Condena de muerte

Por Makita

"tocar, mirar y enamorarse de una princesa puede costar caro. ¿ Que harías cuando el precio a pagar es tu vida?

"...Las enormes Tropas del líder mongol ,Genghis Khan, entraron en China y la ocuparon. Esto sucedió alrededor de los años 1215 y 1227. Al morir Genghis Khan, el Trono de China fue disputado por diferentes sucesores, hasta quedar al mando de la dinastía Ming, lo que ocurrió en 1368. Largos años pasaron y China invadió Mongolia e incendió Karakorum, anterior capital imperial. China logró recuperar el control de su pueblo, gracias a las guerrilleras comandadas por Li Clow. Al morir Clow, dejó un testamento escrito, el cual decía que Fujitaka Kinomoto se ocuparía del puesto del Rey de un reino ubicado en la provincia de Macao, llamado, el reino Nanhai,. Éste así lo hizo, y para el pueblo fueron años gloriosos, de abundancia y felicidad. Fujitaka contrajo Matrimonio con Nadeshko y tuvieron dos hijos : Touya Kinomoto y Sakura Kinomoto. El Rey de China estaba envejeciendo y decidió entregarle el trono a su amado hijo. Hasta el momento todo marchaba bien, el joven de tan solo 24 años, sabía como dirigir un reino, cualidad que aprendió fielmente de su Padre.

Tanta felicidad y paz en el reino, no podía durar mucho tiempo. La menor, Sakura Kinomoto, al ser tan débil, tan pura, tan inocente, buena y sensible, fue apoderada por las fuerzas del mal. Tomó el poder por la fuerza, organizando una guerra civil, para derrocar a su hermano. Ella formó su propia etnia, llamada Uirghurs, que era una raza guerrera turca. Se unieron a su causa, y después de años de lucha, lograron arrebatarle el trono a Touya Kinomoto. Éste fue exiliado a las Indias, con su padre y su madre. Ahora ella dominaba el reino, bajo un régimen de Terror, de Tiranía. La gente no lograba escapar de las fronteras, porque caían muertas. Se dedicaba a cobrar impuestos, a cortar cabezas. Los habitantes del reino no podían creer que estaban bajo el mando de una princesa mala y despiadada.."

O-o-o-o-o-o-o-o

Un carruaje trataba de pasar desapercibido por el bosque. Dentro, una preciosa dama parecía ser la salvación del reino Chino. Iba mirando el paisaje, tomando entre sus finas manos, el medallón real, estaba acompañada de una de sus fieles concejeras, Kaho Misuki y atrás venían a pie unos veinte soldados. En su cabeza solo iban y venían las palabras y las actitudes que tendría que adoptar frente a la malvada princesa. Su misión: Averiguar lo que desató tal comportamiento en aquella mujer, joven, bella, pero sin embargo ,despiadada. Eran familiares de Sangre. La Reina era la prima de su fallecida madre, Sonomi Daidouji, y por sus venas corría la realeza. No podrían hacerle daño alguno. El ejército de la princesa Sakura, era sumamente poderoso, casi invencible. Estaba compuesto por Chinos, turcos, Japoneses, Mongoles ,samuráis, ninjas y Hunos. Absolutamente nadie podía hacerle frente. Era un ejército invencible.

Un salto del carruaje, la hizo despojarse de sus pensamientos. El bosque había desaparecido atrás suyo, y ahora pasaban por un campo totalmente despejado. La brisa se hizo sentir, y la bella muchacha asomó su cabeza por una de las ventanas del carruaje. Su cabello azabache volaba al compás de la brisa. Su concejera le hizo un gesto, y ella entró la cabeza, cuidadosamente. Faltaba muy poco para llegar a su destino: El castillo de la princesa Sakura Kinomoto...

O-o-o-o-o-o-o-o-o

-Princesa- Un joven soldado entró a la sala, haciendo una reverencia- La dama Tomoyo Daidouji está aquí y desea verla. Él no alzó la mirada.

-Dile que pase- dijo la princesa sentada en su trono.

Tímidamente La dama Tomoyo Daidouji entró en la gran sala. Una sala decorada preciosamente, el trono era de oro puro , las paredes y el piso, de marfil. Ella se inclinó levemente.

-Si has venido de parte de mi Padre, madre o hermano, te comunico que inmediatamente puedes irte de mi reino y no volver nunca mas.- La voz de la princesa sonaba dura.

-No es así, Mi Reina- dijo Tomoyo.- La ciudad donde yo vivo, está actualmente en llamas. No tengo hogar, no tengo riquezas. Mi deseo es saber si usted me hospedaría en su lujoso castillo, bondadosa princesa.

-¿Bondadosa?-Sakura se levantó de su trono y se acercó a ella.- Todos se quejan de mi Reino. ¿Y tú has venido a hospedarte a este lugar, bajo un régimen de terror y tiranía?

-No tengo donde ir, princesa- dijo Tomoyo inclinada aun.

-Puedes quedarte cuanto quieras- la princesa volvió a su trono- Pero deberás acatar todas mis órdenes y mandatos. ¿Quien es ella?-preguntó indicando a Kaho.

-Es mi fiel concejera y afuera esperan mis veinte soldados.-explicó ella.

-También pueden quedarse, pero como ya dije, deberán acatar todas mis órdenes.

-Así lo haremos princesa.

-Eriol- la princesa llamó al joven soldado que estuvo todo el tiempo parado a su lado- Quiero que le muestres a Tomoyo y  a la señorita Misuki, donde quedan sus aposentos.

-Si princesa.- El joven hizo una reverencia y luego se acercó a Tomoyo- Por aquí Dama. Él emprendió el camino, seguido por Tomoyo y por Kaho.

Justamente cuando Tomoyo y Kaho salían del enorme salón, dos soldados entraron furiosos, con un muchacho, amarrado de manos. Lo tiraron a los pies de la princesa. El muchacho parecía pobre, vestido de harapos y la cara sucia. La princesa lo miró con desprecio y luego miró a los soldados.

-Princesa- Los soldados se inclinaron- Descubrimos a este osado ladrón robando en sus aposentos.

-¿Él entró en mis aposentos?-preguntó ella.

-así es mi princesa- El hombre se acercó a ella y le entregó una preciosa estatuilla de oro.- En sus manos llevaba esto.

-¡ No puede ser ! ¡ Mi valiosa estatuilla de oro puro ! ¿Como fue que entró hasta acá?

Los soldados callaron. La princesa pareció perder la paciencia.

-¡ Por su irresponsabilidad, este inmundo hombre casi roba uno de mis mas preciados tesoros ! La princesa se paró de su trono, furiosa.

-Discúlpenos, su majestad-ellos se inclinaron temerosos. Ella bajó de su trono y miró al ladrón, que hasta el momento había permanecido callado.

-Inmundo ladrón- dijo ella- ¿no sabes que no eres mas que una asquerosa Rata?- ¿Sabes lo que yo hago con las ratas ladronas como tu?- se inclinó levemente, para quedar frente a frente con el ladrón. El muchacho calló.

-Las convierto en picadillos- dijo ella- Levantó lentamente el rostro del ladrón. El chico se atrevió a mirarla a los ojos. Luego le escupió. La princesa se hizo hacia atrás y los soldados lo golpearon, hasta dejarlo tendido en el suelo. La princesa los detuvo.

-Vaya, vaya- ella lo miró y le hizo un gesto a sus soldados.- Posees un bello rostro, para ser un simple ladrón.

Los soldados desenvainaron  sus espadas al mismo tiempo, para cumplir las órdenes de la princesa.

-¿Como se vería ese Rostro totalmente desfigurado?

Los soldados entendieron a la perfección y se acercaron a una chimenea que había en un extremo del gran salón. Comenzaron a colocar el filo de la hoja al fuego, hasta que quedó al rojo vivo. Uno de ellos sujetó al muchacho, que trataba de zafarse desesperadamente. La princesa reía maliciosamente y le dio la señal al otro soldado, para que pusiera la espada hirviendo en su rostro. Cuando estaban a punto de torturar al ladrón, entró Eriol, interrumpiendo el momento de la tortura.

-Princesa, la dama Daidouji y su concejera ya están en sus aposentos.

La princesa levantó su mano en señal de que el soldado se detuviera. El chico suspiró aliviado.

-Muy bien Eriol- dijo ella- ¿ ves esta estatuilla? este asqueroso ladrón intentó robármela.

-No puede ser ¿ y cómo violó la seguridad del castillo?

Los soldados agacharon la cabeza.

-Quiero que lo lleves al calabozo mas frío y tétrico que haya en el sótano- dijo ella- después pensaré en que clase de tortura puedo darle.

Los soldados tomaron al chico nuevamente y siguieron a Eriol. Ella alcanzó a darle la última mirada a los castaños ojos del ladrón, que a la vez también la miraban con furia, entre los cabellos que tapaban su cara.

Después de un rato, los soldados volvieron.

-Ustedes pueden ir a divertirse si lo desean-dijo la princesa.-Pueden aprovechar de cobrar algunos impuestos.

Los soldados, contentos se miraron. Eso quería decir que la princesa les daba plena libertad para hacer destrozos en el reino. Se inclinaron levemente y salieron del lujoso salón.

-Princesa- interrumpió el soldado Eriol- ¿No cree que es un poco peligroso darle tanta libertad a sus soldados?

-Claro que no-Que vayan y que asusten a la gente. Es la única forma de mantenerlos bajo mi mandato absoluto. De seguro traerán hasta jaca, alguno que otro ladrón, para que sea decapitado mañana al amanecer.

-¿Y que piensa hacer con aquel ladrón que entró hasta el castillo?

-No, ese ladrón es especial. Se atrevió a desafiarme- Al recordar lo sucedido apretó los puños con fuerza- Él se merece la peor de las torturas, quiero que muera lenta y agonizantemente.

Eriol la miró con espanto. No creía que una mujer tan joven, bella e inteligente, estuviera tan influenciada por el poder del mal. Él la conoció hace mucho tiempo, cuando era una niña buena y dulce. El cambio fue demasiado brusco, para ella y para el reino completo. Pero no había forma de Sacarla de ese trance. Lo había intentado todo pero nada funcionaba.

Flashback

La hermosa jovencita caminaba por el jardín del palacio con la compañía de uno de sus mejores soldados: Yukito Yukishiro. Él, por orden de su hermano, siempre la acompañaba a todas partes y sin poder evitarlo, ella se enamoró perdidamente de él.

Fue esa hermosa tarde, radiante del sol, cuando ella se atrevió a confesarle sus sentimientos. El soldado sólo la miró sorprendido. Ella estaba muy nerviosa, podía notarse, porque sus manos sudaban constantemente y ella limpiaba el sudor en un fino pañuelo. Eriol, estaba escondido detrás de unos árboles. Pudo ver como el joven la rechazaba, explicándole que la razón era su hermano. Ella había salido corriendo, con lágrimas en sus ojos, al saber que él no le correspondía. Desde ese día , ella estuvo encerrada en su habitación dos semanas, sin comer, sin salir. Y cuando finalmente salió, ya no era la misma Sakura, alegre, dulce, carismática. Se notaba frialdad en sus ojos.

De allí comenzó a juntar gente para provocar la guerra civil. Ahora era una mujer fría, calculadora, sin ese brillo tan especial que antes poseían sus ojos. Cuando logró arrancarle el poder a Touya, mandó a buscar a Yukito. Después de algunas semanas lo encontraron, refugiado en unos campos.

Ella lo mandó a ejecutar. Al siguiente día, Yukito Yukishiro, moría en la horca. A la nueva princesa, no le dio ni el más mínimo remordimiento y fue así como comenzó la matanza despiadada de gente ladrona, homosexual, gente que debía dinero. Los mataban de la manera mas cruel, en la horca , en la hoguera o simplemente decapitándolos en plena plaza pública. Los cuerpos se tiraban con desprecio en una fosa común. Y eso les pasaría a todos aquellos que osaran desafiarla o a los que no pagaban los impuestos a tiempo.

La terrible realidad, la vivían los mas marginados. Debían huir siempre de las garras del poderoso ejército de la princesa. La pobreza había inundado el reino  Nanhai, que alguna vez, fue feliz. Los mas ancianos le contaban a sus nietos, lo hermoso que era el reino, antes de que la malvada princesa obtuviera el poder. Las personas mas aristocráticas fueron exiliadas a las Indias.

Ahora la princesa vivía en una profunda soledad. La única forma de hacerla volver a la que era antes, era con Yukito. Pero estaba muerto. Si tan sólo él le hubiera correspondido, nada de esto estaría pasando. Nunca jamás nadie podrá ocupar el puesto que él ocupaba en el corazón de la princesa. Si tan sólo ella volviera a creer en el amor.

Pero era imposible. Nadie se enamoraría de una princesa tan cruel y despiadada, por mas abundante que fuera su belleza. Los príncipes vecinos, temblaban al oír su nombre. Estaba dicho: Este reino jamás regresaría a ser como era en unos cuantos años atrás. La princesa había devuelto al reino, el sistema de gobierno que poseía la dinastía Ming. Aislamiento, se oponen al cambio, conservadurismo estricto, prohibidos los viajes al exterior , en fin, un sistema rígido y cruel..

Fin flash back

Una hermosa chica corría a toda velocidad por las calles del pueblo. Su cabello ondulaba atado ligeramente  en un moño.-Hace unos momentos las campanas del castillo sonaron, dando inicio al temido toque de queda. Debía llegar rápido a su hogar, porque si la descubrían en la calle, estaría muerta. En sus manos llevaba una canasta con frutas, que eran muy difíciles de conseguir, ya que valían mucho dinero.

Al voltear en una esquina, se encontró de sorpresa con dos soldados negros. Se les reconocía porque vestían completamente de negro. Ella corrió hacia el lado opuesto, pero los soldados la siguieron maliciosamente. Trató de esquivarlos entre callejones recónditos, pero no la perdían de vista. Al encontrarse sin salida, la chica de ojos rubí se camufló entre un montón de basura. Estaba allí, con los ojos abiertos de par en par, vigilando cada movimiento de los soldados.

Estos se largaron , al ver que la chica había desaparecido. Pero el otro soldado le hizo un gesto a su amigo, indicando el lugar de la basura. Se acercaron a él y atraparon a la joven.

-¡ No ! ¡Suéltenme por favor !-gritaba la hermosa chica, mientras que el soldado sujetaba sus manos y el otro revisaba su canasta.

-Mira, trae frutas, de seguro son robadas- dijo el otro.

El soldado miró a la joven que tenia aprisionada. Era muy bella. Una idea horrible pasó por su perturbada cabeza.

-Podría perdonarte y dejarte ir con la fruta-dijo el soldado- Pero tendrías que darme algo a Cambio.

Ella sabía a lo que se refería, intentó escapar pero no pudo. Miraba a todas partes, esperando que alguien la ayudara. Pero todos estaban en sus casas. El hombre la golpeó en el rostro, lanzándola al suelo. El otro soldado reía al ver el espectáculo. Luego se tiró sobre ella sujetando sus dos manos con la suya y en la otra portaba un cuchillo. Con el mismo, comenzó a rasgarle las ropas a la asustada muchacha. Ella lloraba de susto y desesperación, intentaba liberarse pero todo era un vano. Sintió como las morbosas manos del hombre acariciaban sus piernas por debajo del vestido. Como lloraba fuertemente, el hombre nuevamente la golpeó. Con su arma, cortó la parte de arriba del andrajoso vestido, dejándola solo con unas vendas que cubrían sus zonas mas íntimas. Se deleitó ante la visión de un cuerpo tan suave y bello, a pesar de que fuera una inmunda ladrona de frutas. Cuando sus manos se dirigían a ese pecho, para despojarla de sus ultimas ropas, una "estrella"  ninja se clavó justo en ésta. El hombre gritó horrorosamente de dolor. La chica reaccionó y se tapó el cuerpo, casi desnudo. Un hombre bajó desde un árbol, desenvainando su espada ninja ( Estas eran sumamente livianas , para fácil movilidad y para no hacer ruido como las espadas normales). Los soldados, uno con la mano sangrante  y el otro asustado, decidieron salir de allí en silencio. El hombre ninja estaba con una máscara , que los caracterizaba. Se acercó a la asustada muchacha y la ayudó a levantarse.

-¿ Te encuentras bien Meiling?-preguntó éste.

-¿Como sabes mi nombre?

El ninja se sacó la máscara, dejando al descubierto su rostro.

-¡ Shiefa !-¡ eras tu !-dijo Meiling abrazándola.

-así es , como no llegabas a casa, me preocupe y me puse mi disfraz de ninja.

-Acá está la fruta que prometí- dijo mostrándole la canasta.

-Vamos rápido a la casa, los soldados de seguro fueron por refuerzos-Dijo Shiefa tomando de la mano a Meiling, para huir de aquellas escalofriantes calles.

O-o-o-o-o-o-o-o

El ladrón tocaba cada una de las paredes de la celda, con mucho cuidado. Buscaba algún punto débil, para allí golpear y escapar. La celda era horrible, tétrica, incluso había un esqueleto amarrado de manos a la pared. Gotas de agua corrían por las paredes y las ratas corrían de un lugar a otro. El joven se dio por vencido. Esa celda era de piedra, era imposible romperla de un golpe. Se sentó en la esquina de aquella y escondió su rostro entre sus piernas. Tenia que pensar en una manera de escapar de ahí, porque al día siguiente seguro lo mandarían a matar. Un soldado real, le tiró su comida a través de los barrotes y al caer se volteó. El soldado reía y él ni siquiera alzó la mirada, sólo al escuchar el sonido de un servicio, chocando contra el suelo.

Alzó la mirada y vio un par de palillos..¡ Su salvación !-esperó que el soldado se fuera y cuando lo hizo, éste comenzó a trucar la cerradura con los palillos. Lo intentó bastante tiempo, pero no se abría. De pronto un resorte saltó y el candado cedió. Cauteloso salió de aquella celda y caminó pegado a la pared. Lo más difícil acaba de comenzar, ya que salir del palacio era la verdadera travesía. ¿ Como esquivaría la seguridad en el palacio? -Tal como lo hizo, cuando entró.

Iba a salir del sótano, cuando oyó unos sollozos. Se acercó a la celda de donde venían y descubrió allí a una chica, que lloraba silenciosamente, pegada en un rincón. Apenas lograba divisarla, por la oscuridad que allí reinaba. La chica se acercó a la celda y lo miró con ojos penetrantes. Él trucó el candado de esa celda, como lo hizo con la suya y logró liberarla. Tímidamente la niña, salió del lugar y se aferró a su salvador.

-¿quien eres tu?-preguntó él.

-Soy la cocinera de la princesa- Me mandó a matar porque sospecha de que la comida que yo hago está envenenada.- dijo la chica de ojos castaños obscuros y de cabello corto.

-Yo debo salir rápido de este lugar-

-Déjame ir contigo- le suplicó ella

-Puedes seguirme si así lo deseas, pero no puedes emitir ningún ruido sospechoso, de lo contrario nos volverán a apresar.

-Si-la niña asinti

Ambos salieron del lugar. Caminaron bastante rato por los pasillos del palacio. La chica sólo seguía a su liberador, pero después lo miró con cierta extrañeza.

-¿tienes mal sentido de la orientación , verdad? -hace rato que estamos pasando por el mismo lugar.

-¿de verdad?-él estaba serio.-

-Si, mejor yo guió el camino, he trabajado aquí por bastante tiempo.

Lograron llegar hasta uno de los jardines, de allí todo seria mas fácil. Esquivaron a los negros soldados con facilidad y cuando por fin estaban huyendo, él notó los aposentos de la princesa levemente iluminados por las velas. Luego éstas se apagaron. Eso quería decir que ella se retiraba de sus servicios para descansar. Meditó un momento.

-Sigue tu, vete y huye.

-¿Que?-dijo ella, bajito.

-Yo debo hacer algo antes. Huye por al camino del bosque. Allí no te encontrarán.

Ella obedeció. El ladrón observó todo cuidadosamente y sacó entre sus ropas unas " TEGAKIS "- Se los colocó cuidadosamente y comenzó a escalar por las paredes del castillo, hasta llegar a la alcoba de la misma princesa. Había como cinco guardias afuera de la puerta, por eso tubo mucho cuidado de no hacer ruidos. Ella dormía profundamente en esa inmensa habitación, Todo de marfil y oro. Observó todo a su alrededor, a pesar de que estaba totalmente oscuro. Buscó alguna arma para asesinar a la malvada princesa. Fue entonces cuando notó una navaja curva, sobre unos muebles, seguro era para que la misma princesa se defendiera de algún ataque sorpresivo. Tomó esa navaja y escondió las demás armas. Se paró al lado de ella con la navaja alzada en su mano, firme, segura.

Él no sabia que la princesa estaba despierta desde hace rato, y vigiló con los ojos entreabiertos, cada movimiento del sujeto. Eso si, no lo reconoció, no notó que era el mismo ladrón que había mandado a encerrar en ese calabozo.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Continuará-

Jajaja, Makita ha inaugurado su nueva historia!!!

Perdón!! A todos los fan de Yukito, lo maté en el primer capítulo!- lo siento UU, pero así debía ser. Espero que les guste la historia , No se olviden de dejarme su opinión, ya sean quejas, sugerencias. ¡Ya se que el título no tiene mucho que ver, si supieran cuan difícil es ponerle título a una historia y la verdad, un amigo de dio la idea, así que la acepte !!!

TEGAKIS =Dos armas/herramientas especiales del historial de la Togakure Ryu Ninjutsu .

Usado para golpear y escalar muros, acantilados, árboles... Como armas podrían proteger las manos del Ninja. Son como dos manoplas con unas puntas filosas.

Estrella= Navaja, con cuatro puntas y un agujero al centro, servia para lanzarlos a largas distancias.

Macao=Macao está sobre la orilla occidental de la desembocadura del río Zhujiang, en la provincia de Guangdong y dista 40 millas marinas de Hong Kong. Es territorio de China desde la antigüedad.

Nanhai= nombre del reino que fue otorgado a Fujitaka Kinomoto, ahora bajo el poder de la princesa Sakura.

otra aclaración= el ejercito del reino se divide en dos

1.- los soldados negros, es decir, soldados malos, que la princesa maneja, son los que hacen los destrozos en las villas, son el poderoso ejército, compuestos de ninjas, samuráis, turcos , japoneses,mongoles y Hunos- (visten de negro)

2.- Soldados reales= también están bajo las órdenes de la princesa, pero no son malos, se encargan de la seguridad del castillo y de la vigilancia de los nobles. Son del ejército en general y no son tan poderosos como los otros.