Este sera mi ultimo fic. Fue bueno mientras duro y estoy agradecido con el apoyo. Si voy a terminar el Maestro Borracho, ya que es la espina que me tengo que sacar. Tambien tengo pensado terminar otras historias que deje incompletas.


Esto era vergonzoso para ella, demasiado vergonzoso. Tenía más de 25 años y aun así se sonrojaba al verlo, sentía un calor en su pecho y tenía que doblar la mirada, a veces cuando pensaba en él no podía hacer nada más que sonreír al recordar sus disparates. TenTen no había superado su pequeño enamoramiento con Lee, simplemente no lo había hecho.

Se dice que un compañero de equipo no se deja de ver, pero ella sabía que esto no era del todo cierto, el compañero de equipo se deja de ver si este muere o tiene misiones muy seguido, como sucedía con Lee o con Neji. No era que había salido de su vida de un momento a otro, era que ya casi no lo veía y cuando lo hacía, WOW… podía ver a ese espécimen de hombre en el que se había convertido.

No es que TenTen no haya tenido relaciones de pareja satisfactorias, de hecho había tenido un par de novios, nada fuera de este mundo pero tampoco era para considerarla una frígida. Lo cierto es que estaba algo confundida por sus sentimientos al ver a Lee. No sabía cómo nombrarlos, no sabía si simplemente gustaba de él (como sucedía a veces) o si realmente lo amaba, claro, no cree que se trate de lo último, ¿Cómo enamorarse de alguien a quien casi nunca le dirige la palabra?

Trabajar para los Anbus no era un trabajo fácil, pero la paga era buena y tiene que aceptar que es agradable trabajar con viejos amigos de la infancia, en específico con Shino y Sai. A veces salía a beber con ellos cuando no tenían misiones, otra veces los encontraba en los salones de entrenamiento, un par de veces pensó en tener algo con Shino pero ninguno tuvo el valor para hacer algo más que coquetear, es de suponerse que a veces pase este tipo de cosas, tal vez el sexo habría sido incomodo, lo único que sabe es que no llegó a nada y no se puede culpar a ninguno de los dos por ello.

- Soy una mujer hecha y derecha, él no puede intimidarme

TenTen estaba delante del Ichiraku original, el restaurante de ramen había avanzado mucho en poco tiempo, ahora tenían una cadena de restaurantes dedicados a la venta en masa de ramen, cosa que al principio había hecho enojar a Naruto ya que este cuestionaba la calidad del producto, pero para su sorpresa, Ichiraku era una cadena de restaurantes elegantes que ofrecía platillos deliciosos y bien elaborados. Por otro lado, ahora era estúpidamente caro.

- Vamos, él estará ahí pero no significa nada, no tienes por qué sentirte así

Trago saliva y entro al restaurante, del otro lado encontró a todos con una sonrisa en sus bocas, Ino hacia poco que se había casado con Sai y ya tenían a su primer hijo pequeño, era solo un bebe pero era muy lindo. Choji estaba con su nueva novia, era una extranjera morena llamada Karui que poco hablaba con los demás, pero que de todas formas se aferraba a Choji con fuerza. Sakura era la que se veía menos contenta del grupo, pero bueno, es de esperarse, después de la forma en que Sasuke la embarazo para luego salir a explorar el mundo o algo así… poco importa el drama de los demás y mucho menos tiene que andar metiendo sus narices en asuntos de los demás. Hoy están ahí por ella y eso es lo que importa.

- ¡TenTen!

Ino se puso de pie y abrazó a TenTen con una sonrisa, los demás se pusieron de pie y comenzaron a aplaudirle con ánimos, Naruto camino detrás de ella y disparo un espanta suegras mientras TenTen saltaba del susto.

- ¡Feliz Cumpleaños, TenTen!- grito Naruto con una gran sonrisa.

- Jaja (idiota)

- Es bueno verte

Todos hicieron campo para que la chica se sentara en el centro de una gran mesa rectangular y comenzaron a beber licor y pedir comida, Naruto pidió como 30 tazones de ramen, cosa que Hinata no aprobaba después del último chequeo médico pero tampoco se lo gritaba en cara. Sakura atendía a Sarada que lloraba en una esquina oscura, Ino y Sai le ayudaban un poco.

- Son tan lindos, creo que deberíamos tener uno pronto- dijo Sai sonriendo.

- No te apresures, esta cosa es una fábrica de caca- respondió Sakura.

Las cosas iban muy bien, en realidad TenTen no podía pedir nada mejor. Kiba le había lanzado un par de indirectas, ¿y por qué no? Después de todo, ya habían sido pareja antes, o algo parecido, ¿Cómo llamas a alguien con quien sales de vez en cuando, tienes relaciones sexuales y a veces le haces bromas pesadas? ¿Aminovios? ¿Amigos con beneficios? Fuese lo que fuese, un poco de acción con el perro no sonaba nada mal en ese momento, asi que se dedicó a regresarle los coqueteos de vez en cuando.

- ¡¿Alguien traiga el pastel de una vez?!- grito Karuia mientras abrazaba el brazo de su esposo, esa mujer era más enérgica de lo que la gente imaginaba, aun se preguntaban de donde Choji la había sacado.

La puerta se abrió y fue entonces que su corazón se hundió en lo más profundo de su estómago.

- ¡Ya era hora de que llegaras al cumpleaños de tu compañera de equipo, Cejotas!- grito Naruto.

- ¡Lo siento, lo siento, tenía que encontrar el regalo ideal!

Y en efecto, se trataba de Lee, con su estúpido traje verde… que resaltaba cada detalle de esos bie definidos pectorales… con sus ridículos vendajes en esos… brazos al descubierto que bien podrían romper una nuez en sus codos… y ese estúpido pantalón verde… que detallaba esa redondas nalgas sobre las cuales podrías rebotar una moneda… ¿A quién engañaba? No lo había superado. Lee se veía igual de optimista que siempre y traía algo envuelto -pobremente- en su espalda.

- ¡Hey TenTen!

- J-Jaja, hola Lee

- ¿Recuerdas cuando te regale aquella flor cuando me invitaste a comer de niños?

- Aaah, creo que no. No del todo (como olvidarla)

- Oh, bueno, no importa. ¡Conseguí una maceta completa con ellas!

Y al abrir el paquete, revelo un florero del tamaño de un hombre adulto, lleno de flores rojizas de la montaña. Era tan estúpido, tan cliché, tan asquerosamente romántico que le sacó un suspiro a Hinata. Kiba fue el primero en reaccionar con una risotada.

- ¡Cielos, Lee! ¡Eso es tan meloso que no puedo creer que no hayan hormigas por todos lados!

- ¡Oh vamos, solo trato de sorprender a una amiga!

- ¡"Amiga"! ¡Ja, claro!- respondió Ino sonriendo.

- Tranquilo Kiba, traeré tus croquetas favoritas a tu cumpleaños- le respondió Lee con el saludo del Tipo Bueno que le enseño su maestro.

- ¡C-Cierra la boca sobre eso!

La noche se pasó entre risas y copas, el único que no estaba bebiendo era Lee, por motivos bastante obvios. Naruto saltó sobre la mesa y empezó a cantarle a Hinata una canción de amor, que la hizo esconder su vergüenza entre Karui e Ino, Sai le apoyaba con un pequeño instrumento que había dibujado en su cuaderno. Shino discutía con Kiba sobre algo relacionado a una misión o algo así, no se veían muy contentos. Lee por su parte, solo reía y reía y vaya que era una sonrisa hermosa.

- Ya no soy una niña

TenTen se dijo a si misma mientras se llevaba un trago de sake a la boca y su rostro se sonrojaba por el alcohol. Esa sonrisa era increíble, ¿Cómo algo podía reflejar tanta alegría? ¿Cómo algo podía reflejar tanta suerte? No importaba por donde se le viera, el tipo emanaba felicidad y eso… francamente la asustaba. ¿En qué clase de mundo se había sumergido que la sola idea de estar con alguien así la asustaba?

Pidió otro poco de Sake caliente, conforme tragaba su bebida, observaba a Lee de arriba abajo. Realmente se había vuelto un hombre, esa espalda era ancha, esos brazos más grandes que su cabeza y esas piernas, francamente no entendía de donde había surgido tal espécimen.

- ¡Vamos, solo un trago!- dijo Kiba.

- Sabes que es mala idea- respondió Lee.

Era como si ese perdedor hubiese nacido en la época equivocada, no ingería alcohol, tenía una línea moral estúpidamente alta, cumplía sus promesas, casi nunca tenia historias sexuales, su maldita moralidad le estaba empezando a molestar… ¿Quién demonios era él para juzgarla a ella y a su estilo de vida? De repente sintió algo de desprecio por el tipejo, pero era curioso, ya antes le habían juzgado, en específico los miembros de clanes más conservadores como los Hyuuga, sobre su forma "adultera" de vivir, con eso de ser soltera y todo. Pero la idea de que este desgraciado la juzgara por ello, le llenaba de cólera.

- Tsk

- ¡Hey TenTen!

Pero esa cólera desapareció cuando Lee, con una corbata sobre su cabeza (que nadie sabe de dónde salió), la invito a bailar un poco. Fue divertido al principio, ella no tenía la coordinación para bailar bien, en especial porque estaba un poco borracha, pero los torpes pies de Lee no eran tan diferentes a los de un pobre ebrio, las artes marciales son diferentes a las artes venusianas aparentemente.

- ¡Estas pisándome!- dijo ella en voz alta con una pequeña sonrisa.

- ¡Tú también!- le respondió él con esa linda sonrisa suya.

TenTen se sintió tentada a darle un beso en ese instante, pero no estaba tan borracha. Para cuando la música se detuvo y trajeron el pastel, todos estaban un poco borrachos, incluso Hinata, que parecía tratar de caminar con la ayuda de un igualmente ebrio Naruto. Sakura era la única que se veía algo triste, con Sarada aun en su pecho. Lee le había ofrecido algo de compañía e incluso bailó con ella por un rato, Ino cuido de Sarada en ese momento.

Para cuando todos se iban para sus hogares, TenTen sujetó el brazo de Lee con algo de fuerza y se acurruco en él. No sabía porque lo estaba haciendo, no, realmente si lo sabía, simplemente que antes no tenía el valor para hacerlo y a Lee parecía no molestarle.

- Lee… ¿quieres ir a…?

- TenTen, no creo que se buena idea

- ¿Por qué no?

- TenTen, por favor

TenTen miro a Lee a los ojos pero no lo dejo ir.

- Dime porque no

- Estas borracha

- Sí, pero no ciega

- TenTen, vamos, sabes que no te veo de esa forma

- ¿En serio? Bueno, yo si te veo de esa forma…-TenTen acercó su rostro al de él y sus labios estuvieron a punto de hacer contacto, pero antes de que ella le plantara el beso, se echó para atrás cuando Lee dio una cabeceada para adelante-… ¿No me vez de esa forma?

- ¡Oh por el amor del Yosh!

Kiba emitió una carcajada, la mayoría de la gente no los habia visto, pero el perro lo vio todo y estaba riéndose bastante.

- C-Creo que ya es hora de que la fiesta termine- dijo Kiba limpiándose una lágrima y disimulaba la sonrisa burlona en su rostro.

- Vete a la mierda, Kiba- le respondió TenTen descortésmente.

- Como sea, ya va siendo hora de irnos- dijo Lee suspirando con incomodidad.

La gente se fue despidiendo poco a poco, la fiesta estaba terminando y de todos ellos, Kiba se veía especialmente contento, necesitó de ayuda de Shino para ir a casa.

TenTen suspiro al ver a su alrededor y encontrar que todos la habian dejado atrás. Tomó los regalos y caminó hacia la calle, no vio el momento en que Lee se fue. La calle estaba vacía y no había ni una sola persona a la vista, TenTen pensó en lo tonta que fue al forzar ese momento, tal vez tendría que haber llevado las cosas más lentas con él, después de todo, Lee estaba chapado a la antigua… la increíblemente incomoda y molesta antigua.

- Aaahhh… bueno, puede que sea culpa de él. ¡¿Qué clase de hombre me rechaza?! HIC

TenTen se sonrojó ante el pequeño hipo de ebriedad y se sujetó a una pared para esperar a que se le pasara un poco la borrachera, no podía caminar muy bien. Pasados unos minutos tomó aire y continuo caminando, en algún momento, llego a encontrar al tipo que habia tenido el atrevimiento de rechazarla, parado justo al lado de una máquina expendedora de gaseosas.

¡¿Quién diablos se creía él?! ¡¿No era lo suficientemente buena para él?! ¡¿Por qué demonios no tenia un libido normal como todos los demás?! ¡¿Por qué tenía que ser tan cobarde?! ¡Era estúpidamente infantil!... bueno, ella se dio cuenta de que realmente ella también estaba actuando de forma estúpidamente infantil, estaba lanzandole sus inseguridades a Lee sin motivo alguno.

- Lee

Lee suspiro al escuchar su voz, despues presiono el botón de su gaseosa sin azúcar favorita y se agachó para tomarla.

- Podemos no hacer esto ahora

- Lee, solo dime porque

- Por qué… olvídalo, no puedo hacerlo

- Lee, es mi cumpleaños, me merezco saberlo

- No puedo decírtelo

- Lee, solo dame una oportunidad. Sé que somos muy diferentes, pero creo que estamos demasiado viejos para andar con rodeos. No somos adolescentes para andar fingiendo un romance cual personajes de un manga, dime aquí y ahora, ¿sientes algo por mí?

- Y-Yo… aaaahhhh… m-mira no sé qué…- Lee estaba poniéndose rojo y tartamudeaba como un niño, esto era incómodo.

- Solo dime si o no, no es tan difícil. ¡Vamos, ya eres un hombre hecho y derecho, no deberías tener estos problemas!

- Y-Yo, por la llama de la juventud, no lo sé. Mira, sé que sientes algo por mí, lo he sabido por algún tiempo, pero no sé cómo reaccionar a esto. No tengo miedo, pero la verdad es que no sé cómo tomarlo, nunca antes me había pasado. No sé si lo notaste, pero no soy precisamente el tipo más guapo del planeta

TenTen quiso reírse en voz alta, pero guardo silencio, era como si el sujeto no se viera en el espejo, el tipo era casi una estatua de mármol.

- Hagamos una apuesta, como es mi cumpleaños, ¿Qué tal si me regalas algo mas?

- ¿Algo más?

- Dame una cita, salgamos a comer, a disfrutar del día. Solos tu y yo. Si al final del día, sientes lo que yo siento por ti, entonces… bueno, creo que podrás llegar a la conclusión a la que he llegado yo. Y es que te quiero, Lee

Lee se había puesto increíblemente rojo, era increíblemente tierno, tan tierno que rozaba en lo meloso. Lee se secó el sudor de su frente, sus manos le temblaban, así que TenTen la tomo entre las suyas y le hizo sentirse tranquilo y seguro, una sensación extraña para Lee.

- ¿Y que si llego a una conclusión opuesta?

- Entonces no te volveré a molestar, pero tienes que darme la oportunidad

- Oh cielos

Lee apartó su mirada de la de TenTen por unos minutos, se veía nervioso y bastante colorado. TenTen sonrio ante tal ternura, por lo que acercó su boca a la de él… pero Lee la desvió a un lado y ella vomito justo en el otro extremo de la calle.

- Aaaahhh… aaaahhh…- TenTen quedo petrificada por unos segundos.

- C-Creo que está bien, acepto- dijo Lee con tranquilidad mientras ignoraba un poco el hecho de que ella había vomitado en el suelo.