Saludos este es mi primer fic. Está basado en el Another world de tomoyo, después de que volvieron a estar juntos. Espero que lo disfruten. Disclaimer: Clannad ni ninguno de los personajes me pertenecen. Son obras de Visual Art's Key.
Tomoyo Another World
Capítulo 1: Invierno es sinónimo de amor
Que agridulce nostalgia esta blanca temporada de invierno. Solo me hace recordar los momentos en la escuela que pase con ella. De felices a tristes, de bellos a horribles. Los bentos que compartíamos en el almuerzo, los días en la biblioteca después de salir de clases y sin dejar atrás sus regaños, los problemas que pasamos pero que con nuestro amor hemos derribado. Todo un recorrido de altas y bajas para lograr lo que hoy llamamos amor.
"¡Estaré a tu lado, Tomoya y lo haré con todas mis fuerzas!" Esas fueron sus palabras en esa ocasión y las que me convencieron de que simplemente no puedo estar sin ella. En ese momento acepté todo, decidí tener una nueva vida junto a ella y empezar todo desde cero.
No puedo decir que tan rápido pasó, solo sé que en ese momento, en ese camino teñido de blanco la nieve caía en nuestros cuerpos mientras que abrasándonos y con lágrimas en nuestros rostros, uno al otro decíamos cuanto nos amábamos.
—Tomoyo, lo siento. —
—Sí. —Solo eso me dijo, haciéndome saber que todo lo que había pasado estaba ahora en el pasado. —Tomoya, ¿Estarás siempre a mi lado?—
—Sí, pase lo que pase. —Le dije, mientras la abrazaba aún más fuerte.
En esa pequeña y hermosa escena de amor hubo un carnaval de sentimientos en mí interior, sentimientos que nunca había sentido antes, lo pudiera asociar a un niño feliz por recibir un regalo de Papá Noel. Así me sentía yo, era como un ángel enviado hacia mí, pero que en vez de cuidarme a mí, yo cuidaría de ese hermoso ángel, o no, simplemente cuidarnos mutuamente.
Nuestros corazones palpitaban compatiblemente, como si sus latidos respondieran a los míos; Y los míos a los de ella.
Y así después, el contrato de amor fue sellado con un hermoso beso, un beso que daría el comienzo a una bella historia de amor.
Es temprano en la mañana y oigo una voz mencionando mi nombre desde lejos mientras poco a poco voy abriendo mis ojos. Cuando los abro, veo a una persona hermosa, tenía una vestimenta de invierno blanco que le acentuaba sus despampanantes ojos azules y un hermoso cabello plateado haciendo una bella silueta con el sol de la tarde que se reflejaba desde la ventana.
Se trataba de ella, la persona que más amo, la persona por la cual diera si fuese posible hasta más que la vida. Es ella, se trataba de Tomoyo.
Ella estaba frente a mí intentando despertarme como solía hacer cuando salíamos juntos a la escuela.
Que bellos recuerdos, cuando me acompañaba a comprar el almuerzo y la cena del otro día e incluso habían veces que se quedaba para preparármela. Siempre le decía que no se preocupara pero ella siempre decía algo como: "Tomoya… Si no la preparo yo… ¿quién más lo haría? Bueno, al menos que quieras pasar tu vida comiendo ramen instantáneo."
Pero no tenía de otra que aceptar su ayuda, no le podía decir que no.
Pero lo mejor de todo esto es, que todos esos recuerdos que tenía guardado volverán a hacerse realidad e incluso algunos nuevos se irán creando.
— ¡Tomoya! —Dice fuertemente logrando finalmente despertarme.
—¿Tomoyo? Pero… es domingo e invierno todavía…
—Si… lo sé, pero quiero pasar un tiempo contigo antes de irme a casa a hacer los típicos trabajos de una presidente del consejo estudiantil.
—Pero… es muy temprano Tomoyo…— Le dije perezosamente.
—¡No! no es temprano son las cuatro de la tarde.
—¿Las cuatro de la-
—Por favor, Tomoya. —Me interrumpe tiernamente.
—Ah, sí me lo dices así… bueno, está bien solo dame un segundo para alistarme, si quieres me esperas afuera.
Mientras me visto, me pongo a pensar a qué lugar llevarla, si a un sitio normal o algo no tan informal, ¡Ah…! Todas las cosas que hay que pensar cuando tienes una pareja… pero bueno, mejor le pregunto, debería tener un poco más de confianza en ella.
—Oye Tomoyo, ya estoy listo ¿Te hice esperar?
—No. — Me dice, mientras saca una bella sonrisa.
—¿Adónde quieres ir?
—No te preocupes, hay un lugar que te quiero enseñar. —me dice
—¿Ah, sí? Pero, ¿qué quieres comer?
—Hamburguesa.
Mientras caminábamos, bromeábamos y hablábamos hasta llegar al lugar más cercano; todo lo que encontramos fue un puesto de Yakiniku.
—Tomoyo… Lo siento…
—Hahaha, no te preocupes, si es lo que hay pues vamos. Tengo mucho tiempo sin probarlo. —Me dice, con la amabilidad que la distingue.
—De acuerdo. Tomoyo, la segunda mesa está vacía, que tal si vamos allá.
Mientras traían la carne para asar, todo el tiempo me quede mirándola. Solo mirando su bello rostro observando por la ventana la nieve que caía lentamente.
—Oye… ¿qué miras? —Dice sonrojada.
—Nada —Digo, sin poder borrar la sonrisa de mi rostro.
—Oye Tomoyo ¿te gusta la nieve? —Digo, con mi cabeza descansando sobre mi mano.
—Mm... Creo que sí, no sé.
—¿Por qué te gusta?
—Bueno, la verdad es que yo misma me pregunto por qué me gusta tanto, solo la miro y pues…simplemente… me gusta. —Me dice, con una cara nostálgica pero al mismo tiempo feliz, como si hubiera un secreto detrás de ello. Un secreto del cual ella no puede acordarse pero por alguna razón sabe que es algo que le alegra.
—Hmm… eres extraña. —Le dije en tono de broma.
—¿Ah? ¿Cómo que- ¡Ah! ¡Idiota! —Me grita totalmente avergonzada y con la cara roja como un tomate.
—¡Ajajá! —Oh mira, la carne. —
—Que lo aprovechen. —dice la mesera
—¡Hm…! Está bueno. —Dice Tomoyo sorprendida pero al mismo tiempo feliz.
Mientras comemos no puedo evitar seguir viéndola, me satisface el simple hecho de verla feliz y que está pasando un buen rato conmigo, no hay mejor sentimiento que ese. El de saber que estar con una persona es sinónimo de seguridad y que ella es todo para ti. Yo…la amo.
—¿Tomoyo, quieres algo de beber?
—No, ahora quiero me acompañes a ese lugar que tanto te quiero mostrar.
—Ehm… de acuerdo.
Mientras caminábamos pasamos todo el camino con nuestros brazos cruzados entre sí, callados, solo caminábamos hacia dónde íbamos pero nuestros corazones decían que nos amábamos.
—Está allí arriba, en la escalera.
Era algo larga, está por encima de todo, parecía una de estas que van hacia algún templo budista.
Pero no me negué y seguí el camino con ella hasta llegar hacia arriba.
Por el cansancio bajo el cuerpo sosteniéndome en las rodillas hasta que oigo la voz de Tomoyo diciéndome:
—Tomoya, mira.
Lo que tenía en mis ojos era algo majestuoso, veía todo desde ahí, edificios, carros, la luces que cambiaban el tono de los copos de nieve haciéndolos reflejarse en ellos un color dorado que daba una belleza inmensa al ambiente de la noche.
—Tomoya ¿me quieres?
—No Tomoyo… te quiero poco…pero te amo mucho.
En ese momento nuestros labios poco a poco se fueron emparejando, hasta formar un hermoso beso. Confirmando así que realmente nos amábamos y que nos pertenecíamos el uno al otro.
Espero que lo hayan disfrutado. El segundo capitulo viene pronto. Se agradecen reviews!
Pasen buenas, nos leemos!
