unos segundos. El niño se sorprendió ante el cambio, pero en cuanto vio que la libélula volaba, empezó a dar palmaditas y a reír, maravillado. La niña se rió y en cuanto la libélula se posó en el suelo, convertida de nuevo en el palo redondo, la cogió y se la ofreció a su amiguito.
Y así pasaban el rato, pasándose el juguete, sin tener conciencia de que, no muy lejos, se daba una acalorada discusión.
- ¡Pero Throén, mira que eres tozudo!- dijo una voz- Es mi hijo, así que ya puedes hacerte a la idea de que, tenga la sangre que tenga, será él quien un día ocupe el lugar de nuestro padre.
- ¡¡¡Pero él es un impuro!!! ¡¡Es una deshonra para nuestra familia y para la especie!! Escúchame bien, "hermano"- dijo casi con asco- te juro que antes moriré que veré a esa criatura sangre-sucia…
Se oyó un puñetazo y luego unas palabras y gritos pronunciados en un lenguaje extraño, hasta que la segunda voz pareció alejarse.
Los dos niños no habían oído la discusión, estaban demasiado entretenidos con el "juguete". Pero al final su juego se vio interrumpido con la llegada de 3 adultos donde estaban ellos, dos hombres y una mujer.
- ¡Arriba pequeño!
Al niño lo cogió un hombre de aspecto joven. Su pelo, negro y revuelto hasta el punto de parecer despeinado, le caía por los lados de las orejas, algo largo. Tenía también esos curiosos ojos de pupila recta, azul marino con reflejos de plata. Llevaba un colgante con una piedra preciosa azul marino, translúcida, que tenía la forma de la cara de un ciervo de lado, con sus cuernos incluidos.
Detrás suyo venía un hombre de aspecto algo mayor, con el mismo color de ojos y el pelo igual de negro, aunque ya con algunas canas, sujetado por una coleta de unos 10 cm. También él llevaba un colgante con una piedra translúcida de color blanco azulado, en forma de lágrima.
- ¡Ven aquí, grandullón!- el hombre mayor cogió al niño y lo levantó unos segundos- ¡Eres el nieto más guapo de todos!
- Papá, es tu único nieto- se rió el otro hombre.
- Pues espero ver más y pronto, este niño tan guapo se merece por lo menos 6 hermanitos para cuidarlos y protegerlos.
- Ven, Alasse- la niña fue cogida por una mujer de pelo blanco y ojos "gatunos" color cobre.
Los tres adultos tenían un "algo" que los hacía diferentes de los humanos. Aparte de los ojos y las orejas, tenían 2 rasgos propios de esos seres: colmillos y garras. Aunque lejos de parecer horribles, los colmillos los hacían más destacables; y las garras, que podían pasar fácilmente por simples uñas largas, les daban un toque de elegancia. Todo combinado les daba un aspecto aún más curioso y fascinante. Desprendían una elegancia y gracilidad innatas, y junto a sus extraños rasgos, imponían respeto y poder. Daban una impresión parecida a los elfos, místicos y atrayentes, bellos y misteriosos.
- Léothen, ¿has hablado con tu hermano?- le preguntó el anciano al hombre.
- Sí, claro- respondió con un tono algo sarcástico- Bueno, nosotros nos vamos- cogió al niño y miró a la mujer.
- Espero que nos volvamos a ver pronto.
- Claro, no tardaremos en volver a venir. Además, los niños se han hecho muy amigos- sonrió- Auresse, cuídate mucho.
- También tu, haryon Léothen.
- Dile adiós a tu amiguita, vamos- le dijo a su hijo acercándolo a la niña.
- Aaou- dijo el niño son una sonrisa y saludando con la mano.
- Ah- la pequeña le cogió la mano y con la otra le dio el palo-libélula.
- Qué gesto más bonito- sonrió el anciano. Los dos adultos le dieron la razón.
- ¡Nah!- el niño sacó de su bolsillo una chapa roja y se lo dio a cambio, haciendo que los adultos se rieran.
- Namárie, atar, i taure ar ingólenta varyat et ilya nulka (adiós, padre, que el bosque y su magia te protejan de todo mal).
- Namárie,yondo, i eleni kalyate ar ets lókes et ilya (adiós hijo, que las estrellas te iluminen y tus dragones te protejan). Ve con mucho cuidado.
- No te preocupes, padre. ¡Tengo a mis dragones!- dijo con orgullo- Volveremos pronto- dijo a modo de despedida y, con un hermoso movimiento de mano, desparecieron.
- Que así sea, hijo, que así sea- dijo el anciano con preocupación en los ojos.
- I lavte Haran, lelyare (con su permiso majestad, me retiro).
- Kalina Auresse (claro Auresse)- dijo sin mirarla, todavía sumiso en sus pensamientos.
- Majestad, si me permite decirle… yo también tengo un mal presentimiento.
Mientras Auresse se iba, volteó un segundo a ver al anciano, que observaba el panorama, sumido en sus pensamientos. Se sentía inquieto, muy inquieto.
Por desgracia, a veces esos sentimientos pueden predecir tragedias. Esa noche, el anciano se despidió de unos hombres y se quedó en una gran sala decorada con extraños objetos. Auresse estaba en la gran mesa que había en el centro, escribiendo, concentrada en su trabajo.
Conociéndola, sería mejor no estorbarla, así que se dispuso a contarle un cuento a la pequeña Alasse. La cogió y la sentó en sus rodillas cerca de un fuego azulado.
Mientras el anciano le contaba un hermoso cuento sobre elfos y dragones, un grupo de hombres entró en la sala abriendo fuertemente las puertas.
- ¡Haran! ¡Haran! (¡Señor! ¡Señor!)- gritaron dos de ellos.
- ¡Russan, Anga! ¿Qué ocurre?- se levantó, asustado.
- Se… señor…- fue Anga quien se dirigió a él, con los ojos (grises) llenos de lágrimas- Ha ocurrido… no hemos podido evitarlo…
- No…- el anciano palideció notablemente mientras Auresse cogía a su hija- No puede ser…- dijo casi en un susurro, deseando que no fuera verdad.
Anga y Russan bajaron la cabeza, reprimiendo las lágrimas, y Russan se adelantó, mostrando lo que llevaba en sus manos.
Russan llevaba 3 dragones en miniatura, más o menos de la talla de un gatito de 3-4 meses cada uno.
Uno era de color verde esmeralda muy bonito; carecía de cuernos pero tenía unos pelos que parecían hierba cubriéndole los lados de la cara, la cabeza y el cuello hasta empezar las alas; éstas eran dobles (como las de una mariposa), largas y rectilíneas que parecían hechas con la misma tela que las alas de una libélula, y con tonos multicolores; por último, tenía una larga cola que terminaba con una membrana amarillenta en forma de hoja.
El otro parecía un dragón europeo típico. De color marrón arenoso, tenía dos cuernos en la cabeza, des del cuello hasta la cola lleno de puntiagudas escamas y unas grandes y fuertes garras.
El último era de color azul marino. Su cuerpo y su hocico se parecían enormemente al de un caballo marino con 2 aletas delanteras que recordaba al monstruo del lago Ness. Su cuello, bastante largo, tenía, al igual que el dragón verde, una especie de pelos que le cubrían los lados de la cara y desde la frente hasta empezar la cola, que parecían algas verde oscuro. Su cola era plana por los lados de forma que se parecía a la de una morena, con una membrana azul cielo rodeando la punta y alargándola.
- Alda, Litse, Aire… ¿qué les pasa?- preguntó con preocupación al ver que los tres ejemplares tenían numerosas heridas.
- Fueron los únicos supervivientes, haran- contestó Russan- Yúla y Vista perecieron intentando proteger al haryon Léothen.
- ¿Y… y… y mi hijo? ¿Y mi nuera? ¡¡¿Y mi nieto?!!- gritó desesperado el anciano, al borde del ataque.
Esta vez Anga se adelantó y le mostró lo que traía: la piedra en forma de ciervo de su hijo Léothen, pero ahora era tosca y negra como el carbón, y la de su nieto en forma de rayo.
- Cuando llegamos- explicó Anga prácticamente llorando- los humanos se llevaban sus cuerpos, y el niño ya no estaba… sólo… sólo encontramos su piedra entre los escombros… junto a la del haryon Léothen… pudimos salvar a los dragones con algo de magia curativa…
- No… no puede ser… esto no puede estar pasando…
El anciano no podía creerlo. Todo su mundo, su razón de vivir, se había venido abajo. Su hijo, si familia… su nieto… su única descendencia muerta. ¡¿Por qué había dejado que su hijo se fuera con los humanos en lugar de quedarse allí, con él, a salvo?!
Se echó a llorar desconsoladamente, arrodillándose, al igual que Auresse. Ella siempre había sido la mejor amiga de Léothen e incluso su novia durante un tiempo. Lo quería como un hermano. La pequeña Alasse sólo miraba la piedra en forma de rayo mientras sollozaba. No sabía qué había pasado, pero no le gustó ver la piedra en manos de otra persona que no fuera su amigo.
Aún con el corazón destrozado, el anciano cogió las piedras negras. Al coger la de su nieto tuvo nuevamente un sentimiento extraño.
- No… no ha muerto- miró a Auresse- Estoy seguro de que está vivo. Lo sé, puedo notarlo.
Los tres le miraron con compasión y sorpresa. Sabían que era un golpe muy fuerte, pero no esperaban que llegara hasta ese punto.
- Haran… ¿nari yé? (majestad… ¿está bien?)- preguntó Auresse con temor.
- ¡Estoy seguro de que mi nieto está vivo!- exclamó yendo hacia un extraño objeto sostenido por una pequeña columna de cristal.
Los demás le siguieron con cierto temor. ¿No habrá perdido la cabeza? Vieron como colocaba la piedra en el centro del objeto, que tenía una forma parecida a una arpa, concretamente en la parte superior, donde ambos extremos casi se tocaban.
- Aún hay esperanza. Cuando sus poderes thioréls despierten, la piedra despertará. Y sabremos donde encontrarle.
NdA:
Holaaaaa Como veis no estoy muerta… sigo aquí y con nuevas ideas. :P ¿Qué tal este prólogo? ¿Rarito verdad? U Seguro que os preguntaréis: ¿y esto que tiene que ver con Harry Potter? Pueeesss… pronto se sabrá muahahahaha! (risa maléfica) =D
Bueno, voy a dar alguna que otra explicación como ayudita para entender el fic.
Lo primero: el lenguaje utilizado es élfico puro y duro, el que el gran Tolkien creó y que se puede aprender gracias al libro "la lengua de los elfos", q Silverstar muy amablemente me regaló por navidad (gasias beta mía! 3). Hay un hecho a destacar de la lengua: las vocales que llevan tilde (acento) se pronuncian alargadas (por ejemplo: Namárie à Namaarie). Las únicas excepciones son Léothen y Throén, porque me los inventé yo y en este caso es para pronunciar más fuerte :P
La mayoría de los nombres tienen algún significado (excepto la familia de Léothen) q diré al final de los capítulos, pq creo q os gustará saberlos, ¿verdad? A ver, cuáles hay en este capítulo:
Alasse - alegría
Auresse - amanecer
Anga - hierro
Russan - cobre
Y los dragones:
Alda - árbol (de copa amplia para ser exactos XD)
Litse - Arena
Aire - Mar
Yúla - brasa (d las de fuego)
Vista - aire (como sustancia)
Pues hala, creo que ya está… solo queda agradecerles a mis betas/family: mi mami, Khari, y mi tita, Silver, x ayudarme tanto. nn X cierto, os recomiendo pasar por sus fics, son buenísimos!
Más o menos iré subiendo un capítulo cada 2 semanas… a veces puede que tarde más (estoy a las puertas de la selectividad y necesito un precioso 7 q no consigo ni a patadas!!). Aunque si la gente se porta bien (o sea, tiene compasión) y me deja muuchoos reviews (estoy sedienta!) puede q suba prontito el capi 1 donde empezará lo interesante! Así q… porfaaaa dale al botoncito "go" (abajo a la izquierda) y deja aunque sea una palabrita. O si prefieres escribirme ) estaré encantada d hablar contigo!!
Espero vuestras opiniones, un kiss bien fuerte!
Kina-san ---
PD: con respeto a los otros fics d HP… están algo bloqueados. I'm sorry!!! -- Haré lo q pueda con ellos. Juro q en las vacaciones me pondré en serio y les quitaré las telarañas aunque trabaje!!
PD2: X cierto, tengo dibujados a los dragones vivos, La Silver me los pinta, ¡lo hace genial! ¡Quedan preciosos! Si queréis verlos mirad estas direcciones (aunque hay que quitarle los espacios y ponerle las www.). Si no salen, mirad en mi profile (clic encima d mi nombre), allí estarán. Estas son:
Litse original: side7. com/cgi-bin/S7SDB/Display.pl?act=image&iid=291982
Litse de color normal: side7. com/cgi-bin/S7SDB/Display.pl?act=image&iid=293406
Litse enfadado: side7. com/cgi-bin/S7SDB/Display.pl?act=image&iid=293410
Alda y Aire: side7. com/cgi-bin/S7SDB/Display.pl?act=image&iid=297035
Alda y Aire pintados: side7. com/cgi-bin/S7SDB/Display.pl?act=image&iid=297036
